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La sombra del Amante por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Holitas, aquí os traigo su dosis mensual de dolor jajajjaa,

Quiero aclarar unas cosas, porque hubieron unos comentarios (siempre los leo gracias), no me acuerdo si fue wattpad o amor-yaoi, pero que al parecer no comprendieron muy bien, lo que paso con Sasuke y Naruto, así que las/los/les pondré en contexto.

Sasuke en serio no sabía que Menma y Naruto eran gemelos, hasta mucho después de casarse, tampoco sabía que Naru e Izuna eran hijos de Naruto, hasta el momento en que le llegaron los resultados de ADN, y el mismo día en que supo la verdad, se lo dijo a Naruto. No sé si no me supe explicar, o qué. Pero aquí Sasuke fue una víctima más del juego de Menma, que tiene culpa obvio porque prefirió elegir la seguridad de sus hijos que por el amor de su vida, pero Naruto (al menos de esta historia habría hecho lo mismo). Pero insisto Sasuke no sabía que Menma se hacía pasar por Naruto, ni que los pequeños no eran hijo de Menma sino de Naruto, así que bajen sus antorchas de odio...

Sin más que decir, disfruten el capítulo.

Nos vemos...

 

 


Nara Shikamaru, en toda su vida había visto ver a Naruto llorar desconsoladamente muy pocas veces, entre ellas estaban la muerte de su madre, cuando perdió a los bebés, y luego de recobrar el sentido cuando trato de acabar con su vida y ver que su intento no le quitó la vida e incluso en todas esas veces nunca lo había visto llorar tanto como en esos momentos.


Se encontraba en su hogar planificando un jardín para una familia con niños que deseaban un jardín bello y funcional, el incesante golpeteo en su puerta lo distrajo, se levantó lanzando una maldición por molestarlo en medios de sus menesteres, pero pronto su cara de enojo cambió a uno de extrema preocupación cuando vio a Naruto en la entrada de su departamento con la cara mojada debido a las lagrimas que corrían sin fin, y los gemidos de llanto, su mejor amigo parecía destruido, en cuanto sus ojos azules lo vieron, el rubio se abalanzó a él para abrazarlo.


- Naruto – Lo llamó con voz perturbada – Qué pasó – Pero como respuesta solo recibió más llanto, lo separó un poco de él, para poder ingresar a su hogar y llevarlo al living, Naruto parecía un muñeco llorando sin parar.


Lo dejó durante infinitos minutos llorar, era un llanto desgarrador que venía desde lo más profundo de su ser, Shikamaru sabía que lo mejor que podía hacer era dejarlo llorar, cuando el rubio estuviera listo para hablar lo haría, era solo cuestión de esperar.


- Menma es un monstruo – Dijo por fin, luego de más de una hora de solo estar llorando, el Nara vio como su amigo se limpiaba el rostro con las mangas de su suéter naranjo, al verlo más repuesto se levantó para ir en busca de un vaso de agua y papel tissue – Gracias –


- Te he dicho toda la vida que tu hermano es mala fruta, pero siempre lo has defendido, cómo llegaste a esa conclusión – Comentó a lo dicho antes por su mejor amigo.


- Lo siento por venir a tu casa a molestarte, pero Gaara no era una opción está en casa del novio de papá – Balbuceó.


- ¿Y Sasuke? – Consultó, lo conocía tan bien como para saber cuando trataba de atrasar una conversación.


- Definitivamente no es una opción en estos momentos – Dijo en un tono que Shikamaru le pareció una mezcla de amargura, rabia y sarcasmo.


