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Tan distintas e iguales por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡Juraría que subí esto hace mucho! Pero ya que no (y llevo un poco de prisa Dx) les dejo el capítulo y me retiro

Regresó a su departamento y tras lanzar las llaves sobre la mesa se tiró sobre el sillón de la estancia intentando no pensar en lo mucho que necesitaba un cigarrillo y otro trago.


-¡Hasta que decides volver! Te dije que estaría esperándote aquí y al parecer no te importó en lo más mínimo... ¡Y por favor limpia el desastre que dejaste en el estudio! Está hecho un caos y apesta-le dijo indignada acercándose hasta donde descansaba-¿Dónde se supone que estabas después de todo?


-Quería despejarme, tenía asuntos por resolver y aquí encerrada no podía hacerlo. Ya devolví la libreta si estabas preocupada por ello y déjame decirte que no fue muy agradable que digamos, esa chica tiene peor carácter que yo y es incluso más desesperante de lo que piensas que soy-suspiró levantándose para ir a la cocina.


-Al menos se solucionó el asunto de la libreta... Espero que con eso hayas calmado tu ansiedad y tras ver todo el caos que tu niña traería se te borre la idea de querer acercartele-la siguió con la mirada atenta a lo que hacía hasta darse cuenta de que iba a sacar una cerveza del refrigerador-¿Qué crees que haces? ¡Alto ahí! Ni se te ocurra empezar a beber de nuevo.


-¡Dame un respiro Carolina! De verdad ni mi mamá armaba tanto lío cuando tomaba...-sacó la cerveza y la bebió de una sola vez-Además tú me conociste con estos vicios, varias veces tuviste que sacarme de algún bar... ¿O no?


-Y no quiero que se repita-sentenció mirandola fijamente-Verónica, cuando digo que te veo como una amiga no miento, de verdad me interesa que estés bien. Deja de actuar como adolescente en etapa de rebelión porque ya no te queda.


-Claro, esa etapa la desperdicie con alguien que no estaba interesada en mí y ahora tengo que vivir con ello...-suspiró tomando otra cerveza dispuesta a beberla-¿Sabes? A veces pienso que con lo rápido que he vivido no duraré muchos años más así que ¿Para que cuidarme? Lo mejor será disfrutar lo que me queda y no complicarme más.


-¿Por qué eres tan necia? De verdad si tan siquiera intentaras dejar de ser tan negativa las cosas serían diferentes.


-¡Me cansé! La resaca empieza a llegar-se levantó y caminó en dirección a su cuarto-Si hay algo por hacer encárgate de ello, a menos que sea de vida o muerte no quiero saber nada de nadie...-abrió la puerta y giró hacia su editora-Y no voy a beber ni intentar acabar con mi vida por si te quedan dudas, sólo quiero descansar porque ya no soporto el dolor de cabeza...


La mayor suspiró profundo prefiriendo no decirle más. Sabía perfectamente que había muchas cosas que la escritora guardaba por decisión propia y que no había manera en que consiguiera hacerla de cambiar pero no podía dejar de pensar que debía ser algo lo suficientemente importante como para mantenerlo en secreto y que influyera tanto en su vida para ponerla así de un momento a otro.


 


 


_____________________________


 


 


Eran casi diez de la mañana y el timbre de su departamento ya sonaba desde varios minutos atrás. El sonido era desesperante y lo que más deseaba es que quien estuviera causando su sufrimiento y la privaba de su merecido descanso desapareciera lo más pronto posible.


-¡Carajo…! Vaya si es molesta la gente a esta hora de la mañana-arrastró los pies hasta la puerta y sin ninguna delicadeza la abrió dispuesta a pelear con quien estuviera del otro lado.-¿Qué quiere…?-reclamó aun frotándose los ojos.


–Buenos días, que buena manera de recibirme…-protestó la mujer haciendo que la más baja abriera los ojos de par en par-La hora que es y tú sigues en pijama ¿No deberías estar preparándote para ir a trabajar en lugar de seguir durmiendo? Espero que hayas llamado a Sandra y le avisaras que como es tu costumbre vas a llegar tarde otra vez. No sé cómo hace esa niña para soportarte tanto desorden…


-Hoy no iré a trabajar y antes de que armes un escándalo debes saber que fue ella quien me dijo que tomara un descanso hoy-se hizo a un lado dándole espacio para que entrara-Justo este fin de semana estuvimos trabajando en lo que teníamos atrasado y como además le dieron el día libre a su novio van a salir juntos-bostezó estirando sus brazos mientras caminaba hasta el sillón y se tiraba sobre él.


