Parte 04: día dos… ¿acosadora?
Poco después de llegar a casa me duché y ayudé a mi hermano mayor a preparar la cena. Fue algo sencillo de preparar, pues no teníamos muchas ganas de hacer nada elaborado. Comimos, yo aguantando las burlas de los dos sobre mi, casi pero todavía no, novio. Hacinedo un puchero me fui a mi cuarto y nada más dejarme caer sobre la cama la vibración de mi móvil me hizo saber que me había llegado un mensaje.
Con el corazón acelerado lo abrí y leí lo que ponía. Me sonrojé pues aunque tenía una ligera esperanza que fuese él no creía que realmente lo sería. Hablamos de todo un poco y me gustó saber más cosas de su persona. Me pareció divertido cuando quiso cobrarle a sus familiares por la información que yo le diese de mis hermanos, pero no se lo dije. Después de todo no está bien aprovecharse de esa forma de los demás. Además que también me pareció divertido que compartieramos el gusto por la literatura.
Nuestra discusión sobre los tomates fue algo estúpida, pero entretenida de todas formas. No es que no coma verduras y hortalizas, después de todo Dei-nii se enoja si soy muy quisquilloso con la comida, pero eso no quita que no me gusten del todo ciertas cosas. Por ejemplo no soporto los pimientos de ningún color y la cebolla y ajos tampoco me hacen mucha ilusión. Los tomates en cambio me son indiferentes. No son la peor que hay la verdad así que de tanto en tanto los como sin protestar.
Seguimos hablando hasta que se nos hizo de madrugada. Cuando por fin dejamos el chat mi sonrisa no se borraba de mis labios. Me sentía contento a más no poder pues ese mismo día el azabache iría a buscarme. No quiero reconocerlo, pero también me encontraba ligeramente nervioso por ello.
Apagué la luz de la lámpara y me recosté en la cama dispuesto a dormir lo poco que podría, pero no me quejo pues el haber hablado tanto con el de ojos negros me había puesto de muy buen humor.
Me levanté gracias al incesante sonido de mi alarma. Con el cuerpo cansado y ojos pesados me levanté. Froté un poco mis zafiros intentando quitarme el sueño de encima. Dije que no me arrepentía, pues ahora mismo mi cuerpo no quiere obedecer y levantarse. Suspiro algo cansado y camino hacia el baño. Hoy le toca preparar el desayuno a Gaara-nii así que no tengo mucha prisa. Con tranquilidad me lavo la cara y peino, luego vuelvo a mi cuarto para vestirme. Odio tener que llevar uniforme, pero no me queda de otra, son las normas del colegio y no puedo hacer nada para cambiarlas.
A paso tranquilo camino hacia el comedor donde las cosas ya están preparadas.
-Buenos días Naru.-saluda mi hermano pelirrojo. Me sobresalto pues todavía sigo medio dormido.
-Buenas Gaa-nii.-digo con una sonrisa algo cansada en los labios. El solo suelta una risita divertida.
-¿Larga noche?-pregunta dejando los platos sobre la mesa.
-Algo así…-susurro avergonzado. No quiero decirle que me dormí tarde por haber estado hablando con el azabache.
-Mmm… te entretuviste mucho hablando con el Uchiha.-comentó ahora una voz detrás mio. Yo brinqué de la sorpresa y le miré con los ojos abiertos como platos.
-Yo no… por que lo… ¿como lo sabes?-consigo decir nervioso a más no poder.
-Hmp…. Bueno pues porque cuando subí para irme a dormir alguien seguía enganchado al teléfono haciendo caritas raras cada vez que leía algo.-dijo mirándome con diversión.
-Además que está esperando fuera de la casa.-comentó divertido el pelirrojo.
-¿¡Eh!? ¡Se me hizo tarde!-grité para luego engullir el desayuno coger mi almuerzo, meterlo en mi mochila y casi correr a la puerta.
-¿No veníis?-preguntó desde esta mirando como los mayores solo me sonreían maliciosos.
-Tu quedaste con él así que no vamos a molestar.
-Además que todavía tengo que lavar los trastes y coger algunas cosas para el colegio.-dijo el de ojos aguamarina.
-Ya veo… no tardéis o llegaréis tarde.-digo para luego salir y encontrarme con el azabache apoyado contra la puerta del coche mirandome con una sonrisa en los labios.
-Buenos días Naruto.-dice sin dejar mi mirarme. Creo que ahora está analizando mi ropa y sonrie complacido una vez termina.
-Buenos días… ¿qué tanto miras?-pregunto algo cohibido. Estoy acostumbrado a que me miren pero por alguna razón su mirada en concreto hace que el pelo de mi cuerpo se ponga de punta y un escalofrío placentero me recorra entero.
-Nada… solo pensaba en lo bien que te queda el uniforme.-dice mientras abre la puerta del pasajero invitándome a subir al vehículo.
