Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Maestro Sayan por ToukaLove101

[Reviews - 44]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holos!! Wow, veo que les gusto la idea (Y eso que solo fue el epilogo :v) Pero neh, gracias por todo el apoyo que ha recibido, espero este capitulo tambien lo tenga ;) Sin mas a leer----->

Un día mas, no... Mejor dicho, un día menos para aquel hombre. La mañana se arrimó por la ventana, los rayos del tierno sol empezaban a llenar aquella habitación cubierta por las sombras de muebles y objetos. En la cama matrimonial de sabanas rojas y acolchonada con las mejores plumas del mundo, tejido con diseños hechos a mano de color negro, envuelto en las mismas, estaba el cuerpo de  Vegeta. Acurrucado abrazando una de las almohadas, de lo más cómodo posible. El sonido insistente de la alarma termino por despertarlo de su dulce sueño, con algo de molestia retiro las sabanas de encima de él y con su dedo incide, golpeo el botón de “detener” de dicha alarma. Se incorporó en la suave cómoda, sobándose un ojo mientras se estriaba y esbozaba un largo bostezo.

Volteo a ver la hora, 7:40 am, un poco tarde, a decir verdad, dentro e un par de horas abriría el local para empezar a trabajar en un nuevo modelo que venía planeando de hace tiempos, Se sentó al borde de la cama, con sus ojos todavía algo adormilados, quedo por minutos ido en su zapatilla de color azul, pensando en absolutamente nada. Su cuerpo se tambaleaba por el sueño, queriendo regresar a la cama. Pero no podía, no en estas condiciones.

Finalmente reunió fuerzas de voluntad para levantarse y dirigirse  a su ducha, con unas toallas en mano, abrió la puerta del baño, cerrándola con seguro. Dejo las toalla encima del inodoro y empezó a desvestirse con lentitud aquella camisa blanca holgada y sus boxers, dejando ver su pequeño pero muy bien trabajado cuerpo. Entro a la ducha, jugando con los grifos hasta llegar a una perfecta temperatura fría, pero tampoco glacial. Enjabono yodo su cuerpo para después su pelo con suavidad, para no perder su forma ni suavidad. Salió al cabo de unos 10-20 minutos, goteando el agua que escurría por sus abdominales, piernas y brazos. Tomo la toalla para inclinarse hacia adelante y secar su pelo de manera alocada, después su cuerpo, dejando la toalla amarrada a su cintura. Se volteo  a ver al espejo, revisando si su barba había crecido, los ojos, nariz, tomo el peine y empezó a cepillar su cabellera, desenredando unos nudos y colocándolo en punta, como siempre.

Salió de la habitación, con un nuevo aroma a limpio, se colocó una camisa negra de centro, unos jeans de mezclilla y una camiseta cuadriculada negro y rojo, unas botas cafés hasta poco más arriba del tobillo. Se miró nuevamente al espejo, de pies a cabeza.

-Un día menos. –Dijo en un suspiro, abatido por su situación lamentable.

Salió de su cuarto para llegar al pasillo de madera, camino por este, los cuadros enmarcados por las paredes daba un toque acogedor y el tapiz blanco y verde, a natural. Algo agradable a la vista. Termino el pasillo, donde las escaleras tomaban parte de su camino, bajo las escaleras hasta llegar a su despacho, una zona llena de telas, bases de esqueletos, desde lo más grande hasta los pequeños muñecos que lanzaba al mundo. Prefirió hacerse un café, algo rápido, ya que tenía una entrega a las ocho y media de la mañana algo urgente de una señora. Llego a la cocina, pasando por un arco de madera que separaba el despacho de su cocina, por cierto, era un desastre.

-Ah... tendré que llamar a asistencia sanitaria, otra vez. –Suspiro con pesadez tomando una taza y sirviéndose de su café helado.

Lo puso a calentar al microondas mientras trataba de lavar unos platos para hacer más espacio, tomo uno de los platos lavados y colocó unas galletas de Macadamia y chocolate, retiro el café del microondas y camino a su despacho nuevamente, tomo una  galleta en su boca, mientras sacaba una yarda de la tela en un estante giratorio, la corte simétricamente en cuadro, el modelo que trabajo era un de base de hierra, le faltaba el relleno o mecanismo y tapar el agujero.

