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Serendipia ~JongKey~ por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

Un nuevo cap <3

creí que ya lo habia subido XD error mio

 

**

–¡Lee TaeMin despiertas en este instante o te prometo que vaciare un balde de agua sobre ti! –

Asustado, el pelinegro abrió los ojos abruptamente.

–¡Ya desperté! – Grito mientras bostezaba, acomodo su cama y se dirigió a la cocina – Es sábado KiBum, ¿Por qué me despiertas tan temprano? – dijo con los ojos medios cerrados y el cabello desordenado mientras le mostraba la hora en el reloj.

–Son las diez TaeMin – el menor cruzo los brazos –Debo ir al supermercado, veré si me dan el trabajo, quería hacértelo recordar. Termina de ordenar tus cosas, hay algunas cosas para que cocines y si no deseas incendiar el lugar, estoy dejando un poco de dinero sobre repostero–

– ¿No volverás Hyung? –

–Si me dan el trabajo, lo más seguro es que me quede aprendiendo lo que debo hacer Tae, mírame, pórtate bien –

–¡Hyung! No tengo cinco años– acompaño la queja con un puchero.

–Pues pareciera que sí, nos vemos– Desordeno la negra cabellera del menor y salió rumbo al supermercado.

Esta mañana había amanecido sin rastro del caluroso sol, sobando sus manos para calentarlas subió al bus, el trayecto era silencioso, apoyo su cabeza en la ventana viendo a las personas en la calle, cada una ajena al resto. Por suerte había traído consigo un libro, el tráfico a esa hora era terrible, calculando llegaría en una hora hasta el próximo paradero y si no había tanto tráfico o cualquier otra actividad que ocupe las calles, en media hora más al súper.

Al final llego a las doce con quince minutos, no queriendo alejarse mucho del súper, decidió almorzar en este. Paseo por los pasillos tranquilamente esperando a que la oficina sea abierta.

2:00 pm

La oficina abrió sus puertas y ni corto ni perezoso, KiBum se presentó con una sonrisa ante la encargada. Después de una corta entrevista decidió enviarlo a las cajas registradoras, bajo prueba durante toda la tarde. Le entrego un uniforme que consistía en una camisa roja, pantalones negros y un delantal a la atura de la cintura rojo.

Caja número 4.

Presto atención a cada indicación que le daban, se veía realmente fácil. O eso pensó, las personas no dejaban de llegar y era un problema cuando la maquinita que debía escanear el código fallaba. Tuvo mucho cuidado en no dar más dinero o menos, no quería ningún problema.

–Hey chico nuevo– un chico de piel clara y cabello castaño se le acerco sonriendo – Soy Amber – apunto a la caja número 3. – Te estuve observando–

–KiBum– le respondió devolviéndole la sonrisa.

–Veo que lo haces bien para ser tu primer día –

–Ni siquiera es mi primer día, estoy aprueba–

– ¡Vaya! Pues da por hecho que tienes el trabajo – KiBum le sonrió agradecido, le inspiraba confianza. – La vida aquí en las cajas es pacifica siempre y cuando no confundas dinero, eso los hace explotar– hizo una demostración de una explosión con sus manos. – Bueno, un gusto conocerte, he de regresar a mi caja – con un movimiento de mano lo despidió. Para cuando vio el reloj daban las seis y media.

La Gerente apareció llamándolo a su oficina, pudo ver como Amber le alzaba el pulgar.

–Kim KiBum ¿correcto? –

–Si – contesto sentado frente a ella, quien le alcanzo PLACA con su nombre.

–Está contratado, iniciara el lunes, horario tarde de 2.00 a 7 :00 pm o horario noche de 7:00 a 1:00 am. –

–Horario tarde–

–Perfecto, bienvenido–

**

Había elegido el horario tarde, ya que así podría estudiar por las noches o quizá por la mañana. El viento soplaba con fuerza, se colocó una bufanda y camino a la parada de buses. El semáforo estaba a punto de ponerse en verde, se aseguró antes de cruzar la pista, más un auto tenía la intención de rebasar antes que pasara su tiempo. KiBum cruzo, el auto acelero.

–¡Hey! – un grito a sus espaldas junto a un tirón hacia atrás, lo hicieron caer sobre su trasero.

–¿Pero qué te pasa? – reclamo molesto poniéndose de pie.

