Un año era muy poco tiempo para acostumbrarse a sus responsabilidades como campeón de la región, sin dejar de lado su amado pasatiempo y ayudando la compañía de su padre, sin duda alguna, era un ritmo de vida demasiado ajetreado, al que todavía le faltaba incluir tiempo para pasar con Drew, Wallace y dedicarle tiempo a sus Pokémon.
—No puedo con esto.
Se había quejado en algún momento, cuando la carga de trabajo en todos lados se había hecho insoportable y conocimientos que prefería no tener habían llegado hasta sus manos, cosas de las que nadie más debería de enterarse, un secreto que debía mantener oculto por el momento.
—Claro que puedes.
La sonrisa de Drew había sido realmente grande ese día, lleno de emoción por su tercer listón obtenido y el cuarto en camino, buscando lentamente los concursos donde mejor podría brillar y cuidando de todos los Pokémon en general, una agradable compañía en su casa de Mossdeep city, un apoyo que necesitaba para no derrumbarse y tirar todas sus ambiciones a la basura.
—Es mucho trabajo, ¿y si me equivoco en algo? Jamás podré olvidar que yo realmente no gane el puesto de campeón.
—Podrás no haber ganado el puesto, pero sin duda alguna eres de los mejores campeones que podrían haber subido a tal lugar. No te menosprecies Steven, estas haciendo un gran trabajo, en todas partes.
Miente los codos encima de su escritorio, su mandíbula apoyada en sus manos mientras mira al vacío de la habitación, ojos sin vida que realmente no enfocan absolutamente nada, pues su mente realmente se encontraba en otra parte.
Había avisado de su ausencia en varios lugares, se excuso frente a la asociación Pokémon bajo la excusa de querer hacer una investigación privada, la cual pasó discretamente por debajo de la mesa, recibiendo un permiso especial para desaparecer por algún tiempo sin ocasionar problemas, con la promesa de que el Alto mando se haría cargo de todo durante el tiempo que se encontraba indispuesto.
—¿Estás seguro de que servirá de algo?
Chairman de Hoenn se había acercado, con su exuberante peinado, a cuestionarlo sobre su decisión de llevar aquella investigación. El tiempo parecía avanzar lento, pero con la poca información que manejaban era más que obvio que no podían confiarse por mucho tiempo, debían empezar a actuar, no, debieron de empezar a actuar desde hace mucho tiempo.
—Estoy seguro, según la poca información que he podido recolectar, el control de los legendarios mediante un poder externo que no sean las Poké Ball, es totalmente posible.
El hombre de lentos lo había mirado con total desconfianza, acomodando su corbata en alguna especie de movimiento nervioso, un silencio incomodo que aprovechó para terminar de arreglarse.
—Necesitamos resultados reales, Steven. Saber con seguridad que va a funcionar y no solo porque lo diga un cuento.
—Traeré resultados reales, ni siquiera entiendo porque dudar de algo así, si con su proyecto de Rayquaza no parecieron cuestionarse absolutamente nada.
—¿Estás juzgando lo que hicimos?
—No… O al menos no por ahora, en su momento, yo podría haber hecho lo mismo.
Finalmente había tomado su mochila y puesto sobre su hombro, girándose un poco para poder ver al hombre que pagaba su sueldo, mirarlo fijamente.
Había sido difícil, demasiado, pero finalmente y tras mucha insistencia, Drew había accedido a prestarle algunos libros que no tenían permitido abandonar la mansión perteneciente a su familia. Lamentablemente, la mayor parte de estos se encontraban escritos en un idioma ya muy antiguo y poco utilizado, sin traducción alguna a la vista y los nervios de su novio a flor de piel, no había habido muchas opciones más que sacar algunas copias e intentar descifrar cualquier cosa posible, por más mínima que fuera.
—Hay cosas escritas de este tipo en todo el mundo, creo que incluso es más seguro encontrar a alguien en Johto o Sinnoh que lo traduzca.
Drew claramente había estado más relajado ese día, cuando las cosas fueron puestas de regreso a donde pertenecían y no tenia porque preocuparse de ser descubierto.
En otros tiempos, por haber otorgado a alguien externo tan poca información sobre el pasado, probablemente se le podría haber acusado de traidor y posteriormente ser exiliado de su familia, perdiendo el apellido, riquezas y honor. Actualmente y según su sonrisa nerviosa, su familia no llegaría tan lejos, pero, aun así, eso no significaba que no fueran a hacer nada.
—Tu los has leído, ¿no?
—Algo así, solo suelo comprender lo más básico.
—¿Hay algo en especial que deba de saber?
—Bueno, ahora que lo mencionas…
Según el pequeño resumen que Drew había podido hacerle, aquellas hojas tenían información relevante sobre los legendarios. Los reyes que dormían profundamente, la relación de los orbes y la importancia de los dragones. Lamentablemente, el lenguaje estaba tan enrevesado para que la información no llegará a las manos incorrectas, que iba a necesitar mucha ayuda para conseguir todo lo que buscaba.
Su novio realmente no era una opción, ya le había pedido demasiado, era demasiado ambicioso si pensaba en la pequeña posibilidad de sugerir que lo acompañara al extranjero y ayudará con su investigación, que se alejara de todo por el momento, escondido en la tranquila región de Johto mientras Magno y Aquiles se movían en las sombras, buscando cumplir sus tontas ambiciones.
Tan tontas como las de él.
Solo por eso es capaz de detenerse frente a sus ojos, nota la pequeña pizca de desconfianza que aparece en su mirada lentamente, no le ha dicho para qué quiere la información y tampoco le ha juzgado, probablemente supone que lo necesita para sus investigaciones, su búsqueda de un pasado tan lejano lleno de guerras y muerte.
Y esta equivocado, pero no puede decírselo, porque quiere mantenerlo ignorante y a salvo, mentirle todo lo que sea posible con tal de que no se involucre en todo lo que está por venir, porque si la palabra muerte se repite una y mil veces en aquellas hojas de papel, no va a permitir que algo así roce tan siquiera uno solo de sus cabellos.
—Oye, Drew.
Ve la nobleza en sus ojos, la repentina emoción que brilla con ilusión en su mirada, algo que hace estremecer a su corazón dolorosamente. No quiere la gloria que vendrá con todo lo que podría descubrir o si ganan o pierden en la hipotética batalla que está por venir. Lo único que le importa es que esos ojos sigan brillando como las hermosas esmeraldas que son, que cualquiera le pudiera seguir diciendo el significado del Tulipán Jaspeado, estuviera o no el presente.
—Hay algo que necesito, ¿podrías ayudarme un poco más?
De aquí en adelante, ya no hay marcha atrás en sus decisiones.
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Laurel: Gloria, Ambición, Nobleza