Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Puedo tocar tu corazón por Miku51099

[Reviews - 90]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno aquí va otro capítulo, sé que me demoré pero como les dije es mi último año en el cole así que ya tenemos el cuedro de honor y yo estoy ahí así que tuve que ir a los repasos para practicar para el juramento a la bandera el lunes y bueno... así son las cosas.

 

Aizen POV

-¡¿QUÉ LE PASO AIZEN-SAN?! – El grito de Hanataro casi me deja sordo – Pareciera que hubiera peleado con un animal salvaje.

- Pues no estás muy equivocado – le respondo sarcásticamente.

Me encuentro con la ropa hecha girones, el cabello alborotado, todo empapado, un ojo morado, el rostro con rasguños, el cuerpo lleno de moretones y mis manos congeladas ¿Por qué carajos mis manos estaban congeladas? Ahora se los explico.

Me había despertado abrazando a Ichigo y él estaba acurrucado en mi pecho, se veía tan tierno, al parecer lo deje agotado la noche anterior porque por más que lo llamaba mi pequeño no respondía. Con cuidado de no despertarle me fui separando pero como si la falta de mi calor fuera un despertador mi dulce niño se abrió sus hermosos ojos viendo todo a su alrededor confundido hasta que su mirada se conectó con la mía.

Nos quedamos un rato viéndonos fijamente, yo estaba muy feliz pero Ichigo parecía más perdido que pingüino en desierto. Hubo un largo momento de silencio hasta que Ichigo pareció despertar completamente al vernos a ambos desnudos. Su rostro se volvió completamente rojo, quise decirle nuevamente que parecía una fresa pero ya sabía que eso no iba a acabar muy bien, así que me guardé mis comentarios pero no pude evitar que una risa se escapara de mis labios cuando mi pequeño se cubrió completamente con las sábanas.

-¿Qué haces Ichigo?

- M-Me estoy cubriendo idiota, tú también deberías hacerlo – le quité la sábana de un tirón y se tapó sus partes nobles mientras me miraba como si quisiera matarme -¡Dámela maldito! Estoy desnudo, y tápate que se te ve todo.

- ¿En serio? – Me posicioné sobre él sin dejarle salida y me acerqué a susurrarle a su oído – Ayer no parecías pensar lo mismo, aún recuerdo como decías mi nombre. Además ya te dije que así te ves hermoso.

- Cá-Cállate.

- Qué lindo.

- No soy lindo – dijo inflando sus cachetes haciendo un adorable puchero.

- Haces un puchero tan tierno y dices que no eres lindo ¿no crees que eso es una gran contradicción?

- Yo… mmm…

No lo deje continuar pues estampé mis labios con los suyos, por dios solo con verlo así y sentir sus suaves y dulces labios ya me estoy encendiendo, Ichigo es peor que una droga, el solo roce de sus labios aquella noche en que se emborrachó bastó parar volverme adicto a él.

Con mi brazo derecho rodeé su cintura para levantarlo pero entonces el soltó un pequeño grito.

-¡AHH! Me duele mi trasero imbécil.

- Ese lenguaje Ichigo – lo regañé juguetonamente – Debes hablar apropiadamente, recuerda que eres un noble.

- Discúlpeme usted señor – dijo sarcásticamente – Es solo que sufro de un terrible dolor en la parte baja de mi cuerpo ¿Feliz?

- Jajaja si mucho – comencé a bajar mi mano a sus “partes bajas” cuando el respingó avergonzado y sostuvo mi mano para que no siguiera su camino - ¿Qué sucede?

- Es… es que… está… está…

No le di tiempo para que me lo explicara pues bajé mi mano e introduje uno de mis dedos en su entrada causándole un estremecimiento junto con un delicioso gemido pero entonces me di cuenta de que su entrada se encontraba mojada, eso quiere decir que…

-Saca tus dedos de ahí maldito pervertido – me gritó botándome fuera de la cama y fui a dar contra el frío suelo.

- ¿Por qué tanta violencia? – en serio eso dolió.

- Porque eres un tonto.

- Pero soy el tonto a quien quieres ¿no?

- I-Idiota – me levante y me acerqué a él - ¡AHHH! ¡BÁJAME!

Tomé a Ichigo y lo cargué estilo princesa para llevarlo al baño y “limpiarlo” un poco. Al llegar lo senté suavemente en un banco y fui a calentar el agua; llené la tina con agua, sin poder evitarlo comencé a recordar aquella noche en que el chico junto a mí me besó y como cayó profundamente dormido que tuve que bañarlo, esa noche fue nuestro primer beso, aunque él no lo sepa, esa noche fue cuando comencé a darme cuenta de mis sentimientos por él, esa… fue la noche en que todo comenzó.

