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Ramo de Flores por Abyss

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Observa la pared detenidamente, usando su mano diestra para acariciar la textura y cada una de las figuras que se encuentran ahí impresas, los Unown que parecen formar palabras, un idioma tan antiguo y del que solo hay tan pocos registros, que normalmente uno tenía que ir hasta Sinnoh para poder encontrar a alguien que fuera capaz de leer aquello o viajar a la biblioteca en la búsqueda de algún libro que pudiera orientar lo mejor posible en la vieja lectura. Por el momento y gracias a la suerte que tenía, no había necesitado ir tan lejos para obtener lo que necesitaba, principalmente porque no sería visto con buenos ojos y si alguien, como la campeona de Sinnoh, por ejemplo, se llegaba a dar cuenta de lo que estaba investigando, no solo sería detenido, sino que sería altamente cuestionado junto a aquellos que habían decidido apoyarlo.

Agarró con más fuerza el libro que estaba abierto y apoyado en su brazo izquierdo, intentando comparar la información que leía de las hojas con aquello que resguardaba la pared, Drew le había ayudado varias veces, sin cuestionarle en lo más mínimo lo que estaban haciendo o el porqué de pedirle ese libro prestado, traduciendo solo algunas frases que no parecían tener mucha relevancia, palabras que alcanzaba a reconocer con su conocimiento básico sobre aquel lenguaje, antes de retroceder al ver ciertos patrones en la pared, disculpándose por no ser de más ayuda.

No es bueno cuestionar a alguien que ama profundamente y hace lo posible por ayudarlo, concediéndole sus deseos egoístas por encima de cualquier otra cosa, temiendo a cada segundo por lo que alcanzará a anotar y formular en su desgastada libreta.

El tiempo pasa e ignora la existencia de casi todos a su alrededor, pierde incluso la noción de los minutos debido a su concentración y lo alejado que está de la luz del sol, acompañado por una linterna y una cobija en su espalda, recuerda vagamente que llegaron un día de Agosto, cuando calor todavía se esparcía por todo el lugar y las noches frescas aún no significaban ninguna clase de problema, aunque ahora todo ha cambiado, junto al tiempo y probablemente los meses, el clima también cambia conforme se van acercando al fin del año.

Drew viene de vez en cuando, trayendo consigo comida y regaños, raramente ha logrado sacarlo del lugar, pero al menos le hace alimentarse y se asegura que duerma algunas horas, acomodando las anotaciones y corrigiendo aquello que su cansado cerebro ya no alcanza a hacer que sea, mínimamente, comprensible.

—¿Estás seguro que esto es lo que necesitas? 

No hay nadie en las cercanías, por lo que su novio se atreve a hablar sobre las hojas que lee y corrige, palabras casi inentendibles por la velocidad en que son escritas en papel, antes de pasar a otra oración que tampoco parece tener mucho sentido, aun cuando en la pared están casi una al lado de la otra.

—No lo sé, tengo la esperanza de que lo sea —responde en un suspiro, la cabeza recostada contra una almohada mientras en sus ojos hay un pañuelo tibio que lentamente se va enfriando—. Últimamente el frío ha ido en aumento, ¿estamos en noviembre?

—Steven, hace casi cinco semanas te dije que era noviembre, lo que significa que estamos en la segunda semana de diciembre. —detiene el lápiz con el cual corrige la tosca escritura, alzando la vista hacia el de cabellos plateados que estaba intentando descansar la vista.

—¿Diciembre? ¿Tan rápido? —no puede ocultar la sorpresa en su voz, quitándose el pañuelo de sus ojos y sentándose en su lugar, entendiendo ahora porque la temperatura parece descender cada vez más.

—Te lo he estado repitiendo Steven, por eso razón te pido que no duermas aquí, Johto es una región fría en esta época del año y más estas ruinas.

Ambos se observan por algunos minutos, uno más avergonzado del otro antes de que el contacto visual se rompa, el momento justo en que el lápiz vuelve a moverse una vez más, regresando a su difícil tarea, solo comparada a alguien que trabaje en una farmacia intentando reconocer la letra de un doctor.

—Por cierto, recuerdo que mencionaste algo sobre los concursos Pokémon, ¿estás participando?