-Muy bien, veamos, es un prototipo A113. No se recalienta por el sistema de refrigeración, recibe órdenes de su dueño y... solo es eso. –Volteo a ver al hombre que estaba sentado en la silla, con sus ojos cerrados, muerto, dirán algunos. Una tez pálida, cabello largo negro con puntas verdes, sus ojos del mismo color verdoso, la ropa era lo de menos, llevaba un encargo especial, un traje de mayordomo con una rosa la pecho, zapatos de charol cafés un guantes. Vegeta lo miro por unos segundos, revisando una y otra vez el modelo, ninguna falla, por lo que reviso, mordió la galleta de su boca, dejando el esto en el plato, regreso al modelo a la parte de atrás, tomo las piezas faltantes de una mesa a la par de la silla giratoria donde se centraban ambos, encajo la piezas a la perfección, cuidando el ducto de ventilación y programando al muñeco.

La campanilla sonó de la puerta, captando la atención de Vegeta. Era la mujer del encargo, alguien atractiva de buen cuerpo, el pelo azul y ojos del mismo color, algo esponjado con un moño como adorno de una rosa negra, un vestido largo de color azul, corto de delante y un collar de atrapa sueños.

-Buenos días Vegeta. –Dijo muy alegremente la mujer, cerrando la puerta detrás de ella, captando la atención de este.

-Buenos días Launch. Lo siento se me hizo tarde, ¿podrías quedarte un poco? Solo serán unos minutos, necesito programar a este muñeco para que funcione adecuadamente. –Explico Vegeta enderezando su espalda con orgullo.

-Está bien Vegeta. –Le respondió dulcemente la mujer, sentándose en la sal de espera, tomando una revista de farándula titulada “La esfera de Dragón”, muy popular en el mundo humano.

Vegeta término de colocar las piezas dentro del muñeco, termino de coser la tela blanca del muñeco, tratando de no hacer muchas puntadas, o quedaría cicatriz.

-Listo, ahora a darle algo de vida. –Termino Vegeta, retirando el sudor de su frente. Camino hasta unas gavetas de metal, abrió la última de todas, donde estaba una pequeña caja de madera algo gastada y vieja, la tomo y abrió con delicadeza, las vigas estaban oxidadas, creando un chirrido al abrir, un brillo morado salió de la caja, iluminando el rostro de Vegeta, un polco fino como la arena, de color morado brillante resplandecía  con intensidad, tomo un poco en su manos y cerro la caja y la gaveta. Camino con el polvo en mano y esparció por el cuerpo del muñeco, las costuras se volvieron invisibles, y la tela en piel, tomo forma humano, la estructura de sus dedos y extremidades tomo más una mejor forma, mejor detallado.

El muñeco empezó a despertar, enderezándose mejor en la silla, abrió sus ojos lentamente y tomo su primera bocanada de aire, inflando su pecho con fuerza, observo a todos lados, hasta cruzarse con la mirada seria de Vegeta.

-Maestro... –Susurro el muñeco al ver a Vegeta.

-¡Wow! Eres increíble Vegeta. –Dijo Launch alegremente caminando a su nuevo compañero. –Te estoy eternamente agradecida.

-No hay de qué. –Bufo en poco Vegeta dándole el recibo a Launch. Seria 5.000 yenes, ¿verdad? –Pregunto sin mucho pudor el Maestro.

-Si claro. –Dijo Launch dándole dicho dinero en cantidad billete.

-Recuerda, estos muñecos aprenden según lo que tú les enseñas, las primeras semana asegúrate de enseñarlo cosas básicas, modales, ir al baño, rigiendo hasta expandir sus idiomas, luego enséñale cosas más complejas, este modelo fue hecho con ese propósito. Aprender. –Añadió Vegeta dándole unas palmadas a la fuerte espalada del muñeco.