-¡SOUSUKE! – regresé a ver asustado a Ichigo pensando que algo le había pasado pero…  - La tina ya está llena tonto.

- ¿Ah?

Era verdad me había puesto a recordar esos momentos con él que me había olvidado por completo de lo que estaba haciendo. Fui donde Ichigo para levantarlo y de esa forma darle un baño, lo metí a la tina pero entonces se me ocurrió una pequeña travesura.

Me metí junto con él al agua, causando que esta se derramara por el suelo pero eso ya no importaba. Me senté y coloqué a mi pequeño sobre mis piernas, y él tan adorable como siempre se estremeció ante ese simple gesto. Estiré mi brazo y alcancé el jabón, lo froté por todo su cuerpo pero me sorprendía que estuviese tan callado, pero ahí surgió otra travesura; tomé un poco de agua y retiré todo el jabón de su cuerpo.

-Listo, ya estás bañado – giró su rostro y este estaba sonrojado

- Gra-Gracias – creer que soy la única persona que podrá verlo así.

-Ahora quiero mi premio – le susurré al oído mordiendo su lóbulo.

- Ahhh… ¿qué? Detente… ahg…

Juró que me quería detener (si como no) pero mi cuerpo actuaba por sí solo. Comencé a repartir besos desde su cuello hasta sus hombros mientras mis manos acariciaban su delgada cintura para seguir subiendo hasta llegar a sus botones, los cuales no dudé ni un segundo en pellizcar.

-Ah… nhg…ahhh…. Sousuke…. Ahhh… pa-ahhh… para… mmm…

Los gemidos y las suplicas de Ichigo eran música para mis oídos, qué más podía pedir. Mi mano derecha dejo su pezón para bajar nuevamente y tomar su despierta entrepierna, cuando mi mano rodeó su miembro su deliciosa boca soltó un suspiro alucinante, si seguía así no podría aguantar y lo tomaría ahí nuevamente.

La cabeza de Ichigo se reposó en mi hombro y aproveché eso para darle un apasionado beso, me ingresé en su boca recorriendo cada rincón deleitándome con su dulce sabor tomando mi nueva droga. Mi otra mano descendió hasta su trasero y comencé a frotarlo un poco. Ichigo soltó un quejido en mi boca mientras uno de mis dedos se iba introduciendo en él, al poco rato ingresé otro y finalmente el tercero; comencé a moverlos más rápidamente simulando embestidas, en una de esas toqué un punto que lo hizo gritar como loco causando que se separara de nuestro beso, privándome de sus labios pero recompensándome con sus fuertes gemidos.

-Es… espera Sousuke – Ichigo se separó de mí causando un gruñido de molestia de mi parte – En serio… espera.

- ¿Qué pasa? ¿Te molesta?

- No… no es eso… es que…

- ¿Qué?

- No es justo que solo tú… hagas… hagas… e-eso – no entendí a lo que se refería – Yo también… quiero… yo… este…

Ichigo soltó un suspiro y se sentó sobre mí con sus piernas a mis costados, tomo mis manos y las colocó en sus caderas mientras sus manos subían por mi torso hasta llegar a mi cuello el cuál rodeo con sus brazos para tomar la iniciativa del beso, comenzó lento y tierno, pero después se fue tornando más demandante hasta que la falta de aire se hizo presente y nos obligó a separarnos. Estábamos jadeando para recuperar el aire pero lo perdí nuevamente al sentir algo rodear mi entrepierna, Ichigo había comenzado a masajear con su mano mi miembro.

-Así que me querías tocar ¿eh? Y después dices que to soy el pervertido.

- Cá-Cállate.

Yo también me ocupé de darle placer a mi pequeño, con una mano comencé a masajear su miembro mientras la otra iba introduciendo mis dedos en su estrecha entrada para volver a la dulce melodía de sus gemidos acompañada por la armonía que salía de mi boca en forma de gruñidos de placer formando ambas una pasional composición musical que me estaba volviendo loco.

Sentía que iba a explotar y al parecer Ichigo no estaba en mejores condiciones, sus gemidos eran cada vez más fuertes y las paredes de su entrada estaban apretando mis dedos.

-Ahhh… Sousuke… ya…. Ya no… aguanto… me voy…

- Córrete conmigo… Ichigo.

Siguiendo mis órdenes al pie de la letra ambos nos corrimos, el clímax fue máximo, sentirlo entregándose completamente a mis caricias, todo... todo él es maravilloso.

El cuerpo agotado de Ichigo cayó sobre el mío y así permanecimos por un tiempo hasta que…

-¡¿QUÉ LE ESTÁS HACIENDO MALDITO PEDÓFILO?! – ¿en serio?

