—¿Estas listo?
Lo ve sonreír con ilusión, sin decir nada, mordiendo sus labios con emoción mientras sostiene con mas fuerza de la necesaria los instrumentos que iban a necesitar en aquella cueva, con la linterna de su casco encendida, atento a que le de la señal de comenzar a picar la piedra de la pared.
Era esto lo que necesitaban.
Un momento tranquilo solo para ellos dos, unas necesarias vacaciones en cualquier otra parte del mundo donde pudieran olvidarse de todo y tener mas momentos privados, charlar como lo hacían en un principio, cuidar de sus Pokémon mutuamente, antes de que tuviera que tomar el puesto de campeón nuevamente y dirigir la región Hoenn de nuevo.
Wallace había sido comprensivo, tras varios días sufriendo de las pesadillas, no soporto más y decidió hablarlo con su mejor amigo, su soporte al no saber quien mas podría creerle la locura que soñaba, sin querer preocupar mas al de ojos verdes de lo que normalmente ya lo hacía.
Ese mismo que simplemente había permanecido en silencio todo el camino, mientras lo empujaba por la espalda para ir a tomar con prisas el primer ferry del día, el mismo que había respirado profundo con tranquilidad cuando dio un vistazo por la borda, disfrutando del aire salado y el frio al que lentamente se acercaban, ese que parecía caracterizar siempre a la región Sinnoh.
—¿Steven? ¿Ya podemos empezar?
Parpadeo incomodo cuando la luz del casco le dio directamente en los ojos, desviando su mirada del mas joven para centrarse en su propio pedazo de pared, tomando sus propias herramientas mientras se preparaba con una sonrisa.
—Bien, empecemos, no olvides hacerlo con cuidado o se te caerá todo encima, otra vez.
—Entendido.
Sinnoh los había recibido, literalmente, con los brazos abiertos. Desde su llegada, no había pensado en ningún momento en que se fueran a hospedar en un hotel, después de todo, el subsuelo y las leyendas que rodeaban la región parecían llamarlo poderosamente, así que simplemente había rentado una casa en un lugar llamado “Área Resort”, donde simplemente habían dejado las cosas que no necesitaban, para posteriormente salir de ahí con prisa.
El primer día, simplemente había sido llegar, dejar las cosas y ser jalado por Drew hacia distintos lugares, desde el sindicato de cintas, hasta Hearthome City, pasando por todas las atracciones a las que no había pensado entrar porque realmente no le interesaban, pero el de ojos verdes, se veía tan feliz, así que simplemente disfruto de correr de un lado a otro, sonriendo mientras era jalado sin mucho cuidado hacia todas las partes posibles, solo para terminar con un montón de víveres guardados en las mochilas antes de que su pareja lo viera con más emoción de la que había mostrado en todo el día.
Y entonces sonrió, igual de emocionado, antes de que ambos decidieran activar sus kits de exploradores y dirigirse hacia las profundidades de Sinnoh, investigando a la par, antes de ponerse a discutir donde sería el lugar mas seguro para hacer una cueva donde descansar, tardándose alrededor de casi dos horas, discutiendo mayormente, porque no se podían poner de acuerdo en alto tan, relativamente, sencillo y sin chiste de elegir.
Su segundo día había tratado de mas exploración, quejas sobre lo incomodo que era dormir sobre el suelo a las prisas sin haber acomodado nada bien y caminar comiendo por todo el lugar, ya que, obviamente, el campeón no podía esperar mucho mas tiempo para ponerse a excavar, aunque para tal cosa, aun tenían que dar varias vueltas antes de dar con el lugar adecuado para llevar a cabo la susodicha acción, rodeando varias trampas sin sentido en el suelo, que les hizo retroceder o llenarse de lodo, así como dar vueltas y marearse hasta golpearse con la pared.
—¡No tan fuerte!
Grito asustado cuando dejo de lado su propio trabajo y se fijó en la energía de Drew para taladrar su propia pared. Aun cuando ayer le había enseñado lo básico para encargarse de conseguir sus propias piedras, los nervios del de cabello verde eran tan obvios que no le dejaban hacerse cargo del trabajo como debería.
