///Ichigo///
Sol sumamente ardiente y luminoso, calor como para derretirse, aire fresco combinado con brisa marina y flores cayendo de las palmeras, un verdadero oasis lo veas por donde lo veas. Sin duda es un día realmente hermoso. Y también uno perfecto ¡Para morir!
-¡¿Listo Ichi?!
¡No! Grimmjow por favor, vamos a otro. Anda…anda, aun podemos ¿Sí? Anda bebé…por favor.
-¡¿Qué dices?! ¡¿Qué ya empecemos?! ¡Pues ahí vamos!
Tan sólo aprieto los dientes, sintiendo como Grimmjow me abraza por la cintura con una mano mientras yo grito eufórico en cuanto nos resbalamos y comenzamos a descender en picada por un enorme tobogán de agua. Nos vamos de lado de lo maldita sea rápido que vamos mientras yo grito como un maldito desquiciado y Grimmjow se carcajea. ¡Lo peor es que el maldito tubo, ni siquiera es tubo, solo es la mitad, si salimos volando nos mataríamos! Oh dios mío, el agua brinca por doquier agilizando el derrape a toda velocidad mientras que no dejamos de caer como en puta caída libre. ¡Ah! ¡Nos vamos a morir!
-¡Oh sí!
No paro de gritar casi enterrándole los dedos a Grimmjow que no deja de reírse y abrazarme conforme nos elevamos y llegamos a un maldito vórtice que nos hace girar repetidamente mareándome totalmente. ¡Grimmjow haz que se detenga!
-¡No se puede mi amor!
¡No! ¡No! ¡No! Pataleo inútilmente apenas veo que vamos directo al centro del vórtice, al cual caemos irremediablemente pero no acaba ahí porque el recorrido sigue en otro grueso tubo con fuertes corrientes de agua. Claramente siento el estómago revolvérseme y ese extraño vértigo que te da cuando caes en picada por el tubo que nos lleva a una jodida velocidad para morirse. ¡Grimmjow!
-¡Te amo!
Apenas me dice eso grito ya que salimos volando por los aires donde claramente siento el maldito tiempo detenerse. Caemos en segundos que parecieran una eternidad a la enorme y onda alberca al final del recorrido de la cual logro salir a flote respirando agitadamente. Oh mierda, oh santo carajo sentía que me moría. ¿Grimmjow? ¿Grimmjow? ¡¿Grimmjow dónde estás?!
-¡Aquí!
Tan sólo brinco del susto al sentir como me sale por detrás estrujándome las caderas. ¡Maldición, no hagas eso!
-Ichi seguro que en la foto de recuerdo saliste con los ojos volteados.
Ambos nos reímos mientras yo lo abrazo. Estás loco ¡Loco!
-¡Lo sé! Pero ahora vámonos que no tarda en caernos una señora como mi tía Mimi de quinientos kilos encima.
Los dos nos reímos mientras logramos salir de la alberca y pasamos por nuestra foto del recuerdo, donde claramente Grimmjow sale sonriendo como un maldito demente mientras yo tengo cara de apunto de vomitar. Definitivamente no más toboganes. Te juro que sentía que me moría.
-Venga ya, aun falta la última atracción.
¿Y qué es?
-Una sorpresa.
Ni de puta madre acepto esa mierda Grimmjow. Dime que carajos es y te diré si voy. Grimmjow se carcajea mientras me comienza a llevar de la mano casi arrastrándome de que voy resistiéndome. Grimmjow dime carajo. ¿A dónde vamos? Mi novio se detiene y me abraza por la cintura para besarme y sonreírme.
-Hay unas personas a quiénes quiero que conozcas.
¿Personas?
-Oh sí. Estoy seguro que los amarás.
Asiento dejando que tome mi mano y me lleve de la mano para ir por nuestras cosas y salir del lugar entre la maleza hacía donde dejamos el Jeep que rentamos. Caminamos descalzos por la tierra arenosa y medio caliente entre los árboles y palmeras hasta que vemos el vehículo, pero justo antes de llegar siento como Grimmjow me abraza por detrás, pegando mi espalda contra su pecho y comienza a besarme los hombros. Vamos, ahí está la camioneta.
-¿Y?
Simplemente sonrío conforme avanzamos hasta que me pega al auto y no duda en besar mi nuca y darme pequeñas mordidas que me hacen estremecer. ¿Es en serio? ¿Quieres follar aquí? Cualquiera que pase podría vernos.
-En ese caso o nos damos prisa o les damos un buen espectáculo.
Eres un imbécil. ¿Lo sabes verdad?
-Así me amas cabrón.
