-Ahhh… un beso – dijo Ichigo tranquilamente, pensó que le pediría algo más peligroso o alguna de sus perversiones, pero solo le pedía un beso… - ¡¿UN BESO?!
Fue entonces que cayó en la cuenta de lo que le pedía. Es verdad que se había acostumbrado a sus abrazos y que estos le gustaban, pero un beso ya era demasiado aunque hayan dormido “accidentalmente” juntos… y desnudos.
-Vamos, Ichigo – dijo Aizen sujetándolo por la cintura y tomando el mentón del peli naranja – solo es un beso lo que pido, al fin y al cabo ya hasta hemos dormido juntos.
El sonrojo de Ichigo no tenía límites y se puso aún más rojo, si es que podía, al ver la cara de incredulidad que les dirigía Ulquiorra. El pelinegro siempre pensó que el shinigami era una persona tranquila en lo que respectaba a ese tema, pero al parecer juzgó mal al shinigami si ya se había acostado con su antiguo señor. De tan solo imaginarse lo que pudieron hacer esos dos se le puso la piel de gallina y su pálido rostro tomó un color igual al del peli naranja.
- U-Ulquiorra… - comenzó Ichigo – no es lo que piensas, es… es… es que estaba borracho por lo de la fiesta y… y… pues…
- ¿Entonces estabas borracho cuando lo hicieron? – preguntó aún más sorprendido de que Ichigo confirmara sus pensamientos.
- ¿Hacer qué? – Preguntó confundido – Él solo me dio un baño y no me puso pijama, así que así amanecimos.
- En-entonces no… ¿no hicieron “eso”?
- “¿Eso?”… ¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO?
- B-bueno es que…
- Déjalo en paz Ichigo – interrumpió Aizen – Ahora estás muy corto de tiempo así que ¿qué es lo que decides?
- E-está bien - El shinigami sustituto no tenía tiempo para pensar en todo, además no creía que un beso de Aizen fuera tal malo.
Ichigo cerró los ojos y apretó sus puños esperando que los labios del otro se encontraran con los suyos y de alguna manera estaba ansioso de que ese momento llegara pronto ¿qué le había hecho el castaño para tenerlo así? Ah claro, todo era parte de su plan y él no era más que una ficha en su juego de ajedrez… aunque se comenzó a preguntar qué clase de ficha era ¿un peón o alguna pieza de mayor importancia?
Esperando ansiosamente el contacto de los labios del otro sintió como el castaño lo liberaba de su agarre y se alejaba de él. El peli naranja lo miro confuso a lo que el castaño le dio una de sus encantadoras sonrisas.
-Yo decidiré cuando te daré el beso mi pequeño – dijo acariciando la sonrojado mejilla del más bajo - ¿o me deseas tanto que quieres que lo haga ahora?
- N-no, yo ya me voy, adiós.
Sin más el peli naranja salió disparado de la Academia, ¿por qué había aceptado besarse con Aizen? Pudo haberle inventado cualquier excusa pero no lo hizo, tener al castaño cerca de él apagaba todos sus sentidos, además ¿por qué quería que le besara? Estaba muy confundido, seguramente el viejo Zangetsu lo podría ayudar porque si le pedía ayuda a Shirosaki seguramente le diría algo como: “¿Acaso eres idiota Rey? Folla y si te gusta quédate con él”. Sí, mejor era preguntarle al viejo.
Al llegar a casa entró al cuarto de Aizen y tomó a sus dos Zangetsu, vio el reloj que reposaba junto a la cómoda y decidió que aún tenía tiempo, así que lo aprovecharía y hablaría con Zangetsu. Se concentró para utilizar el método Jinzen y entró en su mundo interno pero se encontró con una sorpresa, los edificios estaban dañados como si hubiera pasado un terremoto por ahí ¿eso fue causado debido a su confusión por Aizen? Seguramente Zangetsu y Shiro lo iban a hacer pedazos en cuanto lo vieran ahí.
