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El Mensaje por 67vMikah

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Notas del capitulo:

Perdooooon!!!!, perdón en verdad perdón....perdí mi pendrive... T.T 

Perdón a los tres que han comentado

Advierto que este capitulo tiene un poco de Ichi Rukia, es en realidad bastante, pero es fundamental. Sé que no se deben publicar cosas así, pero es parte del fic, el cual tiene la pareja principal Renji/Byakuya. 

Fanfic: El Mensaje

Disclaimer: Algunos personajes de esta historia son propiedad de  Kubo Tite. Yo no gano nada con Esto es puro entretenimiento por lo que, a mi no me reporta beneficio económico alguno.

Gracias por crearlo Tite!! *-*

Resumen:

Byakuya se sobresaltó en el escritorio de su dormitorio con el vibrar del móvil se sentía nervioso, sentía como su boca se llenaba nuevamente de saliva que por una fuerza sobre si le impedía mantener la compostura de siempre, no desde que habían comenzado con ese juego.

Av.; este cap tiene un Ichi/Rukia, pero que es fundamental, porfavor leanlo n.n....

OOOO

Rukia se había levantado de forma animada esa mañana, sería el día que Ichigo los visitaría. Estaba contenta, feliz e increíblemente emocionada. Se había propuesto muchas cosas para ese día, y nada  podría fallar.

 

Luego que habían terminado las batallas, muchas cosas que cambiaron en el  Seireite.  Haber sido nombrada teniente  antes de la última guerra   había logrado facilitarle ahora en sus tareas diarias, Sabía qué hacer y por lo mismo se sentía, aunque  fuese un poco, mas experta en el manejo de las decisiones de lo que se debía realizar en el escuadrón que antes. También esto, considerando una comparación entre su estado anterior a las guerras y ahora, la mantenía con mucho tiempo ocupada imposibilitando hacer visitas furtivas constantes a sus amigos en el mundo humano. Y a pesar de esto, ella lo lograba hacer al menos una vez a la semana, dado a que ella era organizada, se sentía  que podía con todo el trabajo que un  teniente debía realizar para lograr que su día de descanso coincidiera con el de su novio y el de sus amigos. 

 

Rukia se alistó en su habitación para salir a su escuadrón, era una mañana algo más fría que las demás de ese comienzo del  verano, por lo que se preocupo de salir un poco abrigada, ya que sabía con antelación que esa semana sería la  primera de aquellas que comenzarían con el clima un poco fuera  lo normal de lo que estaban acostumbrados, se estaban acercando un pequeño  frente de mal tiempo. Desayunó  sin la presencia de su hermano, por lo que sea acercó a la habitación donde ya sabía que estaba, se anunció.

 

-Nii-sama…- habló con tranquilidad, hincada en frente de la puerta corrediza de hermoso  papel washi, siempre se quedaba contemplando el marco y papel con diseño, abrumada por la forma de vivir de los nobles shinigamis, a sabiendas que su hermano era al menos mas sencillo que los otros jóvenes nobles que había conocido en una que otra reunión de presentación. Salió de sus pensamientos cuando escuchó más ruido en el interior de  la alcoba de su hermano que de costumbre.  No pronunció absolutamente nada. Quizás el también estaba alistándose y dada a la .

 

-Abre…-  escuchó el susurro Byakuya desde el interior, y pudo observar una vez más que su hermano estaba rezando, en silencio,  en frente de la fotografía de su hermana. Sonrió un poco y sintió un ligero latigazo de tristeza, quizás estaba  en eso  a esas horas de la madrugada, una idea loca de cabello rojizo pasó por su cabeza, mas la desechó al recordar los años de viudez de su hermano y cuñado.

 

-Debo ir al escuadrón.- Informó mirando al tatami de exquisita textura que estaba en el interior de la alcoba.- Estaré más tarde en casa, eh…- titubeó un poco, cosa que hizo que su hermano la mirara con extrañeza. Rukia sintió que sus mejillas explotaban en  color rosa una sonrisa tímida apareció en sus labios- saldré con Ichigo a pasear…- murmuró lo último sabiendo de sobre manera que su hermano estaba escuchando todo.

 

-ve...-

 

Ella se despidió con una ligera reverencia y se fue caminando de manera tranquila hasta llegar a un pasillo, desde allí decidió que podría irse a paso lo más rápido que  pudo. Antes que los primeros rayos de luz comenzaran a alumbrar en la instancia de los terrenos del clan Kuchiki, la menor  de esa familia ya no estaba.