Grimmjow me da una brusca nalgada que me hace gruñir excitado. A la vez que se pega aun más a mí y me abraza por la cintura mientras que su mano libre la mete entre mi traje de baño para bajármelo lo suficiente y sujetar mi ya creciente erección con firmeza, sacándome un ronco gemido. Bastardo pervertido. Grimmjow sonríe contra la piel de mi cuello la cual besa tenuemente mientras me masturba despacio haciéndome enloquecer. Jadeo entre cortadamente, echando mi cabeza para atrás y recargándola contra su hombro disfrutando de su mano darme placer.
-Mira lo duro y mojado que te estás poniendo Ichigo…¿Seguro que yo soy el pervertido?
Si lo eres…hah. Me retuerzo sintiendo como se asegura de presionar su dedo contra mi punta la cual no deja de chorrear líquido tibio que se impregna entre sus dedos. Y ni mencionar que claramente puedo sentir su ya dura erección rozarse con mi trasero. Grimmjow jódeme ya carajo.
-Eres demasiado impaciente Ichi.
No puedo evitarlo, me encanta tenerte dentro de mí. Ambos nos sonreímos conforme el gira su rostro para encontrar nuestros labios y besarme tenuemente, con esos labios suaves, mojados y tibios que tiene. Me pierdo entre sus besos y el placer de su mano hasta que me empuja despacio para hacer que recargue mis codos sobre el cofre del auto, a la vez que saca mis caderas lo suficiente y termina de bajarme el traje de baño.
-Vaya vista de en sueño.
Tan sólo jadeo mientras un turbio escalofrío me recorre entero y se me eriza cada vello del cuerpo al sentir como me da un par de bruscas nalgadas. Grimmjow maldición, alguien podría venir, date prisa y fóllame.
-Carajo que te lo daré.
Me derrito de lo fuerte que está el sol, sintiendo mi cuerpo sudar pesadamente mientras el cabrón de Grimmjow ama torturarme presionando su punta húmeda contra mi entrada que ya se contrae ansiosas y desesperada por su calor. Jadeo sin descanso tallando mi trasero contra él para provocarlo hasta escucharlo gruñir. Grimmjow rápido…lo quiero ahora. Volteo a verlo casi suplicante mirando como sonríe complacido, por lo que no duda en aferrar sus manos a mis nalgas y empujar con fuerza, penetrándome tan profundo como puede. Hahh…mierda sí.
-¿Así te gusta Ichigo?
Sí…hah, sí…así, justo así. Grimmjow comienza a mover sus caderas lentamente, asegurándose de salir casi por completo de mí, para nuevamente embestirme hasta hacerme perder la puta cabeza por lo profundo que está. Me relamo los labios entre gemidos disfrutando a sobre manera lo duro y caliente que se encuentra dentro de mí.
-Maldición, estás tan estrecho carajo. ¿Lo sientes Ichigo? ¿Me sientes dentro de ti?
Grimmjow me jala el cabello agresivamente para hacerme echar la cabeza para atrás conforme aumenta el ritmo de las penetraciones haciéndome gritar enloquecido. Sí…no pares, no maldita sea te detengas…hah. Grimmjow más. Tiemblo sintiéndolo cada vez más profundo, duro y punzante dentro de mí, llenándome tanto y tan rico mientras su líquido caliente no para de brotar de mi interior hasta escurrir por mis piernas al igual que las gruesas gotas de sudor y agua que se deslizan por mi piel.
-Hah…me encantas Ichigo.
Grimmjow suelta mi cabello para tomarme por el cuello y hacerme girar para besarlo. Vibro sacando mi lengua para tallarla contra la suya, dejando que los espesos hilos de saliva cuelguen entre nuestras bocas mientras que es pequeña pieza metálica que tiene se asegura de rozar mis puntos más sensibles; a la vez que él continua moviéndose dentro de mí. Jadeo sintiendo que mi vista se nubla de tanto maldito calor hasta que no puedo soportarlo más y termino corriéndome y sintiendo mi cuerpo explotar deliciosamente.
-Ahh…voy a correrme dentro.
Grimmjow aferra sus manos a mi cintura y me da una brutal estocada corriéndose dentro de mi, hasta hacerme sentir las piernas temblar y el corazón estallar de lo bien que se siente su líquido espeso llenándome. Ambos jadeamos entrecortadamente aun intentando recuperar el aliento hasta que escuchamos un par de voces, por lo que nos separamos y de inmediato yo me subo el traje de baño. Miramos a unas personas pasar cerca, las cuales nos sonríen y seguramente van a la playa que está aquí detrás de nosotros. Mierda Grimmjow, seguro que más de uno nos vio.
