Al abrir los ojos una figura borrosa estaba frente a él, no distinguía ni imágenes ni sonidos además de sentirse mareado, parpadeó repetidas veces en un intento de recuperar la visión y distinguir donde era que estaba aunque al recordar a los enfermeros y a Suho podría jurar que seguía en hospital, un recuerdo más llegó a su memoria destruyendo todos los demás para ser el único y al ver a Luhan correr a él llamándolo su respiración se agitó comenzando a ser irregular.
El terror de que aquello fuera real y no una alucinación causada por las drogas lo tenían al borde de hiperventilar, las imágenes a su alrededor poco a poco fueron aclarándose, el rostro de Luhan fue lo primero que sus ojos captaron con totalidad claridad y entonces comenzó a hiperventilar, no podía ser, debía ser una broma cruel.
-Sehun, ¿qué tienes?-le preguntó alarmado al ver su nervioso estado.
Intento hablar pero lo único que salió fue su ruidosa respiración combinada con pequeños lamentos, había comenzado a llorar de angustia, Luhan lo miraba aterrorizado y eso tan sólo empeoraba todo porque no quería que él lo mirara así, no su Luhan.
-Hunnie, por favor hábleme, dime que debo hacer-suplicó con la voz quebrada, estaba muerto de miedo al verlo así.
-No…no les creas…por favor Luhan…no me dejes-suplicó como pudo.
-Sehun ¿qué pasa?-preguntó al borde de la desesperación.
-No es verdad-sollozó-No los escuches-imploró llorando.
Luhan miró en todas direcciones intentando encontrar algo que hacer pero nada se le ocurría, la idea de llamara Junmyun se fue tan pronto llegó, Sehun ya había tenido suficiente de su hermano como para que también fuese y lo llamara, intentó pensar con la cabeza fría y entre todas las ideas tontas que aparecían una tras otra solamente una pareció buena, Luhan acunó delicadamente el rostro de Sehun obligándolo a mirarlo a los ojos antes de inclinarse a besar su frente.
El peli plata se quedo totalmente inmóvil ante la sorpresiva acción, la mirada de Luhan y la suya volvieron ajuntarse y él le regaló una sonrisa preciosa que le robó el aliento tranquilizándolo de a poco, él no parecía tenerle miedo o querer abandonarlo.
-Tu hermano me dijo que tienes esquizofrenia-susurró despacio y él estuvo a punto de entrar en pánico nuevamente-Pero no le creo-dijo también en voz baja-Yo quiero que seas tú quien me explique todo.
-Luhan-susurró apenas.
El sentimiento de alegría que sentía era indescriptible pero cuando quiso levantar su mano y tocarlo estas apenas se movieron, miró sus manos y vio entonces que tenía restricciones en cada una de ellas, nuevamente sintió ansiedad al saber que Luhan estaba mirándolo de esa manera pero nuevamente las suaves caricias de Luhan lo tranquilizaron.
-Tranquilo, estoy aquí y no me iré si no vienes tú conmigo-prometió.
-Mis…mis manos-dijo lastimeramente.
Luhan comprendió inmediatamente y ágilmente liberó las manos de Sehun, recibiendo como recompensa un fuerte abrazo de parte del peli plata que él aceptó gustoso, había necesitado algo así durante todo el día y finalmente estaba ahí.
-No es verdad Luhan, yo no tengo esquizofrenia-aseguró casi con desesperación.
-Lo sé-sonrió, Sehun no podía tener algo como eso-Pero realmente quiero saber que está pasando.
-Te diré pero antes tenemos que salir de aquí-pidió.
-¿Cómo saldremos si todos en el hospital parecen estar vigilándonos?-preguntó al recordar al enfermero que estaba afuera por órdenes de Suho.
-Yo…-tenía que pensar en algo rápido-Tengo una idea pero…no sé si quieras hacerlo y si no quieres no voy a obligarte y nos quedaremos-Luhan lo miró nerviosamente, lo pensó durante un largo tiempo antes de asentir, tan sólo esperaba que no fuese una locura demasiado peligrosa.
Varios minutos después y vestidos con las ropas del enfermero y un medico que había pasado por ahí ambos recorrieran el hospital con mascarillas cubriendo su rostros, nadie los miraba raro o sospechaba nada por lo cual salieron del hospital sin problemas, una vez fuera ambos se miraron entre sí y sin decir nada Sehun tomó su mano y comenzó a correr rápidamente en dirección desconocida para Luhan, no supo cuanto tiempo estuvieron en eso hasta que se detuvieron para tomar aire.
-¿Cómo…hiciste eso?-preguntó Luhan refiriéndose a la forma en que Sehun había dejado inconsciente a ambos hombre sin necesidad de lastimarlos.
