Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Para no caer en tentación por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hoy toca actualizacion temprano!! 

espero que les este gustando, ¿Alguien sintio curiosidad por clyne? Pues aqui les dejo un capitulo de Clyne ^^ 

Muchas gracias a las personas que han estado comentando!!

O Clyne Bellamy, exorcista


 


 


El comedor, con una mesa larga antigua y de madera este vacío con excepción mía. El lugar es una vieja casona en la que los muebles huelen a madera vieja y el aire a un poco de humedad. Odio ese olor, pero que se va a hacer. Este lugar es el la cede de mi organización, una organización tan importante y de tanto prestigio que básicamente no existe.


— ¿Ahora qué estás haciendo?—  ah, no la organización de hecho es de mi padre, y mis dos hermanos mayores le ayudan con las cosas más difíciles ¿a qué nos dedicamos? Exorcizar demonios.  Quien mi habla es mi hermano Zach, y yo soy el más joven y talentoso exorcista de este lugar, Clyne Bellamy. A diferencia de mis hermanos, que son morenos y de cabello oscuro, yo tengo una rara condición genética que me hace ser casi tan blanco como un fantasma, albinismo le llaman. En realidad a mí nunca me ha importado, de hecho me gusta que mi apariencia sea tan rara, no cualquiera puede presumir que sus ojos pueden cambar de color de un azul violáceo a rojo, aunque no pueda ir a la playa o salir mucho en el día.


— nada.


— ¿Sigues molesto porque no te dejamos ir con Richard?—Solo resoplo por respuesta, hundiendo una cuchara en la sopa que llevo a la mesa. Richard es mi otro hermano, que salió a algún lugar de Egipto a hacer un exorcismo— sabes que no puedes ir a esos lugares.


— Nunca me dejan hacer nada— murmuro, haciendo berrinche.


— eres muy imprudente. ¿Recuerdas que la última vez que fuiste a las vegas dijiste que te mantendrías al margen? Estuviste cuatro días en la enfermería poniéndote crema para las quemaduras.


— los del casino quisieron estafarme.


— es obvio que ya nadie crea cuando dices que no harás nada que te lastime.


— ¡pero era un demonio grande! Yo quería ir.


— Clyne, debes aprender a cuidar de ti primero— el ceño de Zach se frunce, señal de que mi rabieta le está molestando.  Por mi condición no puedo exponerme mucho tiempo al sol directamente, tengo que llevar muchísimo protector solar y ropa larga que me cubra, lo peor es que en todos los lugares con sol hace un calor infernal.


— bien.


— además ya habrá otras oportunidades. Últimamente hay mucho trabajo— Zach pasea su mirada por la mesa completamente vacía. Normalmente la mesa estaría llena de personas haciendo mucho ruido, pero todos están fuera por misiones en diversas partes del mundo. Como no somos muy conocidos, los únicos que nos dan trabajo son los sacerdotes. Ellos también hacen exorcismos, pero no tienen tantos miembros que puedan llevar a cabo un exorcismo exitoso como nosotros.


Padre fue anteriormente un prospecto a sacerdote, aunque al final no se recibió y en cambio se dedicó junto con madre, a entrenar a las personas que estuvieran lo suficientemente preparadas para combatir demonios. 


— bien.


— de hecho, tengo un trabajo para ti.


— ¿En serio?— murmuro sin interés. Aun quiero ir a Egipto y ayudar a Richard— ¿ahora a dónde iremos?


— oh, iras solo. Yo tengo que salir en unas horas a Bélgica.


— ¿solo?... ¿iré solo? ¡Iré solo!— exclamo, poniéndome de pie y volcando el contenido de plato. Nunca he ido solo a un exorcismo,  he hecho varios pero siempre hay alguien más conmigo, ya sea Zach, Richard u otro miembro.   


— ponte más serio.


— Pero será mi primera misión en solitario— que emoción ¿A dónde iré? ¿A qué demonio voy  enfrentar esta vez?— ¿A dónde tengo que ir? 


— aquí mismo, en Inglaterra— ¿aquí? Ah, que decepción esperaba ir a otro lugar lejano y desconocido. Aunque sigue siendo mi primera vez a solas, no hay que perder el ánimo— mira,  échale un vistazo a esto— me dice, sacando un papel de sus ropas. Es una hoja de cuaderno pequeño, doblada. Cuando desdoblo el papel veo una letra irregular y muy tenue.  


“Señor:


Tengo un serio problema con un demonio. Ha aparecido hace tres días que le invoque por una broma, un error que me costó muy caro, y no puedo vivir tranquilamente en mi casa con su presencia rondándome todo el tiempo, además de que se quiere llevar mi alma al infierno. He intentado resistir pero no se cuanto más podre durar sin caer en sus trampas.  Mi dirección está abajo, por favor ayúdeme lo antes posible


P.D: Esto no es una broma.