-Cuando menos esta vez tienes una buena razón para seguir aquí sin hacer nada…-suspiró mientras caminaba hacia ella-Tu hermana fue a la casa el fin de semana ¿No te avisó?-se sentó a su lado viéndola fijamente-Dijo que quería vernos e iba a aprovechar que tiene un poco de tiempo libre.


-Me llamó el viernes por la noche-volvió a bostezar cruzando sus brazos y apoyándose sobre ellos en el respaldo del sillón-Iba a ir en la tarde pero Sandra me llamó y dijo que necesitaba que fuera urgentemente…-por primera vez después de todo ese tiempo le devolvió la mirada-Hablé con ella y le dije que no podría ir pero que se lo compensaría luego.


-Se veía bastante desanimada... No creo que siga creyendo totalmente en tus promesas. Deberías aprovechar que tienes libre el día de hoy e ir a verla, si no mal recuerdo hoy tiene pocas clases y sale más temprano.


-No sé mamá, la llamaré más tarde para saber si no tiene algo que hacer para no interrumpirla...-para su suerte el celular sonó y su madre simplemente suspiró esperando que contestara-Hola...-saludó sin mucho ánimos pues sabía lo que le esperaba.


-¿Qué crees que haces? Te dije que si te dejaba descansar el fin de semana tendrías que llegar temprano el lunes y ponerte a trabajar ¿O no?-la voz de su amiga mostraba su evidente molestia.


-No te preocupes, casi acabo de levantarme y por eso se oye así mi voz-rio un poco viendo de reojo a su madre quien sólo escuchaba curiosa.


-¿Apenas te levantas? ¿Y ni siquiera te tomaste la molestia de avisarme?-su tono de voz aumentó considerablemente-¡Por dios Angélica! Ya sé que fuiste a ver a Araceli y su prometido pero por favor no seas tan dramática y huyas de todos tus problemas...


-Sí ya sé pero mi mamá acaba de llegar así que no sé si pueda.


-¿Otra de tus mentiras verdad?-suspiró profundo negando con la cabeza-No sé como pero o estás aquí en media hora o voy a tu casa y hago que tu teatrito se caiga.


-¿De verdad están todos? ¡No te creo! Debo ir entonces... Dame media hora y los alcanzó allá ¿Sí? Ok, entonces no tardo-terminó la llamada y giró hacia su madre quien la cuestionaba con la mirada-Era Araceli, consiguió reunir a todos los demás y sólo falto yo en la reunión…-hizo una pausa esperando su respuesta.


-Siempre haces lo mismo ¿O no? Te preocupa más estar con tus amigos que cualquier otra cosa y ni siquiera pides permiso para salir con ellos; así ha sido desde que entraste a la universidad y no entiendo porque me ves esperando que te diga que puedes ir.


-Tampoco es para tanto... No siempre "hago lo que quiero" y sabes mejor que nadie que es así...-iba a seguir discutiendo hasta recordar las palabras de su amiga y ver la expresión de la mayor-De acuerdo... Mejor me voy ya y hablamos de esto luego...-regresó a su habitación para arreglarse y salir rápidamente.


-Esta niña nunca va a cambiar por más tiempo que pase...-suspiró su madre una vez estuvo fuera mientras empezaba a recoger las cosas que dejó tiradas en el suelo camino a su cuarto.


 


____________________________


 


A la mañana siguiente despertó cerca del medio día con un pequeño dolor de cabeza y el sabor amargo de la cerveza impregnado en su boca.


-¡Carajo! Preferiría tener que aguantar la resaca que esta horrible sensación...-salió hacia la estancia aún con sólo una blusa y la ropa interior-Si no me hubiera divertido tanto me quejaria de esto...-caminó hacia la cocina en busca de una botella de agua.