El plan había sido algo sumamente sencillo, Luhan llamó primero al enfermero solicitando su ayuda y una vez este entro Sehun apenas lo había tocado cuando el hombre cayo inconsciente, lo mismo había pasado con el médico después de eso ambos los desvistieron y usaron su ropa para salir del hospital y aunque todo había sido muy rápido y sin problemas, Luhan aun no se explicaba que había pasado.
-No sé cómo se llama pero lo vi hace tiempo en un video que encontré en la red, es la primera vez que lo intento y tuvimos mucha suerte de que funcionara-respondió con una sonrisa.
Luhan lo miró algo sorprendido para luego reír fuertemente contagiando a Sehun que una vez más tomó su mano para continuar con su camino, Luhan no tenía idea de a dónde iban pero era más que obvio que Sehun si y era por eso que no había nada de que preocuparse.
Caminaron por más de una hora hasta que finalmente llegaron a una extraña mansión, Luhan miró con atención a Sehun que sacó de entre los bolsillos de la bata blanca un juego de llaves, Luhan se preocupo un poco al verlo abrir la reja que daba entrada al enorme jardín del lugar.
-¿Dónde estamos?-preguntó nervioso cuando Sehun se hizo a un lado para dejarlo entrar, no quería cometer un delito y tampoco podía dejar que Sehun lo hiciera.
-Tranquilo-sonrió-No es la casa del médico si es lo que piensas, esta es mi casa-aseguró.
-Pero…pensé que tu casa era donde vives ahora-dijo confuso.
-Esa propiedad también pertenece a mi familia-explicó.
-Supongo que entonces está bien-sonrió siguiendo a Sehun al interior de la propiedad.
Al entrar al lugar lo encontró similar a la donde Sehun vivía sólo que los colores eran más brillantes y alegres, su mirada viajó por todo el lugar hasta llegar a Sehun que se encontraba frente al retrato de la misma bella mujer que había en la casa de Sehun.
-Ella es hermosa, ¿quién es?-preguntó curioso colocándose al lado de Sehun para mirar el retrato de la hermosa mujer.
-Mi madre-susurró en respuesta el peli plata.
Luhan miró atentamente a Sehun y luego a la hermosa mujer de cabello negro, mirada profunda, hermosa sonrisa y piel blanca como la nieve, tenían la misma mirada.
-Ella es preciosa-aseguró viéndolo asentir sin quitar la mirada del cuadro.
-Vamos, todavía tengo un poco de sueño-sonrió tomando su mano para llevarlo hasta la segunda plata.
Ambos entraron a una habitación amplia con un gran ventanal que llenaba la habitación de luz, Sehun parecía muy alegre pero no había tocado el tema sobre lo que había pasado en el hospital ni una sola vez y Luhan no se había atrevido a preguntar limitándose a seguir todos los juegos que había propuesto Sehun, quería verlo sonreír y era lo que más le importaba en esos momentos.
Lo dejó solo por unos instantes cuando lo que habían ordenado para comer llegó, bajó a la primera planta y luego de recibir el pedido y pagar, se dispuso a regresar pero antes de llegar a las escaleras su celular sonó llamando su atención y aunque dudo en responder termino respondiendo igual.
-¡Más te vale regresar en los próximos minutos o sabrás lo que es un castigo, Luhan!-advirtió su furioso padre al otro lado de la línea.
Luhan pensó seriamente en su respuesta, miró primeros su celular y luego las escaleras, él siempre había lo correcto y obedecía cuando su padre le decía algo pero ahora la respuesta era obvia y Sehun importaba más que nada.
-No-respondió finalmente.
-¡Más te vale venir por tu propia cuenta porque si yo voy por ti no seré condescendiente, tú madre ya e dijo como la trataste y no pienso pasar por alto eso de ninguna manera!-amenazó.
-Ella no es mi madre.
-Luhan tienes tan solo…
-Nunca pensé que esto fuera a para pero…por primera vez en años yo no lo elijo a usted…yo espere mucho que usted me eligiera a mí por sobre ella pero eso nunca paso y ahora…ahora que es mi turno de elegir yo no quiero elegirlo a usted tampoco-murmuro con la voz quebrada-No tiene caso porque…porque al final yo ya no le importo.
-Luhan no digas estupideces ven a casa y podremos hablarlo los tres para…
-No, ya estoy harto de hacer eso de hablar porque al final mi opinión no es nada y…solo ella decide…no quiero volver a eso por eso no voy a volver hasta que tenga que hacerlo…hay alguien que me necesita y por primera vez desde que tengo memoria yo quiero quedarme a su lado-ser valiente, eso se había dicho pero estaba llorando ya, era lamentable porque únicamente estaba diciendo todo eso porque su padre no estaba mirándolo a la cara.
-¡Te fugaste con un chico con esquizofrenia, ese loco podría hacerte daño!
