CAPITULO 2
Después de aquel momento tan amargo, junto con Hansol (verdadero nombre de Vernon, pero él sigue insistiendo en que lo llamemos Vernon, porque según él, tiene más estilo) volvimos a nuestra base.
Una vez ahí, fui a firmar como completada mi orden de recolección. Después de eso vendría la parte cruel.
- ¿Sabes a qué hora estarán listas las almas a tratar? – Le pregunte a Hansol, mientras le pasaba los papeles firmados a Clare, la recepcionista.
- No estoy seguro, ahora apenas están siendo llevadas a la sala de extracción ¿no es así Clare? – me respondió tranquilamente mientras llevaba su mirada a Clare.
- Si, Joshua, Vernon tiene razón, recuerda que deben de sacar las almas para que así se materialicen y puedan ser llevadas con sus consejeros, ósea ustedes, y de ahí ser escoltados a la corte, y después de eso deben acompañarlos a su ''ultima despedida'' - Nos respondió Clare, haciendo alusión al funeral.
No.
Definitivamente no estaba listo para esto
- ¡Joshua!, Maldita sea, te juro que esta es la ultima vez que te voy a pedir esto... ¿Podrías dejar de actuar como una nenita e ir a cumplir con tu maldito trabajo?, Por favor, esos dos señores están en ese cuarto al borde de un ataque de pánico porque no saben qué rayos está pasando con ellos. - Prácticamente me grito Jihoon, El encargado del área en la cual estaba yo.
No lo culpo, el no sabe lo nervioso que me pone todo esto.
Resulta, que justo ahora, justo en este bendito momento, se le ocurrió a Seungcheol, el jefe de todo el departamento de dioses de la muerte, llamar a Hansol para encargarle la capacitación de el recién llegado, no recuerdo su nombre con exactitud, pero bueno, eso no importa, el problema es que ahora me dejaron a mi solo, con los dos casos, tendría que hablar con el matrimonio que yo mismo me encargue de traer aquí, y además de eso, también tenía que hablar con mi padre... explicarle todo, que sucedió con él, que va a suceder con él, todo eso, yo... yo solo, y no me siento para nada preparado para esto...
- Bien, estoy harto, te doy hasta tres para que te muevas de ahí, o te juro que esta vez enserio te va a pesar Hong JiSoo – Me dijo Jihoon con una mirada que dios mío... si pudiera morir dos veces creo que el con sus maltratos ya me hubiera matado más veces de las que puedo contar.
- Jihoon, cuando se trata de ti, haga lo que haga, siempre, siempre me va a pesar – Le conteste con una sonrisa, JiHoon tenía razón, tenía un deber que cumplir.
Me moví rápidamente de mi lugar antes de que se le ocurriera seguir reprochándome esa hora y media que me había tardado en moverme e ir a cumplir con mi trabajo.
Me dirigí a ese largo pasillo color marrón con blanco que ya había recorrido cientos de veces, pero esta vez en especial se sentía tan pesado cada paso que daba... las demás veces no me hubiese importado mucho apurar el paso y llegar lo más rápidamente posible a aquellas frías habitaciones para acabar lo más rápido posible con mis deberes y así poder irme a descansar.
Pero esta vez era diferente... no quería afrontar mi realidad. Intente atrasarlo lo más posible, ya sea distrayéndome con cosas que veía a mi alrededor, o esta vez admirando detalladamente lo bonitos que lucían esos nuevos candelabros que Seungcheol había mandado poner, o en admirar lo bonita que era la alfombra... pero como era de esperar, por más que intente atrasarlo, llego lo inevitable.
Y así fue como acabe frente a la puerta numero 4197 hecho un manojo de nervios, pero no podía dejar que aquel matrimonio notara lo nervioso que estaba, no por ellos, si no por lo que venía después de ellos.
Respire profundamente y tome la perilla de la puerta, girándola al instante.
Enserio necesitaba aprovechar este repentino ataque de valor.
- ¿Quién eres tú y que hacemos aquí jovencito? - Pregunto el señor Daniel lo más tranquilo posible en cuanto abrí la puerta de aquel lugar... pero desde lejos se notaba el nerviosismo en sus palabras y el miedo que tenia.
Me quede observándolos unos momentos. Esta vez me resultaba difícil hablar con ellos... tal vez es porque al ver el rostro de la señora JiHan recordé inmediatamente a su hijo y en su expresión de desconsuelo, justo como la que tenia ella ahora...
- Necesito hablar con ustedes... pero antes de eso necesito que ambos tomen asiento y me escuchen con atención, que lo que les diré no es ni será fácil de asimilar en los próximos días... como lo que les sucedió a ustedes fue muy repentino por lo cual será más difícil de asimilar, ya que no se dieron cuenta en qué momento paso ni como sucedió, pero no se preocupen, todos aquí pasamos por eso y créanme que ellos no se equivocaran en el área en el que los enviaran - Comencé mi platica con las mismas líneas que utilizaba siempre, mire, como de costumbre, una mueca de desconcierto en sus rostros, obviamente no estaban ni un pelo de consientes de lo que venía.
- Disculpe, ¿Podría decirnos su nombre y dónde estamos?, usted no luce mayor, ¿sus padres saben que está haciendo esto? - Esta vez hablo la señora JiHan, mirando fijamente hacia a mí con una dura expresión, pero esta no concordaba con sus ojos llenos de lágrimas.
Al mencionar a mis padres recordé lo que venía después de salir por aquella puerta color blanco y todo mi profesionalismo y mi calma se fue por la borda.
Al parecer ellos notaron mi nerviosismo y al parecer estaban a punto de decirme algo, pero fui más rápido y decidí responder de una forma un tanto cómica a mi miseria.
