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Cadena de errores por elenaa

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Notas del capitulo:

Hola

Lamento mucho la tardanza, pero tuve unas semanas muy estresantes, y me enferme justo a un día de operar a mi conejito, aparte de que esta vez me toco encargarme de la anestesia así que ya se imaginaran lo nerviosa que estaba.

Y como mañana es 14 de febrero quise adelantarles el cap n_n espero que les guste.

Pd: si les interesa, hice muy bien mi trabajo como anestesióloga, y mi conejito está muy bien y feliz :D

Aunque todavía seguía enojado por lo que Sirius y Peter le habían hecho a Severus, lo supo disimular de maravilla.

Habia pensado en él mismo hacerles unas bromas a sus amigos e incriminar a alguien más, pero a pesar de que seguía enojado con ellos aun así, no se atrevía a intentar dañarlos, por lo que en la carta que le mando a Severus, alentó a su Slytherin a defenderse de sus amigos, él no podia dañar a Sirius y Peter, pero Severus sí que podia.

El mismo día que habia mandado su carta a Severus, salió al bosque prohibido con sus amigos para por fin lograr transformarse.

Empezaba a sentir que nuevamente no lograría hacerlo, cuando tanto él como Remus y Peter se quedaron sorprendidos y emocionados al ver que Sirius habia logrado transformarse en un enorme perro negro parecido al Grim.

Ver a Sirius transformado lo habia motivado a él también lograr esa noche transformarse y después de concentrase e intentarlo un poco más, por fin logro transformarse en un majestuoso ciervo.

Sin embargo a pesar de que tanto él como Sirius habían conseguido convertirse en Animagos, Peter no habia conseguido transformarse.

Así que en la espera de que Peter consiguiera ser animago, para poder acompañar a Remus todos en la siguiente luna llena que caería ese domingo, estuvieron visitando el bosque prohibido cada noche. Hasta que por fin en una noche particularmente fría de viernes Peter consiguió transformarse, aunque su transformación no habia sido tan emocionante ya que mientras Sirius podia convertirse en un perro negro enorme y él en un imponente ciervo, Peter se transformó en una pequeña rata.

Cuando la esperada noche de luna llena llego, él junto con Sirius y Peter acompañaron a Remus transformado en hombre lobo a merodear por el bosque prohibido.

Y ahora que habia cumplido su objetivo de ser animago y de poder acompañar a su amigo en aquellos momentos tan difíciles para él. No podia evitar sentirse feliz.

Por lo que intentando compartir parte de su felicidad con Severus, en su siguiente carta le conto lo feliz que estaba, no le conto el motivo, pero si le hizo mucho énfasis en lo feliz que se sentía.

Cuando Severus recibió dicha carta él lo observo disimuladamente desde la mesa de Gryffindor esperando que el Slytherin le hubiera respondido la anterior, Porque de verdad esperaba que su Slytherin no se dejara de las bromas de sus amigos, aunque el también resultara hechizado en el proceso. No obstante Severus no le entrego carta alguna a la lechuza y guardo la nueva, sin ninguna expresión en su rostro.

Aquello lo desconcertó un poco ya que Severus últimamente recibía sus cartas con una sonrisa, pero prefirió ignorar ese hecho debido a que seguía tan feliz de haberse convertido en animago que creía que ya nada le podría salir mal.

Por lo que toda esa semana se concentró en terminar su mapa y en sus entrenamientos de quidditch, ya que habia descuidado un poco estos.

 

Habia decidido ya no leer las cartas de su supuesto admirador secreto, pero a pesar de que habia llegado a esa resolución aun así, cuando se encontró solo en la sala de los menesteres con la carta en su mano sintió la imperiosa y absurda necesidad de leerla.

Sin embargo no lo hiso y la dejo guardada en uno de los muchos libros que habían en la habitación, para ponerse a practicar unos cuantos hechizos que habían comenzado a rondar por su cabeza.

Cuando salió de las sala de los menesteres se fue directo al gran comedor donde se habia quedado de ver con Regulus pero camino a este tuvo la mala suerte de toparse con Potter, se puso alerta listo para lanzar un maleficio de ser necesario, pero Potter no venía solo, Lupin lo acompañaba así que estos no le hicieron nada.

