Cuando regreso a su habitación se hecho en su cama y rápidamente cerro los doseles verdes. Busco su libro de pociones avanzadas y con una cálida mirada y el rostro todo sonrojado, escribió en él, este libro es propiedad del príncipe mestizo, mientras pensaba en James.
En el pasado, si alguien le hubiera dicho que estaría pensando en algo para ayudar a Sirius Black, definitivamente se abría reído en la cara de dicha persona.
Sin embargo, aquí estaba, perdiendo horas de su valioso sueño, intentando encontrar la forma de lograr que el cabezota del Gryffindor y su amigo, solucionaran sus problemas familiares. Definitivamente necesitaría algo más que suerte liquida, para lograr tal hazaña.
Y después de meditarlo por un tiempo, llego a la resolución, que nuevamente tendría que pedirle ayuda a James. Por un segundo aquel pensamiento le resulto desconcertante. Él, pidiéndole ayuda a Potter por segunda vez.
No obstante, ni el hecho de que estuviera pensando ayudar a Black, ni el que le pidiera ayuda a James, era lo más raro; lo irónicamente extraño, era la relación de pareja que ahora tenía con su revoltoso novio, quien sorpresivamente, había logrado colarse en su corazón.
—¡Quieres que hagamos que castiguen a Sirius y a Regulus! —exclamo James sorprendido.
—Si.
—¿Por qué?
—Creo que esa es la única forma, en la que no se negaran a estar juntos y con un poco de suerte, solucionaran sus problemas.
—Te estas tomando muchas molestias en ayudar a Regulus.
—No me digas que estas celoso.
—Un poco.
—Reg, es mi amigo, yo solo quiero ayudarlo un poco, el en verdad lo está pasando mal.
James soltó un suspiro y dijo—está bien, que es lo que haremos.
—Esperaba que me ayudaras en eso, nadie sabe más sobre meterse en problemas y romper las reglas que tú.
—Vaya, me ofendes y halagas al mismo tiempo. Como debería tomarme eso mi príncipe mestizo—soltó el Gryffindor, mirándolo traviesamente, antes de colocar sus manos sobre sus hombros.
Hizo una falsa mueca y jalando a James de la corbata, unió sus labios, dejando que su novio lo atrapara entre sus brazos.
*****
No sabía en qué momento había terminado implicado en tan absurda pelea, que lo llevo justo a la situación incómoda que tenía días evitando.
Sin embargo, ahí estaba él, junto con su hermano de noche en el bosque prohibido, buscando unos tontos hongos saltarines.
—Podrías cambiar tu cara de fastidio, yo tampoco quería estar aquí contigo… todo esto es culpa de Potter—soltó Regulus deteniendo su andar.
—El único culpable de esto, es quejicus, si James no lo hubiera defendido, esto no habría pasado—objetó imitando a su hermano.
—Sev no tiene la culpa, el no pidió la ayuda de Potter.
—Sin James, el llorón de quejicus en estos momentos estaría en la enfermería.
—Ja, no me hagas reír, como si tú y Potter no hubiesen mandado antes a la enfermería a Sev, con sus tontas bromas.
—Eso fue antes, a diferencia de ti, James y yo si hemos madurado.
—Por favor, madurar tú… ¿desde cuándo huir es madurar?
Las palabras de su hermano lo hicieron fruncir el ceño y permanecer en silencio.
—Ahora no dices nada, vaya persona madura que eres—dijo Regulus mirándolo fijamente.
—Regulus a ti que te importa lo que haga o deje de hacer con mi vida—expreso evitando la mirada de su hermano.
—¡Me importa! Porque eres mi hermano, tal vez tu no lo sientas así, pero formamos parte de la misma familia. Quieras o no eres un Black y eso es algo que nunca va a cambiar.
—Yo ya no soy un Black, nuestra bellísima madre muy seguramente ya me quito del árbol familiar.
—Ja, ahora eres un Potter; por muy amigo que seas de James, él no es tu hermano, tu único hermano soy yo, te guste o no.
Agacho la cabeza un poco y dijo—Hay lazos que van más allá de la sangre, James no será mi hermano y sus padres no serán los míos. Pero con ellos me he sentido más acogido y feliz, que todo el tiempo que viví en Grimmauld Place.
