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Ramo de Flores por Abyss

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Notas del capitulo:

Nuevo capitulo de flores! Y en el siguiente se va a descontrolar :D

Desde ahora quiero avisar que en algunos capitulos no muy lejanos esto va a aumentar de rango, tendra uno que otro capitulo caliente, picante, pero no creo escribir una escena explicita de ellos dos en la cama.

En primera, porque no me nace totalmente.

En segunda, porque Drew de todas formas seguiria siendo menor de edad.

Y en tercera, por ya alguien me aviso que le va a hablar a la policia si lo hago xD

Asi que... Ni modo, disfrutad del capitulo y esperad los venideros :D

Nos leemos abajo!

Se aferró con fuerza al barandal metálico, sintiendo el frío a través de las palmas de sus manos por un minúsculo momento, antes de que su propio calor corporal lo contrarrestarla y simplemente pasase al olvido en cuestión de minutos. A sus espaldas, a los lados y enfrente era capaz de escuchar los gritos eufóricos del resto de gente que también se encontraba disfrutando del encuentro actual.

En el centro de todo —y por tanto aquello que toda la gente se encontraba admirando y vitoreando— y de todos, se estaba llevando a cabo la batalla entre un Lairon vs Aipom. Dicha batalla mostraba las cualidades, ventajas y desventajas de los entrenadores, a la vez que mostraban su forma de reaccionar y el tiempo que tardaban en formular una estrategia, tras notar que la utilizada al momento no estaba funcionando como debería. Desde donde se encontraba era capaz de observar todo, siendo incluso capaz de sentir con una mayor intensidad él momento justo cuando dos ataques colisionar entre ellos, contrarrestándose al instante, alzando una nube de humo y polvo en el proceso, entorpeciendo la vista de todo el público, alzando los gritos, la emoción y la euforia en los espectadores.

Se encontraba en el barandal, lo más cerca posible de él campo de batalla, y donde obtenía la mejor vista para ver la expresión de los retadores. En la pantalla gigante del gran estadio se mantenía la información necesaria del momento, información —según le habían comentado su familia hace algunos años— era la más común y superficial para mostrar. La fotografía de la ficha de entrenador de cada retador, cada uno con el color que le correspondía —azul o rojo, según el bloque al que pertenecía— y una serie de espacios donde se ponía la imagen del pokemon que había sido llamado a la batalla —esté o no combatiendo— él cual dependía del combate que se estuviera librando. Actualmente había únicamente tres espacios por retador. Eran las batallas para decidir a los dieciséis mejores —los octavos de final— varias personas reunidas se encontraban ahí para observar a su favorito, otros tantos eran gente que se encontraba haciendo tiempo en lo que las batallas que deseaban ver comenzaban, y solo unos cuantos eran retadores cuyas batallas ya habían finalizado o estaban investigando la estrategia de él resto de competidores, aquello no era extraño, o aunque lo fuese en realidad no había ninguna regla que prohibiera a los entrenadores ver las batallas que se encontraban desarrollando en el resto de estadios.

Trago saliva mientras observaba como Lairon resistía la Low Kick realizada por Aipom, el pokémon tipo normal hace unos instantes había sido lanzado al aire cuando el tipo metal había intentando defenderse del Fury Swipes que se encontraba a punto de recibir de frente, flotando encima de Lairon—encontrándose con la ventaja de estar totalmente fuera de su alcance— no le tomó más de un segundo recuperarse para lanzar su siguiente ataque, uno que no podría ser evadido ni mucho menos rechazado.

Lo que el contrincante olvido, y por tanto terminó por sacarle una sonrisa al entrenador que tenía enfrente, así como a algunos espectadores —incluyéndose a si mismo en el proceso— fue el hecho de que él Lairon que tenía frente a frente, había derrotado a su segundo pokemon, un Glalie —cuya imagen en la pantalla estaba oscurecida debido a su derrota—, combate en él cual, debido a su ventaja de tipo, Lairon había aprovechado el tiempo para protegerse con Defense Curl, sin olvidar en ningún momento que tenía que impedir que su contrincante cambiase de pokemon o le hicieses algún ataque que podría ponerle en problemas —algo muy difícil, pero que podría pasar— por lo que cuando la patada baja le impactó de lleno en la frente, Lairon se mantuvo en su lugar, firme como una piedra y sin mostrar el más mínimo daño que el ataque podría haberle hecho —reacción que le hizo pensar que Lairon quería pasarse de "badass".

