Lo primero que hizo cuando finalmente se encontró fuera de la poké ball, fue sacudirse mientras soltaba un sonoro bostezo, de igual forma no tardó mucho tiempo en sacudir todo su cuerpo junto a sus alas, ocasionando que Masquerain —quien había estado volando a sus espaldas— perdiera el ritmo de su propio aleteo y terminará en él suelo. Aunque con lo lindo que él tipo bicho era no hizo otra cosa que reír en el suelo.
—Masquerain—llamo Drew con una sonrisa mientras observaba a su pokemon con alas anaranjadas reir en el suelo. O lo que suponía eran risas—Ya te he dicho que no hagas eso. Siempre terminas en él suelo por lo mismo.
Flygon observó a sus espaldas al pokemon caído, movió su cola para impulsar a Masquerain, quien finalmente dejó de disfrutar del verde césped y una vez más volvió a usar sus alas. Una vez Masquerain se encontró en el aire, Flygon soltó un gruñido exigiendo una atención que se tardaba en llegar.
—Ya te oi, ya te oi.
Una vez más Drew se rio antes de acercarse al único dragón en su equipo y comenzar a darle mimos en él cuello durante un momento, antes de darle unas palmaditas en la espalda y alejarse de ellos unos cuantos pasos.
—Haber. Pido su atención un momento por favor.
Flygon ladeo la cabeza curioso mientras sentía como Masquerain tomaba asiento en su cabeza, aquello no era algo que realmente le molestara, siempre y cuando no le diera cosquillas en la nariz como la vez anterior… Estar a punto de quemar a su compañero era algo que no deseaba volver a repetir. Absol se sentó a su lado de aquella forma tan elegante en que solía hacerlo todo, y finalmente Roselia, quien se paró al lado de ellos pero realmente pasaba de la conversación por completo.
—Yo voy a estar dentro de aquel edificio.
Los tres pokémon que estaban al pendiente de lo que decía su entrenador observaron el lugar que Drew les estaba señalando, un gran edificio que no se encontraba muy lejos de donde ellos estaban.
—Y para que ustedes no se cansen de estar dentro de su poke ball pueden jugar y descansar todo lo que quieran en este lugar—él de cabello verde extendió los brazos para señalar todo él lugar a su alrededor, literalmente parecía un patio gigante, con árboles en distintos lugares, el verde césped brillando bajo la luz del sol e incluso un pequeño estanque—Eso si, lo único que pido es que se queden en esta parte del lugar.
Drew señaló entonces a su izquierda, a un distancia más o menos considerable se encontraba una especie de valla hecha por arbustos para delimitar el lugar.
—Ese es él límite. ¿Entendido?
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Flygon observó a la distancia —infinitamente entretenido— lo que sus compañeros de equipo se encontraban haciendo. Poco después de que su entrenador los dejara en el lugar y se fuera lentamente sin quitarles él ojo de encima —tal vez pensando que en cualquier momento se iban a desaparecer del lugar— y apenas había desaparecido tras atravesar una puerta, sus tres compañeros rápidamente se habían dispersado por todo él lugar.
Absol, tan elegante como siempre, había tomado la decisión de buscar un árbol con una buena sombra, y tumbarse ahí para tomar una siesta, estaba soleado y el aire soplaba continuamente pero sin llegar a ser un dia exageradamente ventoso, sin duda alguna el mejor momento del dia para tomar una siesta. Masquerain se había movido de la parte superior de su cabeza y se había ido de un lado para otro inspeccionando todo el lugar con curiosidad, terminando por investigar las copas de los árboles y encontrando pokémon de tipo bicho. Aquellos a los que asustó y empezó a perseguir por todo el lugar mientras les lanzaba burbujitas. Roselia se encontraba mucho más alejada de ellos, no recordaba exactamente cuales habían sido sus palabras, pero había dicho algo acerca de “realizar la fotosíntesis” y se había asentado al lado del único estanque del lugar, de donde ya no se había movido.