- ¡ICHIGO! – gritó una voz juvenil, pero no era la sarcástica de Shiro, ¿entonces quién? – Ichigo ayúdame.
- ¡¿Tensa?! – Ichigo se preguntaba por qué Zangetsu se encontraba en su forma bankai, sabía que él podía hacerlo si quería pero siempre prefería la forma de viejo Zangetsu - ¿Por qué estás así?
- Es culpa de Shirosaki.
- Tensa ¿dónde estás? – Se oyó a Shiro – Vamos solo quiero jugar un poco, ya me hiciste destruir casi todos los edificios para vencerte y ahora que lo hice merezco mi premio.
- Eso fue porque hiciste trampa maldito – dijo Tensa posicionándose tras Ichigo.
Al oír su voz Shirosaki pudo identificar donde se encontraba Tensa y fue corriendo para encontrar a quien estaba buscando, y lo encontró escondido tras nada más ni nada menos que de Ichigo.
- Hey Rey – saludó el peliblanco - ¿Qué tal todo?
- ¿Pueden explicarme qué carajos está pasando?
- Bueno verás Rey – comenzó Shiro – Es que Zangetsu se ve adorable en su forma Tensa y pues me gusta mucho.
- ¿Y cómo dejaste que eso pasara? – preguntó dirigiéndose a Tensa.
- Es que Shirosaki me engañó – rebatió molesto – Me dijo que quería practicar pero que no quería atacar a un viejo, así que pasé a mi forma Tensa pero entonces se abalanzó sobre mí y me d-dio un…un… - Tensa dejó de hablar y sus mejillas se tornaron rojas, ese se estaba volviendo el día de los sonrojos.
- Te dio un ¿qué?
- Le di un beso – dijo el ojiambar sonriendo orgullosamente – Y créeme que fue muy placentero – dijo relamiéndose los labios causando que Tensa que sonrojara más – Lo hice porque de esa forma pude sellar la transformación de Tensa, así que no podrá volver a ser el viejo Zangetsu.
Rápidamente Shiro se colocó tras Tensa y lo atrapó en un fuerte abrazo, cosa que le pareció a cierto peli naranja muy familiar. Tensa intentaba escapar del agarre de Shirosaki pero el otro no tenía intenciones de dejar escapar al pequeño. Tensa le lanzaba cientos de golpes y maldiciones al ojiambar ante las cuales el peli plata solo sonreía como si fueran los mejores cumplidos que le pudieran dar en todo el mundo. Cansado por su actitud infantil y sabiendo que no tenía mucho tiempo le dio una patada en la cabeza a Shirosaki para que soltara al pelinegro, Shiro voló unos cuantos metros y se golpeó fuertemente contra un edificio, ya muy dañado por su intento de atrapar a Tensa, causando que este se derrumbara.
- ¡Rey! – Gritó Shiro furioso - ¿Pero qué demonios te pasa? ¿Yo solo quiero demostrarle a Tensa cuanto lo quiero y tú solo vienes a estropearlo todo, ¿no será que… ¡TE GUSTA TENSA!? – dijo señalando acusadoramente a Ichigo – No se vale yo lo vi primero.
- No seas idiota – Tensa le dio un colleja al peli plata – Ya sabes que a Ichigo le gusta ese castaño Aizen Sousuke.
- Es verdad, entonces te tengo todo para mí – dijo Shiro abrazando nuevamente sobre Tensa restregándose como un gato.
Ichigo se estaba volviendo loco con la actitud de esos dos, el viejo Zangetsu... bueno Tensa comportándose como un adolescente y Shiro era cariñoso con él, pero lo que lo dejó fuera de lugar fue que esos dos dijeran que le gustaba Aizen, eso no podía ser posible, el castaño se comportaba como un idiota, que quería tenerlo siempre junto a él, que nadie más se le acercara a Ichigo, se comportaba como… Shirosaki con Tensa pero de un modo mucho más sutil.