—¡Lairon! ¡Rollout!

La orden dada por el entrenador de Lairon fue lo suficiente firme, clara y fuerte, que incluso en el estadio lleno de gritos de la gente, fue capaz de oírse sin ningún problema. La voz no tardó mucho en quedarse en el olvido y posteriormente ser tragada por el mar de grito de gente, cuando el pokemon tipo metal realizo la ultima orden que recibiría en la batalla, aplastando fácilmente al Aipom —gracias a los Defense Curl anteriormente realizados— y finalmente llevándose la victoria.

La pantalla que mostraba a los retadores cambió su imagen rápidamente, para señalar al ganador del combate. El nombre de Steven Stone —junto a su imagen— fue lo que se mostró a continuación.

Solo entonces Drew alzó la vista —después de esperar inútilmente que Steven mirara en su dirección— observando primero la pantalla en negro que ahora mostraba al ganador del combate, no pudo evitar sentir un cálido sentimiento en su pecho —el cual, supuso, era admiración por su amigo—cuando descubrió que varias de las estrategias usadas aquel día por Steven, habían sido sugeridas por su persona… Unos cuantos días antes de tener una discusión, la cual terminó con ambos gritando cosas sin sentido y —por parte de él de cabello verde— con palabras llenas de rabia que aseguraban que no iría a verlo competir por el título de campeón.

Sacudió la cabeza, totalmente avergonzado por recordar aquello por lo que mejor decidió pasar a observar todo a su alrededor, notando entonces que algunos retadores —que reconocía debido a que vio la tabla de entrenadores— pasaban a retirarse del lugar, así como algunos espectadores se alzaban para irse, quedándose unos pocos para observar el siguiente combate que ya estaba siendo anunciado, mientras los anteriores retadores —Steven y el chico que tenía pinta de rico mimado— pasaban a retirarse de él lugar.

Parpadeo confuso desde donde se encontraba, observando a la distancia —justamente encima de de donde se encontraba la entrada/salida que había sido utilizada por él entrenador que se enfrentó a Steven— a dos personas de pie exageradamente llamativas, fue capaz de reconocer a uno de ellos, vestido de gala en un tono azul rey sin ser demasiado oscuro, se encontraba Juan, el actual ultimo líder de Gimnasio, y por tanto, el joven —que parecía ser de la edad de Steven— que se encontraba a su lado, vestido de blanco y azul celeste debía de ser Wallace, el amigo de Steven del cual había perdido contacto absoluto en aquel medio año.

Regresó la vista hacia donde minutos antes se encontraba su amigo, hizo un gesto desinteresado mientras miraba a todos lados, apartándose finalmente del lugar donde se encontraba y caminando hacia los dos espectadores que parecían tener una charla en privado. Cerca de ellos se encontraba otra de muchas entradas/salidas, por lo que no tendría ningún problema ni el porqué dar excusas sobre la razón de pasar tan cerca de ellos —aunque tampoco es como si fuese a ser tan obvio al acercarse, y mucho tenía porque darles explicaciones, ni los conocía— su único lamento, era la vuelta extra que tendría que dar para llegar hasta donde debía estar descansado Steven.

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Se mantuvo firme y con las manos cerradas mientras caminaba con dirección al lugar que le correspondía en el centro de todo el estadio. Junto a su llegada se escucharon los gritos eufóricos de la gente, así como la gente repitiendo su nombre una y otra vez, aquellos que le aclamaban para convertirse en el campeón.

Los reflectores que le señalaban le molestaron momentáneamente mientras tomaba su lugar, en las pantallas, anteriormente oscuras, volvieron a cambiar cuando se mantuvo inmóvil en el lugar correspondiente, la imagen cambio de forma que ahora mostraba su imagen y los respectivos seis espacios vacíos donde iría cada uno de los pokémon que pensaba utilizar durante la batalla, hizo lo imposible por no girarse y buscar con la mirada—entre todos los presentes— el característico color verde que le ayudaba a identificar el apoyo mas grande que había estado teniendo en todo ese tiempo.

Horas atrás—varias, muchas para ser exactos—Drew había a buscarle, a pesar de que algunas semanas atrás había tenido una discusión —por algo tan absurdo que ya era incapaz de recordar—para darle algunas noticias.