Y él solo los vio pasar a su lado, mirando un poco curioso a Lupin, ya que desde que lo habia visto enfermo en la enfermería este habia llamado un poco su atención, no tenía nada contra Lupin ni siquiera eran amigos o habían hablado antes a pesar de ambos tener a Lily como amiga en común, pero algo en Lupin se le hacía raro.

Así que decidió vigilar un poco a este ya que le preocupaba que este tuviera un secreto o algo que pudiera perjudicar a Lily.

 

Cuando el lunes llego sentado en la mesa de Gryffindor esperaba emocionado ver a Severus entregarle una carta a la lechuza mientras recibía la suya con una sonrisa, pero contrario a lo que habia esperado, su Slytherin no le entrego nada a la lechuza guardo la suya sin interés y solo sonrió cuando tomo de otra lechuza una carta.

Eso sin lugar a dudas habia menguado un poco la felicidad que habia estado sintiendo esos días, pero decidió ser positivo y esperar a mandar su siguiente carta.

No obstante cuando una nueva semana paso, volvió a ver la misma actitud en el Slytherin al recibir sus cartas y aquello le empezó a preocupar, no entendía porque Severus no respondía sus cartas.

Se encontraba en su habitación en la torre de Gryffindor feliz pero al mismo tiempo preocupado. Feliz ya que por fin su mapa estaba listo, por fin podia ver la motita con el nombre de Severus Snape quieta indicando que este se encontraba durmiendo en las mazmorras de Slytherin. Pero preocupado de no recibir contestación alguna de ninguna de las cartas que le habia mandado.

— ¡Increíble por fin está listo!— dijo Sirius con una alegre sonrisa.

—De verdad que es increíble, se puede ver a todos— dijo Peter mirando asombrado el mapa.

—Es fabuloso— les dijo James, mientras su mirada solo se enfocaba en la motita con el nombre de Severus—

—Es genial, pero no creen, que debemos de ponerle un hechizo para que solo nosotros podamos verlo, nos meteríamos en más problemas de los que ya nos metemos si alguien se da cuenta que hicimos un mapa de todo el castillo donde se ve la ubicación de todos— dijo Remus, satisfecho de lo que habían logrado, pero un poco preocupado de que cayera en manos equivocadas.

—Rems tiene mucha razón témenos que ponerle un hechizo para que solo nosotros podamos verlo— dijo James.

—Primero deberíamos nombrarlo de alguna manera, el mapa es tan genial que necesita tener un nombre— dijo Sirius.

—Que les parece el mapa que todo lo ve— sugirió Peter como probable nombre para el mapa.

—mmmm, no lo sé Pete, todos estos años hemos estado merodeando el castillo con mi capa de invisibilidad, gracias a eso logramos descubrir todos los pasadizos, no sería mejor si le ponemos el mapa del merodeador, después de todo lo usaremos para hacer bromas— dijo James.

—El mapa del merodeador, me gusta cómo suena— dijo Sirius.

—Entonces que dicen le ponemos el mapa del merodeador— dijo James con una traviesa sonrisa.

— ¡Si! — dijeron al unísono, Sirius, Remus Y Peter.

—Ahora solo falta escoger que hechizo le pondremos— dijo Remus pensativo.

—Lo tengo, que les parece que solo se revele cuando se diga, «Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas, y si alguien que no sea nosotros lo intenta ver, el mapa lo insulte— dijo Sirius.

—Eso sería genial— dijo Peter.

—Y que les parece si después de ser activado, diga «Los señores Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta, los proveedores de ayuda mágica a los traviesos se enorgullecen en presentar el Mapa del Merodeador»— les dijo James.

— ¡Sí!, y para que se vuelva a ocultar decir «Travesura realizada»— dijo Sirius con una con una traviesa sonrisa parecida a la de James.

—Me parece bien, pero tenías que usar lunático—dijo Remus.

—Vamos Rems, te encanta ese apodo, igual que el de Sirius, además me he puesto uno a mí y a Pete— dijo James.

—Deberíamos de empezar a decirnos así— sugirió Sirius.

 

Las cartas de su admirador seguían llegando pero él no habia leído ninguna, y en vez de pensar en estas se enfocaba en crear sus hechizos.

Después de desayunar con Regulus, se habia ido muy rápido a su clase de encantamientos, en lo que Lily llegaba, saco el libro que esta le habia regalado, y empezó a escribir un maleficio que se le habia ocurrido la noche anterior. Justo cuando acababa de escribirlo Lily llego y leyó lo que habia escrito.