–Casi te matan, eso pasa– Amber le hablaba como si lo que dijera fuera lo más normal del mundo. – De nada–

–Gracias– Murmuro resignado.

–Lo sé, soy un amor de persona– KiBum rodo los ojos – ¿Vas a tu casa? –

–Si–

– ¿Qué bus tomas? Yo tomo el azul con rayas blancas, ese que viene allá– apuntó mientras cruzaban hacia el paradero.

–También tomo ese–

– ¿En serio? Tal vez seamos vecinos–

–No lo creo, después debo tomar otro bus– Amber murmuro un "Oh". Subieron al bus. No había muchas personas. KiBum se sentó mirando a la ventana.

– ¿Y qué estudias? –

–Nada, acabo de llegar a Seúl–

–Yo estudio fotografía, pero también estoy tomando clases de canto– de nuevo silencio – Creo que no te agrado –

–No es eso– responde KiBum prestándole atención.

–Me alegro, me caes bien KiBum– Miro por la ventana – Nos vemos en el trabajo–

Ambos se despidieron, KiBum siguió su rumbo hacia el otro bus. Vaya que Amber era una persona extraña. Le había agradado, no iba a negarlo, solo que contar todo sobre uno no era algo que hacía muy seguido, era peligroso, no todas las personas son buenas.

Subió al apartamento, se extrañó de no oír ruido alguno. Con cautela abrió la puerta, estaba oscuro, encendió la luz. Se sacó los zapatos y avanzo, tanteo la mesa buscando algún objeto con el que defenderse, un pequeño cuchillo podría ser de ayuda. El comedor estaba en silencio.

–TaeMin– llamo suave – TaeMin– Su habitación estaba vacía, al igual que la del menor. Corrió al baño, este también estaba vacío. Escucho la puerta principal abrirse, apoyándose en la pared observo la figura. Soltó todo el aire que sus pulmones retenían al ver al menor ingresar.

– ¿Dónde estabas? – El aludido dio un brinco en su lugar.

–¡Dios! Hyung me asustaste, ¿Por qué tienes un cuchillo de pan? –

–Eso es lo de menos, ¿Dónde estabas? –

–Con la casera, vive abajo y – Lo vio morderse el labio inferior nervioso– Y pues yo, ocurrió algo gracioso –

–Cuéntamelo, también quiero reírme – dejo el cuchillo sobre la mea mientras jalaba una silla.

–Está bien, me quede afuera y baje pensando que la persona que vive abajo tiene el número dela casera, pero era ella y bueno es una señora muy amable, me invito a quedarme con ella y acepte–

– Lee TaeMin, que día perderás la cabeza, porque si no lo has hecho aún es porque está pegada a tu cuerpo– Se levantó abriendo los brazos, el menor entendió y corrió a abrazarlo.

– ¿Cómo te fue? –

–Conseguí el trabajo, inicio el lunes–

–Woa, ¿iremos juntos? –

–No, mi turno es en la tarde– El menor hizo un mohín – Confió en que llegaras sano y salvo Tae, ya sabes, tomas el Anaranjado que queda a tres cuadras de aquí, bajas en la segunda parada. Luego esperas al bus azul con rayas blancas, bajas en la tercera parada, justo a unas cuatro cuadras de tu Academia, si saliendo quieres ir a verme solo regresas unas seis cuadras...o creo que son siete–

–Wa~ suena tan complicado– Se quejó mientras se dirigía a su habitación – Buenas noches Hyung –

–Buenas Noches Tae–

KiBum apago las luces y se dirigió a su habitación, todo estaba yendo bien, justo como quería, justo como lo deseo.

**

– ¡TaeMin si no te levantas ahora llegaras tarde a tu primer día de clases! – Se escuchó un grito seguido del estruendo de una puerta al ser abierta con fuerza. –TaeMin–

–¿Ah? – un murmuro se coló entre las mantas que cubrían el delgado cuerpo.

–Nada de ah, TaeMin llegaras tarde– la mata de cabellos negros aparecieron sobresaltados.

– ¡Mis clases! –

–Ayer lo repetías todo el santo día– Y no era más, TaeMin no había dejado de comentar lo próximo que estaban sus clases, se había pasado todo el domingo repitiéndolo. Para su suerte KiBum ya había hecho el desayuno, miro el reloj 6:01 am, sus clases iniciaban a las 8:00 am. Miro a su Hyung con mala cara.