-Y seguro que les encantó.
Idiota. Le doy un golpe que nos hace reír, por lo que terminamos yendo a unas regaderas para asearnos, cambiarnos y luego por fin tomar la pequeña camioneta e irnos del parque acuático que hay frente a una bonita playa y que venimos a visitar aquí en Nueva Gales Australia. ¡Por dios estamos en Australia! Ya han pasado cuatro meses desde la competencia en California y no hemos hecho más que ir de un lado para otro. Primero fuimos a Hawái y a Miami aprovechando que estábamos en Estados Unidos y aparte porque Grimmjow tenía “negocios” que atender ahí.
Como una pequeña gira con otros surfistas para entrevistas, promociones de algunas marcas que le pagan y claramente pequeños y grandes eventos de surf donde es el invitado de honor por ser el mejor. Finalmente nos dirigimos a Brasil para vacacionar. En serio, vacaciones. Vivimos de vacaciones pero Grimmjow dice que esta vez era en serio. Así que nos fuimos a recorrer las playas, a probar nuevas tablas solamente los dos y a hacer crecer lo nuestro.
Inclusive visitamos la playa de “Porto Seguro” donde se conocieron sus padres y les mandamos una foto estúpida de Grimmjow tirado junto a un carrito de paletas, que hizo con tal de molestar a su padre. Que ellos claramente nos respondieron desde la cubierta de un yate de súper lujo que rentaron para recorrer el mediterráneo, donde Ukitake-san estaba fingiendo darle un par de nalgadas a Kyoraku-san como burla de regreso a Grimmjow. Sólo diré que es una familia peculiar.
Mis pies han pisado más arena y distintos mares en cuatro meses que en todos mis veinticinco años pasados cuando “vacacionaba”. Todo porque Grimmjow ha buscado llevarme al límite literalmente con cuanta locura se le ocurra. Y en esta ocasión hemos venido a Australia, creí que querría mostrarme donde vive cuando está aquí pero nos alejamos de Sídney y venimos hasta Nueva Gales, pero ahora veo que estamos saliendo del lugar.
Recorremos la costa por un largo rato viendo el bonito mar totalmente cristalino y de arena mortalmente blanca, que según leí en un libro de turismo es considerada la más clara de todo el mundo. Lentamente comienza a atardecer mientras nosotros escuchamos música caribeña y nos sonreímos entrelazando nuestros dedos mientras yo le contesto a Tensa que no para de mandarme mensaje a mi celular que dicen algo como “¿Cuándo te casas?, ¿Ya estás embarazado?, ¿Y mis recuerdos?, Tengo hambre, tráeme de comer.” Que no hacen más que hacerme reír.
-¡Ahí está!
Miro como me señala una bonita casa de madera blanca algo desgastada frente a la inmensa playa cristalina. Es la única en la zona y a varios kilómetros de distancia por lo que veo y claramente sus luces parecen encendidas. ¿Quién vive ahí?
-Ya lo verás.
Apenas nos estacionamos miro que frente a la casa hay un pequeño muelle construido y al final hay un bote mediano como de pesca. Y otro más aquí en plena arena justo alado de la casa. Examino todo hasta que escucho ese típico clic de un arma cuando la cargan y están por disparar que me hace tensarme.
-Alto ahí. ¿Qué pasa niños exploradores? ¿Están perdidos eh? ¿Se les acabaron las galletas? ¿Quieren que los lleve de la manita con su mamita para que los haga mocosos consentidos?
-Basta ya abuelo.
¿Abuelo? Ambos giramos encontrándonos con un hombre ya mayor que entrecierra los ojos mirándonos desafiantemente. No es muy alto pero si tiene un largo bigote y una inmensa barba blanca, sin embargo ya no tiene cabello que se cubre con un gracioso gorro de capitán de un barco. Pero es lindo porque trae una camiseta negra de mangas cortas que dice “Dime capitán”. Lo único bueno es que ya ha bajado la escopeta con la que nos apuntaba.
-Grimmjow J. Kyoraku si que te tomas tu tiempo para venir a verme, pequeño insolente. ¡Ven aquí y abrázame!
El señor abraza a Grimmjow hasta casi quebrarle la espalda haciéndome reír hasta que mi novio por fin logra soltarse.
-Carajo abuelo, casi me rompes hasta el alma.
-¡El alma de un marinero es irrompible, y eso quiere decir que te hacen falta más espinacas!
-Sí, sí. Pero mira, te presento a Ichigo es mi novio.
El hombre me mira fijamente, acercándose de más e intimidándome debido a mi falta de espacio personal.
-Tu nombre pequeño marinero.
