ENAMORADO DE UN ESPÍA

Fanfic basado en la Película de Tom Cruise y Cameron Díaz "Encuentro Explosivo", con personajes del anime NARUTO perteneciente a M. Kishimoto.

Fanfic:

En el Capítulo Anterior:

-          Yo, pues supongo que a mi tan solo me gustaría viajar alrededor del mundo, conocer lugares como París, Egipto… Visitar las playas de Venezuela, en fin, quizás algún día lo haga –Comentaba al tiempo en que trataba de esconder la pistola, viendo como el rubio se tapaba las orejas con sus audífonos y una orejera más grande que todo el Japón.

-          Espero de corazón que se cumpla tu sueño entonces… Buenas noches Sasuke –Sonriéndole para apagar la luz de su asiento y relajarse.

-          Buenas noches Naruto -Asegurándose de que el rubio se durmiera y no escuchara absolutamente nada, para sacar rápidamente la pistola y dispararle en la cabeza al hombre que estaba sentado a dos asientos del rubio. 

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Al día siguiente; ya el reloj marcaba las 02:15 pm, girando sobre su cama, comenzaba a despertarse con una terrible Jaqueca encima, nada como despertar bajo el cobijo de su colcha favorita, aunque el dolor en la cien era como para no ir hoy al hospital. En segundos, un sinfín de imágenes surcaron su mente, maletas, un avión, pasaporte, coñac, muertos, fuego, maíz, mucho maíz…y recordando uno a uno, los episodios de la noche anterior llovían ante él para acrecentar aún más el dolor.

- SASUKE UCHIHA.

En el capítulo anterior: 

-          Ten… -Ofreciéndole dos pistolas- Quiero que le atines directo a la frente dobe, déjame manejar a mí… -Sonriéndole, mientras depositaba en su mejilla un ligero beso.

-          Eto… Hai… -Disparando directo al motorizado, quien después de esquivar los primeros cinco disparos, recibió un tiro en seco sobre su maxilar superior- Lo… Lo maté Sasuke… Tú me, has hecho un asesino -Cayendo desmayado sobre el pecho del azabache, quien sonreía divertido mientras tomaba la carretera principal  rumbo a Los Ángeles.

En el Capítulo anterior:

-          Es por su seguridad, con nosotros estará a salvo… Debe confiar en mí… Uchiha Sasuke es un buscado, es buscado por la justicia… Un criminal… No sabe usted cuanta gente inocente a muerto en sus manos, el próximo podría ser usted… Con nosotros estará a salvo, no se preocupe.

-          Déjeme, yo mismo me presentaré ante la oficina policial pero déjeme, no iré a ningún lugar ¡SUÉLTEME! -Mientras el rubio trataba en vano bajarse del auto en movimiento, al tiempo en que dos tiros atravesaban el vidrio principal del carro atinando en uno de los brazos del pelilargo. 

En el capítulo anterior: 

-          Bueno estará bien mientras tanto ttebayo… ¿Y qué piensas hacer con el diamante?

-          No lo sé. Lo tendré en mi poder hasta que se descubra la culpabilidad de Orochimaru, mi trabajo es demostrarlo. Ahora, creo que nos queda tiempo para dormir un rato… Que descanses Naru… -Tomando la mano del rubio para cerrar los ojos y dejarse llevar por el mundo de los sueños.

-          Igualmente Sasuke -Sonriéndole para luego recostar su cabeza en las piernas del azabache, sintiendo una vez más aquella fragancia. Entonces se permitió cerrar sus ojos, sin antes ver el rostro de la persona que entre locuras, estaba por ganarse completamente su corazón.

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-          ¿Dónde está él? Nos han descubierto. Sakura, ella sabe que yo no viajaría jamás en trenes pero al parecer el dobe es un fan número uno del viaje en tren. Nos han descubierto y ¡¿Dónde demonios esta ese dobe?! -Mientras sujetaba con fuerza al pelilargo al momento en que preguntaba si un hombre enmascarado había pasado por allí recientemente.

