Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

UNCONDITIONAL LOVE por DNA

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lamento mucho la tardanza pero aquí esta el segundo capitulos, espero les guste OuO

-¡Xiumin, Xiumin!-llamó desesperado, no había respuesta y él parecía estar sufriendo tanto, lo levantó del suelo como puedo y lo llevó a su habitación dejándolo sobre la cama mientras sus ojos trataban de localizar algo que lo ayudara, cualquier cosa iba a estar bien-¡Xiumin por favor dime que debo hacer!-suplicó esperando una respuesta.     

Maldijo a todo y a todos al no obtener respuesta, él comenzó a hiperventilar alterando aun más sus ya destrozados nervios, aire, necesitaba aire, se dijo a sí mismo y sin perder un segundo abrió la ventana de su habitación dejando el aire entrar a ella pero no ayudaba.

-Vamos Jongdae recuerda tus malditas clases de primeros auxilios-se exigió a sí mismo luchando por no entrar en pánico y empeorar todo más de lo que ya estaba-¡La ropa, debo aflojarle la ropa!-exclamó como si hubiese encontrado la respuesta a la más grande pregunta que jamás había tenido en su vida.

No estaba seguro de que eso iba a ayudar pero era lo único que había logrado de recordar de sus clases, corrió al escritorio de donde tomó unas tijeras, hizo un corte pequeño a la tela del horrible vestido y luego tomó cada extremo y comenzó a romper la tela y sólo cuando llegó a su vientre fue capaz de ver aquella grieta, no sabía lo que era pero era enorme y probablemente era la causa de todo el dolor de Xiumin, ¿cómo carajos se arreglaba algo así?, no tenía ni la más remota idea de que debía hacer entonces, sintió lágrimas de pura frustración picar en sus ojos que lo hacían sentir inútil y furioso consigo mismo.

Presa del pánico ya inevitable entonces, sus dedos rozaron esa enorme grieta y su sólo toque provoco que esta comenzara a cerrarse, sonrió como un loco y sin dudarlo sus dedos delinearon el contornó de aquella enorme grieta que iba cerrándose a su toque al igual que se iba el dolor que el rostro de Xiumin reflejaba.

Esperó unos segundos para ver que él estuviera bien y por un momento casi cayó nuevamente en pánico al no verlo despertar hasta que consiguió auto convencerse que él debía estar agotado y necesitaba descansar, no sabía si quedarse a su lado o simplemente marcharse y dejarlo solo para tratar de aclarar sus pensamientos y buscar una explicación lógica a todo lo que acababa de pasar pero a quien quería engañar, eso no tenía ni una sola explicación lógica por más que tratara de buscarla.

Lo miró una vez más y decidió que lo mejor era dejarlo solo mientras él trataba de organizar sus pensamientos y encontrarle una explicación de por qué había un hermoso y aterrador chico que casi había muerto en su cama, comida, eso era, la comida siempre lo ayudaba a pensar mejor.

Su abuela no estaba porque era noche de chicas con sus ancianas amigas así que su abuela no iba a llegar y aunque podía llamarla no iba a hacerlo porque seguramente lo tomaría por loco y lo golpearía con su bastón hasta matarlo o algo así, eso era una locura pensó mientras dejaba ir un gran suspiro y terminaba de servirse un enorme tazón de helado con jarabe de chocolate y galletas.

Dio el primer bocado y al levantar la vista se encontró con la imagen del chico que se suponía debía estar dormido en su habitación observándolo medio escondido en la puerta, sólo tenía un poco de su cabeza asomada mirándolo nervioso y realmente pensó que eso era muy dulce.

-Ven-él negó-No tengas miedo-pidió pero él volvió a negar-Pero debemos hablar-dijo como último recurso viendo entonces que él se daba por vencido y salía de su escondite acercándose muy despacio.

-¡S-soy Xiumin!-dijo en voz muy alta con las mejillas sonrojadas y no pudo evitar reírse por su adorable actitud.