¿Marinero? Grimmjow se encoje de hombros y me dice con la mirada “Síguele el juego”. Oh…yo, soy Kurosaki Ichigo.
-¡Kurosaki Ichigo párate derecho! ¡Como los hombres!
Me lo grita como una orden naval, por lo que casi por inercia me paro derecho y saco el pecho mientras me examina y Grimmjow se ríe de m. Pero lo voy a matar… Su abuelo me dedica una mirada muy desafiante que me hace preocupar. Mhm…¿Señor? ¿Pasa algo malo conmigo? El abuelo de Grimmjow me ignora a lo que él me susurra.
-Tienes que llamarlo capitán.
¿Ah?
-Solo hazlo.
Uhm…¿Capitán hay algo malo conmigo?
-¡Hable con más seguridad Kurosaki! ¡Por ahora todo está bien así que descanse marinero!
Suspiro derrotado, jalándole una oreja a Grimmjow que no deja de reírse mientras seguimos al hombre que camina lentamente subiendo las escaleras, hasta abrir la puerta e invitarnos entrar.
-¡Mujer he vuelto y traje a dos pequeños pescados!
¿Mujer?
-¡Bienvenido! ¡Ah! ¡Grimmjow ya llegaste!
Una mujer también ya mayor sale de lo que parece ser la cocina para abrazar a Grimmjow con mucha fuerza. Aun con sus años debo decir que es bastante bonita, pero lo que más llama mi atención es que he entrado a un museo de la naval. Fotos, medallas, condecoraciones y un sinfín de adornos con temática “marina” yacen por todo el lugar. Hasta que mi vista se fija en una foto que está en blanco y negro ya bastante desgastada, de una pareja en el que parece ser el día de su boda.
Y él hombre es idéntico al abuelo de Grimmjow sólo que tenía un extraño corte y un largo bigote espeso y negro. Pero lo más sorprendente es que la mujer es sumamente parecida sino es que idéntica a Nelliel, la hermana de Grimmjow. De repente caigo en cuenta de todo, por lo que giro viendo a la mujer que ahora me sonríe solo para nuevamente mirar la foto. ¡Es ella! ¡Es la abuela de Grimmjow cuando era joven!
-¿Ya te diste cuenta cierto? Pues te presento a mi abuela. Y él es Ichigo, mi novio.
-Hola Ichigo, no sabes cuánto me ha hablado Grimmjow de ti.
¿Ah sí? ¡Digo sí! Que gusto señora. Estrecho su mano, pero ella de inmediato me abraza hasta casi romperme hasta el alma. Dios mío, ¿Qué come esta gente?
-Venga, pasen, pasen ya está la cena.
Soy arrastrado hasta un enorme salón, donde ya hay un comedor lleno de platillos, casi todos con mariscos los cuales sinceramente lucen deliciosos.
-Tu plato Kurosaki, quiero verte fuerte para cuando te cases con Grimmjow y construyan con sus propias manos su hogar. ¡Porque eso es lo que hacen los hombres de verdad!
¿Eh? Apenas si puedo temblar al ver el enorme platón del tamaño de un jodido frutero que me ha servido el abuelo de Grimmjow, con una tremenda porción de cada platillo que no creo acabarme. Y no sé si me impacta más la comida o que ya den por hecho que nos casaremos.
-Tú toma esto Grimmjow. No probarás lo demás hasta que te comas primero tu ración.
Su abuelo le deja un platón lleno de espinacas crudas que Grimmjow ve con horror, sacándome una carcajada.
-Abuelo carajo ¿Qué soy? ¿El maldito de Popeye?
-¡Hasta ese soquete es más fuerte que tú, ahora come! ¡Ningún nieto mío será un blandengue! ¡No mientras me siga llamando Yamamoto Shigekuni! ¡Primer almirante de la marina!
Yo lo miro sorprendido mientras Grimmjow suspira derrotado y toma un tenedor comenzando a comer, a la vez que me susurra que ser almirante es el puesto más alto de la marina, pero que ya tiene como más de veinte años que su abuelo se retiró.
-Eso eso…¡Nadie se para de esta mesa hasta que esos platos estén vacíos!
De igual manera respiro hondo y comienzo a comer deleitándome con lo tremendamente bueno que está todo. Pruebo unos camarones que están jugosos con un toque picante y de limón más mantequilla que se te funde en la boca. Estos saben como los que prepara Ukitake-san.
-¿Pues de quién crees que aprendió la receta que te dije que no podías revelar? De la abuela.