-          Se fue detrás de Naruto e iba armado ¡corre Sasuke! Ellos fueron hacia la cocina, Naruto ha de estar en problemas ¡corre! -Le gritaba a su amigo cuando de pronto el ruido seco de un disparo hizo eco en todo el tren. 

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-  Arigato Sasuke… -Mirándole con tristeza mientras el azabache sentía como sus mejillas ardían al momento en que Naruto acariciaba una de ellas.

- No tienes porque agradecerme, siempre… Siempre te protegeré… -Sonriéndole cálidamente mientras veía los autos pasar por su retrovisor. Naruto estaba afectado y era su responsabilidad- Ya no te preocupes.

- Lo sé, tú estás conmigo –Tomando su mano para darle un casto beso y entrelazar sus dedos, apretándose a ella en busca del soporte que necesitaba.

En el capítulo anterior:

-          Discúlpame Naruto… Yo, yo no te puedo corresponder. Un romance no sería profesional –Recordando con amargura las palabras de uno de sus mentores en la CIA mientras unas cuantas lagrimas comenzaban a asomarse por sus oscuros ojos- Un espía no puede tener familia, un espía solo vive por y para el bien de su país y para cumplir una misión. Un espía no puede enamorarse… -Mientras a través de un dispositivo, miraba en su localizador una vieja casa, el GPS iba directo a una dirección bien conocida por el: Amapola, casa 186- No quiero hacerte sufrir Naruto, no como a ellos -Sintiendo como las lágrimas comenzaban a caer en la pantalla del celular- ¿Qué hago si yo mismo me he enamorado de ti dobe? –Sacando una pastilla naturista de su bolsillo para tragarla en seco, no debía llorar, eso le hacía débil, no era profesional.

-          ¿Podemos seguir? –Mencionaba entrecortado el rubio desde el auto, aun sin mirarle.

-          Hai –escondiendo de nueva cuenta sus emociones, para observar nuevamente su GPS y encender el auto.

En el capítulo anterior:

    Por su parte, Naruto había tomado la ducha y luego de vestirse tomo el teléfono de la habitación para hacer una llamada al Shinobi Service Hotel, no estaba seguro del tiempo que les tomaría realmente toda esa odisea, pero debía reportarse y resolver todo con respecto a la conferencia; debían estar preocupados.

-          Arigato Oba- chan, entonces ese día estaré allí, hai… Saludos también por allá ttebayo, te dejo. Luego te llamo seguro, están tocando la puerta, adiós -Colgando para abrir la puerta, al mismo tiempo en que era empujado hacia adentro, cayendo al suelo completamente asustado.

En el capítulo anterior:

-  No Sasuke, yo te juro que jamás llame a nadie –Viéndole preocupado y recordando como momentos atrás, había prendido uno de los móviles del azabache- Espera, solo… Solo había encendido tu celular para ver la hora -Viendo como el azabache le miraba con sorpresa para en un movimiento, quitar un montón de plantas que tapaban el escondite de un pequeño helicóptero- Sas… Sasuke dijiste… Dijiste que no me drogarías -Mientras dos lágrimas recorrían sus mejillas, luego de que el azabache tocara su cuello.

-   No estás drogado Naru, descansa mi amor… -recostándole a su lado, para tratar de encender su único medio de escape.

En el capítulo anterior:

-     ¿Dónde está Sakura, Temari?

-     No ha querido venir, ella y Gaara son los más perjudicados por la noticia –Acomodando su larga peluca negra- Lo mejor es seguir todos con nuestro trabajo, la investigación de Orochimaru se cancela, debemos devolver el expediente a manos de Gaara. Ahora la CIA ira por un solo objetivo: Sasuke Uchiha.

En el capítulo anterior:

Mientras tanto, una sombra se esparcía por la oficina de uno de los más antiguos integrantes de la CIA, Espía de clase A: Orochimaru, la serpiente como era llamado en los bajos fondos. No era difícil desactivar todos los mecanismos de seguridad puesto que había sido el mismo el diseñador de aquel sistema, bastante difícil de descifrar para cualquier persona. La clave era cambiada con regularidad, más el conocía el procedimiento necesario para desactivarlos, sin necesidad de ello.

