El inicio parte II
En lo oscuro del bosque Inuyasha así todo lo posible por encontrar su escondite.
El lugar estaba lleno de monstruos los cuales estaban ocupados en sus propios asuntos…en medio de dicho bosque se escuchaban los murmullos, ramas moviéndose y gracias a la luz de la luna se podían ver diversos cuerpos ondulantes en la erótica danza del sexo…
Estaban tan metidos en su mundo que no tomaban en cuenta los sucesos que pasaban a su alrededor hasta que sintieron el filo de una espada internarse en su carne, perforando sus órganos y desquebrajando sus huesos. Solo un aullido de dolor fue lo que se escucho y el golpeteo de un cuerpo caer al suelo acompañado de el burbujeo de las sangre salir por las heridas.
-esto es lo más repugnante de lo que esperaba…haa que asco- musito un demonio hastiado por el nauseabundo olor de la suciedad. Como odiaba esta maldita temporada de celo a donde quiera que fuera, se podía distinguir a los demonios copulando entre ellos sin ningún tipo de pudor y eso era asqueroso para sus ojos…
Maldecía a cualquier creatura que se atravesaba en sus camino sin el mínimo remordimiento, no había nada con que entretenerse, eso de época de celo eran solo tonterías a los que los inmundos e insignificantes demonios mediocres caían.
Pero esto no era su caso el era un demonio de sangre pura, el más poderoso de todos y heredero al trono del norte. El pensaba que eso del celo es solo una treta para que los demonios inferiores se dejaran llevar por sus instintos demoniacos y puedan hacer lo que les place por un periodo de tiempo. Sencillamente eso era una tontería el al ser un alfa superior a cualquier demonio no necesitaba de dicho celo, el al ser de una estirpe superior tenía una prometida a la cual tomaría y marcaria como pareja en el momento que a él quiera y al momento que quiera.
La hembra que era escogida para ser su pareja debía ser todo lo que él quiera, el tenia una crítica especifica para poder escoger a su prometida ella tenía que ser perfecta para él.
El no caería tan bajo como para rebajarse a seméjate nivel.
-qué asco tendré que ir a lavarme de su inmundicia-
Inuyasha ya cansado de tanto defenderse decide ir a un rio cercano a descansar y poder tomar un poco de agua y si es posible poder comer tenía horas sin comer y eso no ayudaba en nada a su condición.
Asia días que los malditos monstruos lo perseguían así que tenía que defenderse como fuera posible y estando débil no le serviría de nada.
El rio se encontraba a un par de kilómetros esperaba poder descansar. Así que se puso a caminar, ay parado no lo llevaría a ninguna parte eso lo sabía bien pero diablos que esto era cansado y molesto.
Al llegar al rio verifico si no había nadie alrededor, eso sería el colmo- bien parece que no hay nadie cerca mejor, así no tendré que enfrentarme a nadie- vocifero con la respiración agitada.
Se quito sus ropas y entro en el agua. El agua estaba fresca así que su cuerpo se sentiría mejor después de un largo baño y poder lavar un poco sus ropas sucias.
Estuvo bastante tiempo en el agua limpiando su delicada piel, salió cuando ya su piel se erizaba por el frio del agua en la cual estaba sumergido casi por completo, al salir se coloco su ropa limpia y fue en ese momento que lo miro…
“El maldito de Seshomaru, ese desgraciado que está haciendo aquí” –pensó
Intento ocultarse para no ser visto por ese maldito o al menos intentarlo pero lo conocía muy bien. así que mejor deicidio encararlo.
Después de quitarse la inmundicia de aquellos asquerosos demonios decidió tomar una siesta. Al despertar emprendió su camino.
Caminaba tranquilamente a la orilla del rio hasta que una voz conocida se escucho y detuvo sus pasos, frente a, el estaba su mediocre hermano menor, el cual de manera tajente le pregunto.