Mientras que él aún continuaba mirando de un lado a otro intentando buscar algo para hacer, él sol picaba un poco en su espalda y el bochorno que se alzaba por el lugar poco a poco le hacía sentirse adormecido, por lo que tomarse una pequeña siesta igual que Absol para ser una muy buena idea. Batió sus alias ligeramente antes de alzarse unos centímetros por encima del suelo, podía caminar o arrastrarse por el lugar en sus cuatro extremidades, aunque hacer eso era muy incomodo y moverse volando era mucho más simple y practico. Aunque antes de siquiera moverse de donde se encontraba un ruido proveniente de la valla de arbustos a su izquierda llamó poderosamente su atención.
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Drake continuó observando curioso la nueva adquisición del campeón de la región. Steven Stone había conseguido que en la empresa de su padre él pokemon fuera regenerado a partir de un fosil que encontro en una de sus excavaciones, lo cual obviamente fue un éxito que se podía comprobar por él gran espécimen que tenía frente a sus ojos.
Un Aerodactyl.
Lamentablemente y como —tal vez— cualquier otro pokemon regenerado, él tipo roca/volador se había mostrado terriblemente hostil a todo lo que se encontraba a su alrededor, tanto pokemon, como personas e incluso objetos inanimados. Aquello obviamente no era algo por lo cual uno debía sorprenderse, obviamente Aerodactyl murió hace mucho tiempo atrás, en una época muy —demasiado— distinta a la que se encontraba viviendo actualmente. Por lo que mostrarse hostil y violento ante lo que no comprendía, no era otra cosa más que una reaccion logica.
—¿Que hare contigo?
Soltó al aire Drake mientras miraba distraído al Aerodactyl que caminaba de un lado a otro de manera lenta y cuidadosa, inspeccionando él lugar y todo lo que se encontraba a su alrededor, ignorando por completo al veterano entrenador dragon. No muy lejos de ellos se encontraban descansando su Flygon y Salamence, los pocos pokémon con los cuales Aerodactyl no parecía tener ganas o sentía la necesidad de combatir con ellos, por lo que simplemente pasaba de ellos o se mantenía sin causar estragos en su presencia. Razón más que suficiente para que Steven decidiera dejar a su Aerodactyl con Drake mientras se acostumbraba al “mundo moderno”
—Entrenador irresponsable…
Murmuró Drake con una sonrisa, más que seguro de no ser él único que había llegado a aquella conclusión. Lamentablemente él momento tranquilo que se encontraba viviendo se vio interrumpido por el un pitido a la distancia que le avisaba que Glacia había sido derrotada. Soltando un suspiro no le quedó de otra más que levantarse de su lugar, miro con duda al pokémon de color gris quien parecía estar perdido en su propio mundo, no le parecía una gran idea dejarlo solo, vagando por ahí, pero tampoco parecía la mejor de las idea él ir a enfrentarse a un retador sin su equipo de cinco pokémon.
Tras pensarlo un momento más —y consciente de que realmente no disponía de mucho tiempo— rápidamente regresó a sus dos pokémon y miró por última vez Aerodactyl, quien parecía haber encontrado un lugar a gusto en él suelo y se disponía a recostarse un momento —y por él gruñido que había lanzado, probablemente iba a echarse un sueñito. Seguro de que probablemente no iba a haber problemas, le dio la espalda y pasó a retirarse del lugar.
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Flygon miró con curiosidad sobre los arbustos, la zona la cual su entrenador les había dejado en claro que no quería que fueran, no tanto porque se fueran a perder, probablemente Drew les había impuesto él límite más que nada para quedarse con la conciencia tranquila de que no se iban a desaparecer del lugar.
Y aunque era verdad que era lo suficiente obediente como para no atravesar los límites de los arbustos, eso no significaba que estuviese prohibido ver por encima de ellos.
A lo lejos alcanzo a ver un bulto gris, decepciona bajo la cabeza y se quedó ahí, pensativo, parecía una roca gigante o algo similar… Decepcionado dejó de observar por encima de los verdes arbustos, él realmente esperaba ver algo más interesante, especial… Lo que sea pero que llamara su atención.
