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Cadena de errores por elenaa

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Notas del capitulo:

Espero que les guste el cap

Con el secreto de Remus ya no tan secreto, ahora James y los demás ya no cenaban las noches de luna llena, Y en vez de caer profundamente dormidos buscaban una forma de poder estar en compañía de este durante su transformación.

Solo que todavía no sabían que podían hacer para acompañar a su amigo en las noches de luna llena, hasta que un día en clase de transformaciones Sirius vio que la respuesta estaba ante sus ojos.

— ¡Pero que tontos, James lo tengo!— exclamo de la nada Sirius, ganándose la atención de todos.

—Señor Black, no quiero interrumpir sus momentos eureka, pero podría por favor usted no interrumpir mi clase— le dijo la profesora McGonagall.

—Lo siento profesora— dijo Sirius algo apenado.

Y en seguida que la clase finalizo no perdió tiempo para contarles a sus amigos su brillante idea.

— ¡Animagos!— habia dicho únicamente, emocionado mostrando una sonrisa de oreja a oreja.

—Animagos— repitió Peter confundido.

— ¡Eso es perfecto! — dijo James igual de emocionado que Sirius.

—Lo sé, no sé cómo no se nos ocurrió antes, la profesora McGonagall es una animaga—les dijo Sirius

—Pero chicos esa es magia muy avanzada—dijo Remus, no tan convencido de la idea de Sirius.

—Vamos Rems, si la profesora pudo nosotros también podremos— le dijo James con una sonrisa que desapareció al instante, ya que aún lado de ellos paso Severus acompañado de Regulus.

—De todas las personas de Hogwarts, Regulus se tenía que hacer amigo de quejicus— les dijo Sirius afligido a sus amigos, deslizando su mano derecha sobre su rostro.

—No empieces Sirius— le dijo Remus tomándolo del brazo para dirigirlo a sus clases de herbología.

 

La idea de Sirius era genial y esta habia emocionado a James, pero su emoción se habia esfumado en cuanto vio a Severus con Regulus, no le gustaba ver al pelinegro con nadie que no fuera Lily y aun cuando este estaba con ella aquello no le agradaba del todo.

Por lo que toda la clase de herbología se la paso pensando en este hecho, aunque no encontró respuesta alguna que le convenciera del porqué de su interés en aquel Slytherin.

Entre broma y broma más frecuentemente dirigidas a Severus el tiempo pasó y cuando se dio cuenta su segundo año habia concluido y ya se encontraba a bordo del expreso de Hogwarts para regresar a su casa.

Durante las vacaciones para distraerse y no pensar en cierto Slytherin, investigo sobre cómo convertirse en animago y se la paso comunicándose con sus amigos por lechuzas, con todos menos con Sirius, quien habia sido castigado por su madre, y debido a esto tenia prohibido comunicarse con sus amigos quienes en palabras de Walburga eran mala influencia para su hijo.

Sirius con mucho esfuerzo habia logrado que Regulus a regañadientes le prestara su lechuza para mandarle una carta contándole su situación, así que una vez que se enteró de la razón por la que su amigo no se comunicaba con él, no perdió tiempo en pedirle a su adorado padre un medio por el cual poder comunicarse con su amigo.

A lo que Fleamont no tardó en darle dos espejos hechizados para que pudiera comunicarse con su amigo.

Así que James le mando a Sirius con la lechuza de Regulus una carta, donde le explicaba lo que era el espejo y dentro del sobre el espejo mismo. Con el cual estuvo en contacto con Sirius todo lo que resto de sus vacaciones.

Y cuando estuvo de nuevo en el andén 9 y ¾ apunto de abordar el expreso a Hogwarts vio a Severus llegar con una mujer muy bonita de larga cabellera negra y profundos ojos negros, sin embargo el semblante de aquella mujer denotaba una profunda tristeza, que no pasó desapercibida para él.

Y por un momento le pareció ver aquella misma tristeza en los ojos de Severus, quien en cuanto se dio cuenta de que lo estaba viendo reflejo en estos una absoluta frialdad dedicada solo para él.

Por lo que lo miro despectivamente y rápidamente se giró para subir al expreso, pero mientras caminaba en busca del compartimiento en donde estaban sus amigos no pudo evitar sentir un dolor punzante que se hundía en su pecho, no le habia gustado nada que Severus lo mirara de esa forma.

Gran parte del camino a Hogwarts se la paso pensando en la forma en la que Severus lo habia mirado y pudo haber seguido pensando en ello, si Sirius no lo hubiera sacado de sus pensamientos intentándolo convencer para que entraran al equipo de quidditch.

—vamos James, será divertido— le habia dicho Sirius con insistencia.

—Lo sé pero no estoy muy seguro—

—Seguro de que, eres estupendo volando tienes que estar en el equipo, además yo quiero estar en el equipo, Rems y Peter no son muy buenos así que no harán audiciones pero tu seguro consigues un lugar, ándale James sin ti no tendrá diversión estar en el equipo—

—Si me gustaría pero…. —

—No seas amargado como Rems, hasta Regulus va hacer audiciones para buscador de Slytherin y el apenas va a cursar segundo— le dijo Sirius antes de que pudiera terminar su oración.

Y escuchar aquello habia hecho que naciera en él un gran interés en unirse al equipo de quidditch y ser buscador solo para poder vencer a Regulus en cada partido de quidditch que pudiera.

—Sabes que tienes razón, hay que hacerlo— le dijo a su amigo con una traviesa sonrisa.

