Steven Stone sonrió mientras tomaba un poco mas de fideos con los palillos de madera que le habían entregado junto a su plato en el puesto ambulante donde se encontraba cenando junto a—no queriendo llamar así— ahora mejor amigo Drew, quien se encontraba sentado en el banquillo de a lado, ambos en las mismas condiciones. Sudando a chorros por la comida caliente —y picante en el caso del mayor— su saco del traje se encontraba hecho a un lado, junto al brillante pañuelo rojo que solía utilizar en el cuello, su camisa la mantenía arremangada. Drew también mantiene su saco morado de mangas cortas a un lado, y su playera azul rey se encontraba igual arremangada —hacia tiempo había hecho un comentario sobre su combinación de ropa al estilo "caja fuerte", pero mejor no recordar eso.
Se encontraba a tan solo un mes para que la liga pokémon finalmente de comienzo, con el objetivo den elegir al nuevo campeón y a los dos nuevos entrenadores que pasarían a formar parte del alto mando, desde hace algún tiempo atrás había decidido a aislarse casi en su totalidad, entrenando duramente tanto en Meteor Falls o en la Victory Road —a la cual tenía acceso desde hace un buen tiempo— con la fecha límite tan cerca podía sentir el estrés asentarse poco a poco en su ser, de tal forma que los dolores de cabeza —debido a que su padre no estaba totalmente de acuerdo con su decisión de convertirse en campeón la liga, algo que se lo decía cada que lo veía— se fueron haciendo más seguidamente. Con un poco de pesar no pudo evitar dedicar un pensamiento a su querido amigo Wallace, quien también iba a participar en la liga y con quien había perdido todo contacto posible—había oído, en algún lado, que se encontraba entrenando con su maestro Juan— el simple hecho de saber —o pensar— que podría llegar a enfrentarse a su mejor amigo en la liga, no le agradaba en lo más mínimo, y dicho pensamiento no hacia otra cosa que aumentar el estrés.
—¿Steven? ¿Te encuentras bien?
Las brillantes esmeraldas a las que Drew le solía llamar "ojos" le observaban fijamente en espera de una respuesta a su incógnita, posiblemente se debía al hecho de—sin haberse dado cuenta— haberse detenido mientras comía, dejando que su plato junto a los fideos —sostenidos firmemente por los palillos— se fuesen enfriando poco a poco sin siquiera prestarles la mas mínima atención.
—¿Ahora si ya te dio calor?—preguntó el de ojos verdes para regresar su atención al plato y posteriormente beberse el caldo que le quedaba, ya sin pena alguna como cuando comenzaron a comer—Otro por favor.
—Claro que no— respondió con una sonrisa el mayor antes de continuar con su comida, intentando acabar lo más rápido posible para pedir otro plato—Deben de ser imaginaciones tuyas.
Era curioso como, finalmente y después de un buen tiempo, Drew había terminado aceptando su compañía.
Por supuesto, después de casi un millón de encuentros aleatorios—que nadie en su vida creería realmente que eran aleatorios— finalmente ambos se habían terminado volviendo buenos amigos en el transcurso de los cuatro meses, cinco, si se tomaba en cuenta el mes desde que se conocieron.
El encuentro entre ellos en esta ocasión había tenido lugar en Fallarbor City, donde tuvo lugar un concurso de coordinación hacia unas horas atrás, al que obviamente Drew asistió junto a sus pokemon.—y al parecer había ganado, más no estaba seguro, no se le había ocurrido preguntar— En ese momento él simplemente se habia dirigido caminó al centro pokémon de Fallarbor City después de todas las batallas que su equipo libro en Meteor falls tras varias horas sin descanso, por lo que no fue capaz de notar cuando el más joven salió de la sede del concurso y mucho menos se dio cuenta cuando le saludo. Tenía la mala costumbre —o mejor dicho, maña— de que cuando se encontraba estresado solía pasar de todo el mundo y se concentraba en una sola cosa, se perdía lo suficiente en sus pensamientos que incluso en su rostro solían aparecer las comunes arrugas en el entrecejo como si estuviese enojado, ese era el lado "tranquilo" de su estrés, cuando se enojaba estando estresado era otra historia que no ha muchos les gustaba.
Gracias a los dioses, Drew fue lo suficientemente paciente —y amable— como para simplemente mantenerse en silencio y caminar detrás de él, sin dirigirle la palabra y mucho menos hacerse notar, cosa que le funcionó, pues pasaron todavía otras dos horas entrenando una vez más en Meteor Falls antes de caer en cuenta que no se encontraba solo, sentado en el suelo ligeramente amarillento y con los pies sumergidos en la cristalina agua se encontraba Drew, cuidando de uno de sus más recientes pokémon, un Trapinch, que después de un rato entrenando entre ellos dos finalmente evolucionó en un Vibrava —algo que le parecio curioso, pues Drew anteriormente había comentado que no tenia gusto por las batallas, irónicamente ninguno de su equipo estaba mal entrenado e incluso daba la sensación de que si se lo proponía, podria ganarle— revelando que su deseo con ese pokemon era, obviamente, obtener un hermoso Flygon y poder integrarlo en alguna categoría de los concursos.