Soltó un suspiro y movió su cola rozando las hojas de los arbustos, a la distancia aún se podía ver claramente como Masquerain continuaba persiguiendo a un montón de pokémon de tipo bicho que por alguna razon no se defendian de los ataques que tanto daño no les ocasionaba, aunque suponía que tal vez era debido a que estaban jugando. Sonrió en su lugar y finalmente tomó la decisión de ir con Absol para también tomar una siesta, con la diferencia de que lo haría tomando él sol.
Tan distraído se encontraba que no vio venir la roca que momentos antes había visto a la distancia. Aquella que literalmente había salido de la nada y le había dado una tacleada sin piedad alguna. Flygon no tuvo mucho tiempo para reaccionar, en un momento se encontraba de pie observando a Masquerain, en él otro había sido tackleado para estrellarse contra él suelo —tal cual como si fuera una batalla pokemon— y finalmente se encontró siendo acorralado contra él suelo, con él responsable del daño ocasionado mirándole de una forma que fácilmente clasificó como amenazante.
Momentos antes al ser tacleado obviamente soltó un fuerte alarido, tanto por él dolor como por él susto, por lo que sus compañeros —incapaces de ignorarlo— ya se encontraban en torno a los dos, más que dispuestos a atacar debido que Flygon repentinamente había olvidado los ataques que conocía.
Él pokemon grisáceo los observo un momento, antes de finalmente retroceder en su lugar encima del verde pokemon sin dejar de verse intimidante, negándose por completo a mostrar alguna clase de debilidad.
—¿Estas bien Flygon?
Pregunto Absol en un susurro, de entre los tres de ellos, no se encontraba muy seguro de que sus ataques fuesen a ser efectivos ante él desconocido Pokemon, Masquerain era lo suficientemente rápido como para distraerle un momento y convertirse en una verdadera molestia si la situacion lo requeria, Roselia por mas perra que fuera con ellos los seguía queriendo como si fuesen familia, y no iba a dudar ni un momento en soltarse algún polvo al Pokémon gris o darle de lleno con su danza de pétalos, independientemente de si resultaba confundida y se dañaba asi misma. Eso obviamente no era algo que le importara en aquel momento.
—Eso… Creo…
Respondió Flygon intentando respirar, con cuidado se dio la vuelta para finalmente quedar con él estomago rozando él suelo, una posición mucho más cómoda si quería defenderse —aunque después llegaría a la conclusión de que podría haberle lanzado un lanzallamas directo a la cara con toda la intención de cegarlo— intentó moverse para posicionarse al lado de Absol y dejar de darle la espalda al Pokémon gris que seguía sin poder reconocer, seguro de que jamas habia visto a uno igual.
Lamentablemente no alcanzó a hacer la gran cosa cuando él desconocido soltó un fuerte gruñido, asustando a los que se encontraban a su alrededor y ocasionando una distracción durante un segundo, un segundo que fue rápidamente aprovechado para bajar su cabeza y tomar entre sus fauces parte del final de la cola de Flygon. Él pokemon tipo dragón/tierra no logró ahogar él grito de dolor que sintió cuando su cola quedó entre las fauces del desconocido que le propinó tal mordida que fue capaz de sentir como fácilmente atravesaba su piel y se clavaba directamente en su carne. Peor aún fue cuando ni siquiera fue capaz de impedir ser arrastrado por él.
Algo que obviamente no le gusto a ninguno de sus amigos.
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Drake corrió lo más rápido que pudo con dirección a donde escuchaba los gruñidos realizados por Aerodactyl, más que preocupado de no haberlo encontrado en él lugar donde lo había dejado. Cuál fue su sorpresa cuando se encontró con él pokemon tipo roca/volador, paralizado, golpeado y solo por muy poco, casi debilitado, en él suelo.
A la distancia alcanzo a ver un pequeño grupo de pokémon que se encontraban en torno a un Flygon que se veía extremadamente intimidado —lo suficiente que a Drake le hizo pensar lo peor— acostado en él suelo y sin moverse la gran cosa. No reconoció a aquellos pokémon, pero por él lugar donde se encontraban fácilmente llegó a la conclusión de que posiblemente Steven sabría de quién eran.
Solamente esperaba que ese Flygon que veía a la distancia se encontrara bien.