-Ya sé tu nombre-aseguró-Lo que realmente necesito saber es ¿qué haces en mi casa, cómo entraste aquí y qué fue todo eso hace un rato?-preguntó mirándolo con desconfianza.

-Bueno yo…vivo aquí-respondió en voz muy baja.

-¿Qué?

-Eso...yo vivo aquí desde que tú me trajiste contigo a casa-trató de explicar.

-¿De qué rayos hablas?

-Yo...soy Baozi, bueno no, ese fue el horrible nombre que me diste al traerme a tu casa-murmuró, él no iba a creerle.

-Demonios debes estar muy loco para decir que eres mi pequeño muñeco, llamare a la policía-dijo y se dirigió al teléfono siendo detenido por el castaño.

-¡Espera, te estoy diciendo la verdad!-aseguró-¡Tú me salvaste de aquellos gatos y me trajiste aquí, incluso me rompí y tú abuela me arreglo, tú solías dormir y bañarte conmigo, tú habitación es un basurero, te gustan las películas de acción y cantar, tú novia te engaño con tu mejor amigo y para no seguir sintiéndote solo tú hablabas sólo conmigo!-soltó todo de golpe dejando estupefacto a Jongdae.

-Tú de verdad...

-¿Me crees ahora?-preguntó esperanzado.

-Estás loco y eres un acosador, llamare a la policía-dijo nuevamente.

-¡Estoy diciendo la verdad!-habló ya desesperado.

-¡¿Estas escuchado las tonterías que dices?, eso es imposible!-sentenció.

-Estación de policía ¿cuál es su emergencia?

Xiumin escuchó la voz de aquella mujer y lo único que pudo hacer fue cubrir con una mano la boca de Jongdae para luego regresar a su forma de muñeco ante su aterrorizada e incrédula mirada, Jongdae escuchó a la mujer al otro lado de la línea llamándolo pero no respondió y su cuerpo se desplomó en el suelo.

-¡Jongdae!-dijo Xiumin inmediatamente al volver a su forma humana, tomó el teléfono que estaba al lado del inconsciente Jongdae y colgó para luego acercarse a él y llamarlo-Jongdae por favor despierta, vamos abre los ojos-pidió dando pequeño golpecitos con su mano en la mejilla de él-Jongdae por favor-pidió pero nada-¡Despierta!-casi gritó y golpeó fuertemente al inconsciente chico.

-¡Eso duele!-lloriqueo tocándose la mejilla.

-¡Despertaste!-dijo alegre Xiumin.

Jongdae sólo con verlo se puso pálido y retrocedió sin levantarse del suelo hasta que su espalda chocó con la mesa, Xiumin se movió con intención de acercarse y él cerró los ojos con fuerza muerto de miedo.

-¡NO TE ATREVAS A ACERCARTE A MI MALDITO FENÓMENO!-gritó con fuerza.

Xiumin se quedó inmóvil con los ojos totalmente abiertos y la mano que había tratado de llegar a Jongdae y continuaba en el aire cayó luego de oír eso, agachó la mirada y sintió las lágrimas picar en sus ojos, los humanos eran crueles, parpadeó y sin poder hacer nada las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras se mordía el labio para no dejar salir ni un sólo lamento.

Jongdae abrió los ojos muy despacio cuando no sintió ni un sólo movimiento, vio a Xiumin frente a él y antes de que volviera a entrar en crisis las lágrimas del castaño lo sorprendieron y lo hicieron sentir de lo peor, no logró comprender como ni de donde surgió aquel instinto protector pero envolvió a Xiumin en sus brazos para que dejara de llorar.

-Lo siento mi pequeño Baozi, fui muy cruel y tonto, no llores por favor-pidió.

Xiumin no respondió y tan sólo se quedó ahí refugiado en los brazos de Jongdae, era tan cálido y acogedor, se sentía mejor cuando él lo abrazaba, lo ayudaba a olvidarse de todo lo malo aunque fuera por unos instantes nada más.

Jongdae esperó pacientemente a que Xiumin terminara de llorar porque aun necesitaba de respuestas y sólo él se las podía dar y cuando finalmente él dejó de llorar y lo miró le regaló su mejor sonrisa para hacerlo sentir cómodo y seguro.

