En uno de los estudios más importantes de Tokio, un hombre trabajaba arduamente. Un mero pretexto para no pensar en… ciertas cosas.
Un truco que había aprendido a muy corta edad y que seguía funcionándole.
-¿Ogawa-san?- se escuchó la fina voz de la recepcionista.
-¿Sí?- Tetsuya se encontraba en el estudio trabajando en su proyecto en solitario.
-Tiene visitas…
-¿Quién?- preguntó realmente extrañado, no esperaba a nadie.
-Yo…- La voz fuerte le hizo estremecerse.
-Camui…? ¿Qué haces aquí?
-A mí también me da mucho gusto verte, Tetsu…
-Lo siento, no quise sonar tan…
-¿Molesto?- le interrumpió.
-Sorprendido…- le corrigió. –Pasa.
Tetsuya despidió a la chica con un gesto e invitó a Gackt a tomar asiento. Él se sentó justo frente a Gackt.
-Sé que prometí que te llamaría, pero…
-Estás muy ocupado, ¿no?- volvió a interrumpir el alto cantante.
-Sí, bueno….
-No te quitaré mucho tiempo, en realidad sólo quería invitarte…
-Perdóname,- le interrumpió. –Perdóname, Camui, pero… lo que pasó en esa fiesta, yo… no sé en realidad qué pasó, pero...
-Nos besamos, eso pasó…- Gackt se levantó y comenzó a caminar hacía el bajista. –Nos divertimos, ¿no crees? ¿Por qué no repetirlo?
Gackt, de pie frente a Tetsuya, se le quedó mirando un largo rato, esperando una respuesta. Una reacción, pero el bajista parecía reacio. Mantenía la cabeza gacha, con la vista enfocada en sus manos, las cuales frotaba una con la otra de manera nerviosa.
-Me gustas, Tetsuya.- soltó de repente. Tan directo como siempre. –Y por lo que pude sentir, yo no te soy tan indiferente. ¿Por qué no darnos una oportunidad?
-No estoy listo…
-Vamos, Tetsu, no te estoy pidiendo que te cases conmigo; sólo veamos a dónde nos lleva esto…
Gackt se acercó al bajista, colocándose de rodillas frente a él para poder mirarlo de frente. Tetsuya se sintió abrumado por la fuerza de la mirada del cantante. Quería dejarse llevar, extrañaba esa sensación de sentirse amado y la desesperación de amar a alguien, pero… era Gackt Camui… ¿no era ridículo?
-¿A qué le temes tanto, Tetsuya?- siguió el cantante.
-La pregunta es; ¿por qué tú no temes?- Gackt lo miró expectante, no entendía a qué se refería. –Sé lo que pasó entre Hyde y tú, y…
-Ya no soy el mismo. He cambiado…- dijo de pronto, temiendo a lo que Tetsuya se refería. Cuánto se arrepentía del daño que le había causado a su amigo.
-Lo sé… el problema es que no sé si yo he cambiado y tú no sabes…
-No me importa. Me gusta correr riesgos… dime, ¿Por qué no?- esa sonrisa de autosuficiencia doblegaba a cualquiera. -Sólo… dame una oportunidad, Tetsu.- Gackt se elevó un poco y atrapó los labios del bajista con los propios. Tetsu tardó un poco en reaccionar, pero correspondió el beso, rodeando el cuello del cantante con sus brazos y atrayéndolo para profundizarlo. –No te arrepentirás, lo prometo…- susurró el alto cantante aún cerca de los labios del bajista. Tetsuya se estremeció ante las palabras o tal vez ante la seguridad de estas…