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Amor que Nace del Pasado Traidor por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

Bueno, perdonen por la tardanza XD me estoy enviciando demasiado con un juego de face ¬¬ eso es maaaaalo ¬¬ lo sé, pero no puedo evitarlo XD de todos modos, estoy avanzando tanto como puedo (de a poquito) pero avanzo… dentro de poco publicare los demás fics (no hoy, pero yo creo que en esta semana tal vez si) de todos modos, aquí trigo el siguiente capítulo de este fic re-subido XD chan, chan, chan, chan… ya llevo un total de 19 capítulos ¬u¬ iré publicando de semana en semana para al menos ser continua (con este fic) con los demás… ya veré como le hago… de todos modos, espero les guste XD

 

¡A leer!

-ma~má, vamos Aichi, di ma~má-  no paraba de decirle Bruno al pequeño que estaba tan tranquilo entre sus brazos balbuceando como todo un pequeño mientras estiraba sus manitas al rostro de su padre y este encariñado y con fondo rosa sonreía hacia el pequeño sin dejar de subirlo y bajarlo con sus brazos haciendo que el pequeño riera dulcemente

 

-vamos amor, apenas tiene un mes de nacido, no va a llamarte mamá aunque quieras-  le dijo divertido Yusei mientras traía el biberón para el pequeño Aichi

-además, yo soy su madre, y tu eres el papá-  le dijo llegando para besarle su mejilla y luego tomar a Aichi para darle el biberón, Bruno sonrió amable igual con su fondo rosa con todo y sus flores rojas y blancas mientras veía la maternal escena sin poder evitar el suspirar por tanta ternura junta

 

-eres la madre más hermosa que nunca en mi vida había visto-  decía entre suspiros logrando un rosa en las mejillas de Yusei y una suave sonrisa de su parte al tiempo que ambos veían al pequeño devorarse la mamila con velocidad y apetito voraz

 

=te amo=  suspiraron ambos padres sin dejar de ver al pequeño bebé que poco a poco comenzaba a quedarse dormido

 

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-mira lo que te traje amor-  dijo Bruno llegando por fin donde estaba Yusei y su pequeño Aichi jugando un poco, por supuesto las palabras de Bruno sacaron de su ensoñación a Yusei quien con una cálida sonrisa lo miro acercarse a ambos

 

-¿Qué sucede amor?-  pregunto amable mientras aparecía Bruno junto a una pequeña cajita, en cuanto la abrió frente a los ojos del moreno este se sorprendió

-Bruno, eso es…-  habló asombrado viendo como aquel pequeño regalo era sacado de su caja y acomodado en el cuello del pequeño bebé ya dormido

 

El regalo había sido en cuestión un camafeo platinado en forma de carta que se podía abrir, con pequeñas incrustaciones en diamantes diminutos de colores dándole un toque llamativo y cálido, al mismo tiempo, en la parte de fondo, una pequeña inscripción *te aman, tus padres* mientras que en la parte de atrás se hallaban las iniciales de los 2

 

-es para que Aichi nos tenga siempre con él y nosotros con el-  decía sin dejar de besar la mano de Yusei donde yacía un hermoso anillo de plata con un diamante de adorno, Yusei sonrió enamorado y con la misma mano hizo a Bruno acercarse a él para besarlo en los labios del mismo modo cálido y lleno de amor que le profesaba al peliazul mayor

 

-por cierto, ya es hora de pensar en nuestra boda-  dijo Yusei mientras Bruno asentía sin dejar de acariciar la cabeza del pequeño y besar los labios de Yusei cada que tenia oportunidad haciendo ligeramente molestar al moreno por no permitirle terminar sus frases, aunque poco le importaba a ambos al saber el amor profesado en esas pequeñas acciones

 

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-¿ya todo está listo Akiza?-  resonó por toda la habitación en penumbras aquella pregunta mientras la joven pelirroja, asiente igual cubierta por las sombras de la oscuridad de aquella habitación tenebrosa

 

-sí, la boda será dentro de unos días, ya todos están preparados-  menciona con voz fría mientras observa solo una pequeña luz carmesí entre todo el mar de oscuridad que rodea a ambas personas dentro de aquella habitación

 

-bien, puedes irte-  es todo lo que se menciona, la mujer asiente y marcha, su porte demuestra ira y cólera al tiempo que una sádica sonrisa se muestra en sus labios

 

*muy pronto me la pagaran todos ustedes… tú, más que nadie… Yusei…*

 

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-no estoy muy seguro de esto-  no paraba de decirle a ambos hermanos ya terminando los últimos arreglos de su traje, un traje blanco de gala, adecuado perfectamente para las curvas de un doncel como él, en su caso, en vez de un vestido para mujer, el optó por un traje de gala en blanco, la única diferencia es que de ley lleva el velo de la novia largo y holado que llega debajo de sus caderas y está colocado por una corona de diversas flores que lo hacen resaltar aun más que nunca