-Vamos, te daré helado-dijo con una sonrisa viendo como los ojos del pequeño Baozi se iluminaban.

Ambos se sentaron a la mesa con un gran tazón de helado cada uno y comenzaron a comer en silencio, Jongdae sabía que era él quién debía hacer las preguntas pero debía escoger bien sus palabras para no volver a herir los sentimientos de Xiumin.

-Entonces...-comenzó-¿Eres un muñeco mágico que ha venido a buscarme para que juntos salvemos al mundo?-bueno sí, tal vez  veía demasiado anime.

-Mmm, no-respondió Xiumin dándole una mirada extraña-Soy un unconditional friend-dijo con una enorme sonrisa.

-¿Un qué?

-Unconditional friend-repitió.

-¿Y eso es para?

-Nosotros existimos con él único objetivo de hacer felices a nuestros best friends-explicó.

-¿Best friends?-preguntó confundido.

-Ese es el término con el que nos referimos a nuestros "dueños" por así decirlo, no nos gusta ese término porque aún cuando somos de alguna forma muñecos nosotros somos capaces de formar fuertes lazos afectivos con nuestro best friend, nosotros somos algo como un regalo único y especial, no todo los humanos pueden tener un unconditional friend, sólo aquellos que han sufrido y conocen verdaderamente la soledad, sólo aquellos que pierden la fe pueden conocernos-explicó.

-¿Entonces tú, es decir, ustedes aparecen para hacerlos felices?

-Unconditional friend, significaba alguien incondicional y eterno, nosotros venimos para tratar de que aquellas personas que se sienten en un abismos encuentren nuevamente la felicidad, nosotros vamos a estar eternamente a su lado y no importa que pase, siempre, siempre vamos a quedarnos a su lado.

-¿Sin importar lo que pase sea lo que sea?

-Únicamente sí ellos ya no nos necesitan desapareceremos.

-¿Y sí te insulta?

-Nos quedamos.

-¿Si te golpea?

-Nos quedamos.

-¿Sí te dice que ya no te quiere ver?

-Nos quedamos.

-¿Sí te grita?

-Nos quedamos.

-¿Sí no te da de comer?

-Nos quedamos.

-¿Sí te culpa de todos sus errores?

-Nos quedamos.

-¿Sí te dice que te odia?

-Nos quedamos.

-¿Sí te trata como un esclavo?

-Nos quedamos.

-¿Sí te hace hacer cosas que no quieres?

-Eso no puede pasar porque siempre querremos hacer lo que nuestro best friend quiere sí eso lo hace feliz.

-¿Y sí es algo malo?

-Nos quedamos y lo hacemos igual.

-¿Y sí se olvida de ti?

-Morimos-susurró en esa ocasión con la mirada en el suelo.

-¿Mueren?

-Sí-asintió-Nosotros vivimos para nuestros Best friens, sí ellos nos ignoran sólo tenemos que llamar su atención y ya está pero si no podemos y nos ignoran cada vez más y más hasta que nos olvidan nosotros nos debilitamos y comenzamos a rompernos hasta que finalmente morimos-explicó.

-Que horrible-dijo fingiendo un escalofrió-Dijiste que su único propósito era hacer feliz a los demás ¿cómo hacen eso?

-Simplemente estando ahí, siendo sus mejores amigos, jugando, riendo, llorando, nosotros existimos para que nunca se sientan solos o abandonados, existimos para ser más que sus amigos, sus compañeros, confidentes, aliados, refugio, paño de lágrimas, nosotros existimos para devolverles todo aquello que creyeron perder-explicó con una hermosa y cálida sonrisa.

-Son geniales-aseguró Jongdae.

-Gracias-sonrió algo sonrojado.

-Pero...si dices que ustedes acuden a las personas que han sufrido mucho y han perdido la fe en la vida ¿por qué tú estás conmigo?-preguntó desconcertado-Yo no soy infeliz, amo a mi abuela y aunque viven lejos también amo a mis padres y me llevó muy bien con ellos, la escuela me aburre pero está bien, de hecho sí lo pienso lo único por lo que sufrí un poco fue con la traición de Jonghyun y Liyin pero ya lo he superado así que... ¿por qué?-cuestionó confundido.