—Sectumsempra, que hechizo es ese— le dijo al mismo tiempo que se sentaba a su lado.

—Lo he inventado yo—

—Sev, suena un poco peligroso, porque inventaste un hechizo así, acaso es un maleficio— inquirió Lily un poco preocupada, al mismo tiempo que James, Sirius, Remus y Peter entraban al salón. —No me digas que es para usarlo contra ellos— le dijo Lily ahora muy preocupada notando que Severus se les habia quedado viendo a estos un segundo.

—Tal vez—

—Sev, por favor prométeme que no usaras ese maleficio en nadie, podrías dañar gravemente a uno de ellos, tal vez James, Sirius y Peter se lo merecen, pero tú eres mejor que ellos, la violencia solo genera más violencia—

—Lily, me estás diciendo que deje que me sigan haciendo bromas hasta que el colegio termine—

—No, claro que no, debes defenderte Sev, pero no así, no quiero que te metas en problemas, y hagas algo de lo que después te arrepientas—

Severus suspiro y dijo — te prometo que no lo usare nunca—

 

 

Habia logrado convertirse en animago, ganar sus partidos de quidditch y terminar su mapa, sin embargo las vacaciones de navidad estaban a casi nada y Severus, no le habia mandado respuesta a ninguna de sus cartas, empezaba a creer que este ya ni siquiera las leía.

El retroceso que estaba teniendo en su relación con su Slytherin lo estaba alterando un poco, ya que aunque el mapa del merodeador funcionaba de maravilla y por las noches podia ver claramente la motita de Severus en su habitación en las mazmorras. Habia momentos en las tardes en los que la motita con el nombre de su Slytherin desaparecía por completo.

Aquello lo poni aun poco paranoico, porque él mapa funcionaba a la perfección y como no si él y sus amigos lo habían hecho, « pero entonces, por qué Severus se desaparecía de este» se cuestionaba cada vez que no encontraba la motita con el nombre de su Slytherin en el mapa.

Para cuando navidad llego su estado de ánimo no era el mejor, Severus no respondía sus cartas, no lo encontraba en el mapa como habia imaginado cuando se le ocurrió la idea de este y como si eso no fuera suficiente desgracia ya para él, Mulciber y Avery seguían mirando más de lo debido a Severus y para su mala suerte, su Slytherin solo le ponia atención cuando Sirius y Peter le intentaban hacer una broma con la terrible suerte de que Severus le lanzara más maleficios a él que a los otros dos.

Por lo que durante las vacaciones de navidad después de pensarlo durante casi todo lo que estas duraron, planeo una manera de acercarse a Severus sin tener que utilizar las cartas que este ya no le respondía.

Su plan consistía en tomar algo que el Slytherin apreciara mucho para chantajearlo, y él conocía el objeto perfecto para eso.

 

Cuando se encontraba de regreso al castillo, en un compartimiento con Lily, la pelirroja le volvió a preguntar por el origen de sus moretones aquello lo habia tomado por sorpresa, debido a que Lily ya no le habia preguntado por estos, pero ahora veía que su amiga no se habia olvidado de aquello y solo estaba esperando que bajara la guardia.

—Lily, otra vez con lo mismo, los moretones me los hice al caerme por las escaleras de mi casa— le dijo mintiendo lo mejor que pudo.

—Seguro Sev, sabes que puedes contarme lo que sea—

—Muy seguro, ese día estaba emocionado de volver a verte a ti y a Regulus que no me fije por donde pisaba, tropecé y me caí —

 

El segundo día después de que terminaran las vacaciones, decidió poner en marcha su plan, vigilo a Severus durante las clases muy atento a que este se separara del libro que casi nunca soltaba, y justo cuando Severus guardo su libro en su mochila el vio su oportunidad, salió más rápido que todos del salón de encantamientos y sin que nadie lo viera se cubrió con su capa de invisibilidad, con la cual siguió a Su Slytherin y a Lily a su siguiente clase.

Y antes de que estos llegaran a su destino, le lanzo a dos Hufflepuff que venían por el camino un hechizo piernas de mantequilla.

En cuanto Lily vio que estos cayeron corrió a auxiliarlos y Severus la siguió dejando a un lado su mochila. Él aprovecho esto para tomo el libro de Severus y dejar una nota.