- Pues, mi madre ahora no es capaz ni siquiera de razonar que hora debe ser allá y mi padre... bueno, el se dará cuenta justo después de hablar con ustedes... - Dije mirando en dirección a JiHan, con mi semblante lo más serio posible.
- El punto de todo esto es que acaba de pasar un evento muy importante para ustedes, lo que sucede es que ustedes ya no están en la dimensión en la que solían estar... ustedes han trascendido, para hacerlo más claro de entender para ustedes, hace aproximadamente dos horas tuvieron un fatídico accidente en su automóvil, el cual los trajo aquí... Señora Yoon, Señor Blair, Ustedes están muertos, Mi nombre es Joshua, y soy su guía asignado para pasar este amargo trago... estoy aquí para aclarar cualquier duda y para acompañarlos a los últimos 3 lugares donde quieran ir antes de que los lleve a la corte de arcángeles, donde su vida será juzgada y en base a eso serán asignados a su nuevo hogar, o mejor dicho su área. - Dije suavizando mi expresión preparándome para escuchar el llanto de las dos personas frente a mí.
- ¿Esto es una mentira cierto?, no puede ser cierto... no hoy... no puede ser, nuestro bebe, nuestro Hannie estará desconsolado... en su cumpleaños, no puede ser - Sollozo la señora Yoon antes de romper en llanto, mientras era consolada por su esposo, el cual la abrazo dejando salir unas cuantas lagrimas silenciosas.
- Hijo, si nos disculpas nos gustaría que nos dieras un tiempo a solas... necesitamos asimilar todo lo que nos dijiste... y también necesitamos pensar en esos tres lugares que dices... ¿Podrías regresar en un rato por favor? - Dijo con voz tranquila el señor Blair.
- Claro - Conteste viendo hacia el matrimonio.
Me di la vuelta decidido a regresar con la secretaria para que expidiera mi orden de salida, pero a la mitad del pasillo recordé que era lo que hace unos minutos me tenia temblando como flan y la razón por la cual desafié a JiHoon manteniéndome de pie por una hora en medio de la recepción.
Tenía que ver a mi padre y explicarle todo...
Tenía que afrontar el precio de lo que mi egoísmo causo...
Tenía que estar frente a frente con la sombra de lo que solía ser un buen hombre y un buen padre de familia, que por culpa de la estupidez de su hijo acabo convertido en un ebrio desempleado...
Si, tenía que cosechar lo que había sembrado.
Pero no tenía otra opción, y no había escapatoria a esto. Me di la vuelta, decidido a dejar de huir de lo que yo mismo había causado, decidido a dejar de ser un cobarde.
Decidido a dejar de solo pensar en mí mismo.
Quede frente a frente con la puerta color blanco, en la cual, escrito con dorado, estaban los números 1750, puerta en la cual, según la hoja que me había dado Clare, estaba el hombre que me dio la vida.
Abrí la puerta.
La imagen que vi no estoy segura si fue shockeante o emotiva...
Una vez más estaba viendo a mi padre.
Mis ojos se llenaron de lagrimas, el parecía totalmente sorprendido de estarme viendo.
Abrí mi boca para soltar las mismas palabras que le había dicho a el matrimonio de hace rato.
Pero todas las palabras quedaron atoradas en mi garganta cuando sentí como mi padre rápidamente se ponía de pie y avanzaba hacia mí, al mismo tiempo en el que abría sus brazos.
En el momento en el que se quedo parado enfrente de mí, los cerró a mí alrededor.
Mi padre me estaba abrazando después de dos años.
A pesar de todos mis errores.
A pesar de que por mi culpa había arruinado su vida.
- JiSoo, no tienes idea de cuánto te extrañaba... ¿Sabes?, El sueño de ayer duro muy poco, esta vez espero que el alcohol me logre dormir un poco más de tiempo, realmente quiero estar más tiempo contigo. Mañana pienso ir a visitar a tu madre, ¿Sabes?, ella me pregunto por ti la semana pasada, ya sabes, está muy frágil, tuve que mentirle, le dije que tenias muchos deberes de la escuela y te tuviste que quedar para completarlos... se lo repetí tantas veces que hasta yo mismo me lo creí por un momento... sentí que cuando llegara y abriera la puerta ahí estarías tu, sentado en la mesa con todos tus cuadernos y bolígrafos, con tu típico gesto de frustración... por un momento creí que todo estaría igual que antes, con tu madre preparando chocolate caliente para nosotros mientras nos acurrucábamos en el sillón de la sala para ver el maratón de películas de los sábados, dime ¿te acuerdas de eso JiSoo?.
Te extrañamos tanto... dime ¿Por qué te fuiste? - Dijo mientras me veía a los ojos.
No podía mencionar ni media palabra, esto era demasiado para mí.
- Tu... JiSoo, luces diferente a ayer, luces más grande... creo que mi cerebro se está adaptando al tu de ahora... han pasado dos años, deberías tener diecisiete - Reflexiono mientras examinaba mi rostro.
- Papa... yo... lo siento - Fue todo lo que pude formular por que antes de continuar mi papa puso una mueca de asombro.
- ¡Valla!, Creo que hoy es realmente especial... Jamás en estos dos años me habías hablado en sueños. - Dijo con la voz más alegre del mundo.
- Es porque esto no es un sueño. Papa... perdóname, todo esto paso por mi culpa... tuviste un accidente de auto papa, estás muerto... yo estoy aquí porque a mi compañero lo necesitaron en otro lugar, estoy aquí para explicarte todo lo que paso, estoy aquí porque seré tu guía en este proceso - Le dije mientras lo veía a los ojos, sin poder descifrar su expresión.
- Necesitas explicarme muchas cosas... no entiendo anda JiSoo ¿ Que me estás diciendo? - me dijo totalmente confundido.
Esto realmente me iba a tomar tiempo.