- Supongo que pelearon, al fin le dijiste la verdad –


- El imbécil ya lo sabía, me siento como cuando en las películas el estafador es estafado – Comentó con ironía – Aunque no estoy tan enojado por eso, sino por todo – Explicó – Es que ni siquiera yo sé que siento, es un revoltijo de emociones, solo sé que si veo a Menma soy capaz de matarlo –


- Naruto, sé que lo que hizo Menma no tiene nombre, y no comprendo la razón del silencio de Sasuke – Comenzó Shikamaru – Pero no crees que ahora al menos puedes ir con la verdad por delante, y si realmente quieres estar con ese hombre, no olvides que la razón detrás de todas tus desgracias es él –


- No fue Sasuke la razón de mis desgracias, por supuesto lo amo, desde siempre, y si él me lo pide seguramente saltaría de un puente… -


- Yo no te dejaría – Le cortó Shikamaru – Jamás te dejaría hacer esa estupidez, si hubiera estado más atento, ni siquiera te hubiera raptado ese maldito de Madara Uchiha, menos dejarte hacer esa farsa, si te apoyé fue solo porque te vi feliz, aunque te lo dije en ese entonces, esa farsa te iba a salir cara e ibas a terminar lloraron, y míranos ahora - 


- Saltaría de un puente, pero seguro tanto tú como Gaara no me dejarían – Naruto terminó su frase rodando los ojos, antes de ir al meollo del asunto – Sasuke es el amor de mi vida, pero la razón de todo fue perder a mis hijos – Como dolía hablar de aquello – Perderlos fue el dolor más grande que jamás en vida había sentido o eso creía hasta hoy –


Al ver que su amigo guardaba silencio, Shikamaru fue de nuevo a la cocina en busca de dos cervezas, al ofrecérsela al rubio este negó con la cabeza, se notaba que estaba mordiendo la parte interior de sus labios, y las lagrimas se almacenaban en sus ojos listas para volver a caer.


- Naruto qué pasa, qué es aquello tan terrible que te hizo – Necesita que su amigo le dijera que era aquello que lo tenía tan mal, y por otra parte no quería saberlo, porque en el fondo sabía que para que su mejor amigo deseara la muerte de su propio hermano y estar llorando tan dolorosamente  era algo inconcebible.


- Hoy descubrí que estoy en gravidez, estaba aterrado – Reveló, para volver a tomar un sorbo de agua – Porque seguramente toda la familia de Sasuke y él mismo, me dirían que el cordón umbilical de este bebé – Se tocó el vientre – Sería el donante perfecto de Naru, entonces yo tendría que salir a decir la verdad, y fue eso mismo por lo que estuve tan nervioso todas estas semanas –


- Estás aterrado de lo que diga la familia de Sasuke –


- No, es algo que tendré que afrontar, lo supe desde el momento en que me hice pasar por Menma, estaba aterrado que tanto Izuna como Naru descubrieran que no era su papito – Soltó un gran suspiro – Pero mi miedo era bastante absurdo, porque – Levantó su mirada del vaso de agua que sostenía y miró a Shikamaru – Ese maldito perro de Menma, me quitó mis hijos – Volvió a gemir y llorar – Mis hijos, mis bebes, mis pequeños que pensé haber perdido, nunca murieron, Menma me robó a mis hijos y los hizo pasar como suyos – Más llanto descontrolado – Qué persona en su sano juicio le hace eso a otra, en qué cabeza cabe la posibilidad de hacer sufrir tanto a su propia sangre, somos gemelos por la mierda – Gritó ya desesperado, tapando su rostro con las palmas y volviendo a llorar.


- … - Shikamaru se quedó en blanco por el impacto de la revelación. Aún conociendo a Menma, mejor que muchos otros, nunca se le cruzó por la cabeza que ese chico sería capaz de cometer tal aberración, tanto odio tenía para con Naruto, para hacerle algo así.


- No sé como sentirme – Naruto volvió hablar luego de unos minutos – Estoy profundamente feliz que realmente sean mis hijos, en serio que sí, pero Menma los torturó, con razón los trató de la manera en lo que hizo, jugó con mi vida, con la de mis pequeños, y no puedo dejar de pensar que Sasuke lo dejó hacerlo –


- El sabía que eras el padre –


- No – Respondió rápidamente – La verdad no, él tuvo dudas con respecto aquello entonces mandó hacer una prueba de ADN; hoy le entregaron  los resultados, y me dijo. Lo entiendo mi parte racional lo entiendo. Menma fue lo bastante inteligente para hacer creerle que estaba conmigo, sabe como imitarme, desde niño, malditos juegos de cambiadita que hacíamos fue mi mayor ruina al final, y una vez que supo la verdad, se contuvo de ir hasta mí por los niños, no podía perderlos, no en manos de Menma, decidió por los niños, yo hubiera hecho lo mismo, además lo sabe hace menos de un año y medio. Pero mi parte más visceral, más emocional, no deja de odiarlo, de maldecirlo, por no ir a mi lado, por dejarme hacer el tonto durante meses, me siento completamente engañado y decepcionado, y a pesar que sé que no debería porque también le estaba mintiendo, no sé qué hacer –