Hmm, ahora a encontrar las carpetas, a ver, este archivo necesita una llave. Aja, aquí está. Bien, busquemos por la X, todos los corruptos usan esa consonante para sus expedientes oscuros. ¡Bien! Estos son los papeles que el Uchiha bastardo necesita para demostrar su inocencia… Ahora ¿Hmm?... ¿Cómo saldré de aquí? -Sabiendo de antemano que si le encontraban estaría de por si muerto.

En el capítulo anterior:

-    ¿Les conoces? Estuvieron por aquí hace poco, seguramente podrán ser familiares sus rostros –Decía al mirarle inquisitivamente, buscando el mínimo rastro de nerviosismo en el menor.

-   La verdad Madame, es que es mucha la cantidad de personas que vienen todos los días al restaurant. No sabría decirle a ciencia cierta… -Viendo como la chica se encontraba en una de las fotografías, abrazada a uno de sus amigos- Espere, ¿Usted conoce a este chico? 

En el capítulo anterior:

-     No le digas nada, no debes preocuparte, Sasuke es el mejor espía. De eso estoy seguro. Además sabe cocinar y eso no lo hace cualquier espía. Ven, ayúdame con esto, quedará excelente. Ten, pruébalo… -Viendo como el chico parecía palidecer y tragaba rápidamente aguantando las náuseas, pues casi todo el día había tenido que probar muchos platos y si mal no recordaba, hace mucho que había dejado de contarlos, habiéndose quedado en el número 52.

-   Hai, exquisito, pero por favor… -Aguantando las ganas de vomitar para no ser grosero con el chef- No más.

En el capítulo anterior:

Tras unos minutos, observó como la red comenzaba a moverse y siendo guiado por uno de los pescadores, pudo subirla con ayuda del azabache y uno de los jóvenes que venía con ellos. Docenas de peces aún vivos brincaban en la canoa.

-          ¡Lo hemos logrado Sasuke! –Sonriéndole y viendo como este se encontraba revisando su celular un tanto nervioso- ¿Qué? ¿Qué pasa teme? -Viendo como este tomaba una postura preocupada mientras observaba otro de sus aparatos celulares, el cual vibraba fuertemente pese a la falta de cobertura en toda la zona.

-          Tenemos que irnos Naruto… Algo ha sucedido, Shikamaru corre peligro -Dando una seña a Yamato mientras daban la vuelta para tomar de nuevo camino al campamento.

En el capítulo anterior:

-          Demonios, debo ir, me necesita -Colgando y encontrándose con un rubio que aún le miraba desconcertado y bebía de un trago su vaso para salir rápidamente de allí- ¡Naruto! ¡Espera!

-          No, no digas nada, yo, ¿podemos irnos? -Saliendo rápidamente hacia el auto mientras cientos de lágrimas caían por sus mejillas y el azabache manejaba sin más el auto.

En el cap. Anterior:

-    Búscalo tú… Estoy ocupado con las naranjas teme… -Decía serio mientras el azabache le tomaba rápidamente, estampando en sus labios un beso casto.

-    Te lo iba a pedir, pero te gusta que yo lo busque –Sonriéndole al mínimo regaño del rubio.

-    Eres un teme –Molestándose mientras un fuerte ruido le hizo cortarse un poco con el cuchillo.

AFUERA TODOS CON LAS MANOS EN ALTO…

SOY LA TENIENTE SAKURA Y NO DUDARÉ EN DISPARAR… ¡AFUERA AHORA!

En el cap. Anterior:

En minutos, el rubio tras un baño cálido, había caído como muerto para su deleite en la cama más cercana a la ventana; lucía calmado y hermoso, sabía tenía que encargarse del traslado de Cuba a Europa pero aquel espectáculo era difícil de ignorar.

-   ¿Por qué ir a Paris Sasuke? –Le miraba inquisitivo el pelilargo, que arreglaba su maleta, para tomar una ducha y descansar también.