El lápiz vuelve a detenerse sobre el papel, aunque los ojos verdes no se despegan de los garabatos que es capaz de medio comprender, pensativo ante la pregunta y obviamente sorprendido de que Steven fuera capaz de recordar algo así. Las "vacaciones" en Johto lo mantenían lejos de Hoenn, el lugar donde comenzó como coordinador y donde buscaba ganar tanto el reconocimiento como los listones de cada categoría y el tan ansiado trofeo en la competencia general, un día, tal vez, hasta sería capaz de ir a Sinnoh y concursar en Hearthome City.

Aunque con un novio como el que tenía...

—Hasta el momento no, solo voy y observó los que se realizan en zonas cercanas —admitió después de dejar salir un suspiro, de no ser porque le preocupaba la salud de Steven, podría irse tranquilamente a cualquier lado o incluso regresar a su casa—. Aun si solo soy un espectador, me sirven para seguir aprendiendo y ver nuevas combinaciones que a mi no se me hubieran ocurrido antes.

—Sabes que puedes ir más allá, no es necesario que te detengas por mí.

Desde antes de llegar a la región, había estado consciente de que esta situación iba a terminar dándose, él se olvidaría de todo a su alrededor y Drew permanecería a su lado para evitar que muriera por exceso de trabajo.

—Bueno, bien podrías recompensármelo viniendo conmigo a el hotel y dejar esto para mañana u otro día.

Por un instante se siente nervioso, justo ahora que los ojos de Drew vuelven a fijarse en los sueños, pestañeando de forma continua como si le estuviera coqueteando, una táctica que bien le estaba funcionando para sacarlo y llevárselo de ahí. ¡Pero era un engaño! Por que bien sabia que apenas pusiera un pie en la habitación del hotel, le iba a quitar todo y lo a empujar primero al baño para que se duchara y después lo envolvería en varias cobijas para que durmiera.

Aunque lo sentía como una injusticia, porque, aunque le nacía esa necesidad de convivir con él, también estaba consciente de que su cuerpo iba a terminar rindiéndose y apreciar los cuidados ajenos, durmiendo casi al instante en un colchón que no lastimara su espalda al ser blando y no de piedra.

—Drew...

—La pared no se irá a ningún lado.

Menos de quince minutos después ya está a su lado, con todo guardado en su mochila, excepto la almohada que no cabe y Drew se ofreció a llevarla, tomándolo de la mano y jalarlo con un raro entusiasmo que tenía tiempo no veía en él. Solo cuando se encontraron en la entrada de Ecruteak City, fue que comprendió la repentina emoción por llevarlo a fuera.

Todo, absolutamente todo el lugar, se encontraba adornado por la blanca nieve y un montón de flores rojas, preciosas de sus lugares en macetas o colgadas alrededor de las puertas o en adornos para las puertas, resaltando de la madera con sus colores y bañadas ligeramente por la nieve que hace algunas horas debió haber caído y el frío ayudaba a que se mantuviera así.

—Drew, todo...

—Es por la época, adornaron el lugar con Poinsettia, también conocida como flor de pascua o flor de navidad.

No evito sonreír ante el hermoso panorama, ignorando por completo el momento en que fue jalado nuevamente por el más joven, guiado hacia el hotel donde se estaban resguardando, el cual también tenía de aquellas flores no solo por fuera, sino también dentro del establecimiento, esparcidas por todas partes mientras notaba una que otra piña de pino acompañándolas.

—Son las flores de temporada y al parecer todos los años las ponen por todas partes. Con solo verlas, traen la alegría y felicidad que simbolizan.

Sintió sus ojos cerrarse con cada parpadeo mientras caminaban hacia la habitación que les tocaba, escuchando con atención todo lo relacionado a aquella flor, encantado por poder despejar su mente de todo el trabajo que había tenido y de los sueños, que no parecían desear dejarle descansar tranquilo. Aunque ahora, tras ver la flor, podía sentir que estaba rodeado de tan buena suerte, que de seguro las pesadillas no llegaría el día de hoy.

Tan lleno de buena suerte, que incluso Drew se recostó a su lado para dormir. Por el momento, no había nada que pudiera darle más felicidad.

Pionsettia/Flor de Pascua/Nochebuena: Es la flor del mes de diciembre y simboliza alegría y felicidad. Suele relacionarse con la buena suerte y el éxito.

 

 


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