Eizam Q.


     Suelto un silbido de admiración.


— ¿Qué piensas?


— que debió de ser realmente idiota si invoco un demonio por un juego. Pero bueno, no parece que sea una broma.


— no, no lo parece.


— está bien, iré.


— entonces prepárate pronto. Esta nota fue escrita hace una semana— ah, bueno si el tipo fue tan listo como para invocar un demonio, una pequeña lección para que no lo vuelva a hacer no le caerá mal.


— espero que aun este a tiempo— Zach suelta una risita.


— estas cosas no son tan complicadas. Me tengo que ir ya, que tengas suerte— apenas sale del comedor, comienzo a saltar por los bancos e incluso sobre la mesa. ¡Estoy de suerte! Este es el mejor día de mi vida. Ahora tengo la oportunidad de demostrar que puedo ser muy bueno en esto sin necesidad de que alguien más me acompañe. Estoy tan emocionado, no puedo esperar para comenzar a hacer todo esto. De hecho… salgo corriendo hacia mi habitación, dejando la mesa con el desastre que hice, ya ni hambre tengo.  Hay tantas cosas que hacer....conseguir un transporte que me lleve a Londres, ordenar lo que voy a necesitar…   


El autobús que conseguí sale hasta las diez de la noche, son las ocho y treinta y ya estoy en la estación, con mis maletas y el boleto.  Londres está al otro extremo de donde estoy actualmente, así que me tomara un par de horas llegar.


Como el hijo de los creadores de esta organización,  estoy mucho mejor preparado que algunos otros, pues desde que tengo memoria he sido entrenado y educado para hacer estas cosas. Aprendí latín, y tengo memorizados los nombres de todos los posibles demonios así como medidas de seguridad extremas que pudiera necesitar, tal como invocar la protección de un ángel. Que hagamos exorcismos no quiere decir que seamos exactamente religiosos, o que tengamos las mismas reglas que ellos. Quizá por eso hay más personas interesadas, a pesar de que no podemos ir haciendo propaganda así no más como cualquier empresa. Se supone que debemos ser discretos en nuestra lucha interminable… o al menos eso dicen mis padres.


— no puede ser— gimo, al notar que Londres esta soleado, viaje toda la noche, repasando cada uno de las letanías para ordenar a los demonios que regresen al infierno, en todos los idiomas que se,  traje mi arsenal de armas más discretas y poderosas y olvide algo tan elemental como revisar el clima. Ah, qué mala suerte, si quiero enfrentar a un demonio por mi cuenta,  no me queda de otra más que esperar a que oscurezca, no quiero que algo como quemaduras de sol me impida hacer mi trabajo.  De pie en la entrada de la estación, no me queda de otra más que esperar, así que regreso a buscar un lugar donde poder esperar.


Aún es muy temprano, así que la espera será muy larga. Para entretenerme saco de nuevo un libro en latín sobre cómo no caer en los engaños de los demonios, y en algún momento termino dormido sobre las cosas, pues me despierta el ruido de la gente llegando. Rayos, mi espalda duele… dormir en el suelo no es una buena idea. Es hora de seguir, ahora si… vamos a mandar a otro demonio al infierno.   Tengo que leer el domicilio para el taxista, pues no sé dónde queda y no quiero perderme.


La casa a la que llego es antigua, pero no tanto como  otras que he visitado. Hay luz proveniente de ella, así solo llegare.  Toco la puerta, y solo pasan unos momentos antes de que escuche como alguien intente abrirla.


— ¿Sí?—  el chico que abre la puerta no parece del tipo que hace estupideces como invocar un demonio por gusto o porque alguien se lo pidió. Sus ojos tras sus lentes parecen un poco asustados cuando me ven. Las gabardinas son la única prenda que logran cubrirme casi por completo para evitar problemas con el sol.  Como veo que no va a decirme  nada más, le muestro la nota que me dieron, pero estoy más interesado en ver el interior. Es obvio que aquí hay un demonio, el ambiente de este lugar se siente pesado, oscuro. Tal y como se siente cuando un demonio ha pasado tiempo en un lugar.


— ¿tú escribiste esto? ¿Fuiste tú?—  no puedo ver mucho adentro, con la puerta casi cerrada y con él interponiéndose.


— eh…


— ¿Qué pasa Eizam?—  otro chico aparece, apoyándose en el más pequeño, su expresión es muy hostil, al igual que su tono— ¿y este quién es?— raro…


— dejaste esta nota hace días en la iglesia, el sacerdote me mando a llamar para solucionar tu problema—  la sensación de que hay un demonio cerca  se hace más fuerte, al parecer he llegado muy a tiempo—¿puedo pasar?