- ¡¿RU-RUKIA?! – Ichigo trató de levantarse pero el dolor en su cadera se lo impidió y cayó nuevamente sobre mí.

- ¿Qué estás haciendo aquí? – Me molestaba que nos haya interrumpido, así que pensé picarla un poco - ¿No ve que estamos ocupados suegra?

- Primeramente – comenzó calmada, pensé que estallaría pero… - quita tus manos de Ichigo infeliz – como si fuera un acto de magia Ichigo ya estaba sentado en un banco con una bata encima – segundo, cámbiate, no quiero ver eso – salí de la tina y me puse el uniforme de shinigami – y tercero… ¡¿A QUIÉN LE DICES SUEGRA?!

Después de eso mi enana suegra desenvainó su zanpakuto y me lanzó un ataque, con las justas pude escapar de la mayor parte del daño pero mis manos no se salvaron, así que no podía contar con la ayuda de Kyoka Suigetsu y como dice el dicho “Piernas para qué las quiero”

Corrí por todo el Seireitei con un pequeño demonio tras de mí, gracias a los malditos supresores no podía ir más rápido pero aun así conservaba mi distancia de la enana hasta que caí de uno de los techos y ese pitufo satánico colocó uno de sus pies sobre mi espalda, me había atrapado.

-Creo que voy a disfrutar esto – dijo con una sonrisa malvada en su rostro, juro que hasta mi yo de antes era más bueno que esta enana en estos momentos - ¿Cómo comenzaré?

- O-oye – hablé titubeante – ¿No crees que ya estás yendo muy lejos?

- Tranquilo no te voy a matar porque eso pondría muy triste a Ichigo – solté un suspiro ante el alivio que sentí, pero eso no duraría mucho tiempo – ¡Pero si te voy a enseñar a respetarnos a mi amigo y a mí!

Dicho esto cientos de golpes cayeron sobre mí, fui arrastrado hasta llegar a un árbol al que me ató con una cuerda de vaya dios a saber dónde la consiguió, otra ronda de castigo y lo último que recuerdo es que fui lanzado a un lago.

Y aquí estoy en los cuarteles del cuarto escuadrón para recibir tratamiento para mis heridas, creo que si las cosas siguen así me haré un cliente frecuente de Hanataro. Una vez que terminó de curar mis heridas me dirigí a casa para ver qué tal estaba Ichigo, ingresé pero me sorprendí de ver al teniente Abarai en la cocina preparando algo de comer, que bueno que Ichigo tiene buenos amigos, a excepción de la suegra Rukia.

-Hola Aizen – uhhh parece que aún no me quieren por aquí, pero es mi casa así que al diablo.

- Hola Abarai-kun, ¿Ichigo?

- En la habitación.

- Gracias – caminé hasta MI cuarto por si lo olvidan, cuando recordé un pequeño detalle – No está Rukia ahí ¿verdad?

- No – al parecer le causa gracia que le tenga miedo a la enana – Fue a comprar unas pastillas para el dolor de Ichigo.

Entré ya más tranquilo al saber que el pitufo no estaba por los alrededores y vi a mi dulce Ichigo acompañado de su nuevo amigo Ulquiorra, al parecer estuvieron hablando de mí porque se callaron en cuento me vieron e Ichigo desvió la mirada apenado. Al verme Ulquiorra se levantó y pasó por mi lado para salir dejándonos a Ichigo y a mí de nuevo a solas.

-¿Cómo estás?

- Ya estoy mejor – levantó su mirada y me dio un dulce beso – Renji y Ulquiorra me ayudaron a cambiarme y Rukia fue a buscar algo para el dolor.

- Me alegro que estés bien.

No sabía que más decir y al parecer él tampoco pues ambos nos quedamos en silencio, fui a sentarme junto a él en la cama y rodeé sus hombros con mi brazo mientras él apoyaba su cabeza en mi hombro y cerraba los ojos al sentir como acariciaba suavemente su cabello.

Fue un bello momento de paz y tranquilidad, si le hubiera dicho mis sentimientos desde antes, hubiéramos tenido más momentos así. Para cuando me di cuenta ya había caído dormido junto con él.

-¿Deberíamos despertarlos? – susurró la voz de Ulquiorra.

- Claro – replicó más fuerte otra voz masculina, obviamente Abarai – No quiero haber preparado la comida en vano, estás de acuerdo conmigo ¿verdad Rukia?

- Mmmmm… No lo sé - ¿perdón? – Es que se ven muy tiernos así.

Definitiva y terminantemente esa no es Rukia, ella jamás diría algo así de los dos, es especial de mí, esa mujer me odia con todo su corazón; o al parecer si me tiene aunque sea la más mínima gota de aprecio en lo más profundo y recóndito de su corazón.