Shikamaru tomó su teléfono y llamó a Hana Inozuka, la hermana mayor de Kiba, un amigo de ambos, y que era médico general, le pidió que fuese a su casa a controlar a Naruto, estaba embarazado y visiblemente sobre pasado con la noticia.


- No hagas nada ahora – Dijo luego de colgar la llamada – Lo que sí, necesito que descanses, que comas algo y duermas, le avisaré a Deidara que estás aquí y que no deje que nadie te moleste, hasta que te sientas bien –


- No – Naruto se levantó – Tengo que ir a ver a Naru, seguramente está preguntando por mí –


- ¡¡No!! – Ordenó Shikamaru tomando a Naruto de las muñecas – Estás demasiado alterado para ir donde los niños, sé lo que pasará, comenzarás a llorar y abrazarlo, los vas a asustar, hazme caso y ve a descasar, te preparé algo para comer –


- Gracias, perdón por estar tan desaparecido – Naruto sonrió débilmente a su amigo, era uno de sus más grandes amigos, Shikamaru lo entendía mejor que nadie, incluso a veces mejor que él mismo, y aunque amaba a Gaara como su mejor amigo había veces que no podía decirle todo, pero sí a Shikamaru.


- Tranquilo, sabes que siempre estoy detrás de tu espalda, te lo dije de niño, jamás te abandonaría –


- Lo sé – Naruto sonrió – Por favor le digas a Temari lo que pasa, en caso de que venga, no quiero que Gaara se entere –


- No quieres que se entere, porque temes que se culpe a sí mismo, por todo esto verdad –


- Ya lo conoces, le gusta hacerse el mártir –


- Sí, es verdad, y aunque me gustaría refutar lo que dices, es verdad que Gaara, se sentirá culpable –


- Ha vivido demasiado tiempo preocupado por mí, ahora recién está saliendo adelante, además Sai es un buen chico, no merece que Gaara se aleje de él –


- Está bien, quédate tranquilo – Lo ayudó a levantarse y lo guío a la habitación de invitados – Duerme te hará bien, te despertaré cuando llegue Hana –


- Gracias-Ttebayo – Dijo por enésima vez.


- No tienes nada que agradecer –


*


Sasuke estaba desesperado y lo que le sigue, Naruto ante el shock, lo había golpeado directo en el rostro lanzándolo al suelo para después haber salido corriendo del departamento, fue tan rápido el rubio que Sasuke al llegar a la salida del edificio ya no estaba, el conserje le había dicho bastante molesto, que Naruto le había robado su bicicleta para salir de ahí, Sasuke pidió disculpa y le dio dinero para compensarlo, diciendo que le iba a recuperar la bici, que por favor no lo denunciara, todo se debía a un pelea.


- Bastante debió haber sido su metedura de patas, para que el chico saliera tan alterado de aquí – Comentó el hombre, un poco menos molesto, al tener el dinero y la seguridad de volver a tener su bicicleta.


- No tiene idea – Comentó antes de volver al departamento que dejo abierto de par en par, llamó al rubio, pero se dio cuenta que había dejado el teléfono y todas sus cosas en el departamento.


Fue a la clínica pensando que lo encontraría ahí, abrazado a sus hijos, pero no fue así, y comenzó a preocuparse más y más, no quería decirle a nadie lo que estaba ocurriendo porque los preocuparía y además tendría que dar detalles, que no quería revelar sobre todo a su familia.


Estaba desesperado, dónde estaría su Naruto, y por primera vez se preguntó, qué conocía y sabía del amor de su vida, ambos con sus mentiras, habían guardado para sí muchas cosas, quería maldecir a Menma, pero la culpa no era solo de él. Lamentablemente él, Sasuke, tenía culpa ahí, no sabía qué iba a pasar con la relación ficticia que estaban llevando.


