Shirosaki
Me sentía inexplicablemente enfurecer, y además de mis nervios a flote.
Me encontraba ahora mismo en el coche, mientras que giraba él manubrio desesperadamente, ¿hacia donde me dirijo?, dirán.
La cosa era sencilla, si tu hermano él cual te encuentras enamorado desaparece desde la tarde y pasan de las diez de la noche y no encuentras ni pizca de él es lógico que me encuentre desesperado ¿no?
No sabia que hacer al llegar mi paciencia al máximo y sentir como un pequeño foco explotaba en mi cabeza, pensé solamente en MI Ichigo y en él maldito bastardo que una vez considere amigo.
Sin mas preámbulos me dirijo a toda velocidad a su casa, sin pensar en las consecuencia o importandome una reverenda mierda si aparece un policia tratando de protestar respecto a mi velocidad.
A lo lejos logre divisar la casa del madito de pelo algodón de azúcar, a lo que en respuesta mía aceleré (si es que era posible) aun mas la velocidad del coche.
Al ver que ya estaba llegando al frente de su casa, pare en seco, causando que las llantas hicieran un gran chirrido contra él pavimentó.
Baje echo una furia, apretaba con fuerza mis nullios provocando que se volvieran aún mas blancos de lo que eran, abrí la puerta de mi Mercedes y la estampe en él carro, restándole importancia al escándalo o si quiera al daño que pudiera provocarle al coche, fui con pasos a agigantados hacia la puerta y cuando estaba a punto de darle unos fuerte toquidos, decidí mejor darle vueltas desesperadas a la manija de la puerta de su casa, hací que cuando mi mano se iba directo hacia ella y al ya tenerla entre mi mano, yo ya dispuesta darle varias vueltas al dar la primera...
La puerta se abrió.
Mire extrañado él interior de la casa, al notar que no estaba cerrado como Jaegerjaquez acostumbraba a tenerle, olvidando rápidamente él motivo por él cual vine.
-Nhg, para.- escuche un gemido y una pequeña suplica, causando que recordara él motivo por el que vine, sintiendo como es que en mis venas llegaba la sangre hirviendo.
Solamente me adentre a la casa pero antes dándole un aventon a la puerta, lo cual provocó que cerrase en un ligero ruido, raro, pero le reste importancia.
Al llegar final mente visualise una de las peores escenas de mi vida.
Ichigo
(Unos momentos antes)
-¡Oye!¡bajame!.- le ordene al peliazúl que me cargaba en su hombro.
Después de encontrarnos él me llevo (en contra de mi voluntad, claro) a su casa, después de llegar él simplemente me cargo tal cual sacó de papas.
-No, luego huyes.- y yo ya me imaginaba su sonrisa felina, la cual me ponía con los nervios de punta.
Solo veía como es que la puerta se iba alejando lentamente (por que él desgraciado me llevaba con la cabeza en él lado de su espalda), mire alrededor y la casa apenas y había cambiado.
Sentí que paro en seco y me prepare para su siguiente movimiento.
Pero me espere de todo menos que me arrojara al sillón de su sala.
-¿¡Pero que....?!- trate de reclamar pero me fue en vano, me tomo desprevenido y me beso, y este era demandante.
Abrí mis ojos con notable sorpresa en ellos, ¿que derecho tiene él tipo para "secuestrarme" y besarme así como así? ¿acaso esta loco?
A pesar de mis pensamientos tomaba sus hombros y los empujaba para tratar de alejarlo pero me fue en vano, ¿desde cuando soy tan débil?
Maldita sea, nota mental; ir mas al gimnasio.
Sentí su mano bajar por mi pecho hasta llegar a la orilla de mis pantalones, ahí trate de aumentar mi fuerza a lo que fue un intento inmensamente fallido.
Sentí que apenas y podía respirar, y para mi buena (o quizás mala) suerte se desprendió de mis labios, no alcance a mirar su cara, la razón, fue directo a mi cuello.
Y escuchaba él extraño placer que sentía y también escuchaba los obscenos sonidos de sus labios en mi cuello, de mi boca salían sonidos que para nada me gustaría comentar como eran.
Finalmente metió su mano en el pantalón, pasando también por debajo de mi boxer.
-Vaya, Vaya, ¿Que tenemos aquí?~- le escuche decir de forma juguetona, si sera...
Y la verdad, el pantalón me apretaba, y bastante....
No pude evitar soltar un gemido al sentir como enrollaba su mano al rededor de mi miembro,siendo sinceros, me estaba comenzando a excitar.
Y eso me asustaba.
Comencé a pedirle que parace, pero me ignoraba.
Entre todo él bullicio, escuche un extraño ruido, supongo yo de la calle, pero me empeñe mas en tratar de liberarme de este bastardo.
-Vamos fresita no te resistas.- me hablo mientras que trataba de quitar la camisa, cosa que logró.
-Nhg, para.- eso salio de mi boca en cuanto toco un peson con sus labios.
-¡Hijo de puta!.- escuche un grito al otro lado de la sala, la voz me parecía conocida, hací que simplemente fije mi mirada hacia allí al igual que Grimmjow.
-vaya, vaya, mira quien llego Kurosaki.- hablo refiriéndose a mi mientras que veía atentamente a mi hermano.- ¿Te nos unes?.- le pregunto al albino.
Mire horrorizado a Jaegerjaquez, ¿como? ¿que nosotros tres....?
Un gruñido de parte de mi hermano hizo que saliera de mis pensamientos, y después le respondió a Grimmjow.
-¿Pero quien te crees...?- mire como hacia puños sus manos, sentí miedo, lo admito.
Escuche un suspiro proveniente de Grimmjow, le mire a ver y vi como se desprendía de mi, sacandome de su regazo y dejándome en él sillón.
Se paro y se fue con mi hermano y le sugeto de la muñeca para después decirle con voz baja un "ven"