–Recién son las seis Hyung– refunfuño mientras comía.

–Es el primer día, debes llegar temprano– Solo obtuvo más refunfuños del menor – ya verás que me darás las gracias después– TaeMin rodo los ojos.

Con una franela azul de algodón con cuello V y manga larga, algo ceñida a su cuerpo, unos jean oscuros semi ajustados y una bufanda marrón al igual que sus botines, peino su largo cabello que le llegaba hasta los hombros, cogió su morral estilo mensajero color marrón y salió en dirección de la puerta.

–Tae se te olvida algo– Este volteo confundido – ¿Con que piensas pagar el bus? – Cogió el dinero que le tendía su Hyung, se despidió deseándole buena suerte en su trabajo y se fue.

Bajo con calma las escaleras, después de todo iba casi dos horas adelantado. Haciendo memoria recordó el camino, tres cuadras hasta la estación, bus anaranjado, espero al bus anaranjado que para su suerte llego rápido, un bostezo escapo de sus labios mientras el sueño lo atacaba, ahora debía bajar en la segunda parada. 27 minutos bastaron para llegar al lugar ahora restaba esperar al bus azul con rayas blancas, 6 minutos pasaron hasta que el bus llegó. Una vez sentado dejo que su cuerpo descansara, poco a poco el sueño lo vencía, faltaban 3 paradas, ¿No pasaba nada si se dormía un ratito no?

Fue así como TaeMin se dejó vencer por el sueño, era muy acogedor, más esa pequeña vocecilla llamada conciencia no lo dejaba disfrutar de su reconfortante siesta. Lentamente fue abriendo los ojos, ¿Cuánto tiempo abría descansado? Lo ignoraba. El bus paro, más no reconocía esa zona ¿será esa la segunda parada? viendo a la señora del lado se animó a preguntar.

–Disculpe– esta se giró – ¿Sabe en dónde estamos? –

–Cerca de la US–

– ¿US?... ¿A qué parada vamos a llegar? –

–Universidad de Seúl, la séptima parada– TaeMin sintió un escalofrió recorrerlo.

–¿Séptima? – ¡OH por todo lo bueno del mundo! Se había pasado cuatro paradas –Discúlpeme, ¿puede decirme la hora? –

– 7:39 – Debía regresar en menos de 20 minutos

– Gracias – Bajo disparado del bus, grave error, no tenía ni idea de cómo regresar, muchos jóvenes caminaban por esa zona, por curiosidad avanzo juntos con ellos, al girar la esquina pudo ver la gran e imponente estructura de la Universidad.

Regreso a su propio problema, debía de encontrar un bus que lo lleve de regreso, más el pánico comenzaba a atacarlo, tantas personas iban en la vereda que lo empujaban a su gusto, empujando el también se abrió paso hacia la pista, debía cruzar, sin duda al otro lado encontraría al bus indicado, tan concentrado estaba que no se fijó antes de dar el primer paso, solo quería salir de ese tumulto de personas. Lo próximo que se escucho fue el chirrido de las llantas contra el pavimento y un golpe que lo hizo caer.

– ¡Oh Dios! ¿Estás bien? – un joven alto salió presuroso del auto y corrió a ayudarlo a levantarse.

––Lo siento, yo...no debí cruzar así, yo realmente lo siento– hizo una venia apenado. Este lo miro unos segundos, ese rostro se le hacía familiar.

–El chico del supermercado– TaeMin levanto la vista topándose con unos grandes ojos.

– Oh, el actor de drama – El aludido arqueo una ceja curioso. – Siento mucho lo de la otra vez, parece que de nuevo le causo problemas –

–Que va, me alegro que estés bien – Le sonrió mientras le tendía la mano – Choi MinHo un gusto conocerte...–

–Lee TaeMin – Contesto respondiendo al saludo con una sonrisa y estrechando sus manos, más su sonrisa se borró al recordar su problema.

– ¿Ocurre algo? ¿Te golpeaste muy fuerte? ¿Te llevo a una clínica?– Las preguntas no dejaban de salir de esos gruesos labios.

–Ah, no, no, gracias estoy bien, es solo que debo llegar a mi academia, pero me quede dormido en el bus y termine en este lugar – Comento con una gran velocidad.