-Porque no soy tuyo-respondió.

-¿Qué?

-Yo tengo un best friend y no eres tú-dijo.

-Pero...

-Nosotros nos separamos por error, lo último que recuerdo fue que estábamos mudándonos pero algo pasó en el camino a la nueva casa y nos separamos-la tristeza cubrió su rostro y Jongdae pensó en abrazarlo pero no lo hizo.

-¿Estás seguro que fue un accidente y que él no te abandonó intencionalmente?-preguntó con cautela.

-¡Él nunca haría eso, no puedo recordarlo del todo pero sé que no lo haría!-aseguró con seguridad.

-¿Cómo estas tan seguro sí no lo recuerdas siquiera?-preguntó, no quería ser cruel pero tenía que estar seguro.

-Porque él no era así, es verdad que no puedo recordar su cara o su nombre pero jamás podría olvidarme de lo bueno que era conmigo y lo mucho que me quería y lo mucho que yo lo quería a él...nunca me hubiera abandonado por nada del mundo, lo sé-susurró, estaba a punto de llorar.

-Está bien, está bien-dijo para que se relajara antes de que volviera a llorar-¿Qué pasa ahora entonces?

-No lo sé, supongo que ahora tú eres mi best friend hasta que yo pueda encontrar al verdadero-habló no muy seguro.

-Algo me dice que no estás muy seguro de tus propias palabras-acusó.

-¡Es que no lo sé, nunca me había pasado algo así!-dijo avergonzado.

-Hey tranquilízate-pidió-¿Hay alguna forma de asegurarnos o averiguar que debemos hacer?-preguntó.

-No lo sé-murmuró.

-Debes ser una vergüenza para los de tu especie-acusó.

-¡Cla-claro que no!-chilló.

-Como sea, ¿qué se supone que debo hacer ahora?-tenía que saber cómo cuidarlo.

-Tan sólo tienes que hablar y pasar un poco de tu tiempo conmigo-dijo de una forma que a Jongdae le resultó parecido a una súplica.

-Eso es fácil-aseguró-Pero supongamos por un momento que no lo hago, ¿qué pasaría?-preguntó curioso.

-Yo normalmente podría estar bien por mucho tiempo y así tendría la oportunidad de hablar contigo para así intentar conseguir tu atención pero...

-¿Pero?

-Contigo es diferente, no había pasado mucho tiempo y me debilite demasiado rápido y comencé a romperme-explicó.

-¿La grieta, fue mi culpa?-preguntó preocupado y sintiéndose terriblemente culpable.

-De alguna forma pero no tienes que sentirse mal porque tú no podías saberlo, fue mi error porque no te dije nada cuando tuve la oportunidad, fue mi culpa-aseguró.

Jongdae no pudo evitar sorprenderse con aquello, era verdad que Xiumin tenía algo de culpa por no haberle dicho nada pero él estaba dispuesto a tomar toda la responsabilidad sólo para que no se sintiera mal, era algo bastante inesperado.

-Tienes razón, todo fue tú culpa-le siguió la corriente.

-Lo sé y lo siento-murmuró.

-Debería castigarte por eso.

-Sí eso quieres yo aceptare cualquier castigo que quieras-dijo rápidamente como si de verdad lo quisiera.

-Sorprendente, quítate la ropa-pidió esperando obediencia absoluta y a cambio recibió un tazón de helado que apenas pudo esquivar-¡Oye pensé que ibas a obedecerme en todo!-señaló.

-¡¿Y para qué rayos me pides eso maldito pervertido?!-su cara estaba totalmente roja.

-Iba a hacer que salieras a correr desnudo a la calle gritando que eres un idiota-respondió con su sonrisa felina.

-Eres un idiota-masculló escondiendo su cara roja.

-Pensé que harías lo que yo dijera-dijo con un puchero.