 

Rukia tirito un poco ante el toque frio del viento que acariciaba sus mejillas y se colaba por su ropa, a ella le agradaba esa sensación pero a su mente llegó la preocupación con rapidez que apareció ante el pensamiento, que su capitán posiblemente no pudiese asistir a su encuentro mañanero. El capitán de su escuadrón estaba mejorando, Ukitaque  Taicho siempre era bien cuidado por sus terceros al mando,  pero le día anterior  la había citado un poco antes de que comenzaran formalmente sus obligaciones para poder realizar todo en correcto orden, si él no llevaba quizás debería adelantar en otra cosa, ya que siempre había algo que hacer en una u otra oficina del propio escuadrón, además de las suyas propias.  Una vez resuelta, y luego de hablar con su hermano,  apresuró el paso para lograr llegar pronto y tomar ese té nuevo que traía en su bolsa del conejo Chammpy que había pensado en compartir con su adorado capitán de cabellos blancos.

 

Pasó la mañana entre papeleos y risas, en el escuadrón del capitán Ukitake, era muy ameno. Pero Rukia en sus momentos de soledad y paz comenzaba a pensar en qué haría luego, se llenaba de emoción al recordar que el sustituto estaría en la Sociedad de Almas.

 

Además estaba Ichigo y sus estudios de humano.  Ella sabía que el muchacho ya no tan niño, dedicaba su tiempo ahora para estudiar en la Universidad y su trabajo de medio tiempo además de sus misiones de shinigami en esa ciudad,  en donde estaba viviendo.

 

El shinigami sustituto apareció a media tarde en la sociedad de almas, ella por su parte ya había terminado sus deberes, el capitán Ukitake  le había permitido salir  temprano para  poder ir junto con él a buscar a Ichigo  a la puerta del Seikaimon de su escuadrón.

 

Ambos esperaron a que este apareciese pasaron unos minutos, eternos para que la muchacha Shinigami a pesar que el capitán intentaba mantenerla animada ella sólo le sonreía de forma cálida. Lo que extrañó a la morena era que  no estuviese el teniente del sexto escuadró allí , como ella también esperando a su amigo humano…

 

-Quizás tienen mucho documentos atrasados. – Se dijo cuando la puerta del Seikaimon se abria en puertas tradicionales japonesas, de papel blanco, sin diseño, sin ser estrafalario.  Hasta que precedido de una mariposa infernal, se daba paso un Ichigo alto, de cabello un poco más largo, de cuerpo trabajado pero con un uniforme de Shinigami que no dejaba ver aquellas partes que Rukia ya estaba intentado conocer desde hace meses atrás.

 

-Ukitake...chicos...- Saludo con un movimiento de cabeza  primero al Capitán y luego sonrió a la muchacha de cabello negro. – Oe... ¿Estás mas enana?- preguntó molestándola a lo que fue recibido con un golpe seco en su estómago.

 

-Y el cabeza de piña se le ha olvidado que vendría?- Luego de eso de que ella intentara golpearlo nuevamente, mas Ichigo logró evitarla, risas por parte de todos y murmullos de saludos cariñosos de ambos jovencitos, se tomaron tímidamente de la mano y caminaron  hasta despedirse del capitán de cabellos Blancos.

 

-Tranquila yo no les diré al resto…-Dijo Ukitake  lo que ambos agradecieron su simple  confesión que mantendría silencio, en parte para que aún no se supiese lo suyo, en parte para que no fuese Kenpachi a molestarlos.

 

Por lo que  hicieron  fue aprovechar la tarde, ambos novios se abrazaron con ansias tan solo el shinigami  mayor se había ido, y ellos lograron un momento de privacidad.  Rukia, lo guió a siguiendo el programa que tenía en mente, puso en pie  su plan de pasar a la siguiente fase.

 

Se fueron por un camino cerca  de la zona de primer escuadrón donde ella sabía que podrían  salir a caminar, anduvieron  por un momento sin incomodarse uno con el otro por la tranquilidad y el silencio que se había creado en ese día de verano frio.  Y una vez Hubieron decidido volver  a casa, Ichigo se le acercó, acorralándola contra un árbol frondoso, sin palabras de por medio, sin medir  sus acciones se acomodó cerca de ella, tocando su cuerpo con suavidad, la besó.

 

De ese pasaron a uno mucho más fogoso, dando placer uno al otro con sus bocas, hasta que sus manos comenzaron a moverse, Ichigo fue el primero en explorar más allá del acalorado beso.  Su boca fue bajando por el mentón hasta llegar a la oreja de la muchacha.

 

-Deberíamos volver  a tu cuarto.-  murmuró con suavidad.

 

De allí hasta la mansión no fue mucho el tiempo que se demoraron. Las ansias juveniles se percibían en cada uno de sus pasos.  A Rukia le extraño que nadie los fuse a recibir, que nadie los hubiera visto entrar comiéndose por el pasillo.