Oh… Por fin caigo en cuenta que estas personas son los padres de Ukitake-san. Lo bueno es que el resto de la cena es bastante graciosa, ya que el abuelo de Grimmjow no deja de regañarlo y ponerlo en cintura cuando dice alguna payasada. Y afortunadamente no muero en el intento de comerme todo lo de mi plato. También me quedo maravillado viendo que en esta área de la casa hay montones de fotografías de Ukitake-san cuando era joven. Inclusive en algunas sale con Kyoraku-san. Y varias más son de Grimmjow y Nel cuando eran niños.
-Esa de ahí es de cuando ese bribón, delincuente y payaso de Shunsui se casó con Jushiro.
-Amas al viejo de Kyoraku, acéptalo abuelo.
-¡¿Qué lo amo?! ¡Cuando lo vea le meteré mi arpón por su barbudo trasero por haberme robado a mi hijo!
Todos nos reímos mientras su esposa limpia la mesa y ahora nos trae un enorme pastel casero y tasas para té y café. Ni siquiera nos pregunta sirviéndonos una enorme rebanada, en especial a Grimmjow que le da casi medio pastel.
-No, abuelita ya estoy lleno.
-¿Cómo que ya estás lleno? ¡Estás muy flaco! ¡Te lo comes todo jovencito y no acepto ningún no por respuesta!
Grimmjow vuelve a rodar los malditos ojos mientras yo no paro de reírme, hasta que veo que la otra mitad del pastel es para mí por lo que me regresa la burla.
-¿Grimmjow les preparo un cuarto o se quedaran en el bote?
-Nos quedaremos en el bote.
Grimmjow le contesta con las mejillas atascadas de pastel pareciendo ardilla rellenándose la boca. ¿Pero de que bote habla? Todo el mundo me ignora mientras comemos viendo que ya ha anochecido totalmente y su abuelo ha prendido su chimenea y ahora está sentado frente a ella en su sillón personal mientras se fuma su pipa.
-Kurosaki ¿Te gusta el mar?
Me lo pregunta su abuelo lo cual me toma por sorpresa, así que rápidamente asiento. Me encanta.
-En ese caso querrás que te cuente la historia de mi vida y como conocí al rey del océano.
Grimmjow y su abuela suspiran derrotados y mi estúpido novio me recrimina con la mirada como diciéndome “Y ahí va el abuelo” ¡Pero yo que iba a saber carajo!
-Todo empezó en la segunda guerra mundial. Yo apenas tenía dieciséis años y ya era un marinero que trabajaba como ayudante en un submarino que…
Y así por las siguientes dos horas he escuchado como entre una batalla bajo agua con otro submarino el abuelo de Grimmjow vio claramente a un “Megalodón” ¿Y qué es eso? ¡Pues un maldito tiburón masivo de treinta metros! O eso dice Yamamoto-san ¡Carajo treinta putos metros! Y eso no es todo sino que esa cosa los golpeó y casi se mueren. Pero ahí no termina la historia, sino que cinco años después iba en una enorme embarcación por las profundidades del océano atlántico y vio nuevamente al tiburón el cual desgarró con sus mandíbulas parte de la proa del barco. ¿En serio esa cosa existe señor?
-¡Dime capitán!
Digo, ¿Capitán en serio vio a esa “cosa”?
-¡Por supuesto Kurosaki! Grimmjow, trae el colmillo.
Grimmjow se levanta y suspira derrotado, tomando de una vitrina algo que saca de una caja de cristal. Apenas me da el objeto abro la boca hasta el piso. ¡Santo carajo, es un puto colmillo inmenso! Lo miro con terror mientras que Grimmjow me hecha su mirada de “Oh sí”.
-¿Te lo imaginas Kurosaki? Ese monstruo medía treinta metros, seguramente pesaba como cinco toneladas y su mandíbula abierta medía poco más de unos dos metros de ancho y con doscientos setenta colmillos de esos o más. Una máquina de matar, lo vieras por donde lo vieras. Se comió a mi mejor amigo antes de que le pudiera tirar ese colmillo y le marcara la cara con mi arpón. Jure que me vengaría. Y lo rastree hasta que di yo solo con él nueve años después. Nos miramos a los ojos mientras él pasaba entre el agua en una gran tormenta y simplemente se siguió de lado. ¿Sabes por qué Kurosaki?
¿Por…por qué?
-¡Porque yo no le tenía miedo y él lo sabía! ¡Yo le ofrecí mi respeto! Y después de eso lo seguí buscando por más de veinte años, cuando no estaba de servicio con la marina claro. El rey no dejaba rastro, nadie lo había visto. Pero es porque está en lo más profundo y oscuro, ahí donde nadie puede encontrarlo, en el azul más profundo de todos. Desgraciado, se aprovecha de que ya estoy muy viejo para cazarlo, pero algún día volverá a aparecer, y todos esos que me tomaron por loco ¡Sabrán que yo tenía razón!