-Yo...supongo que aun nuestro lazo no es tan fuerte.

-¿Eso quiere decir que sí hubiese sido tu verdadero best friend lo hubieras hecho?-preguntó.

-Sí.

-Ya veo, entonces supongo que tenemos dos opciones, número uno, quedarte para siempre conmigo o número dos, encontrar a tu best friend-Xiumin asintió inseguro.

-No estoy muy seguro.

-Bueno, pues tenemos que encontrar la forma de asegurarnos pero será después, ahora vamos-dijo poniendo sus manos en los hombros de Xiumin-Tienes que descansar y reponer energías-afirmó.

Xiumin se sorprendió al escucharlo decir eso, sus mejillas se calentaron y apenas pudo asentir, Jongdae era alguien bueno después de todo.

Esa noche Jongdae fue muy amable y le ofreció dormir en la habitación de su abuela para que estuviera más cómodo, se había negado un centenar de veces pero igual termino en la habitación de la abuela del fastidioso chico con ropa de él como pijama, Jongdae le había dicho que estaba bien porque su abuela siempre se quedaba a dormir en casa de su amiga cuando era noche de canasta y que no regresaría hasta el día siguiente a medio día.

Le hubiese gustado quejarse un poco más pero el cansancio termino venciéndolo y se quedo dormido antes de que Jongdae se fuera, cuando el sol salió él se despertó antes que Jongdae, bajó al primer piso y como forma de agradecimiento le hizo el desayuno a Jongdae, había  aprendido a hacer todo tipo de tareas del hogar porque su pequeño best friend necesitaba ser cuidado y él era como su mamá.

-Abue anoche soñé con... ¡oh dios ¿quién eres tú y que hiciste con mi abue??!-preguntó el alarmado y recién levantado Jongdae.

-¡¿Lo olvidaste?!-preguntó sorprendido y angustiado pero él sólo se rió.

-No, claro que no, tan sólo fue una broma-dijo encogiéndose de hombros.

Xiumin frunció el ceño y antes de apuñalar a Jongdae con el cuchillo más cercano le sirvió el desayuno, no hablaron mucho ya que Jongdae tenía que irse a la escuela, una vez que se quedo solo lo mejor que se le ocurrió fue subir a la habitación de Jongdae y esperarlo ahí como siempre lo hacía, la abuela de Jongdae no sabía de él después de todo y no quería asustar a la pobre mujer.

Al entrar al asqueroso basurero decidió que lo mejor que podía hacer era poner un poco de orden en ese lugar, comenzó por hacer la cama y al retirar las cobijas hizo una mueca de asco cuando una cortina de polvo salió de ellas luego de que las sacudiera, dobló las cobijas perfectamente y las llevó hasta la lavandería, Jongdae no podía continuar con esas polvorientas cobijas.

Con el pasar del tiempo se dio cuenta que entre más limpiaba más cosas asquerosas encontraba, había logrado ya hacer de la cama y el escritorio algo decente cuando escucho la puerta cerrarse, miró el reloj en el escritorio, el cual había encontrado bajo una pila de ropa y cereales, medio día marcaba el reloj lo cual quería decir que esa debía ser la abuelita del chico basura.

Entre abrió la puerta para ver un poco a la anciana mujer y lo que vio no le gusto, ella traía una mueca de dolor mientras caminaba muy despacio a su habitación, volvió a cerrar la puerta y esperó un poco sentado en la cama hasta que finalmente no escucho ni un solo ruido, salió con mucho cuidado de la habitación de Jongdae y fue hasta la de la señora Kim, abrió un poco la puerta para asegurarse que la señora se encontraba dormida y únicamente cuando estuvo seguro entró.

La mueca de dolor no se había ido aun cuando ella estaba dormida, hizo un puchero y la miró atentamente, ellos eran capaces de curar unas cuantas enfermedades y aliviar el dolor en los seres humanos pero no estaba seguro de poder con ella, cerró los ojos concentrándose en lo único que podía hacer y cuando los abrió nuevamente una pequeña esferita brillante de color azul descansaba en la palma de su mano, sonrió un poco y puso la esferita sobre el pecho de la señora Kim.