—¿Como te fue en tus concursos?
Preguntó mientras entregaba el plato, y secándose el sudor de la frente pedía su tercer tazón, de reojo observo como Drew simplemente alzaba los hombros y simplemente continuaba consumiendo los fideos y los ingredientes de su segundo plato.
—Bien.
Steven recibió su nuevo plato con una sonrisa mientras pensaba detenidamente en la clase de respuesta que le dieron.
—¿Surskit?
—¡No sabe quedarse quieto!— se quejó Drew segundos antes de golpear su cabeza contra la superficie de madera del carrito donde tenían los platos—No se que haré cuando evolucione, me da miedo de tan solo pensarlo.
—Cuando evolucione cambiará, muchos pokémon lo hacen—intentó tranquilizarse mientras esperaba que su comida estuviese menos ardiente que como se la entregaron—Solo tienes que ser paciente.
—¿Has visto como actúa mi Roselia?—pregunto Drew con un ligero tono de cansancio mientras volvía a prestar atención a sus fideos para continuar comiendo.
Steven no contestó, no había aguantado lo suficiente ah esperar a que se enfriara su comida cuando dio el primer boca —al diablo lo caliente, tenia hambre— así que simplemente asintió mientras intentaba masticar y tragar sin ahogarse en el proceso.
—La tengo desde que es un Budew—comentó el de cabellos verdes mientras jugueteaba con su comida—Desde que la tengo, siempre-ha-sido-así.
Steven prefirió guardarse sus comentarios y simplemente continuó comiendo.
0.o.0
Caminaron un poco más por los alrededores de Lavaridge Town bajando el exceso de comida que habían consumido recientemente —en una especie de competencia para ver quien soportaba más el calor— era curioso cómo, a pesar de que era una buena época del año la ciudad parecía un poco más desierta de lo que normalmente era, debido a sus aguas termales era raro —por no decir anormal— que Lavaridge Town no recibiese visitantes o tuviese gente caminando a esas horas.
Recordó entonces, del evento que se llevaría a cabo dentro de un mes.
—¿Que equipo usarás?
Nuevamente brinco en su lugar cuando escuchó la voz de Drew, el de ojos esmeralda caminaba a su lado, pero era lo suficientemente silencioso como para pasar desapercibido, y lo suficientemente amable como para hablarle en el momento justo, casi como si fuese capaz de adivinar sus pensamientos.
—Bueno, yo… Sinceramente, no lo se… Aun no estoy seguro—fijo su vista en el suelo, deteniéndose en el lugar que se encontraba, por consecuencia, Drew también lo hizo—No se que pokemon usar en la competencia.
—Metagross parece ser una buena opción—comentó Drew moviéndose hasta quedar frente a Steven y agachándose un poco, buscando una forma de estar dentro de su rango de visión— Acabo de ver que estabas entrenando a un Aaron, si sigues así podria evolucionar a Lairon antes de que se llegue el día.
Steven alzó el rostro, buscando instintivamente el hermoso color verde que poseían las pupilas de Drew, aquel color que le tenía fascinado desde la primera vez que habían hecho contacto visual.
—Estaba pensando en capturar un Baltoy.
Soltó de un momento a otro, ocasionando que una de las cejas de Drew se alzara instintivamente, mientras rodaba los ojos deshaciendo el contacto visual.
—¿Baltoy?— repitió el menor.
—Un Baltoy—confirmó el mayor.
—¿Estás consciente de que estas a tiempo limite, verdad?—preguntó mientras regresaba su vista al mayor, queriéndose asegurar de que el mayor estuviese realmente seguro de la decisión que iba a tomar.
—Y también quiero capturar un Skarmory.
Drew se balanceo en sus pies mientras pensaba detenidamente en los extraños deseos de Steven, a estas alturas, capturar a ambos pokemon significaba demasiado esfuerzo, y tener que entrenarlos haría que terminara desequilibrando al pequeño equipo pokemon que ya se encontraba entrenando.
Y solo entonces se acordó del detalle del equipo.
—¿Sigues teniendo sólo cuatro pokémon?
El de cabellos plateados se rascó detrás de la cabeza mientras ligeramente avergonzado, con tanto estrés encima, incluso él había olvidado que no cumplía con el requerimiento de un equipo de seis pokémon.
—Mira, si mañana nos damos prisa, y corremos con suerte podremos capturarlos mañana—comentó Drew dándole la espalda a Steven y caminando hacia el este, donde era fácilmente visible la ruta 112, al igual que su entrada al desierto— Entrenarlos va a ser algo difícil debido al tiempo, pero si los ponemos con tu Lileep y Anorith, podremos entrenarlos a todos por igual…
Steven ni siquiera se dio cuenta del momento en que dejó de escuchar el plan de captura y posterior entrenamiento que a partir del día siguiente tendrían que llevar a cabo, un día menos para la fecha determinada.