-Está bien –Dijo sin más Launch, tomando la mano del muñeco, haciendo que se parara. –Gracias nuevamente. –Añadió sin más para salir de la tienda.

Vegeta e había quedado en silencio por momentos, tomo una galleta terminándola casi de inmediato, tomo un sorbo de café y se dispuso a relajarse mirando un buen programa de anime en su computador.

Las horas pasaron, Vegeta término su desayuno con rapidez, inclinándose un poco en su silla mirando su anime preferido, mientras reía a carcajadas y mantenía sin saber, una sonrisa. La campanilla sonó nuevamente, haciendo que la pequeña sonrisa de Vegeta se transformara nuevamente en seriedad, tensando sus músculos. Un muchacho de pelo lila estaba parado ahora en sus sala de espera, llevaba unos pantalones negros y una camisa sin mangas, unos guantes de herrería y un casco en la cabeza. Su pieles ataba algo sucia por los aceites y quemadas que el recibía, tenía una espada en su cadera amarrada con una cinta de cuero (ya que es herrero, usa armas de este calibre)

-Vaya Vegeta, ya me contaron jeje, no creí que harías lago así. –Dijo el pelilla apoyando su mano en su cadera.

-¿De qué hablas Trunks? Yo no he hecho nada. –Declaro Vegeta acomodadnos mejor en la silla.

-¿A no? Dime, ¿Qué paso con Bulma? –Pregunto con curiosidad entrando sin mas a la sala de trabajo de Vegeta, pasando por la barra de madera que separaba ambos lugares (como la de los bares que una parte se abre)

-¿Qué? Esa mujer... solo problemas traía, es más, no me guastaba tener su compañía cerca. –Dijo con orgullo con una sonrisa en su rostro.

-¿Enserio Vegeta? Vaya, los rumores de hoy en da si son muy ciertos. –Hizo una pequeña pausa, observo el lugar a su alrededor, lo muñecos a medio hacer y algunos solo la base, algo escalofriante para cualquiera. –Vegeta.... Tú y yo sabemos que un mes, es lo único que te separa de esta realidad. –Dijo el peli con preocupación en su tono de voz.

-Lo sé... –Afirmo Vegeta apretando sus puños, se levantó de la illa para avanzar detrás de su silla, había un ventanal debajo de las escaleras, que daba vista a las afueras, la casa de él estaba localizada en una pequeña montaña, dejando ver el mar, una dimensión que, con mucha suerte, dicen que si lo cruzas te unirás con el mar del otro mundo. Vegeta apoyo su brazo en la ventana para apoyar su cabeza en este, guardo una mano en su bolsillo y miro por instantes como las olas acariciaba las orillas del mar. -Pero, no encuentro al adecuado, probé con muchos hombres y mujeres, pero nada. Y... por momento creí que Bulma si lo seria, pero no dio a más de... ¿Cuánto? ¿Dos meses?

-Tienes razón. –Supero el pelilla, miro nuevamente la habitación, ¿Cómo alguien tan jodidamente prefecto como Vegeta, podría seguir solo? ¿Acaso el azabache buscaba demasiado? El hecho de que este fuera perfeccionista no era para tanto ¿verdad? Volteo a ver las bases de los muñecos. Modelos desde la madera más refinada hasta el titanio, el cual tenía más funcionalidades que le resto. De repente, le vino una idea a la mente, algo que, por lo menos, en su cabeza tenía un buen sentido y parecía algo bueno.

-¡Ya se! –Grito de la nada el pelilla, con su cara llena de alegría. El comportamiento tan repentino de Trunks creo que Vegeta arqueara una ceja. -¿Qué tal si no lo buscas? Más bien. ¿Qué tal si lo creas?

-¿¡Cr-crearlo?! –Grito sumamente sorprendido Vegeta, separándose de la ventana

CONTINUARA...

Notas finales:

Espero les haya gustado!! Ya saben, cualquier duda, comentario, sugerencia, saludo en Reviews :3 ya saben que me ayudan muchisimo!! Me despido por hoy, los veo mañana con mas :)

Cuidense!

-Patatas-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).