-Basta abuelo, estás asustando a Kurosaki.
-¡Es para que sepa! Se lo enseñe a tu padre y te lo enseñe a ti Grimmjow. El mar no es algo que se tome a la ligera. Pero si tan sólo Jushiro me hubiera hecho caso y se hubiera enlistado a la marina sabrían a lo que me refiero. Tú aun estás a tiempo Grimmjow.
-Abuelo, ya te dije que no me enlistaré en la marina. Amo el mar pero lo mío son las olas. Ese es mi azul intenso.
-Las olas…¡Eso es para niñas! ¡El verdadero azul intenso está en las profundidades, con los reyes del mar!
Tan sólo ruedo los ojos viéndolos discutir, ya veo de donde salió todo eso del azul intenso, seguro que el abuelo se lo pasó a Ukitake-san y él a Grimmjow.
-Lo traemos en la sangre de nuestra familia Grimmjow, el mar es a donde pertenecemos. Ya te lo conté, mi bisabuela se enamoró de un tritón y tuvo un hijo con él. Y ese niño era…
-¡Ah que tarde es! Ven, vámonos Ichigo, es hora de dormir, suficientes historias por hoy abuelo. Que descansen, los amo a los dos.
Grimmjow besa a su abuela que le da un par de cobijas y me lleva de la mano mientras yo apenas si me puedo despedir. ¿Cómo que se enamoró de un tritón?
-Ichi no le hagas caso, es un hombre viejo, siempre le ha gustado inventar historias sobre el mar. Además ¿Cómo carajos va una muchacha a tener un hijo con un tritón?
Puede que el tritón solo fuera tritón en el agua y afuera del mar fuera un hombre normal. Grimmjow abre los ojos de la impresión para comenzar a reírse haciéndome gruñir.
-Mierda, el abuelo te pegó lo loco.
Idiota. Le doy un golpecito en el brazo que nos hace reír a ambos mientras caminamos por la playa ¿Y a dónde vamos?
-A dormir.
¿Aquí?
-Ahí.
Grimmjow me señala el bonito bote que está a un lado al final del muelle. ¡¿Ahí?!
-Claro, siempre que vengo a verlos ese es mi lugar favorito para dormir.
Tan sólo dejo que me lleve de la mano para meternos al bote e irnos hasta el frente, al casco plano donde Grimmjow tiende una de las colchas que nos dio su abuela. Y se recuesta indicándome que lo haga a su lado para luego medio cubrirnos con la otra y ahora si mirar hacia el cielo de un azul oscuro y totalmente estrellado. Y lo mejor es que el oleaje es sumamente tenue por lo que el bote se mueve despacio como arrullándonos. Woah…es increíble.
-Lo sé. Me encanta estar sobre el mar, siento que las olas me relajan. Además en la mayoría de lugares baja la temperatura por la noche pero no aquí, aquí hace calor hasta en el jodido invierno. Oye ¿Y si nos damos un chapuzón?
¡No!
-Ni siquiera lo pensaste. ¿Qué pasa? Siempre nadamos en la noche…No me digas que te da miedo que nos vaya a tragar ese puto megalodón del que habló el abuelo.
¡No es eso! Grimmjow me dedica esa maldita mueca de burla que me dice “Miedoso” que me hace berrear. No tengo miedo, solo no tengo ganas.
-Cuando era un mocoso a veces Ukitake me dejaba con él. Y el abuelo siempre me contaba esa historia y carajo que cada vez terminaba con los pantalones mojados. Pero amo demasiado el mar como para tenerle miedo por un puto tiburón del cual seguro que solo queda su fósil en el fondo del océano. Así que si no te importa yo si me daré un chapuzón…
Ni siquiera puedo sostenerlo al ver como se rueda y se tira al mar turbiamente oscuro. ¡Grimmjow maldito demente! Gateo hasta la orilla viendo que no ha salido a flote. ¿Grimmjow? Un par de segundos más pasan y antes de darme cuenta ya he brincado al agua nocturna buscándolo. ¿Grimmjow? ¡Grimmjow! El color tan oscuro no me deja ver por lo que comienzo a preocuparme. ¡Grimmjow no es gracioso!
-¡Si lo es!
Vuelvo a brincar del susto al sentir como me sale por detrás, para luego abrazarme y girarme. Hijo de perra, eres un idiota. Le jalo el cabello mientras él se ríe besándome. En serio que no sé qué pasa por esa cabeza hueca tuya.
