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El chico que hablaba con las estrellas. por DNA

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Notas del capitulo:

Segundo y ultimo :3

Al final las vacaciones al lado de Sehun y luego de aquellos malos días con su padre, habían terminado por irse en un abrir y cerrar de ojos, su primera semana de clases era esa y había sido más de lo que habría podido pedir.

Había iniciado con la muy emotiva reunión con sus amigos aunque realmente todo había sido muy normal hasta que Baekhyun había comenzado a llorar diciéndole lo mucho que lo había extrañado mientras lo abrazaba con una fuerza casi sobrehumana, por alguna extraña razón también había dejado de ser el objeto de odio de Kris que ya ni siquiera lo miraba porque aunque había dejado de ser su saco de arena varios meses atrás el más alto siempre lo miraba con infinito odio cada vez que tenía una oportunidad pero eso parecía haber llegado a su fin al parecer y por ultimo además de ser lo mejor de todo, estaba eso que lo había tenido más que feliz además de ansioso porque el fin de semana iniciara.

Recientemente les habían dado sus calificaciones y aunque para Luhan no fue nada sorprendente saber que había sido una vez más el mejor de su clase en cuanto se lo había dicho a Sehun, él no había dejado de felicitarlo y decirle lo orgulloso que estaba de tener un novio tan inteligente y guapo, razones por las cuales había estado sonrojado la mayoría del día, le había prometido también que como un premio especial ese fin de semana iban a tener la mejor de las citas y era eso lo que lo había tenido casi toda la semana rogando prácticamente a diario que los días pasarán más rápido.

No había funcionado desde luego pero finalmente y luego de la espera-que a Luhan casi le había parecido eterna-el fin de semana había llegado y Luhan estaba experimentando un millón de sensaciones a pesar de que había salido muchas veces con Sehun.

Estaba nervioso, emocionado, curioso, emocionado, ansioso, emocionado, feliz, emocionado, ilusionado y... ¿ya había dicho emocionado?

No importaba realmente porque estaba seguro que nada iba poder arruinar ese día que ya pintaba para ser más que perfecto, incluso había conseguido que Baekhyun lo ayudara a prepararse para su cita y aunque si era honesto se había sentido un poco incómodo por la mirada que su amigo le había dado cuando le había pedido ayuda le había restado importancia luego de un rato y ahora al estar de frente al espejo no podía ser más feliz con el resultado.

-Gracias por ayudarme Hyunnie-dijo dándole a su amigo un gran abrazo.

-De nada Lulu pero...estas seguro de querer irte, puedes quedarte aquí con nosotros e iremos a algún lugar divertido-propuso intentando convencerlo, estaba tan preocupado por Luhan.

-Muchas gracias pero hice una promesa y no puedo romperla, me voy ya, deséame suerte-pidió.

-Suerte-murmuró su amigo, él le sonrió y salió apresurado al encuentro con Sehun, la verdad era que sabía perfectamente lo que andaba mal con Baekhyun pero no iba a dejar que eso lo amargara, no ese día.

*****

El familiar alboroto afuera lo hizo poner los ojos en blanco y tuvo que soltar un largo suspiro para no perder los estribos y terminar saliendo a hacer una locura para controlar a ese estúpido mocoso.

La puerta de su oficina se abrió bruscamente haciendo que frunciera el ceño ante la imagen de sus dos escoltas luchando con su estúpido hijo que no dejaba de retorcerse y gritar como un loco.

-Sehun-llamó al menor que inmediatamente le lanzó una mirada de odio.

-¡Has que me suelten ahora mismo!-ordenó histérico.

-Claro, tan sólo necesito que te calmes y que hablemos-pidió tranquilamente.

-¡Jodete, has que me suelten ahora!-exigió.

Sehyung suspiró sonoramente para luego asentir hacia uno de sus escoltas que devolvió el gesto para después darle un golpe en el rostro al escandaloso jovencito que término aturdido debido al fuerte golpe que acaba de recibir.

-Y bien, ya que cerraste esa impertinente boca tuya necesitó que conozcas a alguien muy importante hoy, se llama Rousse, tiene tu edad y hoy tú serás su guía para que conozca la ciudad-explicó tranquilamente.

-Y una mierda, no haré nada de lo que me pides-dijo con arrogancia.

Su padre le envió una mirada amenazante que no funcionó en él y que seguramente ya debería saber jamás iba a funcionar con Sehun, dio un largo suspiró y con el ceño aun mas fruncido comenzó a rebuscar entre los papeles de su escritorio.