 

Durante el banquete de bienvenida Severus no pudo evitar mirara por una fracción de segundo a James, lo odiaba, odiaba todo de él, ni en sus más terribles pensamientos habia imaginado que llegaría a odiar a alguien, pero ahora habían dos personas a las que odiaba, su padre y James Potter los causantes de sus desdichas.

Su primer año en Hogwarts habia considerado que tenía un hogar al cual regresar, pero después de sus vacaciones ya no estuvo muy seguro de eso, y ahora a estas alturas estaba seguro de que no tenía ningún lugar al cual considerar un hogar. Su hogar no era su casa en la calle de la Hilandera, su hogar no era en las frías mazmorras de Hogwarts. No su hogar no era un lugar, su hogar iba más allá de un sitio en el cual estar, su verdadero hogar era una cálida y alegre chica pelirroja de destellantes ojos verdes, ella era lo más cercano que él tenía a aquello.

Acostado en su cama habia decidido, ya no dejar a Potter y a Black gastarle bromas. Lily Y Regulus le habían dicho muchas veces que tenía que defenderse, pero él nunca habia seguido su consejo.

Por lo que Lily, Regulus y hasta Lucius, cada uno por su propia cuenta y a su manera lo defendían cuando se daban cuenta de las bromas de estos.

Lily acusando a James y a Sirius con McGonagall y Slughorn, Regulus intentando convencer a Sirius para que detuviera sus bromas, ya que Regulus no se atrevía a acusar a su propio hermano y Lucius quitándole puntos a Gryffindor por causa de estos cada vez que podia, pero ni así James y Sirius acompañados por el insulso de Peter dejaban de gastarle bromas.

Y ahora que Lucius ya no estaría en el castillo, él quería, no mortificar a Lily y poner a Regulus entre la espada y la pared cada que Potter y Black le hicieran una broma.

Extrañaría un poco a Lucius, aquel rubio aristocrático junto con Narcissa y Regulus eran lo más cercano que el tenia a amigos después de Lily.

Le hubiera gustado que estos se llevaran con Lily, pero los ideales de estos hacia la pureza de la sangre, eran demasiado fuertes. Por lo que cuando estaba con ellos no estaba con Lily y viceversa cuando estaba con la pelirroja.

Tres semanas después del que el nuevo curso hubiera comenzado Severus se encontraba desayunando en la mesa de Slytherin con Regulus y Narcissa, Regulus les contaba muy animado que acudiría a las pruebas para escoger a los nuevos integrantes del equipo de quidditch, Severus lo escuchaba atento, pero Narcissa estaba algo triste ya que todavía no se acostumbraba a no ver a Lucius.

 

Cuando las pruebas para escoger a los nuevos integrantes del equipo de quidditch fueron, James y Sirius se presentaron, y tal y como habían esperado habían logrado entrar, el único inconveniente que James tenía era que ambos habían sido seleccionados como cazadores, aunque el habia hecho prueba para buscador.

Así que se las ingenió para convencer al capitán de Gryffindor de que solo cuando tuvieran partido contra Slytherin lo dejara jugar como buscador.

 

El viernes después de su última clase, Severus estuvo con Lily en la biblioteca hasta que Regulus fue a buscarlo, así que se despidió de su amiga y se fue con Regulus, quien tendría su primer entrenamiento de quidditch oficial y estaba algo nervios por esto.

—Eres un buen jugador, por algo lograste entrar al equipo, no estés nervioso— dijo tomando a Regulus por sorpresa.

—Tanto se me nota— dijo Regulus algo apenado.

—Solo un poco—

Ambos soltaron una leve risa y cuando llegaron al campo de quidditch, Regulus se fue a entrenar y Severus lo observo un rato desde las gradas, hasta que vio que Regulus ya no se sentía nervioso y disfrutaba del entrenamiento. Así que se fue en busca de un lugar más silencioso para leer.

Camino hasta que encontró un buen sitio para leer su libro bajo la sombra de un árbol, le encantaba aquel libro muggle, tanto la trama como el protagonista Harry Lawler lo tenían enganchado, pero el lugar que habia escogido para leer su libro estaba tan pacifico que no pudo evitar cerrar los ojos un momento y quedarse dormido.

 

James le habia cambiado el color de cabello a Filch que habia quedado con un arcoíris de colores en su cabeza así que de castigo tenía que ir a ayudar a Hagrid, pero para él eso era todo lo apuesto a un castigo ya que el semigigante le agradaba mucho.

Pero antes de ir a cumplir su castigo habia decidido caminar un poco por los alrededores, sorprendiéndose al encontrar durmiendo bajo la sombra de un árbol a Severus.

Sin saber por qué lo hacía, se fue acercando sigilosamente hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para ver el título del libro que Severus tenía sobre su pecho.

El misterio del asesinato de Harry Lawler, leyó casi susurrando, para luego fijar su vista en el rostro dormido de Severus que en ese momento se veía tan sereno y relajado, que no pudo evitar perderse en él, hasta que lentamente sin que se diera cuenta sus labios se encontraron rosando levemente los labios del Slytherin.

Cuando se dio cuenta de lo que habia hecho rápidamente se alejó y todo sonrojado camino lo más rápido que pudo hacia la cabaña de Hagrid, sin entender porque habia hecho aquello.

¡No!.… ¡no!…. ¡no puede ser!, ¡no me puede gustar Snape!, ¡no!..., ¡no estoy enamorado!, se repetía incesantemente en su cabeza.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado


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