-¡SEHUN NO ESTÁ LOCO, ÉL JAMÁS ME LASTIMARÍA, HA SIDO LA PERSONA MÁS DULCE Y BUENA DEL MUNDO CONMIGO PERO USTED NO LO SABE PORQUE YO YA NO LE IMPORTO, PORQUE ÚNICAMENTE PIENSA EN ELLA Y YO YA ME CANSE, QUÉDESE CON ELLA QUE A MÍ ME DA IGUAL!-gritó furioso antes de cortar la llamada, su padre no sabía de lo que hablaba, no conocía a Sehun como él lo hacía y era por eso que no iba a permitir que decidiera por él, miró una última vez su celular cortando la nueva llamada de su padre para luego apagar el teléfono y dejarlo sobre un muebles cerca de las escaleras.
Le tomó algo de tiempo poder volver a respirara con normalidad, se limpió las lagrimas rápidamente y finalmente subió por las escaleras para reunirse con Sehun que debía estarlo esperando hacía rato y al entrar a la habitación nuevamente todo empeoro.
Sehun le gritaba a la persona que lo llamaba y por los gritos que apenas se apreciaban supo que se trataba de Suho, la ira estaba reflejada en su rostro y en su mirada, no supo que hacer quedándose pasmado en su lugar muy quieto hasta que dio un respingo cuando Sehun lanzó su celular contra el ventanal rompiendo el cristal.
No dijo nada y siguió inmóvil bajo el marco de la puerta hasta que Sehun se giró y lo vio, la mirada que Sehun le dio al verlo ahí parado mirándolo únicamente a él fue algo que le partió el corazón, sus ojos reflejaban tristeza y miedo, al principio únicamente continuó inmóvil en su sitio hasta que se armó de valor para entrar y sin dar ninguna explicación tomó una lámpara y la arrojó al suelo donde quedo hecha pedazos recibiendo una mirada confundida del peli plata.
-No tuve un buen día y...esto en verdad ayuda un poco-murmuró con un lamentable intento de sonrisa.
El recuerdo de la llamada de tan sólo unos minutos atrás, de la mirada de su padre y la falsa amabilidad de esa mujer lo golpearon con fuerza sacando de él la rabia que no sabía que albergaba y entonces todo a su alrededor se convirtió en una forma de desahogarse además de un campo de guerra.
No fue consciente de porque ni cómo llegaron a eso pero ambos destruyeron la habitación por completo dejándola reducida a un sitio lleno de plumas de las almohadas, telas rasgadas de las sabanas y cortinas, muebles volcados, cristales rotos y esparcidos en el piso de lámparas, jarrones y demás cosas, al final ambos estaban frente a otro siendo un desastres con el cabello revuelto y cubierto de plumas, la respiración agitada y lágrimas amargas de parte de ambos, sus ojos se buscaron en segundos y cuando Sehun se acercó rápidamente para abrazarlo él correspondió de inmediato en busca de consuelo pero no parecía suficiente en ese momento.
-Luhan-lo escuchó susurrar su nombre entre los suaves lamentos y la respiración agitada y únicamente asintió para que supiera que escuchaba-Te quiero-dijo muy suavemente, tan suave que por un segundo pensó que eso no había sido dicho, alzó su mirada para verlo a los ojos esperando que dijera algo mas-Te quiero mucho-repitió una vez más Sehun en voz baja.
La simple palabra lo hizo llorar más pero no era tristeza, era totalmente consciente de que todo era un desastre y que Sehun no lo veía como nada más allá de un amigo pero era tan estúpidamente feliz como ya no recordaba haberlo sido.
-Yo también Hunnie...más que a nada, lo juro-dijo hipando y de alguna forma decidió que era el momento de comenzar a preguntar para aclarar finalmente el malentendido que había-¿Por...por qué tu hermano dijo que tenías esquizofrenia?- preguntó en un murmullo.
-Eso no es verdad-aseguró mirándolo todo el tiempo a los ojos.
-Ya lo sé...sé que es mentira pero quiero saber porque piensa que tú...
-Porque eso le dijeron a él y eso le han dicho a todos…hay una persona…una persona que necesita que yo salga de su camino y por eso hizo esto.
-¿Una persona?