- Sasuke – Deidara se acercó a él, éste no lo sintió hasta que le habló.


- Naruto está en casa de Shikamaru, pero antes de que te vuelvas loco y vayas a por él, debo decirte que no quiere verte, a nadie en realidad, sé que estás preocupado, pero en estos momentos es mejor dejarle solo, al menos hasta que esté más repuesto –


- No me pidas eso, necesito hablar con él –


- Qué dirás, que lo sientes, tú lo siente, yo lo siento, todos lo hacemos, pero eso no ayudará a mi hermano – Fue categórico el rubio – Nada en estos momentos lo va ayudar, además sería apagar un incendio con bencina, confía en mí, déjalo tranquilo, cuando se sienta bien, te llamara para que hablen, ahora ve con tus hijos y tranquilízate, ya no está en tus manos – Aconsejó


- Solo le daré hoy, mañana lo iré a buscar – Sin esperar respuesta ingresó a la habitación de su hijo.


Vio las hermosas caritas de Izuna y Naru, quienes le sonrieron y comenzaron a hablarle de los dibujos que estaban haciendo.


- Dónde está papi – Consultó Naru.


- Papi está descansando – A Sasuke le costó montones hablar – Está un poco enfermito, así que le dije que se quedara en casa, para que repusiera fuerzas y pudiera mañana a estar contigo – No sabía que iba a hacer si Naruto no aparecía.


Minato observó al Uchiha, algo no andaba bien y sabía que si era así, ese chico no le iba a decir nada de nada, pero antes lo vio hablando muy despacito con Deidara, sabía a quién debía abordar para saber lo que estaba sucediendo. Se excusó con Mikoto y los niños para salir de ahí e ir por su hijo.


- Deidara acompáñame – Pidió tranquilo – Quiero beber un té –


- Claro –


Caminaron en silencio hacia el comedor de la clínica, incluso hicieron el pedido con tranquilidad, una vez con sus té chai y unas galletas fueron a buscar una mesa.


- Me vas a decir qué está pasando, hace días que estás raro, y ahora me parece muy extraño que Naruto no esté aquí –


- … - Deidara no supo qué responder, todo podría ser usado en su contra, y su padre era un as para saber cuándo mentía o ocultaba información, solo pudo suspirar y decir la verdad, así que abrió la boca y le dijo toda la verdad.


Fue el turno de Minato en quedar en silencio, tratando de procesar toda la información, claro que quería donde Sasuke y golpearlo y luego teletransportarse a cualquier lugar en donde estuviera Menma también sacarle los dientes de un puñetazo, todo aquello era su culpa, cómo no se dio cuenta en lo que se había convertido su  hijo, en un sicópata delincuente, que fue capaz de contratar a personas para abusar y torturar a una mujer, llamar al ex violento para que volviese hacer la vida de Sai cuadritos, pero sobre todas las cosas, quitarle a Naruto sus hijos hacerlo pasar por suyos. Qué tan enfermo estaba.


- Dónde está –


- Con Shikamaru, no quiso molestar a Gaara con todo esto – Vio como Minato se levantó de la mesa, sabía que lo haría su papá, no tenía que ser adivino.


- Voy a ver a tu hermano, no debe estar para nada bien –


-Está bien, le avisaré a Shikamaru –


Minato asintió con la cabeza, para luego girarse en sus talones y salir de ahí, sin haber siquiera tocado las galletas de maicena o su té chai.


Deidara se echó sobre el respaldo de la silla mientras llevaba sus manos sobre sus parpados y los refregaba, estaba mentalmente exhausto, no sabía que cómo iba a terminar todo aquello, y lamentablemente su sentido común le decía que no iba hacer de una buena manera.


*


Gaara leyó el mensaje de texto que Shikamaru le había enviado, así que todo había revelado, y había problemas en el paraíso de Uchiha Sasuke, si no fuera porque Naruto estaba sufriendo por todo aquello, diría abiertamente que el Uchiha se merecía estar pasándola mal, por no haber notado el cambio. Tampoco lo podía culpar, sobre todo cuando parte de que aquello pasara fue su culpa, si él hubiera cedido a los caprichos de Menma, quizás nada de todos esos actos atroces hubieran pasado.