 

Cuando sus clases finalizaron, se despidió de Lily para ir a la sala de los menesteres, y una vez que se encontró en esta busco su libro de Pociones avanzadas. Sin embargo este no se encontraba en su mochila, lo busco una y otra vez, pero su libro no estaba. No obstante encontró una nota que decía:

Severus, si quieres recuperar tu libro ve a las 12 de la noche solo a la torre de astronomía.

 

Después de cenar se habia ido junto con sus amigos a la sala común de Gryffindor y mientras Peter se iba a dormir, Remus y Sirius jugaban ajedrez mágico, él se puso a leer el libro que había tomado de Severus.

Buscando curioso las paginas en las que se Slytherin habia dejado anotaciones.

Afortunadamente para él, Sirius y Remus se fueron a dormir temprano y pudo ir tranquilo a la torre de astronomía a esperar a Severus.

 

No quería ir a la torre de astronomía, aquello se le hacia una muy mala idea. No obstante tenía que recuperar su preciado libro.

Al llegar a esta vio que todo estaba en penumbra, así que con un Lumus se alumbro para ver mejor. Sin embargo lo que vio no  le gustó nada.

—Potter— dijo con molestia.

—Pero qué tipo de Saludo es ese quejicus— dijo James un poco burlón.

—No estoy para tus tontas bromas Potter, dame mi libro— dijo Severus sacando su varita y apuntando con esta a James.

—Ya hemos pasado por esto quejicus, no te voy hacer nada, baja tu varita—

Severus bajo su varita extendió su mano y dijo—regrésame mi libro—

—Te lo regresare, pero primero tienes que darme clases privadas de pociones—

—Potter no estoy para tus tonterías—

—No son tonterías quejicus, tú quieres tu libro y yo quiero pasar mi timo de pociones—

—Tú vas bien en pociones, no necesitas clases—

—Te equivocas quejicus, he descuidado un poco la asignatura por el quidditch y quien mejor que tú para darme clases—

—Si te doy clases me devolverás mi libro, sin ningún truco o broma de por medio—

—Claro, dame tres clases como prueba de que me las seguirás dando aun cuando te haya entregado el libro, después de eso tendrás tu libro devuelta. Pero las clases son un secreto, no le puedes decir a nadie— le dijo James intentando disimular su alegría.

Regreso a su habitación con una sonrisa dibujada en su cara, su plan habia funcionado y ahora tenía por fin la oportunidad que tanto habia esperado para acercarse a Severus.

A la mañana siguiente fue muy contento a desayunar ansioso por tener su primera clase-cita con su Slytherin.

Cuando sus clases del día acabaron se saltó el entrenamiento de quidditch, para estar con Severus, saco el mapa del merodeador para buscar la motita del nombre de Severus, la cual nuevamente no estaba. No supo cuando paso, pero cuando se dio cuenta la motita con el nombre de Severus Snape se movía hacia donde él lo habia citado para que le diera clases. Así que se fue rápidamente, para llegar antes que Severus.

Llego justo a tiempo, ya que dos minutos después de que llegara, Severus entro al aula con una notable cara de molestia.

—Severus llegas tarde, como esperas que aprenda si llegas tarde, así nunca recuperaras tu libro— le dijo James ya sentado.

—Llegue a tiempo tú te adelantaste Potter— dijo Severus, sin darse cuenta de que James lo habia llamado por su nombre.

—Como sea, apúrate a enseñarme—

Severus suspiro, y se sentó al lado de James— Que es lo que no sabes—

—Se supone que tú eres el profesor, enséñame lo que tú has estado estudiando para tus timos—

—Saca tu libro y un pergamino— le dijo Severus.

 

Casi tres horas estuvo con James Potter intentando que este aprendiera pociones, y sorprendentemente para él, no se la paso como había imaginado, Potter se habia comportado decente y aprendía rápido. No obstante a pesar de la actitud tranquila de Potter, no tenía un buen presentimiento. No le agradaba la idea de pasar tanto tiempo a solas con James Potter.

Afortunadamente para él cuando se dio cuenta el día en que Potter le regresaría su libro llego rápido, aunque todavía tenía que seguir dándole clases.

—Porque tan contento hoy Severus— le dijo Regulus en el desayuno.