-Tenemos que levantarlos.

- Ya te digo que no.

- Que sí.

- Que no.

- Si no lo haces como quieres contarles el plan, no podemos solo dejarles escrito el plan y ya.

- Mejor esperemos a que ellos solos despierten.

- ¿Y cuánto crees que se demoraran en despertar?

Maldición, como quieren que siga durmiendo si están hablando justo frente a mí. Estaba a punto de decirles que se callaran y me dejaran dormir pero alguien se me adelantó.

-¡¿Pueden callarse?! – sí, mi lindo shinigami también se había despertado y no de buen humor - ¿Cómo quieren que duerma con sus voces haciendo ruido?

- Perdón Ichigo – dijeron los tres al mismo tiempo.

- ¿Qué pasa? – también abrí mis ojos, al fin y al cabo ya me despertaron.

- Es que queremos contarte los detalles para el plan del lunes – comenzó emocionada Rukia – Ya tengo todo listo pero necesito que ustedes dos hagan algo por mí.

- ¿Y qué es eso enana? – preguntó Ichigo

- Pues… - Rukia se calló al recibir un disimulado golpe de Ulquiorra señalando que Abarai se encontraba presente – Ci-Cierto Renji, mi nii-sama dijo que te necesitaba en el sexto escuadrón a primera hora para arreglar unos papeles.

- Maldita sea, ¿por qué no me lo dijiste antes? – y Abarai salió disparado como una bala.

- Ufff… casi meto la pata. Bueno comencemos. Renji y mi nii-sama ya saben que ustedes dos son pareja, así que el plan de los celos no serviría, por lo tanto quiero que terminen.

- ¡¿QUÉ?! – no pude evitar gritar, es decir no vamos ni una semana juntos y ya nos quieren separar - ¡ESTÁS LOCA!

- ¡CÁLLATE MARIPOSA! – Me replicó molesta mientras me daba un golpe en la cabeza para que me callara – Mi idea es que tienen que fingir que tuvieron una pelea, así que decidieron separarse, por lo tanto Ichigo buscará consuelo en mi nii-sama, eso sería un argumento más obvio para que Renji sienta más celos.

- No me parece mala idea.

- ¿Ichigo?

- Tranquilo Sousuke, solo tenemos que fingir, no tenemos que pelear de verdad.

- Ahhh, está bien.

- Muchas gracias Aizen – dijo Rukia seria ¿a dónde fue esa mujer que pensó que nos veíamos lindos? – Te has ganado un poco de mi aprobación, sigue así y tal vez piense que eres digno de Ichigo.

Esto va a ser un largo camino.

 

Al día siguiente Ichigo ya pudo caminar con normalidad y decidimos dar un pequeño paseo por el Seireitei para visitar su mansión la cual estaba en remodelación. Fuimos a dar vueltas por los bosques, regresamos a la colina de nuestra desastrosa cita, al menos terminó bien. Ichigo fue al baño y yo me quedé afuera esperándolo, estaba tranquilo, al fin actuábamos como pareja.

-¿Capitán Aizen? – esa voz… maldición, no puede ser cierto.

- ¿Hinamori?

- Sí es usted capitán Aizen – dijo sonriéndome – Había escuchado que lo habían liberado pero no creí conveniente ir a visitarlo, pero me alegro que esté aquí.

- Gracias – sé que debería pedirle disculpas pero aún tengo ese lado oscuro dentro de mí.

- Por cierto capitán Ai…

- Ya no soy capitán, Hinamori.

- Es verdad jajaja - ¿por qué actúa como adolescente enamorada después de todo lo que le hice? – Entonces, Aizen-san ¿está ocupado esta tarde?

- ¿Para qu… ¡CUIDADO!

Una gran horda de los idiotas del onceavo escuadrón junto que el idiota mayor, el capitán Zaraki, pasaron corriendo sin fijarse que casi aplastan a Hinamori en el proceso, qué despistados son.

-Gracias Aizen-san.

Le iba a decir que no tenía que agradecérmelo y que se largara porque estaba ocupado cuando ella se abalanzó sobre mí y estampo sus labios sobre los míos, estaba en shock y no pude reaccionar hasta que ella se separó de mí para pasar su mano por mi mejilla.

-¿Sou-Sousuke?

Esa dulce voz que tanto me encanta escuchar ahora estaba llena de confusión y enojo, ¿por qué justo ahora? En estos momentos tengo un único deseo.

Trágame tierra.

Notas finales:

Bueno ¿qué les pareció el cap?

espero que les haya gustado y un aviso importante.

debido a algunas cosas actualizaré el fic cada dos semanas, cuando pueda lo haré pasando una semana, top les avisaré.

Bye cuidense queridos lectores ;)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).