Sabía que no era su culpa, Menma era una persona enferma obsesionado con él, lo peor es que Menma cuando se le metía algo en la cabeza era imparable hasta conseguirlo.


- Gaara – Sai lo llamó al verlo tan pensativo con su teléfono móvil en la mano – Pasó algo –


- Sí, de hecho sí – Respondió sonriendo al moreno, fue hacía él y lo besó dulcemente en los labios, ven vamos a tomarnos una foto  - Se hizo una selfie, besando la mejilla de Sai con los ojos hacia la cámara mientras el moreno sonreía tímidamente con las mejillas sonrojadas, el pelirrojo la publicó en su Instagram con pie de página “Nunca he sido más feliz, que ahora” – Sabes Sai, por mucho tiempo, años, estuve locamente enamorado de Naruto, hasta que te conocí, y descubrí lo es amar en verdad y sentirse amado, y por nada del mundo deseo perderte. Debo contarte algo, necesito que mantengas la mente abierta –


- Okey, me lograste asustar – Lo miró atento


- Verás, Naruto y Menma no son la misma persona, la realidad es que son gemelos…


Sai no podía entender la mente siniestra de Menma, para hacerle una cosa así, pero no pudo procesarlo más, porque al ver a su padre llegar a la sala de estar, se levantó para encararlo.


- Cómo pudiste forzar a Naruto a tomar el lugar de Menma, es que estás loco papá, ese chico pasó por mucho, ni siquiera sé cómo debía sentirse el criar los hijos de su psicópata hermano, acostarse otra vez con el hombre de su vida, que no supo distinguir a un gemelo de otro –


- Veo que te enteraste –


- Por supuesto que lo hice, cómo le hiciste eso, Naruto es bueno, ya ha sufrido suficiente –


- Lo sé, lo sé, pero era lo único que podía hacer mientras tanto, Menma dejó una diarrea de problemas, que debían solucionarse –


- No extorsionando y secuestrando, es qué no tienes consciencia –


- Sai, claro que la tengo, por lo mismo lo hice, era hora de subsanar los errores, además Sasuke y Naruto necesitaban re encontrarse –


- Pero de qué mierda me estás hablando, si ellos ni se conocen, solo se han estado mintiendo entre ellos durante todos estos meses… Lo que hiciste fue enredar las cosas a tal punto que ya el ovillo no se puede arreglar –


- Sai –


- Sai, nada – Gritó – No sé dónde está el sentido común de todos ustedes, pero lo que le hicieron a Naruto fue una canallada, y yo pensando que había caído bajo al acostarme con Menma – Se llevo la mano hacia su cabeza y luego las levantó e hizo un signo de ira – Por Dios Santo, cómo se les ocurre hacer esto – Salió hacia su habitación necesitaba estar solo. No entendía por qué se sentía tan dolido, si a él no le habían hecho nada. Además claro de esconderle la verdad, pero no podía dejar de pensar en ese pobre rubio, parecía que todos le escondían cosas.


Madara soltó un tacó que seguramente horrorizaría a Minato, pero ya no daba más con todo aquello, tendría que hablarlo con Fugaku, el globo de helio iba a reventar y se iba a llevar a todos en su paso.


- Sabes lo peor de todo esto – Le dijo de pronto a Gaara – Que puedo perder al amor de mi vida, por una estupidez, cómo iba a predecir que me iba a enamorar como un chiquillo del padre de Menma, y tampoco pensé que iba a tomarle cariño a Naruto –


- Es el efecto que ellos tienen, todos se hacen querer, incluso Menma, si es su deseo, claro está –


- Ya ni siquiera sé si es una buena idea encontrarlo, quizás alguien termine matándolo –


- También lo creo, lo mejor sería que nunca regresará ni saliera del agujero en donde se escondió –


- Pienso lo mismo, iré a ver a Fugaku –


- Cuidaré de Sai – Prometió Gaara.