Con la mirada fija en la espalda de Drew, sus pensamientos inmediatamente volvieron a su amigo, Wallace, enfrentarse a él se volvería algo difícil, principalmente debido a que —al menos— cuatro de sus pokémon tendrán debilidad al agua —tipo en el cual su amigo se especializaba— Metagross y Skarmory podrían volverse sus mejores opciones para evitar tanto daño… Pero con el tiempo encima… ¿Que tan bien podría entrenarlos?
Ademas, Wallace le conocía de por vida y sabia exactamente en que tipo de pokemon se especializaba, tomando en cuenta el tiempo que no se habian visto casi podria jurar que él maestro de su amigo le estaba enseñando una forma para contrarrestar el tipo metal.
-¡Hey! ¡Te estoy hablando!
Steven parpadeo varias veces seguidas cuando observo un par de dedos tronando frente a su ojos, en un intento de llamar su atención, finalmente reaccionando cayó en cuenta de que —como en una que otra ocasión— se había dejado llevar por sus pensamientos y posteriormente terminó perdiendo la mayor parte de el monólogo de Drew.
—Lo siento, me distraje—se disculpó de inmediato, viendo como el de cabellos verdes se ponía las manos en la cintura—¿Que decías?
—Estaba diciendo, que te vas a dormir ahora mismo, ¿Te has visto a un espejo?—reclamo molesto el de ojos verdes, mas enojado por haber sido ignorado que por otra cosa, mientras le señalaba con el dedo indice a las ojeras ligeramente visibles bajo sus parpados—Ya mañana veré como te ayudo, tal vez con el dulce aroma de Roselia podríamos atraer más rápido a los Baltoy o a más pokemon para acelerar los combates.
Los ojos plateados de Steven buscaron los verdes de Drew como si fuese alguna especie de necesidad, y solo entonces fue capaz de llegar a una curiosa duda que no tardó en salir por su boca.
—Por cierto...—Llamó el mayor, haciendo que las esmeraldas se dirigieran a mirarle inmediatamente—A todo esto ¿Como sabes tanto sobre entrenar a los pokemon? ¿No se supone que eres coordinador?
El rubor que cubrió ligeramente el rostro de Drew no podía ser realmente apreciado debido a la falta de luz —algo que realmente le decepcionó— el menor balbuceo algunas palabras mientras desviaba la vista de un lado a otro sin saber realmente el cómo reaccionar. Finalmente, alzó la mirada valientemente y, una vez más, el tema fue cambiado, ahora incomodando al más alto.
—Bueno, si quieres que te responda entonces tu respondeme—comentó con seguridad, mientras se cruzaba de brazos y establece un feroz contacto visual—¿Que es lo que te preocupa?
La expresión de Steven se volvió —literalmente— indescifrable, no le sorprendía que Drew se hubiese dado cuenta que algo le molestaba —el menor era más observador de lo que parecía— pero sin duda alguna, no esperaba que se lo fuera a preguntar.
—No me esta molestando nada—respondió en un tono firme, lo suficiente que hizo al menor retroceder por acto reflejo.
—Si no te pasa nada, ¿Entonces porque de repente quieres un Baltoy y un Skarmory? ¿No estabas entrenando en Meteor Falls? Te podrías conseguir algún tipo dragón, no es tan difícil—aunque ligeramente alejado, Drew no apartó su mirada en ningún momento, de los ojos de Steven, notando como inmediatamente pasaba de un estado tranquilo a uno molesto, tal vez, derivado del estrés— O tal vez, ¿Te vas a enfrentar a alguien con quien ni siquiera sabes cómo enfrentarte?
De un instante a otro, Steven Stone alzó los brazos rápidamente y tomó al menor de los hombros, sujetándolo fuertemente y asustando de tal forma, que la seguridad que había mantenido hace tan solo unos momentos, se había desvanecido en un instante.
—¡Cállate!
Un silencio totalmente incomodo inundo el lugar, los ojos de Drew se abrieron debido a la sorpresa y al fuerte agarre que Steven mantenía en sus hombros, de tal forma que —esperaba— lo había terminado alzando unos cuantos centímetros del nivel del suelo. Le otorgo el silencio que le pidió en un grito, sin perder contacto visual alguno e intentando por todos los medios, de no demostrar el miedo que le inundaba en aquel momento.
—Solo... Cállate...
—¿Porque?—reto el de cabellos verdes sin quitarle la vista de encima, y sintiendo como el agarre en sus hombros aumentaba ligeramente—¿Que es lo que te preocupa?
Steven rechino los dientes al oír el comentario del menor quien no apartaba la vista de sus ojos, a pesar de que parecía mostrar miedo.
Las bellas esmeraldas que siempre lo tenían cautivado mostraban falsa seguridad y miedo...
¿Miedo?
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Tulipán Jaspeado: tienes unos ojos preciosos.