 

-¿y ahora de que te quejas Yusei?-  preguntaba la pequeña Ruka sin dejar de ver a Yusei caminar de un lado para el otro de la habitación, no faltaba mucho para que empezara la boda y Yusei no podía estar quieto en un lugar por más de 5 minutos, algo que estresaba a ambos hermanos presentes en esa habitación

 

-no me agrada la idea de que Aichi tenga niñera, no me gusta la idea, no quiero que tenga una niñera, para eso estoy yo aquí como su madre-  no paraba de decir mientras caminaba de un lado hacia el otro como un león enjaulado, ambos niños suspiraron derrotados mientras se miraban y una gota caía en sus nucas estilo anime al ver a su amigo caminar de ese modo logrando una ligera sonrisa divertida en ambos niños

 

-vamos, vamos Yusei, no es para tanto, es mejor así, además, ninguno de nosotros podía cuidar del pequeño Aichi porque estábamos en la boda, así que, tienes que aguantar, además, solo será por unas horas-  le trato de calmar Rua mientras lo obligaba a detenerse y a sentarse en una silla antes de que hiciera un hueco en el suelo donde pasaba con insistencia

 

-aun así no me agrada la idea para nada-  no paraba de decir poniendo un pequeño puchero, logrando que los gemelos suspiraras cansados, nunca esperaron que el más tranquilo y serio de todos sus amigos se fuera a comportar de un modo tal vez y demasiado aniñado para su edad y para el momento que vivía, pero no podían hacer nada para evitarlo, después de todo, lo más seguro es que estuviera nervioso por la situación

 

-mira, ya casi es hora, concéntrate en eso Yusei-  le trato de calmar Ruka y lo logro por unos momentos, el rostro de Yusei dejo de hacer pucheros y se puso en duda, miro a ambos hermanos y pregunto tranquilo

 

-por cierto ¿Por qué Aki no está en la boda? Pensé que le enviamos invitación a todos, incluso reserve su lugar en primera fila-  dice curioso, ambos hermanos se tensan al escuchar la pregunta y viéndose entre ellos tratan de pensar nerviosos en alguna excusa decente para decirle a su amigo para que este no se diera cuenta

 

-bueno… eso fue… digo, lo que pasa es que Aki-nee-chan no pudo venir porque tenía mucho trabajo en la escuela así que se quedo en casa… o al menos eso fue lo que nos dijo-  explicó Rua viendo a su gemela la cual también estaba preocupada pero apoyando las palabras del contrario

 

-¡ya es hora Yusei!-  escucharon todos el grito de Jack junto a sus golpes para posteriormente entrar en la habitación ya vestido de gala para la ceremonia, aunque se quedo con la boca abierta al ver a Yusei vestido de aquel modo, un suave rosa se apodero de sus mejillas junto a unas incontrolables ganas de llorar, aun no podía creer que su amigo y a quien consideraba su hermano menor se fuera a casar, aun no podía asimilar y no creía poder lograrlo en mucho tiempo… tal vez y luego de su desmayo fuera a matar a Bruno por hozar robarle su corazón, pero tenía que mantener a la familia completa, no quería que el pequeño Aichi se quedara sin papá por su culpa y luego este le echara en cara aquello… suspiro y se acerco al nervioso Yusei

 

-¿listo amigo?-  le pregunta de forma paternal sonriéndole de un modo alegre y lleno de dulzura, si, sin lugar a dudas Jack quería matar a Bruno por hozar tocar al pequeño ángel de todos… pero ya no había vuelta atrás, ya estaban en ese punto de subida y ya no podría seguir protegiéndolo por más tiempo aunque quisiera… aunque tenía que admitir que hasta madre ya era el moreno

 

-sí, estoy listo Jack-  le sonrió amable y muy emocionado, Jack sonrió contagiado por aquella emoción que mostraba Yusei y ambos comenzaron a caminar lado a lado…

 

La música comenzó a sonar, todos los invitados giraron a sus espaldas para encontrarse con la novia quien, llevada del brazo de Jack iba con un suave rosa en sus mejillas junto a una hermosa sonrisa oculta ligeramente por el velo blanco traslucido, y claro, sin olvidarse del ramo de flores en su mano libre; frente a la capilla estaba Bruno y Crow, ambos, se asombraron cuando vieron a Yusei venir, se veía hoy más como un sueño que nunca, Jack seguía con sus instintos asesinos, pero una vez que dejo a Yusei en el altar, en manos de Bruno, se tranquilizó, claro, no sin antes darle una mirada asesina a Bruno que comprendió perfectamente como un “hazle daño y te matare de la forma más sádica y cruel posible” y así, comenzó la ceremonia