-  Sé que lo harás – Le sonrió – Gracias por quererlo –


- Sabe que es lo peor de todo esto – Fue su turno de comenzar así la oración – Que si no fuera por todo lo que hizo Menma y usted, jamás hubiera encontrado al amor de mi vida, y eso me convierte en una mala persona por agradecer tener la oportunidad de conocer a Sai –


Madara se fue sin decirle nada, Gaara sintió como Sai lo abrazaba por la espalda, había regresado al salón para continuar la pelea, pero al escuchar las palabras de Gaara, no pudo más.


- También te amo – Susurró avergonzado de sus propios sentimientos.


Gaara lo tomó de los brazos y se giro para quedar frente a frente, le sonrió antes de besarlo con amor, fue un beso delicado  y lleno de sentimientos de parte de ambos, ninguno tuvo ganas de terminarlo, se lanzaron sobre el sofá, Sai sobre Gaara.


Las cosas comenzaron a aumentar de temperatura, las manos de ambos no estaban quietas, recorrían y apretaban partes del cuerpo del otro, haciéndose suspirar y gemir. La ropa comenzó aterrizar en algún lugar de la estancia, respiraciones agitadas se escuchan, manos temblorosas trataban de abrir el botón y cierre del pantalón del otro, pero el maldito cinturón se interponía, estaban deseoso de tocarse en lugares que aún no conocían del otro, explorar, besar y colonizar como suyo.


Sai jamás pensó vivir aquello tan íntimo y hermoso, estar haciendo el amor con la persona amada, y sí Gaara era mala persona, también él, porque a pesar de la furia que tuvo antes, si no hubiera sido por lo que hizo su papá, jamás hubiera conocido a Sabaku No Gaara, y nunca hubiera conocido el verdadero amor.


Lloró de felicidad en los brazos del otro, amaba ver el rostro de Gaara sonriendo, lleno de placer, placer que él, Sai, le estaba brindado al amor de su vida, eso increíblemente lo hacía sentir tan bien y feliz.


Al terminar ambos se abrazaron, dándose caricias suaves, con sus corazones satisfechos, de amar y ser correspondidos, era un sentimiento indescriptible, solo entendidos por aquellos que sentían lo mismo.


*


Minato abrazaba a su hijo con amor, era lo único que podía hacer, estar a su lado y consolar su adolorido corazón. Al menos Hana había dicho que todo estaba bien con Naruto y que el bebé estaba bien, pero que Naruto debía tratar de controlarse o podría tener un aborto espontaneo, le recetó algunos medicamentos que podía tomar en su estado, Shikamaru había ido a comer.


Se había sorprendido al saber que su hijo estaba en gravidez, y lo mataba verlo llorar diciendo que quería calmarse por el pequeño pero que no podía dejar de hacerlo, a pesar de sus esfuerzos.


Lo comprendía, Naruto había sufrido tanto la pérdida de sus hijos, y saber de pronto de que sus bebitos nunca habían perdido la vida, sino que había sido un truculento plan de su malvado hermano, para hacerlo sufrir y claramente una manera de castigarlo y vengarse por haberle arrebatado el amor de Gaara. Si había gente que se trastornaba cuando no recibían el amor que pensaban que debían merecer o ser suyo.


Se sentía frustrado, era la mejor manera de describirlo, porque no pudo evitar el sufrimiento de sus hijos, Naruto  y Deidara habían sido víctimas de las locuras de Menma, fracasado al criarlo, no sabía quién era Menma, se sentía aterrado de ese chico, que a pesar que era idéntico a Naruto, por veintidós años lo tuvo a su lado, no lo conocía, y a pesar del dolor desgarrador de su corazón, tampoco lo consideraba su hijo.


- Papá, voy a denunciar a Menma y a todos los que tuvieron algo que ver con lo qué viví – Naruto se separó un momento de Minato para mirarlo resuelto – Quiero que se sequé en la cárcel y pague todo el daño que me hizo, sé que te será doloroso, pero es lo único que puedo hacer, porque la otra opción es torturarlo hasta matarlo – Fue muy sincero en reconocer que le estaba deseando los peores deseos a su gemelo, si lo tuviese en frente lo mataba, sin siquiera parar a pensarlo.