—¡Pero ya casi la saco!
—¡Vas a tirar la pared abajo!
—¡Eso no importa si logro conseguirla!
Fue la curiosa emoción y su reciente terquedad lo que le hizo dejar de lado su trabajo y quedarse quieto a esperar a que el de cabello verde terminara de hacer lo suyo, intrigado por saber exactamente que le importaba tanto en conseguir, como para olvidarse de que podía tirar la pared abajo en cualquier momento y perder todo su progreso en un instante.
—¡Es mía!
Se hizo a un lado, justo al momento en que la pared tembló antes de que la piedra cayera en los lugares donde habían escarbado, levantando una pequeña cortina de polvo que logro hacer toser al emocionado coordinador Pokémon.
—¿Y entonces? ¿Valió la pena? —pregunto interesado, acercándose para ver con un poco mas de claridad que era lo que había alcanzado a sacar, usando una de sus manos para quitar el polvo de en medio.
—¡Claro que sí, solo mira! —alzo las manos, emocionado, mostrando la brillante gema que había logrado obtener, mirando con ilusionar de cabello plateado—. ¡Con esto puedo hacer un gran regreso en los concursos de coordinación!
Oh….
¡Oh! ¡Así que era por eso!
Observo la piedra día descansando en las manos ajenas, sintiéndose lentamente estafado al darse cuenta del porque no había escuchado ni una queja o preguntas del porque habían viajado hasta ahí, claramente su compañero tenía un interés medianamente similar al propio para ponerse a cavar en Sinnoh, y aunque en el fondo se sentía feliz por el éxito en la excavación, si es que tirar la pared y solo sacar una cosa se podía considerar un éxito, no podía quitarse de encima la sensación de sentirse timado, sobre todo porque tal vez ahora iba a ser abandonado mientras su novio iba y se encargaba de lucir a su bien entrenada y, probablemente, recién evolucionada Roselia en los concursos de Hearthome City y en la casa esa de fans. Ahora se iba a quedar solo, cavando… Como siempre…
—¿Entonces?
—¿Mmm?
Parpadeo confundido ante la extraña incógnita, notando que se había quedado demasiado tiempo pensando, tiempo utilizado por Drew para guardar su preciada gema que sería utilizada dentro de poco tiempo.
—¿Entonces qué?
—¿No vamos a seguir cavando?
Probablemente Wallace pensaría que era algo estúpido si lo ponía en palabras, pero, literalmente, pudo sentir a su corazón golpear mas fuerte de lo necesario mientras escuchaba aquellas palabras, mirando los ojos esmeralda llenos de amor y paciencia, misma que le prometía quedarse a su lado hasta que el terminara de buscar lo que quería.
—¿Quieres seguir cavando conmigo?
—¡Por supuesto que quiero! —exclamo emocionado el de cabello verde, apagando finalmente el foco de su casco tras notar que estaba dejando casi ciego a Steven—. Es mas divertido y entretenido de lo que había imaginado.
—Entonces, hay que buscas otro punto para hacerlo, pero ahora déjame ayudarte. —se levantó de su lugar, antes de extender su mano para ayudar a su compañero a levantarse del suelo, antes de mirar a todas partes para decidir sobre cual camino sería bueno ir.
—Por favor, no creo que tirar cada pared que encuentre significa que lo estoy haciendo bien. —comento avergonzado el de cabello verde, bajando la mirada hacia el suelo antes de ser guiado hacia el siguiente punto de excavación por la mano mas grande que no parecía pensar en soltarlo.
—No te preocupes, tengo todo el tiempo del mundo para enseñarte.
Mientras no surgiera algo que requiera su presencia de nuevo en Hoenn, alguna emergencia o que simplemente Wallace ya no quisiera cubrirlo para dedicarse de nuevo a su gimnasio y a los concursos de coordinación, entonces podían tardarse todo el tiempo que quisieran.
Y se iba a tardar, porque se lo merecían.
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Esmeralda: simboliza el amor, la fé, la paciencia, la buena suerte y la juventud.