- ¿Que mierda haces aquí Seshomaru?- pregunto Inuyasha poniéndose en guardia para atacar…
-eso es algo que a ti no te importa Inuyasha- respondió de manera tajente “ que se creía ese chiquillo que es solo es un hibrido mediocre hijo ilegitimo de su padre y una inmunda humana”
-tkz maldito- Inuyasha rechino los dientes de coraje, que se creía este maldito solo porque es su hermano mayor y un demonio completo, pero ya vería este maldito arrogante - ¿Qué estás aquí por el celo Seshomaru? No creía que tu calleras tan bajo como para participar- mascullo Inuyasha seguro de que con estas palabras lastimaría el enorme ego de su adorable hermano.
Seshomaru rechino los dientes que se creía este miserable hibrido sus ojos se enrojecieron y sus facciones indicaban que estaba hecho una furia.
Inuyasha al ver esto se estremeció si bien su plan avía funcionado pero ahora que iba a hacer el maldito lo iba a matar. Así que tirando su orgullo salió corriendo rumbo al bosque, bien ya tenía lo que quería pero y ahora que.
Seshomaru estaba que hervía de furia ese maldito niñato se las pagaría y con creses y ya sabía como hacerlo sufrir por el resto de su vida.
“como se atreve ese insecto a decir esa infamia de mí, no esto no se quedara así, lo haré pagar y rogar por mi perdón. Lo tendré de rodillas a mis pies pidiéndome perdón” pensó Seshomaru.
Así emprendió la persecución de Inuyasha. Seshomaru sabía bien que Inuyasha se encontraba cansado lo descubrió por la baja velocidad que llevaba. “así que no tendré que esforzarme mucho dejare que se canse solo y aprovechare para torturarlo de la peor manera posible, deseara no a ver abierto la maldita boca.
Después de correr un par de horas Inuyasha callo rendido por el agotamiento físico, el sueño y el hambre se hicieron presentes para arruinar su intento de escape, pero el sabía bien que no se salvaría de una buena paliza de parte del mayor de los yokai…
-mierda- mascullo casi al borde de la inconsciencia- mierda- volvió a mascullar esto no podía ser peor ( de por sí ), pero tenía que seguir no estaba dispuesto a dejar que su baka “hermano” lo atrapara y si lo hacía quería poder tener la fuerza suficiente para darle guerra al maldito.
Pero al parecer sus ruegos nunca son escuchados y antes de perder la conciencia logro divisar la tune silueta de su “adorable hermano mayor”
Habría lentamente los ojos, la cabeza le dolía horrores y su cuerpo crujió cuando, levanto su brazo derecho con el fin de sostener su cabeza “¿en donde se encontraba?, ¿qué estaba pasando?, ¿cómo diablos llego aquí?” un sinfín de preguntas inundaron su mente cada pregunta era cada vez más difícil de responder.
-¡Pero qué diablos!- mascullo al ver el lugar en donde se encontraba.
Era un cuarto enorme con ventanales los cuales; dejaban entrar la tune luz de la luna a media forma. Las paredes eran finas y lizas con dos puertas corredizas de color rojo, la madera brillaba bajo la luz de la luna.
se encontraba en el suela cubierto por una pequeña sabana de seda color rojo sangre –pero que- velífero al ver que se encontraba completamente desnudo y en su cuello estaba colocado un gran collar de oro blanco del cual colgaba una pequeña cadena del mismo material que el collar . “esto no puede estar pasando, no a él”.
Al intentarse quitar el collar este brillo en una luz dorada que le dio una fuerte descarga eléctrica – mierda – gimoteó, su cuerpo ya se encontraba lo suficientemente herido como para agregarle el ardor que dejo la descarga en su maltrecho cuerpo.
-veo que has despertado- se escucho una voz, en la esquina de la habitación; la cual no se dejaba ver, porque la luz no llegaba a ella.
- ¿quién eres? y ¿qué es lo que quieres?
- veo que lo has olvidado
- no puede ser- gimoteó
Hay en frente de él se encontraba el maldito de Seshomaru… esto le iba a salir caro…