En primera, que había dado vueltas por el estadio y no, su padre no asistió al evento para ver a su único hijo competir por un titulo que anhelaba tener desde hace algún tiempo atrás —aunque probablemente lo estuviese observando por televisión— lo segundo, había sido la presencia de Juan, el maestro de su amigo, así como a presencia del mismo Wallace en los combates a los que habían logrado asistir. Drew —muy amablemente— se había presentado voluntario para ir a los combates que Wallace iba a librar, comprometiéndose a explicar cada detalle de las estrategias observadas.

Pero se negó.

El no necesitaba saber la forma de pelear de Wallace para ganarle, eso no era algo que un campeón debería de hacer. Como líder de un grupo de personas, sin importar contra quien se enfrentará, tuviese o no ventaja o desventajas, debía de ser capaz de crear una estrategia al momento que le otorgase la victoria.

Alzó la vista con seguridad al frente, viendo como Wallace avanzaba por el lugar para tomar el puesto que le correspondía, con los reflectores encima de él y la pantalla mostrando su nombre e imagen.

El cielo nocturno junto a la fresca brisa, fue la última pizca de tranquilidad que iba a estar en aquel lugar, mientras el segundo competidor finalmente llegaba a su puesto.

Con su llegada, la final había comenzado.

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Steven Stone era alguien, que, en algún futuro no muy lejano, sería digno de admirar.

La posición de Steven continuaba siendo igual de firme que cuando ingresó al campo de batalla, la diferencia más grande era la mirada perdida en el suelo, tras presenciar el desenlace de la dura batalla que había estado librando hasta hace unos momentos.

Una de las pantallas mostraba el equipo pokémon de ambos competidores, de un lado seis derrotados, del otro, solo cinco. La pantalla más grande anunciaba al ganador del momento, le felicitaba e incluso la gente vitoreaba el nombre que aparecía en aquel objetivo que mostraba diversos colores.

Wallace.

Ese el nombre que aparecía en la pantalla, la persona a la que todos vitoreaban, aquel que sería coronado como el nuevo campeón de la región Hoenn.

Retrocedió de su lugar en el barandal cuando noto como Steven le daba la mano al nuevo campeón, aparentemente, sin resentimiento alguno, y posteriormente pasaba a retirarse.

Drew dio unos cuantos pasos hacia atrás, hasta que finalmente se dio la vuelta completa para comenzar a moverse con dirección a la habitación que le debía de haber otorgado la Asociación Pokemon al mayor para usar, mientras se preparaba todo para otorgar la copa del campeón y que comenzase la celebración en honor al ganador. El amargo sentimiento de la derrota se instaló en su pecho, como si hubiese sido él mismo quien se encontrase de pie en el centro de todos, observando como su ultimo pokemon caía al suelo en señal de derrota, el como poco a poco Baltoy, aquel que fue capturado de ultimo momento y le toco enfrentarse cara a cara contra alguien que le llevaba ventaja de tipo, se derrumbaba en el suelo... Junto a los ánimos de su entrenador.

La sensación de estar solo tras una derrota de tal magnitud era algo realmente horrible. La primera vez que había perdido en un concurso de coordinación o cuando estuvo en la clase maestra en Lilycove City, no había estado nadie a su lado, ni una palabra de consuelo por parte de su familia, no amigos a los cuales recurrir o que le ayudarán a superarse a sí mismo, simplemente estaba ahí, solo, diciéndole a su Roselia que no había sido su culpa, y que simplemente debían de mejorar para los próximos concursos.

Steven era su amigo, tardío—hubiese dado lo que fuera por conocerlo antes, sinceramente hablando— pero lo era. Comprendía exactamente lo que iba a hacer cuando llegase con el mayor, haría lo que nadie había hecho por el cuando paso por aquellas ocasiones, tan similares.

No iba a permitir que Steven se hundiera en la derrota que acababa de tener.

Steven Stone debía de ser alguien a quien admirar, respetar.

Fuese o no él campeón.

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Rosa champán: Respeto, admiración

Notas finales:

Bien, como ultima explicacion quisiera hacer incapie en un detalle, hice una ligera mencion de la vida familiar de Drew, muy ligera y casi ni se nota, pero en realidad ahi esta la razon del porque sabe cosas sobre batallas y pokemon y si, tal como estan pensando...

Su vida familiar es ligeramente un fiasco :v 

Pero de eso hablaremos despues, en otra florecita, despues de que arruine todo >:D

Asi que, nos leeremos despues /(^^)/


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