—¿Entonces no significo nada para ti, nuestros padres tampoco?... nunca nos has considerado tu familia, nuestros padres no son perfectos, pero ellos nos dieron la vida.
—……
—¡Responde!
—Tu no entiendes, no puedes entenderlo… porque siempre has tenido su aprobación. Eres su hijo perfecto, todo este tiempo solo has seguido sus enseñanzas y cumplido sus expectativas, sin ponerte a pensar en lo horribles que son.
—Crees que no lo sé, hay muchas cosas con las que yo tampoco estoy de acuerdo, sin embargo, que otra cosa puedo hacer.
—Podrías llevarles la contraria un poco, pero no lo haces, porque sabes que te encanta ser el hijo perfecto.
—Eso no es así.
Soltó un suspiro y mirando por primera vez a Regulus a los ojos, desde que habían entrado al bosque prohibido dijo—Claro que sí, me reclamas el haberme ido, pero yo solo hice lo que tenía que hacer. Yo no soy como tú, no puedo agachar la cabeza y estar de acuerdo con su forma retorcida de ver y hacer las cosas…me estaba ahogando, cada día que pasaba junto a ellos, era como estar en una prisión. No soy como ellos y no podía ser el hijo que querían que fuera; así que por qué no puedo, buscar mi propia felicidad…puede que sea egoísta de mi parte irme y dejarte todo el peso del legado Black, pero es un peso que estás acostumbrado a llevar, siempre has sido el hijo perfecto que ellos han querido.
—Piensas que a mí me gusta cumplir todas sus expectativas.
—………
—La única razón por la que siempre he actuado como ellos han querido, es para que tuvieras menos presiones. Sin embargo, desde que entraste y entre a Hogwarts, solo te has alejado, en lo único que piensas es en tus amigos Gryffindors.
—Regulus yo… lamento que pienses que no me importas, puede que no lo demostrara, pero si te quiero, eres mi hermano pequeño. Fuiste la única razón por la que no me marche antes, pero las diferencias entre nosotros con los años, solo nos han separado. De verdad que lamento, no haber intentado ser más tu hermano mayor… simplemente asumí que no me necesitabas.
—Siempre solo vez lo que quieres.
—Intenta entenderme, yo no soy como tú… ¿Por qué no vienes conmigo a casa de los Potter?, ellos también te recibirán con los brazos abiertos.
Regulus negó con la cabeza y dijo—Tienes razón Sirius, somos muy diferentes. Yo no puedo huir, como tú lo hiciste; todos estos días, había estado lleno de rencor hacia ti y Potter, no entendía por qué huiste de esa forma, ahora veo que fue porque sufrías y a tu manera usaste ese lado Gryffindor del que estas tan orgulloso… decidiste forjar tu camino fuera de la familia y respeto tu decisión. Sin embargo, yo elijo quedarme he intentar cambiar todo lo que odias de ella; y tal vez algún día nuestros caminos se vuelvan a cruzar y podrás sentirte orgulloso de ser un Black.
*****
Caminaba sujetando la mano de su Slytherin, adentrado en el bosque prohibido y sin darse cuenta soltó una leve carcajada, que su novio noto.
—¿Por qué te ríes de la nada?
—Es que aún me sorprende, que de verdad nuestro plan funcionara, aunque me siento un poco mal por los Ravenclaw.
—Un pequeño daño colateral, sin embargo, el plan no funciono a la perfección. Nosotros también salimos castigados, se supone que la suerte liquida nos ayudaría.
—Qué mejor castigo que estar juntos, es como estar en una cita.
—¿Cita?
—Claro, estamos solos en el bosque a la luz de la luna.
—Por si lo olvidaste, se supone que tenemos que buscar hongos saltarines.
—Podemos tomar un descanso, Hagrid no se dará cuenta y Sirius y Regulus en estos momentos deben de estar hablando… ¿también le diste un poco de suerte liquida a Regulus?
—Sí, se la puse en su té de la tarde.
—Vez, no habrá nadie que nos moleste por un largo tiempo.
—¿Y qué propones hacer?
Coloco su mano en el rostro de Severus y acariciando lentamente su mejilla dijo—que no es obvio.
Y antes de que el Slytherin hablara, atrapo sus labios con los suyos, a la par que movía el cuerpo de su novio hasta el árbol más cercano.