 

Entre las primeras filas, además de los conocidos de Yusei y de los demás, se encontraba una joven niñera, de cabellos azules y un curios mechón levantado, y ojos por igual azules, su nombre era Shizuka, había sido contratada para cuidar del pequeño Aichi mientras la boda se llevaba a cabo, el pequeño Aichi, también iba vestido con sus mejores ropas mientras entre sus manitas tomaba con fuerza el pequeño camafeo que le habían regalado sus padres y donde, muy cuidadosamente resguardado se encontraba una fotografía de toda la familia y el pequeño bebé dormido

 

La boda fue normal y tranquila, se dieron los votos, se colocó el anillo y se juraron amor por la eternidad, ya todo había acabado, estaban finalizando su beso luego de colocarse los anillos, los aplausos no paraban y todo era felicidad… al menos hasta que, sorpresivamente el bebé que hasta hace unos momentos reía dulcemente comenzó a llorar de un modo que tanto a Yusei como a Shizuka asustó, su llanto sonaba asustado, doloroso y con nervios, tanto los padres como la mayoría de los presentes vieron al bebé y los inútiles intentos de Shizuka para tranquilizarlos, hasta que, del techo de aquella capilla aparecieron, en un extraño remolino que brillaba con colores opacos y otros tantos brillantes, aparecieron un monto de D-Weelers comenzando a rondar a todos los invitados, Yusei y Bruno se miraron con preocupación y luego a su bebé, las cartas comenzaron a ser mostradas y Yusei hizo lo único que se le ocurrió en ese momento lleno de preocupación… proteger a su hijo

 

-¡Shizuka, llévate a Aichi lejos de aquí!-  le grito mientras sacaba su deck y miraba serio a todos los presentes, la mujer, aterrada asintió a sus palabras y comenzó a correr lejos de todos, tratando de salir de aquella iglesia donde se comenzaba a desatar el caos…

 

-no escaparas-  justo mientras Shizuka corría por uno de los pasillos para poder escapar con el bebé en sus manos, fue interceptada por una mujer pelirroja vestida casi toda de rojo y con un mirar más que aterrador hacia su persona y en especial, hacia el bebé que ahora protegía con sus brazos

 

-¿Quién es usted?-  pregunto aterrada la mujer dando varios pasos hacia atrás protegiendo al pequeño doncel que no paraba de llorar asustado de todo, aunque también aterrada la mujer notaba como aquella pelirroja se iba acercando mas y mas hacia ella, mientras sus flecos cubrían casi todo su rostro

 

-no importa quién soy, sino que quiero a ese bebé muerto-  sentencia Akiza viendo únicamente al bebé llorando y una gran ira no solo nacía, sino que crecía a un nivel desmesurado al ver que el niño lucia mas idéntico a Bruno que a Yusei, ella había pensado que tal vez, si el bebé se parecía a Yusei lo dejaría vivir, tal vez y fuera ella quien lo criaría para sí misma, como una mascota, pero, el verlo tan idéntico como aquel hombre que le robo a su amado, una gran ira le nacía desde lo más profundo de su ser, solo quería destruir a ese bebé y ver el rostro destruido de Bruno antes de que esta lo matara frente a sus ojos gris opaco…

 

-¡no!-  grita la mujer aterrada corriendo de regreso para salvar al pequeño, había visto con claridad la forma en que Akiza había visto a Aichi y no le había gustado para nada, sabía que esa mujer no tenía buenas intenciones para el pequeño y, aunque llevaba unas cuantas horas con el bebé, ella ya se había encariñado demasiado con Aichi como para abandonarlo a estas alturas

 

-muy mal por ti-  sentencia sin mucha importancia Akiza lanzándola contra un muro sin siquiera tocarla, Akiza estaba ocupando sus poderes para herir a ambos, mas, la única que estaba recibiendo daño era Shizuka quien aun contra todo protegía al pequeño que no paraba de llorar

 

Aun tirada en el suelo se aferro con mas fuerzas al pequeño para que no fuera herido, Akiza, molesta volvió a lanzar a la mujer por los aires volviendo a obligar a estamparla contra otro muro haciendo que se golpeara la cabeza, mas, aunque ya sangraba se negaba a soltar al pequeño de entre sus brazos, comenzaba a ver borroso y solo podía distinguir a aquella mujer acercándose, por unos momentos se sintió perdida, desubicada, solo sintiendo que algo se removía entre sus brazos de un modo lejano, cerro sus ojos rogando porque alguien la salvara de aquella pelirroja y al pequeño, pero nadie aparecía…

 