-Contigo nada puede ser por las buenas, ¿verdad?-preguntó con molestia-Sí yo digo algo tú deber es cerrar tu inútil boca y decir que sí, no me gustaría lastimar a tu adorable amiguito.

Tres fotografías de Luhan y él mientras estaban en Jeju fueron puestas sobre el escritorio, Sehun sintió una corriente de rabia recorrerlo y de no haber sido porque uno de los escoltas que aún lo sujetaba se hubiera lanzado sobre ese hombre.

-¡Me has estado siguiendo, jodido enfermo!

-¿Seguirte?-fingió inocencia-Pero sí yo únicamente me he estado asegurando de que estés bien mi querido hijo.

-¡Si le llegas a ponerle un dedo encima a Luhan voy a matarte yo mismo!-advirtió.

-En tus manos está evitar que algo le pase a ese lindo niño, tan solo sal con Rousse-habló tranquilamente encogiéndose de hombros al final.

Sehun miró con impotencia las fotos de Luhan, apretó  los puños recordando que le había hecho una promesa a Luhan y que él debía estar esperándolo en casa sin tener idea que estaba ahí y que no iba a llegar porque no podía dejar que lo lastimaran, no a él.

-Está bien-respondió entre dientes.

-Maravilloso-celebró-Vamos hijo, te presentare a Rousse, ya verás lo encantadora que es-aseguró.

Su mano tocó ligeramente su brazo y Sehun la apartó con violencia, él puso los ojos en blanco continuando el camino a la que sí bien recordaba era la sala de reuniones del edificio donde esa chica debía estar esperando por él.

*****

Había muchas cosas que lo habían sorprendido ese día y no precisamente debido a su tan esperada cita.

Para empezar cuando había llegado la puerta trasera del lugar había estado cerrada y cuando quiso intentar con la puerta principal estaba también había estado cerrada, decidió que podía esperar afuera porque seguramente Sehun iba a tardar apenas un par de minutos en volver pero los minutos habían dado paso a las horas y Sehun no había llegado.

Continuó esperando igual y cuando la tarde comenzó a caer decidido llamar pero él nunca atendió, había desistido luego del decimotercer mensaje que había dejado y había pasado varias horas más mirando la pantalla de su celular en espera de alguna llamada o mensaje que todavía no llegaba.

Se había casado de caminar de un lado a otro cuando el reloj había marcado las 8:00pm y se había sentado junto a la puerta, ya eran las 11:34pm y Sehun no aparecía, lo habían plantado.

Por primera vez en su vida alguien lo había plantado pero no era cualquier persona y eso era lo que lo volvía doloroso porque sin duda alguna dolía, dolía mucho porque de algún modo se sentía como ser dejado de lado por la persona que más quería.

Aunque seguro estaba exagerando y Sehun había tenido un imprevisto y tampoco había podido avisar pero cuando lo viera le iba a explicar y seguro todo iba a estar bien pero...

¿Por qué tenía ganas de llorar entonces, por qué había algo que se sentía muy mal con respecto a esa situación?

Lo más probable era que fuese porque él era un idiota que gustaba de hacerse de estúpidas ideas que nada tenían que ver con la realidad, sí, eso debía ser, inhalo y exhalo un par de veces para deshacer todas esas malas sensaciones que lo recorrían poniéndose de pie finalmente, debía volver a su habitación y tal vez mañana habría una explicación muy buena para eso.

-¡Luhan!-la voz de Sehun lo detuvo en su lugar y al girar el rostro lo vio de frente caminando hacía él rápidamente.

-Sehunnie-sonrió, era una sonrisa forzada que temblaba en sus labios pero que se esforzó por mantener.

Los brazos de Sehun rodearon su cintura cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, sus labios atacaron los suyas sin toda esa ternura y cuidado que siempre había en sus besos, estaba teniendo problemas para responder a la agresiva caricia porque se negaba a desistir y sí, tal vez de no haber pasado por lo que había pasado esa tarde ya lo habría empujado y preguntado que pasaba pero no en ese momento.

No importaba si lo tenía aplastado contra la puerta, o si sus dedos le hacían sentir dolor porque se clavaban a su cintura, o si necesitaba respirar, no iba a alejarse porque algo en ese desesperado y agresivo beso le decía que Sehun estaba mal y que lo necesitaba más que otras veces.