— c—claro ¿eres… sacerdote?


— No, pero trabajamos para la iglesia si nos ocupa— el lugar es agradable, aunque pasado de moda. ¿Dónde está ese demonio?... tengo la sospecha de que aquí está pasando algo raro. Mientras camino por la sala, observo de reojo a los dos— ¿Qué clase de problema tienes?


— en realidad, creo que pude librarme de… eso—  eso ni tú te la crees chico.


— ¿es así?


— lamento que tuvieras que venir… eh…


— Clyne—  no me hace mucha gracia decirle mi nombre, pero bueno. Ahora que estoy dentro, sé que ese otro chico no es un humano. Su presencia oscura es muy notoria,  ni se esfuerza en ocultarlo.


— sí, lo lamento.


—  Si necesitas ayuda no dudes en acudir de nuevo a la iglesia—  tengo que hacerle creer al demonio que me voy, que baje la guardia y entonces atacar. Cuando escucho un leve susurro, lo tomo por una señal, de  uno de los bolsillos saco lo que aparentemente es una canica de cristal, todo lo que tengo esta bendito y esto me sirve para hacer que los demonios tengan su verdadera forma.  Me giro, lanzándosela al demonio.


— ¿Qué…?


— ¡Joder! ¡¿Qué rayos te pasa?!


— ¿pensaste que me habías engañado?  Engendro de Lucifer— Ja, sabía que eras tú. Ahora tengo que hacer mi trabajo.


— chico, no tengo tanta suerte. Si así fuera no está aquí para empezar.


— cállate. Hare que dejes de atormentar a esta pobre alma— puedo sentir como su energía se hace notoria, es casi la hora de la pelea.


— pero si él fue quien me invoco primero.


— ¿en serio vas a exorcizarlo?


— Si, jamás volverá a molestarte, así que retrocede un poco que las cosas se van a poner muy feas.


— espera… ¿Quizá podamos sentarnos a hablarlo?


— ¿ah? Solo hazte a un lado


— ¿Quiin? ¿Qué está pasando?— una nueva voz se escucha, a penas y aparto la mirada del demonio, cuando le veo.


— ah… tú…— el chico que está en el pasillo… ¡oh por dios! Es tan… es tan…


— ¿también es amigo suyo?


— ¡Eres tan lindo!—  si lo es…. Con su cabello oscuro y una piel pálida, unos ojos color miel que no muestran emoción alguna— completamente mi tipo—  es tan lindo, tan lindo. Quiero besarlo, abrazarlo… no puedo creer que alguien como él esté aquí.  Tengo una gran debilidad por este tipo de chicos, son tan lindos.


— ¿Quiin? Esto se está poniendo muy incómodo, ¿podría hacer algo con su amigo?— ¡Tan adorable! Quiero tocarle… ah, su mejilla es tan suave, y también huele bien. Tan perfecto, tan lindo... ¡y está aquí en Inglaterra! Tiene que ser mío, nadie más debe tenerlo.


— Oye…— oh, no me había olvidado de ese demonio, ¿está aquí con él? ¡No voy a  permitir que nada le haga daño!


— No te acerques— debo acabar con él lo más rápido posible para poner a salvo a mi pequeño.


— solo quiero hablar un poco.


— no me interesa lo que un sucio demonio tenga que decirme.


— en realidad, estoy muy limpio… y creo que lo que te diré te interesa mucho… ¿Cuánto tiempo te van a dejar estar aquí? Digo, porque cuando me vaya, tu trabajo va a terminar en esta casa, y te mandaran a otro lado. No es muy diferente a lo que pasa conmigo.   


— ¿y eso qué?— no me interesa como trabajan en el infierno.


— que ya no vas a ver a ese amigo raro de Eizam—  ¿ya no verlo…? Si me voy de aquí ya no le veré... no me dejaran venir tan seguido como me gustaría, y aun tengo que conocer muchas cosas de él, no puedo irme aun, no ahora— veo que nos estamos entendiendo.


— mira, ese chico sin sentido de la moda de allá me permitió quedarme.  El muy listo no pidió nada y no puedo irme hasta que no pida algo, así que me quedare con la condición de comportarme más o menos bien.


— ¿Cómo quieres que crea en la palabra de un demonio?


— ah, bien eso ya depende de ti. Pero yo no pienso volver al infierno pronto ¿así que porque no hacemos una tregua?