Miró con atención como la pequeña esferita era absorbida y la mueca de dolor desaparecía, sonrió más ampliamente viendo su objetivo cumplido.

-Eso debe ayudarla, duerma bien-susurró antes de dejar un beso en la frente de la dulce mujer.

Ayudar a la abuela de Jongdae lo puso de mejor humor e incluso lo ayudo a no sentirse tan molesto cada vez que encontraba alguna asquerosa sorpresa entre la porquería de habitación que tenía Jongdae y en menos de lo que imaginó había terminado.

Sonrió y luego de mucho trabajo se dejó caer en la cama para tomar un merecido descanso, apenas había cerrado los ojos cuando la puerta se abrió y un escandaloso Jongdae entró a la habitación.

-¡Xiumin tengo una idea que podría ayudarnos!-chilló y él rápidamente se incorporó quedando sentado sobre la cama.

-No hagas ruido, tu abuela duerme-lo regañó.

-Oh, lo siento-se disculpo.

-Ahora sí, ¿qué decías sobre una idea?

-Sí, lo que...espera, ¿qué le pasó a mi habitación?-preguntó horrorizado poniendo una mano sobre su pecho de forma dramática.

-La limpie-respondió tranquilamente.

-¡¿Qué?!-exclamó.

-Shhh-emitió para callarlo-El lugar era un basurero, yo no iba a vivir en esas condiciones-sentenció cruzándose de brazos.

-No era un basurero-aseguró-Era un perfecto balance entre el caos y el orden-dijo.

-Jongdae, había una pizza que tenía en la caja la fecha de hace dos años-sus ojos se entrecerraron mientras miraba a chico.

-Esa pizza era un proyecto científico, estaba creando vida-afirmó.

Xiumin suspiró pesadamente y se pellizcó el puente de la nariz suplicándole al universo que le diera paciencia con ese idiota o terminara cometiendo homicidio y eso no era bueno.

-Como sea, ¿qué decías de un plan?-cambió de tema.

-Oh, es verdad-sonrió-Se me ocurrió que como nosotros tenemos dudas sobre algunas cosas bien podríamos buscar a otro de tu especie y preguntarle, tal vez sepa algo-dijo.

Xiumin abrió la boca totalmente sorprendido, Jongdae parecía un tonto pero su plan era brillante.

-¡Eres brillante!-chilló abalanzándose sobre Jongdae para abrazarlo.

El chico no pudo mantener el equilibrio luego de que Xiumin se lanzará a sus brazos tan sorpresivamente y ambos terminaron en el suelo, Jongdae se quejó un poco y cuando abrió los ojos luego del impacto se encontró con el bello rostro de Xiumin a escasos centímetros, sus grandes y expresivos ojos mirándolo fijamente, así de cerca notaba lo lindo que era.

-Va-vamos, hay...hay que prepararnos para salir-dijo como pudo.

Xiumin se sonrojó al ver la situación en la que los había puesto, se puso de pie rápidamente y luego ayudó a Jongdae a levantarse, Jongdae le sonrió tranquilamente restándole importancia al asunto y finalmente después de que Jongdae se quitara el uniforme de la escuela ambos estaban listos para salir.

-Espera-dijo Jongdae antes de que abriera la puerta.

-¿Qué pasa?

-Tus orejas y tu cola-señaló.

-Es verdad-suspiró-No tienes de que preocuparte pudo hacer que sean imperceptibles al ojo humano-aseguró y en un par de segundos había desaparecido todo-¿Lo ves?

-Genial-sonrió-Pero ahora que lo pienso... ¿por qué tienes unas orejas y cola de mapache?-preguntó confundido.

-Esto me hace diferente de los humanos-respondió encogiéndose de hombros.

-Muy bien, la misión "Buscando a los amigos de mi Baozi" inicia-dijo señalando al horizonte con la puerta de la casa abierta.