Y aunque había dicho que no importaba sí necesitaba respirar fue finalmente esa la razón por la que sus labios se separaron y al verlo a los ojos Luhan pudo ver una tormenta en la cual un brillo de culpabilidad resaltaba más que nada.

-Lo siento, lo siento, lo siento-susurró con angustia.

-No importa, fue solo una cita-dijo restándole importancia.

-Te amo, solo a ti, ¿lo sabes verdad?-la pregunta lo desconcierto pero igual asintió rápidamente.

-Lo sé, siempre me lo dices-le recordó con una suave risita.

Esa vez Luhan no preguntó nada y simplemente se dedicó a animarlo hasta poder ver su sonrisa regresar tan perfecta y maravillosa como siempre pero las situación continuó volviéndose mucho más extraña con forme pasaban los días.

Sehun había cancelado sus reuniones un par de veces y al día siguiente actuaba raro y no era que estuviese distante o indiferente sino todo lo contrario, muy cariñoso y atento, le repetía tanto como podía que lo amaba y seguramente cualquiera diría que eso no era malo o algo por lo cual preocuparse sino más bien sería algo para estar agradecido y muy feliz pero él no podía evitar preocuparse porque cada día que pasaba esa mirada llena de angustia y culpabilidad se hacía más y más intensa.

Había tenido la esperanza de poder hablar tranquilamente con Sehun y poder averiguar que andaba mal cuando el fin de semana llegara pero él le había dicho que no iban a poder verse lo cual lo preocupaba un poco más.

Su viernes había sido aburrido y solitario porque sus amigos habían tenido que irse, se había sentido desafortunado por eso más sin embargo ya que el sábado había llegado y ahora estaba encerrado en un auto con su padre y esa mujer deseaba regresar a su aburrida habitación.

La fiesta de beneficencia del hospital donde su padre trabajaba era su destino, su padre no había parado de decir que solo lo mejor de lo mejor de la sociedad asistiría y Luhan realmente no había prestado mucha atención ni cuando había comenzado a decirle lo importante que era que se comportara esa noche.

-Sí tanto miedo te da que te ponga en ridículo no me hubieras traído-masculló importándole poco la mirada reprobatoria que su padre le había dirigido por el espejo retrovisor e incluso se la había devuelto.

-Está noche es importante para tu futuro, sí tienes suerte está noche podríamos encontrar para ti a una joven de buena familia con la que podrías comprometerte.

-¿Qué época es está, la edad media?-bufó-Pensé que había quedado claro que tú y yo ya no somos nada y por ende ya no tiene ni un solo derecho sobre mí, además mi futuro es única y exclusivamente cosa mía-sentenció.

-Luhan-llamó su padre con tono de advertencia.

Volvió a ignorarlo y de hecho lo ignoró aún después de que había entrado al salón de eventos que tenía el hospital y donde se llevaba a cabo la fiesta, había una mesa reservada para ellos y cuando estuvo sentado Luhan se permitió recorrer el lugar con la mirada.

Era una de esas fiestas llena de gente frívola que lucía sus más costosas prendas y joyas, había una orquesta tocando música de fondo que llenaba el lugar, todos hablando sobre cuán ricos eran y jactándose de las sumas de dinero que donarían a la caridad, sí claro.

Desde que había entrado todo avanzaba con demasiada lentitud para su gusto y Luhan ya estaba cansado de que su padre tratara de emparejarlo con cuanta joven veía, la idea de escapar era un plan a corto plazo en esos momentos o por lo menos hasta que lo vio llegar.

No le sorprendió que Sehun estuviera ahí, tampoco que llegara en compañía de Suho y su padre, lo que sí le sorprendió además de dolerle fue verlo llegar con esa bella desconocida prendada de su brazo.

Porque fue entonces que todo se detuvo en torno a Sehun y esa hermosa chica con apariencia de muñeca de porcelana, ojos azules y hermosos rizos castaños, su padre hablaba con alguna otra persona y para cuando lo llamó Luhan ya estaba lejos caminando hacia Sehun hasta que ese hombre se cruzó en su camino.

-Pequeño Luhan, cuánto tiempo-lo saludó con una gran sonrisa.

-Buenas noches señor Oh-saludó de vuelta.

-Es una sorpresa encontrarte aquí, ¿con quién vienes?

-Con mi padre el doctor Xi-respondió en voz baja.

-¿Eres hijo del doctor Xi?-Luhan asintió despacio mientras seguía mirando a Sehun desde donde estaba-Vaya que gran coincidencia, nunca me lo hubiese imaginado-rió un poco percatándose entonces de su mirada-Es hermosa, ¿verdad?