-Nunca he sido él chico más normal del mundo y lo sé, aun siendo un niño yo era retraído, odiaba socializar y siempre estaba callado pero…mamá siempre me amo tal y como era mientras que papá…papá era otra historia, él también me amaba como mamá pero también estaba preocupado porque él decía que algo no era normal conmigo y entonces todo comenzó-un suspiro salió de sus labios antes de continuar-Papá comenzó a llevarme con psicólogos para que me volviera normal…yo lo amaba y por eso me esforcé mucho en conseguir lo que él quería pero…él nunca llegó a verme de esa forma porque murió poco después cuando yo tenía ocho…fue cuando esa persona apareció, mamá dijo que era mi familia y por eso debía escuchar lo que decía y cuando dijo que los psicólogos no ayudaban y que debía ir con un psiquiatra todos lo aceparon y yo lo hice…para ese entonces las voces de las estrellas eran más fuertes y tenía miedo, el psiquiatra dijo que podía confiar en él porque iba a ayudarme a ser como los demás niños…era lo que papá siempre quiso y por eso le conté al doctor pensando que me ayudaría a que se fueran las voces para que fuera normal pero...Kangin hyung dijo que tenía esquizofrenia y recomendó que comenzara con un tratamiento para controlar la enfermedad…mamá dijo que no porque sabía que yo no tenía nada pero al final escuchó a esa persona y comenzamos el tratamiento que duro mucho tiempo...lo odiaba, yo odiaba cuando la hora de tomar las medicinas llegaba porque me hacían sentir mal en lugar de bien además de que aunque seguía todas las instrucciones del médico al pie de la letra las voces nunca se iban pero nunca me importó e igual lo continué con él porque era todo lo que esperaban de mí…papá, mamá y hasta Suho hyung…él siempre me decía que era lo correcto y se quedaba conmigo cuidándome porque mamá casi no estaba…con papá muerto ella debía encargarse de los negocios de la familia, días antes que mamá muriera ella me hizo un regalo...construyó para mí la habitación de las estrellas y me dijo algo que lo cambio todo...
Mi dulce pequeño, está habitación será tu refugio siempre, las estrellas son tus amigas, ellas van a cuidarte y escucharte siempre, nos les temas porque ellas jamás van a hacerte daño.
-No lo comprendí entonces y cuatro días después mamá murió, Suho hyung y esa persona se hicieron cargo de mí pero la realidad era que estaba solo y entonces comencé a hablar con ellas…descubrí entonces que ellas no eran malas y no me pedían que me hiciera daño como mi médico dijo que harían… y entonces comencé a negarme a seguir el tratamiento y evitaba cuanto podía tomar los medicamentos y a medida que el tiempo pasaba comencé descubrí que había muchas cosas en mí que no encajaban con lo que el médico decía…hablé con mi psiquiatra pero únicamente dijo que era por los medicamentos porque esa era su función…cuando él no me escuchó pensé que podía confiar en Suho hyung y por eso le suplique que me creyera cuando le decía que no estaba enfermo, le dije que en realidad hablaba con las estrellas e incluso le pedí que consultáramos a otro médico pero no me escuchó y mucho menos me creyó…en su lugar él habló con esa persona y de la nada Kangin hyung dijo que estaba empeorando y fue cuando a con apenas dieciséis años los tres decidieron que debía mantenerme aislado para no hacerme daño o lastimar a otras personas…si tuviera esquizofrenia eso sería mi fin porque necesito estar contantemente vigilado pero Kangin hyung dijo que era un nuevo tratamiento…es mentira pero a mí nadie me escuchó cuando se los dije…tan sólo me enviaron a ese lugar y es por eso que estoy solo en esa casa y aunque al principio lo odie luego de conocerte a ti yo no podía estar más agradecido…yo no estoy enfermo Hannie, solamente soy un estorbo para esa persona y por eso hace todo esto-aseguró.
-Yo te creo Hunnie…porque tú me demostraste que estaba equivocado cuando me confesaste tu secreto...no voy a darte la espalda y voy a quedarme a tu lado-afirmó-Además…-una sonrisa tímida se dibujó en su labios en ese momento antes de continuar-Tú lo dijiste…podrás mentirle a todo el mundo menos a mí aunque me guardaras secretos-dijo repitiendo las palabras que Sehun le había dicho.
Sehun sonrió nuevamente, Luhan no había notado los cerca que estaban sus rostros el uno del otro hasta que no pudo pasar por deapercibida la forma en que Sehun permaneció mirando sus labios, sus mejillas se calentaron y el familiar latir desbocado de su corazón empezó a golpear su pecho, le pareció ser parte de un sueño cuando lo vio acercarse poco a poco su rostro pero toda la magia fue destruida por el azote de la puerta que los obligo a alejarse y mirar asustados hacia la puerta en espera de lo peor.
-Gracias al cielo-dijo el recién llegado al verlos-Niños nos han dado un susto de muerte-regañó él mayor.
-Leeteuk hyung como…
-Te conozco y también Suho así que vamos, vengan conmigo, voy sacarlos de aquí para llevarlos a otro lugar, ellos están muy enojados ahora por eso lo mejor será llevarlos a otro lugar hasta que ellos estén más calmados-dijo con una sonrisa de complicidad.
-Muchas gracias hyung-sonrió agradecido Sehun, siempre podía confiar en Leeteuk.
-Para eso estoy así que vamos-apresuró y sin pensarlo dos veces ambos salieron tras el mayor para que los ocultara unos instantes.