-¿Te digo qué pasa por mi cabeza?
¿Qué?
-Kurosaki Ichigo, Kurosaki Ichigo, Ichigo, Ichigo, Ichigo…sólo eso pasa y no se detiene. ¿Me estaré volviendo loco?
Siempre lo has estado…Nos sonreímos mientras yo siento como me estruja entre sus brazos hasta que cortamos la distancia entre nosotros y unimos nuestros labios en un beso húmedo y candente. Jadeo, haciendo mi cabeza de lado para dejarlo besar y morder mi cuello a gusto mientras miro el precioso mar oscuro reflejar la luz de la luna preciosamente. De igual manera el cabello de Grimmjow se torna de un color precioso y brillante, como si algunos mechones suyos se tornaran neones con tonalidades aqua, verdes y azules de diferentes gamas. Mientras que las pequeñas gotas de agua delinean su cuerpo y sus tatuajes tribales que lo hacen combinar con los patrones de las olas. ¿Estás seguro de que no eres un tritón? Ya sabes, por eso de que no puedes vivir fuera del agua por mucho tiempo. Ambos nos miramos entre sonrisas mientras él me muerde la punta de la nariz.
-Tal vez lo soy… ¿Por qué? ¿Por fin te hice caer en mis encantos?
Quisieras tonto.
-Debes tener cuidado Ichigo, que yo en especifico me alimento de chicos lindos con trasero bonito. Aunque hasta la fecha sólo he encontrado uno. Tú.
No tengo problema en dejar que me comas, siempre y cuando no te transformes en espuma y desaparezcas.
-¿Desaparecer? Oh no, tendrás que lidiar conmigo por siempre…
///Ukitake///
-Hah…podría quedarme aquí para siempre cariño.
Salud por eso. Shunsui y yo chocamos nuestras copas largas con mimosas, suspirando complacidos del rico sabor. Tus bebidas siempre son las mejores.
-Gracias. Las hago especialmente para ti.
Sonrío acomodándome mis gafas de sol mientras me asoleo aquí en uno de los camastros que hay sobre la cubierta del yate que rentamos, y ahora está anclado en las aguas cristalinas a las afueras de Marina Piccolo en Capri. Tan sólo siento unas gotitas de agua salpicarme, de que Shunsui se ha arrojado al pequeño jacuzzi que hay frente a mí.
-¿Cómo crees que le habrá ido a Grimmjow y a Ichigo-chan con Yamaji? ¡Seguro que les contó la historia del megalodón! ¡Como me gusta esa historia!
Ruedo los ojos, levantándome mis lentes y mirando a Shunsui que me ve sonriente y recargado sobre sus brazos cruzados en el borde del jacuzzi. Eres igual de fantasioso que mi padre Shunsui. ¿Realmente crees en tiburones prehistóricos?
-¡Pero tiene el colmillo! ¡El colmillo es la ley cariño!
Pues mi padre te odia. Se lo digo para cambiar el tema viendo como berrea.
-¡¿Qué?! ¡Yamaji me ama!
Te odia por haberme ayudado a volverme surfista en lugar de enlistarme a la marina. Eso y que le rompiste su esqueleto de mandíbula de tiburón blanco.
-¡Pero fue un accidente! Me tropecé y me choque contra la pared donde la tenía fijada y se cayó. Además solo se le cayeron tres colmillos no fue para tanto. ¡Y fue hace como veinte años!
Pues te odia desde hace veinte años.
-¡Pero si le di nietos!
Sí, uno que está loco con el agua y otra que se le cruzan sus propios pies. Vaya conjunto que criamos Shunsui. Ambos nos reímos a carcajadas pensando en nuestros desastrosos hijos.
-Por lo menos estoy tranquilo de que si Grimmjow está con Yamaji no hará locuras.
¿Bromeas? Mi padre está demente, seguro que en este momento los dos ya deben de estar arrastrando al pobre Ichigo mar adentro en ese bote que tiene, en búsqueda de ese estúpido tiburón fantasma, asesino e idiota. Que aunque Grimmjow dice que no existe, cada que le propone ir a buscarlo siempre acepta eufórico.
-¡Eh! ¡A mí nunca me ha invitado! Seguro que juntos lo hubiéramos atrapado.
Si claro, los dos están locos. ¿Sabes lo que es crecer con historias de monstruos marinos y vivir en una playa? En lugar de temerle al monstruo bajo la cama, le temía a Leviatán, a ese tonto demonio marino que es una serpiente de mil metros de altura que aparecía en las noches de tormenta y se acercaba a las orillas de la playa. O eso me decía mi padre.