- Está bien, estaré a tu lado y te apoyaré en lo que quieras hacer, excepto que trates de matarlo, no por él, sino porque no te vas a arruinar la vida a causa de él – Peinó sus cabellos.


- Lo siento papá, lamento que estés en medio de toda esta locura –


- Hey tranquilo, no hay nada que perdonar, tú eres quién más a perdido en todo esto –


Naruto fue acompañado toda la noche por Minato, este último apenas había dormido velando el sueño de su hijo, era lo mínimo que podía hacer por él.


En la mañana se despidieron de Shikamaru, este le dijo a Naruto que siempre podía ir a su lado independientemente de cómo se sintiera, Naruto lo abrazó agradecido de tener a tan buen amigo, juntos fueron primero a la casa de ambos en los suburbios de Tokio.


Yahiko y Deidara estaban juntos, el departamento del rubio estaba a unas cuadras de la casa de su padre, el doncel pasaba más tiempo en esa casa que en su propio departamento. Ambos hermanos mayores estaban nerviosos y preocupados por el menor, querían demasiado a Naruto, quizás era culpa de ambos por protegerlo tanto de Menma, que eso creo un complejo de inferioridad de parte del gemelo malvado.


Se saludaron  y entre los cuatros prepararon el desayuno, una rutina que hacían antes de que todo se volviera patas para arriba cuando Madara se le ocurrió raptar a Naruto. Todos obviaron los hechos atroces sucedidos, y hicieron la rutina de cada mañana, aquello era increíblemente sanador, a pesar de ser un espejismo porque todo había cambiado.


Naruto ya no vivía ahí, Deidara se la pasa más en su departamento ahora que tenía novio, Minato lo mismo estaba casi viviendo en casa de Madara, y Yahiko era el único que estaba viviendo en esa casa, Konan pasaba más tiempo ahí, que los que realmente vivían ahí.


Aún así esa mañana jugaron a ser solo los cuatro.


*


Mikoto miró a Sasuke e Itachi, tratando aún de poder escoger sus palabras, el día anterior había sido terrible. Al llegar a casa se encontró con una escena que jamás imagino, su esposo golpeando a Madara fuera de sí, gritándole de todo. Ella trató de pararlos, tuvo que gritar para hacerse escuchar y cuando al fin, Fugaku se digno a contestar la pregunta que ella a gritos había hecho, reveló la cruel verdad.


Naruto no tenía doble personalidad, era el gemelo de Menma, Madara terminó explicando todo lo sucedido entre Menma y Sasuke, y cómo el Namikaze había engañado a Sasuke y a todos. Como él, Madara había raptado a Naruto, extorsionándolo y forzándolo hacerse pasar por su hermano, como si eso no fuese lo suficientemente horroroso, también reveló que los niños eran de Naruto, exponiendo el terrible crimen perpetrado por Menma.


Lo peor de todo era que Sasuke, su hijo, a quién ella crío para que fuese alguien de bien, decente y sincero, sabía la verdad y se quedó en silencio, eso le dolía mucho más que el hecho que Naruto se hiciera pasar por Menma, porque por amor a la verdad, Naruto era mil veces infinitamente mejor que Menma, además había sido completamente cohesionado por Madara.


Pensó en ese pobre muchacho y en lo mal que debió de haberla pasado, se notaba que le costaba un mundo mentir, con razón sufría tanto y pedía perdón por nada y a la vez por todo. A Naruto sorprendentemente lo podía perdonar y comprender, pero le costaba hacer lo mismo con su hijo.


Sabía, ¡¡Dios!! Lo sabía, que su hijo también era una víctima, que puso la seguridad de sus hijos, por sobre su necesidad de acercarse a Naruto, que se vio igual de forzado que el rubio, a seguir en un matrimonio sin amor. Aún así, cuando supo la verdad debió decirlo, debió ir a buscar a Naruto, explicarle todo. Simplemente debió hacer las cosas diferentes.


No tenía ánimos de regañarlo, su hijo parecía un zombi, y claro Naruto no lo quería ver, ¿Lo podía culpar? Definitivamente y categóricamente no. Ella siempre le decía a sus hijos, cada acción tiene consecuencias, y debían lidiar con ellas.