-Creí que habías decidido quedarte encerrada en tu cuarto el resto del día-la voz de su editora de distrajo haciendo que dejara la botella sobre la barra y volteara a verlo.


-No me digas que te quedaste toda la noche esperando que me despertara... De verdad que me sorprendes, haces por mí mucho más que mi madre¿Sabes que habría hecho ella? Estoy segura de que...


-¿Quieres dejar ese drama ya?-habló de repente sorprendiendo a la escritora-Yo no soy como tu madre ni pretendo llegar a ser como ella. Los problemas y el odio que le tengas no tiene nada que ver con el trabajo y si de verdad no tienes intención de trabajar por ahora me marcho, no tengo ganas de soportar a alguien que no está en sus cinco sentidos-se levantó del sillón tomando sus cosas mientras la miraba con molestia-Si en algún momento decides dejar tus caprichos de niña y ponerte a trabajar como el adulto responsable que se supone eres me llamas-camino hacia la puerta sin darle tiempo a decir más-Y en caso de que no pretendas seguir es mejor que me lo dejes claro para conseguir un nuevo escritor que asesorar-salió dando un pequeño portazo en cuanto salió.


-Y ahí vamos otra vez...-suspiró profundamente apretando el puente de su nariz-La culpa es tuya y de Víctor, nadie les dijo que confiaran en una chica con problemas amorosos que sólo quería salir de casa...-tomó la botella y fue hacia el estudio dispuesta a escribir-Trabajo... Trabajo... Quizá sea momento de regresar a ello.


Una vez en el estudio limpió un poco el escritorio y se dirigió hacia un cajón del estante, que siempre permanecía cerrado, dispuesta a sacar sus viejos escritos.


Una vez fuera los lanzó sobre la mesa pasando hoja por hoja con cierta nostalgia. Eran de apenas cuatro años antes y si con sinceridad se podía hablar no era de sus mejores trabajos aunque lo guardaba con gran cariño pues en él estaban plasmados sus sentimientos, aventuras y desaventuras de su último año de preparatoria.


-¿Esto escribía? ¿De verdad-soltó una pequeña risa sin dejar de pasar las hojas-Como se nota que era una chiquilla que no entendía nada...-acarició su pecho con una sonrisa irónica-Esto también es culpa tuya... Mi vida era muy diferente antes de que decidieras entrar forzosamente en ella...


Volvió a guardar los papeles y sacó el manuscrito con las correcciones que la editora había marcado. Encendió la PC y buscó el archivo por todos lados, incluyendo la papelera, hasta dar con él.


-Recordatorio mental: asegurarse de anotar en algún lado el nombre de los archivos...-suspiró profundo empezando a comparar las notas con su escrito y remarcandolas para hacer la corrección-Esto después de todo se supone que sea la continuación del libro anterior, me imagino que dejar de lado la historia principal no es la mejor solución-dio una rápida lectura de nuevo al documento para volver a entrar en la historia y poder seguir.


Tras un par de horas apenas llevaba la mitad de correcciones aunque estaba bastante cansada de ello y su editora ni siquiera le había llamado. Comenzaba a aburrirse pero no estaba dispuesta a pedir disculpas ni nada parecido así que en vez de seguir intentándolo prefirió salir al parque que estaba cerca de su casa.


Una vez en el parque se sentó en una de las bancas bajo un árbol a contemplar el movimiento de sus hojas a causa del viento. Estaba sumida en sus pensamientos intentando encontrar la manera de seguir la historia sin prestar atención a nada.


Últimamente estaba bastante desanimada para escribir, sentía que algo le faltaba pero no estaba segura de que era y tampoco creía poder encontrarlo en algún bar o entre la ropa de alguna de las chicas tras ella pero entre eso y revolver entre sus sentimientos y recuerdos cualquiera de los primeros era preferible.


Suspiró de manera pesada dejando caer su cabeza hacia atrás intentando despejarse. No tenía humor para estar en casa o en cualquier otro lugar pero la tranquilidad de ese sitio la estaba desesperando pues los pensamientos invadían su mente y no quería que siguiera.


Desesperada de lo que estaba pasando optó por volver a casa, después de todo había comprado bebida y cigarrillos suficientes para pasar el resto de la semana sin tener que salir o al menos hasta que Carolina quisiera contactarla.