— ¿Tregua?— ¿una tregua con un demonio? ¿Acaso será una trampa? En todos lados dice que no debo confiar en demonios, pero… él esta tan cerca, esta calientito entre mis brazos, y queda tan bien ahí… — está bien, pero no te atrevas a ponerle tus sucias manos encima— y con esas palabras comienza la más rara tregua que he hecho.


 


Aún es temprano cuando llego al otro día a la casa de Eizam. El sol está algo fuerte, pero como use un taxi de nuevo, y me estoy alojando en una de las casas aledañas a la iglesia, no estoy muy lejos.


— ¡Hola!


— otra vez tu… Quiin no está en casa— Aww, es tan adorable. Me lanzo a él en un abrazo. Aun abrazándolo camino para entrar y cerrar la puerta.


— pero no vengo con él, venía a verte a ti.


— no te conozco.


— Clyne Bellamy, soy exorcista.


 — Entonces viene por el demonio— dice, no resisto su tono inexpresivo, tengo que…  mis manos pellizcan sus mejillas, ¡tan lindo!— ¿puede dejar de hacer eso?


— llámame Clyne… y no te preocupes por ese demonio, te defenderé. ¿Me dices tu nombre, chico lindo?— no me molestaría seguir llamándole chico lindo hasta cansarme.


 — Neil Hawree. No necesito ayuda, tengo esto— del cuello de su camisa saca una cadena con un crucifijo.


— además de lindo eres inteligente ¿Qué estas estudiando?


— Leyes.


— Pero ven, siéntate— lo llevo de la mano hasta el sofá, donde lo siento a un lado mío. Tengo que abrazarlo, es tan apapachable…— ¿no quieres saber algo de mí?


— no en realidad.    


— yo quiero saber todo de ti, ¡Todo, todo! ¿Cuántos años tienes, cuál es tu color favorito? ¿Escuchas música? ¿Dónde está tu familia? ¿No tienes novia o novio, verdad? Cuéntame todo.


— creo que me estas incomodando. ¿Puedes soltarme? Tu cercanía me causa dolor de estómago.


— ¡Pero eres tan lindo!


— deja de decir esas cosas, no es propio de un chico decir eso. Puedo hacer que me den una orden de restricción.


— ¡Noooo! ¿Cómo puedes ser tan cruel?  Me gustas tanto, que no puedo pensar en alejarme de ti—  reniego, pegándolo más contra mí. Su cabello es tan suave.  


— disculpe, apenas le conozco y creo que es un acosador.


— Apenas nos conocemos  sí, pero podemos conocernos ¿acaso no sabes del amor a primera vista?— desde hace un par de años, tengo veintidós, me di cuenta de que esta clase de chicos son mi punto débil, mi tipo: El cabello oscuro, los ojos color miel o similar. He conocido varios en el trascurso de mis viajes, pero ninguno como Neil. La mayoría me golpeaba a penas les abrazaba o alguien más me alejaba de ellos.   


— no.


— entonces te mostrare.


— así estoy bien, gracias— ah, es tan lindo, no me canso de repetirlo. Lo aprieto contra mí, balanceándolo de un lado a otro— me estoy mareando, detente.


— Está bien— ah... No puedo esperarme. Con mi mano alzo su rostro y le beso. Su boca está un poco abierta, pero no me corresponde, pero ¿a quién le importa? ¡Le estoy besando!


— ¿Qué fue eso?— pregunta, con su tono inexpresivo, sin hacer nada más. Quiero besarle otra vez, y otra. Aun le estoy abrazando, que sea tan tranquilo me gusta mucho y no porque quiera a provecharme de él, no.


— un beso…


— ¿porque…? Acabamos de conocernos.


— ¿no es una excelente forma de conocernos?


— siento un malestar en el estómago, y creo que me duele un  poco el pecho. No vuelvas a hacerlo, me hace sentir mal.


— ¡Cosita linda!— exclamó, besándolo de nuevo— solo estas nervioso.


— ¿nervioso? No lo creo…


— ah, bueno, no te preocupes. Ya verás que pronto se te pasara—  uh, ya es tan tarde… tengo que llamar para decir que todo va bien, o no tan bien y me quedare más tiempo.  Pero no quiero soltarle… ah, no queda de otra— chico lindo, tengo que irme— le digo, parándome y por lo tanto, dejo de abrazarle.


— no me llame así por favor.


— te llamare así hasta que me llames también por mi nombre— si, es una buena idea. Vendré muchos días y al final, espero hacer que él termine saliendo con migo de alguna forma. Ah, por supuesto que no dejare que ese demonio ponga su atención en mi Neil.  


 

Notas finales:

 

¿Un poco acosador? Jajaja se le va de las manos su pequeña obsesion. 

El siguiente capitulo volvemos con Deccal ^^, Gracias por leer!! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).