 

-Ven, allá hay un baño..- exclamó callada Rukia mientras se tensaban sus músculos de las piernas, darían ese paso y estaba todo dispuesto para hacerlo, Ichigo le sonrió no deseaba tentar su suerte de principiante mientras ambos sonreían con sus mejillas rojas.  Volvieron a besarse, hasta que llegaron al dichoso pasillo. Y cuando se separaron por escuchar ruidos extraños, se acomodaron rápidamente las ropas. 

 

Un gemido provino de es baño hizo que se congelaran. Rukia dudosa movió el pomo de la puerta. Era la única puerta, aparte de los baños privados de una que otra habitación, que tenía ese tipo de puerta.  Los labios de la muchacha aún escocían un poco por la fogosidad. Pero abrió con fuerza dando aquel  grito que no pudo contener, dejando a su amante tan impresionado como a ella misma.

 

-Lo sabía… - murmuró una vez su hermano salió del cuarto de baño- Lo sabía!- dijo con mayor animo sonriéndole a su amigo de cabello rojo  a la vez  golpeando la espalda de su novio que aún no salía de su ensoñación. – Ichigo lo viste?- murmuró agitada olvidándose lo que ellos también iban a hacer.

 

Renji se movía avergonzado rascándose la cabeza arreglándose la ropa de shinigami que estaba bien desastrosa, guardándose su pudor en donde nadie lo debía ver- Eh ¡ Rukia, no es para tanto-  como siempre lo había hecho, intentó bajar el perfil de la escena que habían presenciado.

 

Pero la shinigami de cabello negro lo miraba de forma expectante, deseaba saber detalles, deseaba saber desde cuando estaban juntos, preguntándose por qué  no se habían dado cuenta antes, o era ella la única  que no había captado lo que sucedía en frente de sus propias narices o acaso ellos habían hecho todo en tal forma que habían pasado desapercibidos.

 

-Renji…- murmuró Ichigo, lo sintió extraño la muchacha de ojos  ligeramente lilas, realmente lo sentía incomodo en esa situación. Pero eso podía esperar, ella deseaba saber de ese amor prohibido, tanto como el suyo con Ichigo.

 

-Renji... cuéntanos todo...-exigió la muchacha sin dejar pasar a su mejor amigo bloqueando la entrada con ambas manos estiradas- Yo te he contado todo…-

 

-¡Rukia...!- Esta vez fue Ichigo, en un tono  dudoso, mezclado con un tono de enojo,  quien intentó  llamar la atención de la morena con su expresión de enojo en el rostro mirando directamente el rostro del teniente del sexto escuadrón. La Más baja sólo les sonrió culposa, encogiendose de hombros…

 

-Es mi mejor amigo…- Ella escuchó como Ichigo bufaba ahora ya mas normal, cabreado con su entrecejo latente en su frente.

 

-No puedo...- dijo el pelirrojo a Rukia le pareció  que no deseaba decir nada, ella sería más insistente. Renji , sin mirar a sus par de amigos, quienes aún estaban en la puerta de la habitación de baño esperando la explicación, suspiró y a Rukia le pareció que habría una gran resignación  hasta que sus ojos se conectaron, ella también podía recordar la advertencia de su hermano y capitán del otro- Es complicado… Rukia, yo… no – Habló de forma pausada tomando las cosas que se les habían olvidado a su capitán la bufanda carísima, Rukia sabía  que costaba más de lo que ella, Renji e Ichigo podrían devolver en su vida y en las siguentes, la capa de capitán y el adorno del cabello que, siendo sinceros, a ella se le  olvidaba su nombre rimbombante, ordenó todo Renji con cuidado en silencio. Notó ella que su amigo ya estaba más tranquilo, sabiendo lo que podría decir y  lo que debía hacer. 

 

-¿Ya, Renji … desde cuando obedeces todo lo que dice Nii- sama?- Preguntó la morena, con una sonrisa que sólo deseaba demostrar lo que  estaba pensando

 

-ehh…- No respondió y Rukia sentía como su novio la sacaba del baño con un suave movimiento de sus brazos rodeándola haciendo que su atención se concentrara en el dueño de cabellos anaranjados con rasgos ya menos infantiles en el rostro.

 

-Déjalo ordenarse Rukia, a ti ni a mí nos gustaría que nos descubrieran en pleno sexo.- Susurró Ichigo en la oreja de la muchacha y se la llevó a la habitación de la menor de la mansión para continuar con lo que habían estado haciendo en su recorrido por el parque y el camino a su casa. Hoy lograría su objetivo, se aseguró la morena... 

 

Continuará...

Notas finales:

Porfa, te invito a comentar, sea bueno o malo, lo que guste. Todo es bien recibido

Nos vemos~~~


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