Itachi por su parte no tenía idea, de por qué se sentía como en un matadero de pollos y en cualquier momento la sierra le iba a cortar el cogote, cuando él no tenía responsabilidad alguna en nada de todas aquellas cosas, solo, quizás solo, el haberse acostado con Menma, cosa que ya ni recordaba desde que se había enamorado de Deidara, su vida había cambiado tanto desde la llegada del rubio explosivo.


Más sentía que debía apoyar a su hermano, sabía que todos se le iban a venir encima como Gatos a una planta gatera, él fácilmente podría hacer lo mismo, razones no le faltaban. Pero era su único hermano, la única persona que no podía juzgarlo y enojarse con él, su trabajo como hermano era apoyarlo aún en sus estupideces, estar al pie del cañón incluso cuando estaba siendo arrastrado por una cincha por el camino de una muerte segura.


Sasuke escuchó todo el regaño que tanto su madre como padre le dieron, su papá estaba menos enfadado que su mamá, incluso le dijo que lo comprendía, cosa que hizo enojar a Mikoto, quien terminó saliendo de ahí, ofuscada por el apoyo que tanto Fugaku como Itachi le estaban brindando.


Luego de ese tormentoso desayuno, fue al hospital, Izuna se había quedado a dormir en la clínica, agradecía que Orochimaru se compadeciera de él y permitiese al menor en la clínica, lo ingreso por una noche aludiendo un severo dolor estomacal, le dijo que lo hacía solo porque intuía que algo terrible les había pasado.


Konan la novia de Yahiko le hizo el favor de quedarse con él ayudándolo a cuidar a los niños, como a las cinco de la mañana, la chica lo hecho de ahí para que fuese unas horas a descansar, asegurándole que cualquier cosa, ella lo iba a llamar.


Sasuke soltó un suspiro y en medio una plegaria Naruto estaba en la clínica, tenía en brazos a Izuna mientras hablaba con Orochimaru, parecía algo serio por la expresión en el rostro de su rubio, sus hermosos azules chocaron con sus ojos negros, el rubio lo miró algunos segundos antes de cortar el contacto y volver a enfocarse en el galeno. Se quedó a una distancia prudente hasta que la conversación cesó y médico de su hijo se fuese con dirección a otra habitación.


- Hola – Dijo un tanto inseguro, se sentía un completo cobarde ante la fría mirada azulina de la persona que amaba.


- Hola – Respondió el saludo, Naruto ingresó a la habitación para dejar a “su” hijo, porque ahora sabía que era suyo junto a su otro hijo Naru quien dormía, exhausto por la quimioterapia, besó ambas cabecitas con mucho amor, aún se le apretaba la garganta, el sentimiento de amor hacia sus hijitos que pensó muertos, lo hacía estremecer, una parte y no sabía qué porcentaje estaba tan agradecido de que estuvieran vivos, un alivio en su alma, era como si le hubieran quitado un dolor que no merecía tener, como si le hubieran apuntado una pierna sana y luego vuelta a conectársela, subsanando el error, por la cicatriz siempre iba a quedar. – Voy hablar con papá afuera, cuida a Naru –


- Si papito – Respondió feliz Izuna. Nunca una frase tan corta le hizo tan feliz a Naruto, al fin se sentía tranquilo, escuchar ese Papito, sin sentirse un mentiroso, era un alivio, y más saber que merecía ser llamado así, al salir de inmediato escuchó con Sasuke balbuceaba.


- Yo…Naruto – Sasuke trataba de hallar las palabras correctas, pero las palabras de Naruto lo dejaron helado, rompiendo algo en su interior, que jamás pensó volvería a pasar.


- Sasuke vamos a terminar – Fueron las terribles palabras de Naruto que oídos de Sasuke se sintieron como truenos.


 

Notas finales:

Paso el aviso para las adictas a lo toxico, mañana actualizo La Señal, amiga, amigo, amige, si usted no lo ha leído debería, pasado mañana se viene una joya de capítulo, más tóxico que el Reactor Nuclear Nº 4 de Chernobyl y la bomba atómica de Hiroshima, Solo les informo, porque OMG!!!


 


Gracias por su apoyo os quiero mucho.


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