Entonces… ¿eso significa que Ichigo también le gustaba a Aizen? Eso no era posible, el castaño ya le había dejado bien claro que solo era un sujeto de investigación al cual sería muy interesante ver su evolución, al fin y al cabo para el castaño él no significaba nada.
-Oye Rey – llamó el peli plata - ¿para qué viniste?
- Es-esto quisiera hablar con ustedes sobre… sobre…
- Sobre tus sentimientos hacia Aizen Sousuke ¿verdad? – dijo imperturbable Tensa – Como somos parte de tu alma sabemos que él te gusta pero no quieres aceptar tus sentimientos Ichigo.
- Pero… ¿cómo saben que él me gusta si yo creo que es un completo idiota?
- Veras Rey – dijo Shiro como si el peli naranja fuera un tonto por no darse cuenta de lo que siente – Somos parte de tu estúpida alma y por la misma razón compartimos esas estupideces como pensamientos y sentimientos, así que afecta nuestras personalidades como ya te habrás dado cuenta.
- Además – continuó Tensa – como cada uno de nosotros representa una parte diferente de tu alma tenemos actitudes contrarias. Shirosaki representa la parte de ti que adora a Aizen Sousuke y por eso se abalanza sobre mí cada que puede – dijo mientras Shiro lo volvía a abrazar – Mientras que yo represento la parte de ti que “odia”, como tu dijiste, a Aizen Sousuke.
- Pero ese “odio” es entre comillas – dijo serio el ojiambar - porque en realidad es la parte de ti que quiere auto convérsese de que no quiere a ese loco y que lo odia… - entonces Shirosaki abrió los ojos con sorpresa y apresó a Tensa aún más entre sus brazos – Así que tú en realidad me quieres pero no quieres aceptarlo, que lindo Tensa – dijo causando un sonrojo en el pelinegro – Entonces si Rey admite que le gusta ese tonto, tú también admitirás que me quieres ¿no? – Regresó a ver a Ichigo de forma amenazante que causó escalofríos en el peli naranja – Más te vale aceptar que Aizen te gusta, de esa forma Tensa y yo podremos estar juntos para siempre.
- Pe-pero yo… - comenzó algo impactado por esa revelación ¿en serio le gustaba el castaño? – E-esto no… no sé si… si él sentirá lo mismo que yo.
- Ichigo te voy a poner las cosas fáciles – dijo el peli plata sonriendo pícaramente - Folla y si te gusta quédate con él.
- Sabía que dirías eso, bueno ya me voy espero que para cuando tenga que hacer una presentación se comporten bien y no causen problemas.
- Pero Rey, mi segundo nombre es Problema jajaja.
“No puede ser verdad que Aizen me guste, es decir, se comporta como un completo idiota además de que es un psicópata, aunque es verdad que su carácter altanero ha cambiado un poco y es más amable conmigo, me gustan sus sonrisas, la forma en que me mira -cuando no lo hace para acosarme- su comportamiento tan atento, ¡Carajo! Hasta me gustan mucho –demasiado- sus abrazos. ¿Será que me gusta ese idiota?” Pensaba Ichigo cuando estaba regresando a la Academia, la charla con Zangetsu antes que ayudarlo a despejar sus dudas solo lo dejaron más confundido y muy, pero muy nervioso por ver al castaño de nuevo.
Mientras tanto en la Academia, Aizen le había pedido a Ulquiorra que lo llevara a la enfermería, pensó que sería una mejor idea irse a chequear cuando no estuviera presente el peli naranja. El azabache se quedó algo consternado por la petición del castaño pero no se atrevió a preguntarle, seguramente se sentía enfermo y no quería preocupar al shinigami sustituto pero… ¿desde cuándo Aizen no quería que alguien se sintiera preocupado?
Al llegar a la enfermería el castaño se sorprendió de ver ahí al séptimo oficial de la cuarta división, Hanataro Yamada, el joven al ver ingresar al excapitán se sorprendió tanto que dejó caer los papeles que traía en sus manos, se levantó nervioso pero al ver los supresores de reiatsu en sus muñecas se tranquilizó un poco.