-¡Que injusticia! A mí sólo me decían “Shunsui duérmete ya, o no desayunas mañana” ¿Por qué a ti te contaban historias geniales y a mí me dejaban sin comer?
¿Geniales? ¡Te trauma! Dios, y como me aterraba aprender a nadar cuando era un niño porque sentía que el maldito Kraken me iba a comer. Pero una vez que aprendí y le perdí el miedo ya no pude salir nunca más. Ahora que lo pienso creo que la locura de mi padre se me pegó. Oh dios, acabo de admitir que estoy loco.
-¡Tal vez por eso te casaste conmigo!
Los dos nos carcajeamos mientras yo asiento. Es verdad.
-Ven aquí…
Shunsui me indica que me meta con él, por lo que me levanto y me quito mis lentes para luego meterme al jacuzzi que me recibe refrescantemente al igual que Shunsui. Apenas me tiene cerca me toma por la cintura para sentarme en sus piernas de frente mientras se recarga cómodamente. Nos sonreímos mientras él acaricia mi rostro hasta que me besa lentamente. Me abrazo a su cuello acortando la distancia y sintiendo la brisa soplarnos a la vez que el sol nos ilumina con fuerza.
-Sabes Jushiro…ahora que visitamos a tu prima que vive en Capri me dejó cuidando a su bebé recién nacido ¿Recuerdas? Mientras tú y ella se fueron a comprar.
Lo recuerdo ¿Qué pasa con ello?
-Bueno, me puse a jugar con el bebé y luego se hizo del baño así que lo cambie y le di de comer. Y me puse a recordar cuando Grimmjow y Nelliel eran así. Y lo extrañe. Extrañe esa sensación.
¿Extrañaste cambiar pañales en serio? Tú siempre eras el que se quejaba de que apenas le quitabas el pañal a Grimmjow se hacía del baño y se lo ponías y lo volvía a hacer. Y ni te recuerdo que parecías zombi calentándole su biberón a Nel cada madrugada porque solía llorar mucho.
-Grimmjow siempre ha amado hacerme berrear desde que era un bebé y lo de Nel no me importaba, solo que parecía zombi porque al día siguiente tenía trabajo temprano. No era igual Jushiro, no teníamos todo lo que ahora tenemos. Antes éramos jóvenes e inexpertos, pero aún así fue la época más divertida de nuestras vidas tienes que admitirlo. ¿En serio tú no extrañas esas risitas hasta las lágrimas, los juguetes tirados, perseguirlos para cambiarlos, las comidas que terminaban en guerra, los baños de espuma? ¡Tú amabas los baños de espuma!
Ambos nos miramos fijamente hasta que yo sonrío. Habla claro Shunsui. ¿Qué estás insinuando? Mi torpe marido me sonríe emocionado.
-¿La cruda verdad?
Sí.
-Quiero que tengamos otro hijo.
De inmediato comienzo a reírme y él me sigue.
-Vamos, no me tomes a loco cariño.
Shunsui…¿En serio quieres pasar otra vez por todo eso? Los pañales, las mamilas, las fiestas con trampolín y gorritos de cono. Enseñarles a hablar, a leer, escribir, como se crucen la calle, a comer con la boca cerrada, a ser educados. Ir a festivales escolares…y recibir dibujos hechos con crayolas y…Mi voz se corta por alguna extraña razón hasta que las palabras vuelven a salir. Reírte todo el tiempo porque no hay mejores días que esos, porque para ellos eres lo más importante en el mundo…Ambos nos miramos fijamente mientras él me sonríe y yo siento mi corazón latir abruptamente por tantos recuerdos.
-Y no olvides que te consentiré hasta la locura y te llevaré cualquier antojo así llueve, truene, relampaguee o tenga que luchar contra Leviatán.
Los dos nos sonreímos mientras yo lo abrazo con fuerza y él a mí. Siempre, todas y cada una de las veces sabes cómo hacerme aceptar tus locuras. ¿Estás consciente de que eres un manipulador de sentimientos verdad?
-¿Eso es un sí?
Suspiro y tomo su rostro para besarlo y sonreír. Eso es un sí. Así que hagamos que estás vacaciones valgan la pena para darles una sorpresa a los chicos cuando nos volvamos a ver.
-¡Eso quería escuchar!
Shunsui me besa con pasión haciéndome estremecer hasta la perdición hasta que me separa.
-Pero entonces despídete de las mimosas, las margaritas y los cócteles de media noche.
¡Maldición! Los dos nos reímos entre besos conforme siento sus manos bajar por mi espalda hasta mi trasero.
-Pero no te preocupes cariño, te lo compensaré con algo más.
Eso espero…