–Puedo llevarte, tómalo como unas disculpas, debí prestar más atención –

–Pero... ¿Qué hora es? –

–7:48 – El Horror se impreso en su rostro.

–Por favor – el mayor sonrió mientras le habría unas de las puertas del auto. TaeMin subió preguntándose si hacia bien, estaba seguro que si KiBum se llegara a enterar lo castigaría por ser demasiado confiado e ir subiéndose en autos de personas que recién conocía. – No me secuestraras ¿verdad? –

–Claro que no TaeMin, no se vería bien algo como ello en el historial de un abogado –Respondió con la gracia impresa en su voz.

– ¿Eres abogado? –

–Estudio para ser uno – presiono algunos botones en la pantalla que yacía sobre los controles del auto. – Bien donde queda tu academia – TaeMin solo lo miro sin saber que decir – ¿Su nombre? –

–La academia JAM–

–Así que estudias artes– Aseguro mientras seguía la ruta dada por el GPS.

–Baile para ser más preciso, gané una beca y ahora estoy en Seúl para poder seguir con mis sueños–

– ¿No eres de Seúl? –

–No, Soy de Gangnam, pero mi primo decidió que sería mejor si estudiaba en la Sede central, por lo que viajamos y nos instalamos en esta ciudad. –Comentó con una sonrisa.

–Con razón no tienes ni idea de cómo ubicarte, Seúl es muy grande y cualquiera puede perderse– TaeMin asintió y pronto un silencio algo incómodo los rodeo, nuevamente Tae se reclamaba el tener la lengua tan ligera, le había contado casi todo a un desconocido, solo le faltaba darle la dirección de su apartamento y ya, ponía la cereza al pastel.

–TaeMin– Giro su vista hacia el alto – ¿Por qué cuando me viste dijiste "actor de drama"? –

–Ah, es que la primera vez que lo vi pensé que debía ser uno, digo...tiene el porte de uno, creo...– MinHo sonrió ante el cumplido, el chico era muy curioso. – Bien hemos llegado–

–Muchas gracias MinHo Hyung – Este negó con una cálida sonrisa.

– ¿Me podrías dar tu número? Me gustaría seguir hablando contigo–

–Lo siento – Tae bajo un poco la mirada reprendiéndose el haber perdido su celular– No tengo celular–

–En cualquier caso, quizá nos volvamos a ver, adiós TaeMin– El aludido bajo del auto y sonrió agradecido.

–Muchas gracias– Y con la sonrisa de esta persona grabada en su memoria se alejó del auto rumbo a su primer día de clases. Tal vez el mundo no era tan cruel como se lo describía su Hyung, habían personas buenas en el y había tenido la suerte de conocer una.

**

–Buenas Tardes KiBum– Saludo Amber con una gran sonrisa mientras entraba en el vestidor.

–Buenas Tardes Amber – Respondió amable mientras terminaba de acomodarse la placa con su nombre. Giro dispuesto a salir, más la venda alrededor del pecho del contrario le llamo la atención.

–Es todo un lio tener que ponerme esto sabes – Giro sonriéndole – Pero es mejor que tenerlas colgando– KiBum procesaba la información lentamente. – Si entrara al vestidor de chicas se vería muy raro, por lo que me cambio aquí–Desabrocho sus pantalones– ¿Deberías darte la vuelta? – Los colores se le subieron al rosto.

– ¡Eres una chica!– aseguro mientras giraba mirando a la pared.

–Pensé que lo habías notado– Respondió de lo más normal. – Bien ¿vámonos? –

–Lamento desilusionarte, pero acabo de darme cuenta. – Ella le restó importancia. –Y por qué te vistes así–

–Me gusta, es mi estilo–KiBum asintió mientras se dirigían a sus respectivas cajas, el día transcurrió sin muchas novedades. No fue hasta las 5:30 p que una cabellera negras cruzo las puertas del super.

–Hyung! – Saludo efusivo corriendo hacia él. – Al fin logre hallarte, creí que nunca llegaría y tendría que dormir en cartón bajo algún farol– se abrazó a el peli marrón mientras dramatizaba su llanto.

–Pero lograste llegar, muy bien hecho TaeMin, anda ve y coge una banana milk, te lo mereces– Al menor le brillaron los ojos y se perdió entre los estantes.

– ¿Tu hermano? – Pregunto Amber viendo por donde ser perdió el menor.