—Por nada en particular—

—Oye crees que podrías ayudarme un poco con mi redacción de defensa contra las ates oscuras—

—Claro de que tienes que hacerla—

—Hombres lobo—

Después de estar enseñándole pociones a James y de haber recuperado el preciado libro que le habia regalado Lily, se apresuró a ir a su sala común a ayudar a Regulus con su redacción.

Y mientras ayudaba a su amigo, a hacer los deberemos, no pudo evitar notar ciertas cosas sobre la licantropía muy curiosas, a las que no le habia prestado atención antes.

 

Enero paso dando paso a febrero, y aunque su idea de las cartas habia funcionado bien por un tiempo, ahora ya no le veía sentido a seguir enviándolas y mejor se enfocaba en acercarse a Severus en las clases que este le daba.

Habia tenido buena muy buena suerte y Sirius y Peter no habían intentado ninguna broma contra Severus, debido a que Remus los tenía ocupados estudiando para los timos, pero preguntaban a donde se iba cuando se desaparecía con el mapa, así que les decía que estaba con chicas.

Pero con quien en verdad estaba dos días a la semana era con Severus, y aunque su relación con este no era lo que quería, poco a poco se iba acercando más a su Slytherin.

—Llegas tarde hoy Severus—

—Lo sé, y me disculpo, en que nos quedamos la clase pasada—

— ¿En dónde estabas que llegaste tarde?, no es propio de ti retrasarte— le dijo James, pero él sabía en donde había estado Severus, ya que lo habia estado checando con el mapa del merodeador.

—Potter no tengo, porque decirte lo que hago o dejo de hacer no somos amigos—

—Ya te dije que no me digas Potter, yo ya no te digo quejicus—

—Que pretendes—

—No pretendo nada, me estás dando clases y te estoy tratando con respeto, llegaste tarde y siempre eres muy puntual, acaso no puedo tener un poco de curiosidad— dijo James con una inocente sonrisa, que puso un poco alerta a Severus, ya que el habia visto muchas veces la sonrisa burlona de James, cada vez que este y compañía le hacían una broma, pero nunca lo habia visto hacer esa sonrisa.

—Fui a la lechucería— le dijo Severus mientras caminaba hacia donde él estaba.

—Valla quien diria que te gusta enviar cartas—

—Solo le envió cartas a mis amigos—

—Crees que Lucius y Narcissa son personas a las que se les puede considerar amigos—

—A ti que te importa, a quien considero o no mis amigos—

—Tranquilo, no era mi intención ofender a tus amigos—

Severus miro un poco molesto a James y dijo — hoy no puedo quedarme mucho, así que saca tu libro—

 

Estar dándole clases a Potter ya no le resultaba tan molesto, pero aun así no le agradaba del todo, ya que James Potter habia sido la segunda persona que más odiaba, desde que lo habia conocido en el expresó a Hogwarts a los 11 años, James no habia sido santo de su devoción, y cuando empezó a hacerle todas esa bromas junto con sus amigos, de verdad empezó a odiarlo al igual que odiaba a su padre.

No obstante ahora que tenía que estar con el dos veces a la semana, este ya no se le hacía tan odioso como antes, aun no olvidaba todas las bromas que este y sus amigos le habían hecho, pero extrañamente ya no sentía que lo odiaba como antes.

Aparte de que agradecía un poco el hecho de que tanto James, como Sirius y Peter, ya no le hicieran bromas y que se las hicieran a otros ya que ahora se hacían llamar los merodeadores.

Aunque desde que habia ayudado a Regulus con su redacción acerca de los hombres lobos había tenido muy checado a Remus. Estaba casi seguro de que este era un licántropo.

Se debatía internamente en si decirle a Lily o no lo que habia descubierto, él estaba seguro de que Remus era un hombre lobo, pero no tenía con que confirmarlo.

Así que después de pensarlo mucho decidió decirle a Lily lo que sabía.

Aprovecho un día cuando iban al gran comedor y el pasillo estaba vacío, para informarle a su amiga lo que sabía.

—Lily podemos detenerlos, tengo algo que decirte—

—Dime Sev, suenas un poco misterioso—

—Lily, lo que te voy a decir es algo muy delicado, pero te lo tengo que decir, porque me preocupa que pueda pasarte algo—

—Sev, me asustas que sucede— le dijo Lily algo preocupada.