-Buenos días – dijo “amablemente” el castaño.
- B-buenos días señor – dijo nervioso el más bajo - ¿En qué le puedo ayudar?
- No me he estado sintiendo bien últimamente así que desearía que me inspeccionaras, por favor - ¿en serio dijo por favor?
- Está bien, tome asiento en la camilla ahora lo atiendo.
Hanataro perdió su nerviosismo al ver al otro tranquilo así que fue en busca de su equipo para revisar al excapitán. Una vez que hubo realizado el chequeo general del más alto se percató de que no tenía nada extraño pero su paciente le había dicho que no se estaba sintiendo bien últimamente.
-Disculpe señor pero no encuentro nada anormal en usted, me podría decir qué es lo que siente cuando no está bien.
- Pues siento calor, un molesto cosquilleo en el estómago, comienzo a temblar un poco a veces y tengo un ligero nerviosismo.
Todas esas señales y que no tenga esos malestares ahora solo podían ser una cosa, pero ¿Aizen? No podía ser que él…
-Disculpe ¿eso le pasa cuando alguien está cerca de usted?
- Sí… ¿cómo lo sabes?
- ¿Es cuando ciertas personas están cerca de usted o… con alguien en específico?
- Con alguien en específico – respondió Aizen extrañado, al parecer el pequeño azabache ya tenía algunas sospechas sobre lo que podía ser, pero no entendía la razón de esas preguntas - ¿Por qué me preguntas todo esto?
- Bu-bueno es que es posible que usted esté…
- ¡Aizen! – gritó alguien causando que el reiatsu de Aizen se alocara, situación que no pasó desapercibida para el oficial del cuarto escuadrón – Así que aquí estabas, los estuve buscando a ti y a Ulquiorra por todos lados hasta que lo vi en la puerta de la enfermería ¿te pasó algo? – preguntó preocupado causando que el reiatsu del castaño se volviera cálido confirmando la teoría de Hanataro.
- Kurosaki-san – interrumpió el médico - ¿podrías salir un momento? Tengo que decirle algo a mi paciente.
- Está bien, te espero afuera y espero que me digas qué carajos es lo que te pasa.
Cuando Ichigo salió Hanataro regresó a ver a Aizen con un semblante contento como diciendo “Felicidades”, cosa que causó que el castaño se sintiera consternado por ello.
-Muy bien y ¿qué es lo que tengo?
- Señor usted está enamorado de Kurosaki-san – dijo muy feliz mientras el otro abrió sus ojos por la impresión.
“¡¿QUÉ?! ¿Yo enamorado? Este debe tener un tornillo suelto. Ichigo me agrada porque es uno de mis mejores experimentos aunque… Últimamente no lo he estado viendo de esa forma, lo quiero proteger y tenerlo a mi lado, quiero que solo me mire a mí y a nadie más, quiero ser lo único que exista en su mente quiero… ¡No! No puedo permitirme esta clase de sensaciones, yo no tengo sentimientos, aunque es verdad que no quiero hacerle daño” Por primera vez en su vida Aizen se sentía preocupado por su comportamiento, no podía enamorarse, él era un ser… no, un monstruo sin sentimientos.
-No le digas nada de esto a Ichigo – dijo mirando seriamente a Hanataro causando que un escalofrío recorriera todo su cuerpo.
- D-De acuerdo – dijo abriendo la puerta donde se encontró a Ichigo esperando impacientemente – El señor Aizen solo tiene un ligero malestar, solo tiene que descansar un poco.
Que bien – dijo Ichigo completamente feliz.
Ver esa expresión en el joven hizo que su corazón diera un brinco, que Ichigo se sintiera preocupado por él y feliz de que no sea nada grave lo hacía sentir contento. Fue entonces que se dio cuenta de lo obvio.
Ichigo le gustaba pero ahora… ¿qué debía hacer?