–Mi primo– KiBum no mentía, pues prácticamente eran como primos, incluso su relación se asemejaba a una de hermanos.

– ¿Lo quieres mucho verdad? –

–Demasiado, haría muchas cosas con tal de protegerlo– Amber le sonrió enternecida.

–Yo quiero un primo así– se abalanzo sobre la caja mientras lo abrazaba – Bueno tengo uno así, no tan así, pero casi nunca lo veo y como te habrás dado cuenta soy la oveja negra de la familia–   bufo mientras soltaba a KiBum. – Puedes creer que hasta dicen que van a desheredarme, son un caso–

–Suerte con tu familia Amber –

**

TaeMin estaba feliz, no dormiría fuera y no lo secuestrarían y sus órganos seguirían intactos dentro de su cuerpo, cogió su amada banana milk y se regresó cuando una voz familiar llamo su atención. Curioso se acerco había el lugar del cual provenía, pudo reconocer el cuerpo alto de la mañana.

–MinHo Hyung! – Saludo asustando un poco al contrario quien giro a una velocidad increíble.

–¡Oh TaeMin! – Le sonrió mientras dejaba en el carrito sus compras. –Que sorpresa verte aquí–

–Mi Hyung trabaja aquí y como no quería regresar solo decidí venir y acompañarlo...usted ¿vive por aquí?–

–Ah, no solo que decidí bajar y comprar algunas cosas en este supermercado– Avanzaron hacia las cajas registradoras.

–Hey! MinHo! –Saludo la chica que charlaba junto con su hyung.

–Hola Amber– Saludo a la joven que se les aceraba. – Ella es Amber, la prima de un amigo–

–Aquí estas pequeño Tae, KiBum está a punto de sufrir una crisis nerviosa– Este corrió hacia su hyung siendo consciente de que se demoró más de lo debido hablando con MinHo.

–Lee TaeMin, ¿fuiste a fabricar la bendita leche de banana? – El aludido rio ante el ataque de madre histérica.

–No lo requinte, fue mi culpa que se demorara – Intervino MinHo al ver cómo era resondrado.

– ¿Y tú eres? – pregunto KiBum cruzándose de brazos.

–Choi MinHo– Respondió amable, KiBum arqueo una ceja ante el nombre de este.

– ¿Choi? ¿Las grandes constructoras del país Choi o los Choi de las empresas bancarias del sur? – MinHo parecía sorprendido, KiBum se mordió la lengua al darse cuenta que había hablado más de la cuenta. – Soy Kim KiBum, primo de TaeMin– Respondió tratando de sonar menos severo.

–Pues em de las constructoras Choi– Contesto algo incómodo. TaeMin le envió una mirada reprochadora.

–Lo conocí esta mañana cuando me pase de...quiero decir cuando me desoriente, MinHo Hyung me ayudo a llegar a la Academia –

–Ah, en tal caso, muchas gracias por cuidar de TaeMin, puede ser un poco despistado–

–No hay de que, nuestro encuentro fue un poco...– Sintió un peñisco por parte del menor.

–¿Un poco...? – Pregunto KiBum

–Curioso, fue curioso Hyung, chocamos por accidente mientras yo corría, no lo vi venir– KiBum no parecía tragarse el cuento que inventaba TaeMin, así que este temiendo por la integridad del alto y la propia, se despidió de este mandándolo a la otra caja donde esperaba sonriente Amber– Hasta luego Hyung, fue un gusto volverlo a ver, bye bye–

MinHo algo contrariado se despidió de ambos primos, no sin antes prometerle a TaeMin volverse a ver, este soltó el aire con tenido.

– ¿Sabes que hablaremos al llegar a casa no? –

– ¡Hyung! No seas así, solo es un amigo–KiBum rodo los ojos ante la queja infantil.

–De igual manera Tae, ¿va a tu academia? –TaeMin se quedó calladito comenzando a formular una historia creíble.

–Dijiste que lo hablaríamos al llegar a casa–

–Pues será dentro de poco, mi turno ya casi acaba–

Suspiro resignado, las siete llegó presuroso, Amber KiBum y Taemin se retiraron. Los dos primeros charlaban de cualquier cosa mientras Tae los seguía sumido en sus pensamientos.

–Nos vemos KiBum, Tae Tae– Se despidieron de la chica mientras subían a su bus. A TaeMin le esperaba una muy larga charla al llegar.

 


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