—Lily Remus es un hombre lobo, debes de tener cuidado de el—

Lily pareció sorprendida por un segundo, después puso un semblante de comprensión y dijo— Sev, ya lo sabía—

— ¿Cómo, desde cuándo?— dijo Severus sorprendido.

—Desde el tercer curso, Sev Remus es una buena persona, no debes decirle a nadie—

—Pero Lily—

—Sev prométemelo por favor, Remus es mi amigo al igual que tú, el sería incapaz de lastimar a alguien —

—Lily—

—Prométemelo Sev—

Severus suspiro y dijo —Te lo prometo— y siguió su camino con la pelirroja hacia el gran comedor.

 

Pero ninguno de los dos se dio cuenta de que Sirius habia escuchado su conversación y no le habia gustado nada, escuchar que Severus creía que Lily debía dejar de ser amiga de Remus por su condición de hombre lobo. Así que empezó a planear una manera de vengarse de Severus, por lo que este creía de Remus.

 

Siempre que le tocaba que Severus le diera clase llegaba muy temprano, sacaba el mapa del merodeador y observaba al Slytherin recorrer los pasillos del castillo.

Sentía que poco a poco se acercaba un poco a Severus. Y ahora se sentía con más libertad de mirar a Severus, en el gran comedor y durante sus clases.

 

La luna llena estaba próxima y eso lo hacía recordar lo que sabía sobre Remus, pero Lily lo habia hecho prometer que no le diria a nadie y el cumpliría esta, ya que después de pensarlo bien comprendió que Lily tenía razón, Remus no era su amigo, pero era una persona tranquila en comparación con James, Sirius y Peter, era buen estudiante y además el prefecto de Gryffindor junto con Lily. Así que lo mejor que podia hacer era guardar el secreto, aunque no podia evitar sentir un poco de curiosidad sobre la licantropía del Gryffindor.

Mientras comía en compañía de Regulus, no pudo evitar notar que desde la mesa de Gryffindor, James lo veía de una forma rara, casi le parecía ver que este le quería sonreír.

No entendía porque James lo miraba de esa forma.

Por lo que cuando se encontró dándole clases a James en el aula en desuso le dijo—Podrías dejar de mirarme de esa manera, es molesto—

James se sorprendió un poco, por lo que le había dicho Severus, pero luego recordó que lo había estado mirando nada discretamente, así que decidió dar un paso en su plan de conquista.

—Verte de qué manera—

—Tú sabes bien de lo que hablo—

—No, no lo sé— dijo James acercándose más de lo debido, fijando sus ojos avellana en los profundos ojos negros de Severus, poniendo un poco tenso al Slytherin.

Tener a James tan cerca de él, lo habia puesto extrañamente tenso la mirada avellana de James lo ponia extrañamente nervioso.

Estaba a punto de apartar su mirada cuando sintió la mano de James tomar su mejilla, para después besarlo en los labios.

Durante quince largos segundos, se quedó petrificado sintiendo los labios de James moverse sobre los suyos. Hasta que se dio cuenta de lo que estaba pasando, y alejo a James de él, tomo rápidamente sus cosas y se fue desconcertado y levemente sonrojado por lo que habia pasado.

Mientras en su cabeza no dejaba de repetirse el momento en el que James lo habia besado, aunado a la sensación de sentir los labios de James sobre los suyos, que por alguna extraña razón sentía que la vía experimentado antes.

No obstante aquello lo desconcertaba y le daba miedo por igual, ya que solo unas cuantas semanas atrás el habia odiado a James y creía que este también lo odiaba, no quería comprender porque el Gryffindor lo habia besado.

Así que la siguiente semana no fue a las clases que tenía que darle a James y este estaba enojado y triste con él, lo sabía por la forma en la que lo miraba durante las clases y en el gran comedor.

El jueves durante la cena se apresuró a comer por dos razones, la primera porque Regulus no estaba y la segunda, porque Jame no dejaba de mirarlo.

Pero camino a las mazmorras Sirius lo abordo.

—Quejicus, cuanto tiempo, no has extrañado nuestras bromas—

—Black—dijo con molestia, poniéndose en guardia listo para atacar de ser necesario.

—Sabes quejicus mañana habrá luna llena, si quieres ver algo interesante deberías ir al sauce boxeador— le dijo Sirius con una maliciosa sonrisa antes de irse.

Toda la noche se la paso pensando en lo que Black le habia dicho, ya que era evidente que este de alguna forma se habia dado cuenta de que sabía que Remus era un hombre lobo, y le estaba tendiendo una trampa.