 


______________________


 


-¡Por favor Sandra! Me pasé sólo por diez minutos y fue por el estúpido tránsito en esta jodida cuidad... Apenas y me puse algo más decente que mi pijama de gatitos por llegar a tiempo-desde el exterior del departamento se encontraba Angélica golpeando la puerta mientras gritaba miles de excusas-¡Por favor! No puedo creer que aún con mi depresión por conocer al futuro esposo de mi amada ni siquiera puedas darme un respiro-seguía gritando con desesperación hasta que la perilla giró.


-Hola Angi...-saludó al verla en la entrada-Sandra salió pero no tarda en llegar, me aviso que venías pero estaba preparando algo de comer y no te habias escuchado...-le dio espacio a la chica para que pudiera pasar.


-¡Perdón! ¡Perdón! Es sólo que le prometí que llegaría en media hora y... ¡Carajo! Perdón de verdad-miró al chico sintiendo su rostro arder a causa de la vergüenza que le causaba haber gritado todo eso.


-Tranquila... Ya me contó lo que pasó-la miró sintiéndose un poco culpable por conocer ese tema con el que la más baja era tan reservada-De verdad no fue culpa suya, la vi muy preocupada por ti y quería ayudarla a mejorar la situación así que le pedí que me contara. No vayas a pensar que...


-Está bien, no es como que le haya pedido a Sandra que lo ocultara o como que me incomode que sepas que estoy enamorada de una chica desde hace casi 10 años-sonrió intentando tranquilizar al chico-Además eres parte de la familia así que no hay problema que sepas esas cosas-rio un poco dejándose caer en el sillón que siempre utilizaba.


-De verdad lo lamento, no le hubiera pedido que me contara y más sabiendo lo reservada que eres pero...-suspiró profundo mientras se sentaba a su lado-¿Cómo te sientes? Me dijo que se concentró tanto en el regaño que no preguntó nada más.


-¿Qué puedo decirte?-su semblante cambió por completo, el dolor se reflejó en su mirada y su voz que se quebró anunciando un probable llanto-Ya conocía a Héctor y sé que la ama como nadie más... Pero fue raro ¿Sabes? Me sentí como cualquier uke cuando ve a su seme con una chica muy guapa que además le trae ganas...-rio un poco al ver la confusión del novio de su amiga al decirlo-Como cuando vez a tu pareja con su ex y se siguen llevando de maravilla-se quedó en silencio durante unos segundos.


-No es necesario que sigas si aún no estás preparada, hablarlo puede hacerte sentir mejor o aún peor-frotó su espalda en señal de apoyo-Creo que entiendo a lo que quieres llegar y de verdad lamento mucho que pasara y sobre todo que te hiciera venir-intentó sonreír para animarla pero el estado de la chica se lo impedía.


-Soy de lo peor... Tuve que verlo besándose y usar el anillo de compromiso mientras le pedía que cuidara a mi hermanita porque no a cualquiera se la hubiera entregado mientras por dentro sólo quería salir corriendo y ocultarme entre las sábanas para que nadie viera lo mucho que eso me dolía...-su voz tembló mientras finas lágrimas brotaban de sus ojos y escurrían por su rostro cada vez más marcado por el sufrimiento del amor no correspondido.


El más alto no supo que hacer más que abrazarla y dejar que desahogara su llanto sobre su hombro. No tenía mucho tiempo de haberla conocido y si bien casi siempre que se encontraban la chica estaba del peor humor posible a causa de los desvelos en alguna ocasión la había tratado en su mejor estado y le agradaba, había tomado cierto aprecio por esa chica que tanto alboroto causaba cuando estaba pegada a la PC o su celular con los audífonos puestos.


Intentaba calmar su llanto cuando la dueña del departamento entró y miró curiosa a su pareja que aún la mantenía oculta entre sus brazos.


-¿Hasta ahí llegó verdad...?-susurró cerca de su oído apoyando una mano en su hombro.


-Quizá no debí preguntar..-respondió de la misma manera acariciando su mano-Lleva así unos cinco minutos y no sé como tranquilizarla-suspiró besando la mejilla de la castaña.