-Solo es la ropa estandar….-susurro avergonzado y me acerco hasta su persona. Una vez estoy lo suficientemente cerca me besa la mejilla lo cual me sorprende de sobremanera.
-Pues tu nunca te verás estandar… creo que más bien será imposible verte menos que maravilloso con cualquier cosa que lleves.-me dice con una sonrisa de lado. Se que dice esas cosas a propósito para vergonzarme. Parece que le ha cogido el gusto a verme sonrojado hasta las orejas.
-Idiota…-murmuro para mi y me adentro al coche.-¿Hacía falta venir con un coche tan llamativo?-pregunto sintiéndome algo incómodo dentro del lamborgini azul metálico.
-Bueno es lo que me compraron cuando cumplí 18. Me gustó de sobremanera así que lo pedí como regalo de cumpleaños. Como es mi favorito quise que te subieras a él cuanto antes.-comentó tranquilamente una vez sentado en el asiento del conductor.
-¿El favorito? ¿Acaso tienes más?-pregunté sorprendido.
-Solo un par… son los de mi hermano y primo. Solemos coger el que nos viene mejor eso es todo.-explicó con una sonrisa de lado.
-Ya veo… yo ni siquera pensé en sacarme el carnet… mucho menos en el coche que querría.-dije sonriendo levemente nervioso.
-Bueno…. Sino quieres está bien. No es algo que tengas que hacer si no te gusta.-me animó el mayor.
-Pero ahora piden que sepas como moverte si quieres trabajar.-digo mirándole confundido.
-Siempre puedo llevarte a donde quieras.-propone y yo le miro soprendido y sonrojado.
-¿Eso no es demasiado molesto?-pregunto tímidamente.
-Te lo propuse porque no creo que lo sea. Puedo ser tu chofer personal.-comentó divertido.
-Idiota… tal vez acepte la oferta algún día.-digo también más relajado. Por alguna razón puedo bromear con este hombre de forma tranquila y sin preocuparme de quedar bien o mal delante suyo.
-Te tomaré la palabra entonces.-dijo con una media sonrisa en los labios. Yo reí divertido y miré por la ventanilla asombrado de estar ya casi en la entrada de la institución.
El azabache condujo hasta el parquing donde estacionó para que pudiera bajarme.
-Podías haberme dejado en la entrada, no hacía falta traerme hasta aquí.-comenté algo apenado.
-Dije que te traería así que es normal que lo haga hasta el final ¿no crees?-dijo mirándome con una sonrisa de lado.
-Como quieras.-suspiré entre aliviado y derrotado. Algo me decía que no podía discutir con el mayor y salirme con la mía.
-Bueno, pues nos vemos esta tarde en la cafetería.-se despidió el moreno besando el dorso de la mano ajena desde dentro del coche todavía..
-Hasta más tarde Sasuke.-dije después de bajarme del vehículo y mientras veía como este se alejaba con el coche. Suspiré intentando relajarme y dejar salir todo mi nerviosismo. De verdad que es el único varón que provoca que mis piernas quieran convertirse en gelatina y mi corazón bombee como si no hubiera un mañana. Siento mi temperatura corporal volver a la normalidad, pues esta se había acelerado a causa del sorpesivo, pero dulce acto del de ojos color noche.
Volví a suspirar y caminé por el aparcamiento bajo la antenta mirada de los demás alumnos presentes. Se que no es normal que llegue en un coche ajeno y sin mis hermanos, pero creo que tampoco es como para mirarme así. Camino apresuradamente pues quiero llegar cuanto antes al aula y encontrarme con mi pelirrojo hermano. De camino allí siento como alguien me jala del brazo, deteniendo mi andar.
-¿Pasa algo?-pregunto al tiempo en el cual volteo para encontrarme con el rostro enojado de un trio de mujeres.
-¿Se puede saber que hacías con el novio de Sakura?-me preguntó la rubia.
-¿Novio? ¿Te refieres a Sasuke?-pregunté yo confundido mirando a las tres mujeres presentes.
-¿Como te atreves a llamar a Sasuke-kun por su nombre?-cuestionó en tono acusador la pelirrosa. Yo la miré ahora enojado por su forma de tratarme.
-Para empezar fue el quien se me acercó y segundo le llamo como quiero. ¿Tienes algún problema con eso?-dijo molesto con las tres.
-No sabía que eras de los que va por ahí rompiendo relaciones felices.-acusó ahora la pelirroja. Yo suspiré cansado.
-No lo hago. ¿Qué pruebas tienes de que él es tu novio? Ya que me dijo que no tenía pareja y delante de sus amigos y familiares así que no creo que mintiera.
-Pues es obvio. Todavía no me ha presentado a su familia, pero este fin de semana lo iba a hacer. Además que yo se mucho más de él que tu. ¿Sabes lo que estudia? ¿Lo que le gusta? ¿Lo que hace en su tiempo libre? ¿Cuales son sus libros favoritos? Yo se todo eso y más.-dijo orgullosa de si misma.