Xiumin se golpeó la  frente negando varias veces, ese tipo era un idiota, ¿por qué había tenido que terminar con alguien así?, se preguntó, la mano de Jongdae sujetó la suya provocando que sus mejillas se tiñeran de rojo y lo mirará sorprendido.

-No puedo perderte Baozi-le dijo con una sonrisa.

-Me llamó Xiumin-murmuró acomodando con su mano libre su gorrito manteniendo la mirada en el suelo para que Jongdae no viese el rubor en sus mejillas.

Ambos emprendieron su búsqueda, Jongdae parecía estar muy confiado y contento con su plan hasta que una idea llegó a su cabeza y entonces se detuvo a mitad de la calle con una expresión de duda y confusión, Xiumin lo miró sin comprender nada esperando a que Jongdae dijera algo.

-Una pregunta-dijo por fin.

-¿Eh?

-¿Cómo reconocemos a tus amigos, detenemos a las personas y preguntamos o qué?-preguntó y Xiumin tuvo que controlar las inmensas ganas que sintió de tomar al tonto chico y arrojarlo sobre el próximo auto que pasará.

-¿Hasta ahora se te ocurre eso?-preguntó molesto.

-Lo siento, estaba tan emocionado que dejé pasar ese detalle-explicó.

-Está bien-suspiró resignado-No tienes de que preocuparte, yo puedo identificar sin ningún problema a los humanos que poseen un unconditional friend-aseguró.

-¿Cómo?-cuestionó curioso.

-Ellos desprenden un aura que sólo otro unconditional friend puede ver-respondió.

-¡Genial!-exclamó emocionado.

Xiumin entrecerró los ojos y comenzó a caminar nuevamente, Jongdae se apresuró a seguirlo ya que era él quién debía guiar la búsqueda, el centro comercial era donde más personas iban y venían así que comenzarán.

Xiumin recorrió el lugar con la mirada pero nada, ellos eran seres muy especiales y no cualquier humano era merecedor, eso iba a ser muy difícil e incluso existía la posibilidad de que no hubiese otro como él en ese lugar, caminaba tras Jongdae mirando a todos lados hasta que sus ojos captaron algo que llamó su atención.

Se apresuró a ese lugar y recogió del suelo la bonita diadema de color rojo y se apresuró a seguir a la bonita chica a la que se le había caído.

-Señorita-llamó.

La bonita chica de corto cabello rubio se detuvo y se giró en su dirección, él se adelantó y sin decir nada volvió a colocar la diadema en su cabello, ella lo miraba desconcertada y con un suave rubor sobre sus mejillas, él le sonrió y acomodó delicadamente tras su oreja un rebelde mechón de cabello.

-Listo, así se ve mucho más bonita-dijo con una bella sonrisa haciendo que ella se sonrojara más.

-¡¿Baozi dónde estás?!-escuchó los escandalosos gritos de Jongdae.

-Tengo que irme, no pierda otra vez su diadema-le pidió antes de alejarse dejando a la bella chica todavía ruborizada.

Jongdae comenzaba a ponerse nervioso, Xiumin no aparecía y tenía algo de miedo que algo le pasará, volvió a mirar a todos lados pero no vio nada, volvió a tomar aire y poniendo sus manos a cada lado de su boca volvió a gritar.

-¡BAOZI!-gritó.

-¡Cállate ya tarado escandaloso!-exigió Xiumin dándole un golpe en la cabeza.

-¡Auch!-se quejó y se giró masajeando su cabeza-¡Baozi!-chilló antes de abrazar al castaño.

-Me llamó Xiumin, XIUMIN-recalcó su nombre poniendo una mano sobre el pecho del idiota para que no lo tocara.

-Me gusta más Baozi-dijo con un puchero.

-Tan sólo olvida eso y continuamos buscando-sugirió.

-Sip-respondió entusiasmado y volvió a tomar la mano de Xiumin para no volver a perderlo ignorando como él se sonrojaba.

Las horas pasaron demasiado rápido y antes de que pudieran notarlo la tarde comenzaba a caer y ellos no habían encontrado nada, se sentaron en una de las tantas bancas que había ahí sintiéndose más que derrotados, Jongdae le dio una lata de soda y luego de dar el primer sorbo suspiró sonoramente.