-Dale tiempo, cuando se sienta un poco más tranquila podemos llevarla a comer helado-hizo una sonrisa de medio lado apoyándose en su pareja mientras acariciaba un poco el cabello de su amiga.


Luego de unos minutos la más pequeña se tranquilizó y limpió un poco su rostro separándose del hombre.


-Perdón, creo que te mostré mi peor lado-intentó reír un poco tallando sus ojos y su nariz de un intenso color rojo a causa del llanto-Perdón también Sandra, el recorrido estuvo horrible y llegué más tarde de lo que esperaba-suspiró profundamente intentando regular su respiración aún agitada.


-¿Puedes terminar lo que estabamos preparando? Te alcanzo en un segundo-besó suavemente a su pareja mientras él se levantaba apretando un poco su mano y sacudiendo de manera cariñosa los mechones lilas de quien aún limpiaba su rostro-Estabamos preparando sushi porque esta será una noche larga ¿No has desayunado nada verdad?-negó aun con la vista un poco baja para poder limpiarse-También hay un poco de cheesecake con zarzamoras y podemos ir por un frape para que rindas un poco más ¿Te parece? Luego de que comamos te explico lo que hay que terminar-se levantó mientras quitaba el flequillo de la chica y lo acomodaba tras su oreja-Ya sabes donde está el baño, cuando termines vas a la cocina ¿Bien?-fue a donde el más alto la esperaba.


La más baja asintió mientras terminaba de limpiar su rostro antes de levantarse y caminar hacia el baño. Al llegar apenas y se miró en el espejo, realmente estaba cansada de ser siempre tan débil y derrumbarse con tanta facilidad pero había situaciones ante las que simplemente nada podía hacer para arreglar la situación.


Tras derramar unas cuantas lágrimas más lavó su rostro y en silencio salió del lugar para regresar a la sala y tomar asiento sobre el sillón en el que había estado abrazada a sus rodillas sin siquiera avisarle a la anfitriona que había terminado.


-Que bien que estés lista, la comida ya está, Sandra está terminando de arreglar las cosas para traerlas aquí así que acomodate ¿Sí?-sonrió mientras quitaba unas cuantas cosas que aún estaban sobre la mesa de centro para poder poner la comida.


-Gracias... Y de verdad lamento que tuvieras que ver eso. No acostumbro llorar sobre la ropa de los demás y me siento muy mal por hacerlo sobre la tuya-sonrió un poco para aligerar la tensión que aún había en el ambiente.


-No te preocupes por eso, se puede lavar y no daña la ropa...-rio un poco antes de acercarse a su novia y ayudarla a poner las cosas sobre la mesa.


-Bueno, mejor démonos prisa porque ya es tarde y hay mucho por hacer..-dejaron las cosas para poder tomar asiento junto a ella y comer tranquilamente.


Una vez terminaron se dedicaron a ordenar las cosas y luego de ello salieron a dar una vuelta y tal como había prometido fueron a comprar frappe, pasaron un par de horas platicando y luego le explicó a la chica lo que necesitaba hacer y como podían organizarse para terminarlo a tiempo.


-De acuerdo, esta vez si me voy a apurar y no voy a dejar a medias las cosas... Tengo que hacerlo porque el siguiente mes tendré más pendientes y menos querré hacer trabajo atrasado-sonrió de medio lado pues aunque estaba tratando de asimilar lo que ocurría aún no estaba preparada para hablar de ello.


-Eres un fracaso cuando intentas hacer varias cosas a la vez así que será mejor que vayas poco a poco...-sonrió antes de apagar las luces de la sala.


-Gracias por dejarme quedar...-susurró antes de acurrucarse entre las cobijas esperando dormir-Y por la comida y todo lo que me compraron-rio un poco antes de cerrar sus ojos.


-Descansa Angi, nos vemos mañana-sonrió el hombre mientras abrazaba a su pareja quien rio un poco bajo al escucharlo.


-Y por favor duerme, no vayas a desvelarte leyendo...-acarició las manos del más alto-Recordé algo que dijo antes, no es importante...-dio un pequeño beso en sus labios mientras entraban a la habitación, haciendo sentir a la dueña del departamento que aquello de ser madre de la más pequeña no estaba tan alejado de la realidad. 

Notas finales:

Gracias por leer, nos vemos en el siguiente


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