Akiza por fin llego a donde la mujer se debatía entre la consciencia y la inconsciencia, hasta que, estando a unos milímetros de poder tomar por los cabellos al bebé, una llamarada carmesí los comenzó a rodear obligando a Akiza a alejarse de ambos, con asombro y molestia observo como un anillo de fuego comenzaba a envolver a ambos y luego a crear una copula a su alrededor, no necesito pensar mucho para darse cuenta de que se trataba del Stardust Dragón de Yusei, molesta, trato de apartarlo pero fue demasiado tarde, cuando las llamaradas desaparecieron también lo hicieron la mujer y el bebé, gruño molesta y escuchó como más gente llegaba a donde ella, bufo y finalmente escapó de aquel lugar sin que nadie supiera de su presencia

 

-¡¿Shizuka?! ¡Shizuka!-  iba llegando ya muy tarde Yusei junto con Bruno y el resto buscando a la mujer, mas lo único que encontraron fue un anillo de fuego que aun quemaba ligeramente en algunas partes y en medio de este, la pequeña flor azul que tenía el pequeño traje del bebé… Yusei calló arrodillado mientras observaba el fuego disiparse… había sido ya muy… muy tarde…

 

-Aichi… no…-  susurro comenzando a llorar y aferraba a su pecho la pequeña flor, Bruno, solo lo abrazo mientras el también comenzaba a llorar pero tratando de mantenerse fuerte para su ahora destrozado esposo, quien en cuanto sintió sus brazos se apego a su pecho llorando… este día, el más feliz de su vida… también fue el peor de su existencia…

 

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Abrió sus ojos con cansancio, le dolía mucho el cuerpo, en especial sentía un agudo dolor en la cabeza, al pasar su mano por la zona adolorida asustada noto un hilo de sangre ligeramente seco, confusa y temerosa se miro y encontró que, entre sus brazos cuidaba a un pequeño bulto, al descubrirlo de entre las suaves cobijas que lo protegían se asombro al encontrar a un pequeño niño de cabellos azules y ojos por igual que bostezaba mucho y que de un momento a otro la observo para comenzar a balbucear y mover sus pequeñas manitas, el niño se veía también bastante sucio y tal vez algo golpeado y eso podía ser algo preocupante…

 

-Aichi… Shizuka-  fueron los nombres que le llegaron a la mente de inmediato, hizo esfuerzo por recordar, pero era inútil, mas allá de recordar que Shizuka era su nombre y que el pequeño doncel se llamaba Aichi, no sabía nada más de sí misma, ni como había llegado ahí o porque estaban lastimados los 2, principal y mayormente ella

 

-¡por dios, estas sangrando!-  escucho detrás de ella un grito nervioso de un hombre, girando su mirada de un modo lento y adolorido se pudo encontrar en las costas de una palaya, pero, lo que le llamo la atención fue el joven hombre que le miraba con preocupación

 

-¿d-donde estoy?-  pregunto asustada mientras se trataba de levantar, sin embargo fue ayudada por el hombre quien con cuidado la tomaba para que no cayera pues eran notorias sus heridas y su falta de fuerza para ponerse en pie por ella misma

 

-estas en Sídney ¿estás bien?-  le pregunto el hombre llamando de nuevo su atención de sus ensoñaciones, Shizuka lo miro a los ojos y… por primera vez, se sintió protegida al verse en aquella mirada…

 

-no lo sé… no puedo recordar nada… más que mi nombre y el de… mi bebé…-  dijo mientras veía al pequeño que se había vuelto a dormir… si ese pequeño estaba con ella, tal vez y fuera su bebé… tal vez y era su pequeño Aichi…

 

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Los años pasan, aquel joven que me salvó alguna vez cuando desperté sin memorias y con mi pequeño en brazos, muy amable me acepto a mí y a Aichi… los años siguientes fue inevitable… nos terminamos enamorando y finalmente… nos casamos… aunque, tenía un extraño terror por las bodas y las motos

 

Luego de eso nació Emi, sus actitudes y formas de ser se parecen mucho a las de su difunto padre…

 

Desgraciadamente unos años mas tarde de que naciera Emi, su padre murió en un accidente automovilístico, Aichi y Emi eran aun muy pequeños así que no creo que lo puedan recordar, además de que me necesitaban más en esos momentos llenos de dolor… lo último que me quedo fue mudarme otra vez y esta vez en definitiva a una ciudad llamada Kanto, ahí, mis hijos y yo tendríamos una nueva vida…

 

Notas finales:

Bien, aunque es un momento de “tragedia” para la familia de Yusei y el cambio de vida del pequeño Aichi y de su niñera y ahora madre Shizuka, para el siguiente capítulo veremos por fin en acción al pequeño Aichi y lo que paso con el ¬u¬ bueno, ya dentro de poco comienzan las cosas interesantes XD no se apuren, ya voy que corro a continuar con esto XD

 

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Que tengan un buen día

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