-   Porque mientras mas cerca del peligro estemos… Estaremos más a salvo -Sonriéndole mientras el chico le veía incrédulo no entendiendo nada- Vamos, luego tomarás la ducha, necesitamos buscar un barco mercante.

En el cap. Anterior:

-          AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¿QUÉ HACES TEME MORBOSO? -Saliendo rápidamente, mientras se tapaba con una toalla- ERES UN BAKA… YO NO SE NADAR… Y DIME QUE HAGO DESNUDO… -Recriminándole pero dándose cuenta de que este se encontraba también desnudo frente a él- ¿Q?... ¿Qué pen... Pensabas hacerme teme? -Mirándole entre sonrojado y molesto.

-          Perdona Naruto –Tratando de ayudarle a meterse de nueva cuenta en la bañera y sintiendo como sus zonas nobles rosaban en el forcejeo.

-          SAAAAAAAAAAAALTE INMEDIATAMENTEEEEEEEEEEEE -Sacándole a la fuerza y lanzándole su ropa, antes de que algo más despertase en él- ¡YO ME PUEDO ASEAR SOLO! Que teme tan… -Frunciendo el ceño y metiéndose de nueva cuenta a la bañera de agua tibia- Tan hermoso… je… -Recordando las dimensiones del cuerpo del azabache y sonrojándose al sentir los efectos que este causaba en el con un simple contacto.

En el capítulo anterior:

- ¡Suéltenme! ¡¿Qué demonios haces ttebayo?! -Forcejeando y sintiendo como se sofocaba más y más, a medida que estos le empujaban a una camioneta negra en la que cierta oficial, le esperaba con mirada de pocos amigos.

-  Lo mejor es que coopere Dr. Uzumaki… Soy la oficial Sakura Haruno, estoy a cargo de esta misión y quiero que conversemos, ahora tranquilícese-Mirándole seria mientras cargaba una nueve milímetros y viendo el estado en que este subía al auto, le ofrecía un pañuelo para apuntarle con el arma.

En el capítulo anterior: 

No supo en que momento había sido conducido hacia una camioneta negra, la ráfaga de balas y disparos era ensordecedora, solo podía seguirle con la mirada, viendo como este corría desesperadamente encima de muchas casas y restaurantes, seguido por oficiales que disparaban a diestra y siniestra. En cuestión de segundos, pudo deshacerse del oficial que le ayudaba a subirse al auto para salir corriendo, seguido de un grupo de policías; ya no sabía que era lo que hacía, ¿por qué le disparaban a su Sasuke?... Era su entera responsabilidad.

-          ¡SASUKE! ¡NO! -Viendo por una ventana, como a lo lejos el azabache era alcanzado por varias balas, cayendo al canal más cercano, en donde la corriente le arrastró rumbo a mar abierto. Fue en ese momento, en que todo su mundo se detuvo.

En el cap. Anterior:

Todos y cada uno de los momentos que había pasado con él se arremolinaban en su mente como cuervos que le asechaban en la oscuridad, de repente todo había cambiado. Aquel fatídico momento se le venía encima, su Sasuke ahogándose. Se encontraba entonces en un pasillo oscuro en el que observaba como este se alejaba caminando en frente de él. Algo muy grande le perseguía y su Sasuke se alejaba cada vez más ¿Qué era esto? Una risa grave y ronca, se escuchaba por doquier.

-          Sasuke, no. No te vayas, espera teme, ¡no te vayas! –Corriendo con fuerza hacia él sin poder alcanzarle, viendo como poco a poco la oscuridad lo envolvía.

-          Naruto, he mocoso, despierta… ¡Naruto!

En el capítulo anterior:

Ya faltaba poco para tomar su vuelo. Por fin podría retirarse, todos los expedientes estaban alterados; nadie podría pensar que era él quien estaba detrás de todo, de cada asesinato y de muchos casos que con torpeza, la CIA no había podido llevar a término positivo.