-No te desanimes, este tan sólo fue el primer día, ya verás cómo mañana será mejor-aseguró Jongdae brindándole una brillante sonrisa.

-Eso espero-murmuró decaído, si sus orejas fuesen visibles seguramente estarían tan decaídas como su ánimo.

-Sí, sí, ya lo llevó-decía con voz irritada un chico pelirrojo que pasaba por ahí.

Xiumin levantó la mirada de su lata de soda para verlo y entonces sus ojos se abrieron a más no poder, el chico pelirrojo que peleaba con la persona que le estuviera llamando al celular era rodeado por una brillante aura de color dorado.

-Jongdae-llamó apresurado sujetando la camiseta del chico de sonrisa felina-Es él-dijo apuntando al pelirrojo que ya se alejaba.

-¿Él?

-Sí, es él, tiene un aura dorada-dijo.

-Vamos tras él entonces-dijo rápidamente, tomó la mano de Xiumin levantándose de un salto y corrieron tras él pelirrojo que cada vez se alejaba más y más.

Lo persiguieron un largo rato y casi lo pierden en más de dos ocasiones pero al final lograron seguirlo hasta lo que seguramente era su casa.

-¡Hey tú!-gritó Jongdae con el poco aliento que le quedaba.

El pelirrojo los miró confundido, su mano izquierda sostenía las bolsas de lo que fuera que había comprado y su otra mano la tenía en la cerradura de su puerta ya con las llaves pegadas a la cerradura, parpadeo un par de veces tratando de comprender lo que pasaba, la puerta se abrió y con ella un tipo muy alto salió y abrazó al pequeño pelirrojo.

-¡Baekkie!-dijo el gigante.

Jongdae miró asombrado al pelinegro que acaba de aparecer, tenía una enorme sonrisa, una cola se movía frenéticamente de un lado a otro y las orejas sobre su cabeza le confirmaron todo.

El pelirrojo miró alarmado al más alto y lo empujó rápidamente al interior de la casa cerrando nuevamente la puerta mientras se giraba rápidamente al par de desconocidos listo para amenazarlos para que no dijeran nada sobre Chanyeol pero sus palabras no llegaron a salir y se quedó mirando con asombro al chico de cabello castaño con orejas y cola de mapache.

-No te asustes, te seguimos porque necesito la ayuda de tu compañero-le dijo el castaño.

-Pasen-apresuró abriendo de par en par su puerta, ambos lo siguieron al interior de la casa y lo primero que virón fue al alto pelinegro quejándose.

-Baekhyun, ¿por qué me empujaste?-escucharon la grave voz del más alto.

-Porque eres un estúpido descuidado, te he dicho mil veces que no puedes dejar que nadie vea tus orejas y cola perro estúpido-lo regañó.

El pelinegro frunció el ceño desviando entonces su atención a ellos que miraban todo desde la puerta, su enorme sonrisa reaparición y su cola comenzó a agitarse con emoción al ver a Xiumin que también sonrió al verlo.

-Me llamó Baekhyun y él es Chanyeol-presentó el pelirrojo.

-Yo soy Jongdae y este es Xiumin-dijo.

-Dijeron que necesitan la ayuda de Chanyeol, ¿qué necesitan exactamente?-preguntó con desconfianza Baekhyun.

-Yo...necesito hacerte unas preguntas-dijo Xiumin.

Chanyeol pudo ver todo el miedo en los ojos del castaño, se acerco a él ignorando a Baekhyun y tomó su mano regalándole una dulce sonrisa.

-Te ayudare como pueda-prometió.

Xiumin sonrió ampliamente al escuchar eso, se sentía tan feliz de poder recibir un poco de ayuda, tenía una esperanza, todavía podía volver a casa.

Notas finales:

Pobre Xiumin condenado a vivir con el raro de Jongdae pero yo se que le gusta jajajajaja

Espero que les haya gustado y si fue así saben que quiero RW, muchas gracias por leer, bye bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).