Entre besos y caricias se dejó perder, inundado por la felicidad que sentía al tener a Severus, solo para él, en aquel momento tan especial. Ambos juntos disfrutando de su amor, bajo las copas de los árboles y a la luz de la resplandeciente luna.
Que cuando se dio cuenta, su parte baja y la de su novio habían despertado.
No lo pensó mucho y antes de que este se inhibiera, repartió suaves besos en su cuello, al mismo tiempo en que se deshacía de la túnica y buscaba el miembro del Slytherin.
Gracias a Merlín, Severus solo se estremeció y se dejó hacer a todas sus caricias, mientras lo volvía a besar en los labios.
Para cuando se dio cuenta, tenía entre su mano, también su propio miembro frotándolo contra el de su Slytherin, quien soltaba pequeños jadeos, sobre su cuello.
Una vez que se limpiaron, colocaron las túnicas en el suelo y se sentaron sobre ellas.
—¿Tienes frio? —pregunto como excusa para seguir abrazando a su novio.
—No.
—Seguro.
—Si.
Resignado no tuvo más opción que tomar la mano del Slytherin.
—Puedo preguntarte algo—soltó Severus de repente.
—Sev, puedes preguntarme lo que quieras.
—Sev, acaso ya no soy tu príncipe mestizo Potter—dijo Severus mientras alzaba la ceja.
—Sabía que si te gustaba—expreso con una traviesa sonrisa.
—No me desagrada.
Aferro más su mano a la de Severus y pregunto—¿Qué es lo que querías saber?
—Me preguntaba si venias muy seguido al bosque prohibido, ya sabes en tu forma de ciervo.
—Solo cuando es luna llena, los chicos y yo nos transformamos y vagamos por el bosque junto con Remus. Aunque antes solíamos venir más seguido a practicar la transformación… ¿quieres que me transforme?
—Lo harías.
—Por supuesto mi príncipe mestizo.
Rápidamente se levantó y tomando un poco de distancia, se transformó en un majestuoso ciervo, que Severus miro admirado a la par que le acariciaba el suave pelaje.
Después de unos cuantos minutos se volvió a transformar y aprovechando que su Slytherin estaba curioso por saber cosas de él, pregunto—¿Cuál es tu libro favorito?... casi siempre estás leyendo, así que me preguntaba cuál es tu favorito.
Severus no tardó en responder— supongo que, el misterio del asesinato de Harry Lawler.
No pudo evitar sorprenderse, recordando el momento en que había visto a Severus dormido y le robo su primer beso.
—¿Lo conoces?... es una novela muggle.
Sonrió traviesamente y respondió—si
—¿Les novelas muggles?
—Claro.
—¿De qué trata?
—Ya sabes…de este, tal Harry que es injustamente asesinado y todo el misterio que envuelve su muerte.
—¿Cuál es el giro de la trama?
—Que no fue un asesinato, sino un suicidio.
El Slytherin se rio un poco y dijo— buen intento, pero eres un mentiroso y para que lo sepas el giro era que Harry estaba vivo y solo fingió su muerte para vengarse.
—Te gusta mucho ese libro verdad.
—Más bien el personaje principal, Harry Lawler es muy interesante. Si quieres te presto el libro, así dejas de andar inventándote tramas.
—Sí, me gustaría leerlo, el nombre Harry me gusta.
*****
Después de haber aclarado las cosas con su hermano, buscaron en silencio los hongos saltarines y cuando los encontraron, atraparon unos cuantos y regresaron al punto de donde partieron. Encontrándose con el guardabosque, quien ya los estaba esperando acompañando por su amigo y Potter.
Entregaron los hongos y el semigigante los dejo irse, así que con un leve gesto se despidió de su hermano y junto con Severus regreso al castillo.
—Estas bien, me hubiera gustado acompañarte, pero el guardabosque, me emparejo con Potter.
—Eso creo… hablamos un poco, pero fue extraño.
—¿Hablaron sobre su huida?
—Sí, ahora entiendo un poco porque lo hizo.
—Entonces ahora, ya no estás enojado con él.
—Ya no, pero si me siento un poco dolido.
—Estarás bien Reg— dijo Severus con una mirada comprensiva y él le respondió con una leve sonrisa. Antes de ambos entrar al castillo.