Cuando amaneció, se fue a desayunar con Regulus y fue a sus clases, pero durante estas seguía pensando en las palabras de Black, sabía que era una trampa, pero tenía mucha curiosidad de ver a Remus transformado en hombre lobo.

Tan metido estaba en sus cavilaciones, que no noto cuando James lo jalo hasta un salón vacío.

—Tenemos que hablar Severus— le dijo James.

—Yo no tengo nada que hablar contigo—

—Claro que sí, acaso ya se te olvido nuestro beso—

—No se dé que me hablas—

—Vas a fingir que no paso bien, entonces hablamos de este— le dijo James antes de volverlo a besar.

—Que es lo que pasa contigo— dijo Severus cuando James separo sus labios de los suyos, antes de empujar a James y huir.

 

La mayor parte de la tarde la paso en la sala común de Gryffindor pensando en cómo lograr que Severus aceptara sus sentimientos, ya que aunque el Slytherin habia huido de él, cuando lo habia besado, este no lo alejaba de sus labios enseguida, James estaba seguro de que Severus habia disfrutado sus besos.

Antes de que el sol se empezara a ocultar, pasó junto con Sirius y Peter a la enfermería a ver a Remus, acordando que lo encontrarían ya transformados en el bosque prohibido.

Sin embargo cuando la luna llena se aproximaba a asomarse en el firmamento, Peter se empezó a sentir muy mal y a él se le hizo feo dejar a Peter solo en ese estado así que él se quedó con Peter y Sirius se fue a acompañar a Remus.

Pero mientras cuidaba de Peter saco el mapa del merodeador para checar a Severus, palideciendo al ver la motita con el nombre de este a casi nada del sauce boxeador, donde se encontraba la motita con el nombre de Sirius inmóvil.

Así que soltó el mapa y corrió hacia el sauce, ya que su mente habia descifrado muy rápido lo que Sirius tramaba.

 

Remus se encontraba apunto de transformarse en la casa de los gritos y él esperaba pacientemente en el sauce boxeador con el pasadizo listo para que Severus pasara y viera a Remus transformarse en lobo, Esperaba que del susto Severus dejara de meterse en lo que no le importaba.

 

Al final su curiosidad pudo más que su buen juicio, fue a la trampa que le habia puesto Sirius, quien ya se encontraba esperándolo.

—Adelante Quejicus, entra estoy seguro de que encontraras algo muy interesante ahí dentro—

Severus no dijo nada y con un lumos ilumino el camino hasta que llego a lo que parecía ser una casa, camino por esta y en uno de los cuartos vio algo que lo dejo sin palabras.

Ya que Remus se transformó en hombre lobo antes sus ojos dejándolo impresionado  y un poco asustado de ver a  Remus sufrir por la transformación, y lamentablemente se dio cuenta tarde de que se habia quedado más de lo debido viendo a Remus, pues este ya transformado en hombre lobo lo noto y no dudo en arremeter contra él.

Por lo que corrió lo más rápido que pudo mientras lanzaba Expelliarmus, logro salir del pasadizo pero antes de que se alejara Remus lo alcanzo y lo lanzo rasgando su túnica y con ella su espalda.

Se levantó a duras penas tentado a usar el Sectumsempra, pero desecho la idea igual  de rápido que como se le habia ocurrido y justo cuando Remus iba a volverlo atacar, inevitablemente vio pasar su corta vida frente a sus ojos, sin embargo sus recuerdos se detuvieron justo en el primer beso que James le habia dado, «genial» pensó estaba a unos segundos de morir y se ponia a pensar en James Potter.

Vio las garras de Remus a nada de tocarlo, cuando un majestuoso ciervo salió de la nada y embistió a Remus. El ciervo y el hombre lobo peleaban frente a él y solo podia pensaba en cómo ayudar al ciervo.

Y antes de que lanzara un hechizo para ayudar al ciervo, un enorme perro negro se unió a la lucha ayudando al ciervo. Juntos los dos animales lograron ahuyentar a Remus.

Así que el corrió a ayudar al ciervo notando que este tenía los ojos de un color que él conocía bastante bien.

—James— dijo apenas audible.

El ciervo cerro sus ojos y cuando se dio cuenta James Potter se encontraba a su lado todo herido.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el cap


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