-S-sí-respondió apenas.

-Su nombre es Rousse, es la futura esposa de Sehun, ¿hacen una bella pareja no lo crees?

Luhan no respondió, tampoco se movía o siquiera parpadeaba y seguramente el aire había dejado de entrar a sus pulmones mientras manutenía la mirada fija en Sehun y su futura esposa, entonces todo tenía una explicación, las repentinas salidas que Sehun tenía eran para verla a ella, aquella culpa con la cual sus ojos lo miraban y toda su rara actitud.

Iba a dejarlo y ya no estaba seguro de sí había sido verdad todas esas palabras de amor que le había dicho anteriormente o únicamente habían sido por la culpa que sentía al estar todavía con él y verse con alguien más.

Su mirada chocó con la de él y el rostro de Sehun se volvió blanco como un papel, la mirada llena de culpa apareció pero estaba vez combinada con miedo, Luhan no sabía si seguir mirándolo o apartar la mirada y no tuvo que decidir gracias a la oportuna intervención de su padre.

-Luhan-lo llamó obteniendo su atención inmediata aun cuando sabía que Sehun no le quitaba la mirada de encima-Déjame presentarte a la señorita Minah, ella te ha estado observando porque quiere bailar contigo pero es demasiado tímida para pedírtelo así que se acerco a mí primero, ¿no es adorable?-la chica lo miró sonrojada y por mucho que Luhan sabía que debía ser educado no podía pensar con lógica.

-No sé bailar-respondió lo mejor que pudo e ignorando la mirada dura de su padre se abrió paso entre las personas para salir de aquel enorme salón rumbo al jardín, necesitaba pensar.

No le sorprendió cuando Sehun no trató de seguirlo siquiera y era normal porque él estaba con esa bella chica que le sonreía con toda la dulzura del mundo y él de alguna forma ya lo sabía, Sehun era maravilloso y haberlo conocido ya había sido un enorme golpe de suerte para Luhan, sabía también que el hecho de que Sehun se fijara en él debía ser más de lo que merecía y aun así seguía doliendo porque le acababan de arrancar el corazón de un solo golpe y apenas había podido no echarse a llorar en el salón frente a todos, frente a él.

Las lágrimas se sentían tan frías contra su piel y al llegar a sus labios sabían no únicamente a sal sino a muchas otras cosas más que le provocaban una horrible sensación en la boca o seguramente ese sabor había estado desde mucho tiempo antes ahí en su boca.

-Sehun espera-llamó una voz dulce y cándida que le provocó el peor de los escalofríos.

-¿Qué?-inquirió él.

-Volvamos al salón, hace frió aquí-dijo ella haciendo con sus perfectos labios rojos un puchero.

Sehun suspiró pesadamente antes de quitarse el saco del elegante traje que portaba esa noche, lo puso con delicadeza sobre los hombros de la bella joven que le sonrió con adoración y Luhan estaba ahí mirando desde lejos aquella escena digna de la mejor de las películas románticas.

Ella cortó la distancia entre su cuerpo y el de Sehun demasiado rápido y con sus delgados brazos rodeo su cuello, las manos de Sehun inmóviles a los costado y sus ojos fijos en los azules orbes de esa mujer que era tan bella como una muñeca de porcelana, tan sólo debía callarse y no hacer ruido, tal vez de esa forma podría matar todo lo que sintiera por Sehun y quedarse con un poquito de la dignidad que todavía tenía, únicamente debía cerrar la boca.

-Eres demasiado lindo-susurró provocativamente ella.

Luhan llevó una de sus manos a su boca para obligarse a guardar silencio, ella comenzó a romper la distancia que separaba sus rojos labios de los de Sehun que seguía inmóvil, el corazón se le hacía pedazos de apoco y cuando la distancia fue casi nula no pudo continuar en silencio.

-¡No lo hagas por favor!-suplicó entre humillantes sollozos que captaron la atención de los otros dos inmediatamente-No…no me hagas esto Sehun-pidió de forma patética perdiendo la poca dignidad que pudo haber conservado.

Notas finales:

¿Qué hará ahora Luhan?, ¿realmente Sehun va a dejarlo?, ¿por qué soy mala y lo dejo hasta ahí?

Oh no, eso si lo saben y siempre lo hago jajajajaja, bueno espero que los capítulos de hoy les hayan gustado, si fue así exijo mi RW, ok no, muchas gracias por leer, hasta la próxima OuO


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