La mafia japonesa era una de las que mejor pagaba, pero no le interesaba hacer tratos con los asiáticos; podían estar ligados a contactos del gobierno que solo traerían problemas. España era su destino, solo allí podría hacerse de un buen dinero, incluso mayor a todos los sueldos que hubiere ganado como oficial desde sus inicios. Tendría para vivir bien, para realizar sus propios experimentos sin que nadie tuviere que autorizarle; en fin… Sin el Uchiha ni nadie que pudiere entorpecer sus planes, todo estaba completamente en orden.

En el capítulo anterior:

-    ¡No me toques! –Le decía en un murmullo el pelirrojo, para caminar rápidamente sin su ayuda.

-   Je, así que esa es la reacción que dejan los labios del famoso equipo siete de la CIA. Con locuras enamoran a cualquiera…-Decía la rubia pensativa, mientras recordaba los chismes acerca del azabache, del Uchiha y la Haruno; todos rompe corazones sin un amor para ellos mismos, bueno hasta ahora- Ya estás atrapado Gaara… -Corriendo con ellos y sacando la credencial falsa que le acreditaba como miembro de la CIA, teniendo como titular un nombre diferente al suyo- ¡Bien! Se acabó el espectáculo señores. Cada quién de vuelta a su rutina –Sonreía con sorna para observar como su hermano le lanzaba una mirada furiosa, al tiempo en que era seguido por un joven sonrojado y sonriente.

En el capítulo anterior:

- Hey muchacho… -Decía el anciano, que a lo lejos les observaba con curiosidad y llamando la atención del rubio- Si te saca el álbum azul, hoy no duermes… -Sonriéndole mientras la mujer servía la cena rápidamente y le regañaba por el comentario “fuera del lugar”.

   En medio de la cena y las múltiples sonrisas y chistes que se colaban entre una y otra cosa, nuevamente y sin saber cuándo, ese sentimiento que pretendía hacerle estallar en lágrimas en cualquier momento, parecía tocar su puerta. Un hermoso omelet se hallaba frente a él, mientras la más exquisita miel parecía estar allí, solo para ser untada… De bebida, un jugo frio de piña, y de postre solo el olor le permitía deducir que seria una deliciosa jalea de mango.

   La hora de las fotos había llegado e Itachi había subido a dormir ya muy cansado, el Sr. Uchiha había desertado, así que también se fue a dormir. Algo extraño había ocurrido, fotos y más fotos habían aparecido y en especial dos niños sonriendo habían robado toda ilusión de continuar recordando. Una cara angelical… Un ser amado conocido… Una pista que llevaría a la gloria de sentirse vivo nuevamente. Al más puro sueño hecho realidad… A encontrarse consigo mismo.

En el cap. Anterior: 

-  LÁNZALO Y LE DEJARÉ LIBRE -Gritándole mientras veía como el azabache al verse acorralado, le lanzaba el diamante viendo como éste le tomaba rápidamente soltando al pelilargo para luego volverse hacia él y dispararle- Lo siento, cambié de opinión –Disparando hacía el pelilargo, mientras observaba como tanto el rubio como el azabache, corrían hacía él como si su vida se les fuera en ello.

-  ¡NO NARUTO!

En el penúltimo capítulo:

- Mi vida ya no será la misma Gaara. Nunca más –Observando taciturno, como la lluvia caía afuera sobre los árboles que rodeaban el hospital.

-  Estoy aquí para cuidarte Naruto. También soy abogado, así que puedo solucionarlo. Necesito confíes en mi como otrora lo hiciste. Debemos salir de aquí antes de que lleguen las autoridades. Quiero que entiendas en la situación en la que nos encontramos.

-  Si, te entiendo, pero… Yo no quiero dejarle, no me separaré de él. Ni tu ni nadie podrá hacerlo –Mirándole serio, mientras el pelirrojo se levantaba y le invitaba a salir de la oficina.

- Necesito que hablemos, pero no aquí. Acompáñame por favor –Observando como rápidamente la puerta se abría, dejando pasar a una pelirrosa que corría hasta el rubio para abrazarle inundada en llanto.