-Estudia para ser abogado. Le gusta el color azul, los tomates, leer y las películas de acción. Prefiere leer un buen libro a salir. Los lugares tranquilos como el parque o la biblioteca son sus preferidos además de una pequeña cafetería en el centro. Eso es porque puede relajarse y no estar agobiado por los estudios. Sus libros favoritos son los clásicos de la literatura además que adora todo tipo de culturas pues las considera importantes y únicas cada una a su manera.-dije con una sonrisa en el rostro. Sabía bastante y eso que solo habíamos hablado unas cuantas horas. Ellas me miraban sorprendidas a más no poder.
-Se-seguro que lo sabes porque le acosas… eso no demuestra nada.-comentó la rubia nerviosa.
-No… lo se por que me lo dijo él mientras conversábamos. No se más porque hace poco que nos conocemos y se que todavía tengo mucho que aprender, pero se que él me contará lo que sea si le pregunto.-respondo seguro. Por la actiud de las chicas se que el moreno no me mintió. La pelirrosa no es su novia pues sino no estaría tan nerviosa ahora mismo.-Si quieres le llamo y salimos de dudas. A ver que me responde si le pregunto por su “novia”.-dije haciendo las comillas con los dedos.
Antes de que puedan decir algo el timbre suena y ellas se marchan sin decir nada. Yo suspiro frustado y decido enviarle un mensaje al moreno, pues no quiero querdarme con la duda. No quiero pensar que me haya mentido desde el primer momento, no lo creía posible.
“Oye… ¿conoces a una tal Sakura?”
Ese fue el breve mesaje que escribió antes de llegar a su aula y comenzar la clase. Para cuando llegó la hora del almuerzo en toda la institución corría el rumor de que el rubio le había quitado el novio a una de las mejores alumnas de segundo año. Recibía miradas reprobadoras y otras de incredulidad mientras que los que le concocían más decían que eso era imposible y decidían creer en el menor.
-¿Sabes algo de Sasuke?-me pregunta mi hermano mientras comemos en la azotea.
-Sentí mi móvil vibrar durante la clase, pero no me atrevo a mirarlo.-digo avergonzado. No quiero pensar que me mintió, pero tampoco era imposible.
-Vamos… le vi muy decidido a conquistarte así que no creo que mintiera. Dale un poco de crédito.-me animó el castaño que comía con nosotros. El moreno solo asintió y yo después de suspirar procedí a leer lo que había puesto.
“¿Qué ha hecho esa loca? Naru se que estás en clase así que te lo explicaré.
La concocí hace tres años en una fiesta con los socios de mi padre. Ella era la hija de uno de los nuevos así que no me quedó de otra que saludarla.
Desde entonces no me deja en paz hasta el punto de seguirme a todas partes. Cuando le comenté a mis padres sobre esto ellos hablaron con los suyos y a ella la trasladaron a tu escuela. Sinceramente me alivió saber que no la volvería a ver.
Cuando me dijiste la escuela en la que estudias supe que ella estaba ahí, pero a pesar de hacer lo imposible por evitarla no quise perder la oportunidad de pasar tiempo contigo solo por ella así que tomé el riesgo.
Siento mucho si te dijo algo o te molestó, pero te puedo asegurar, diga lo que ella diga, que nunca tuvimos ni tendremos nada. Para mi solo es una pesadilla de quien me quiero alejar lo más posible.”
Fue la respuesta que recibí y sentí mis mejillas arder. ¿Solo por traerme tomó el riesgo de toparse con ella? ¿Entonces solo era una acosadora no? ¿Por qué me siento tan aliviado de saber eso?
-Al parecer puedes confiar en él. Te explicó todo sin necesidad de que le preguntaras nada en específico.-me dijo mi hermano. Yo asentí aún con las mejillas coloradas.
-¿Por qué no le respondes? Quizá piense que no le has creído y esté preocupado.-fueron las palabras de mi amigo castaño. En ese momento el aparato en mi mano volvió a vibrar.
“¿Me crees? No quiero perder lo poco que confías en mi por culpa de esa tipa Kitsune.”
Sintiendo mis mejillas arder, viendo que mi amigo tenía razón, lo cual me provocó un sentimiento de calidez en mi pecho que recorrió todo mi cuerpo, decidí que tenía que decirle algo.
“¿Realmente no sois nada? Creo lo que dices, pero no puedo estar del todo seguro ¿verdad?”
Sabía que el moreno pensaría un poco antes de responder así que se dispuso a dejar el movil al lado de su comida. Para su sopresa una respuesta no tardó en llegar.
“Se que nos conocimos ayer, pero no pienso mentirte Naruto. Puedes preguntar a cualquier alumno de mi academia y te dirá que esa pesada no me dejaba ir ni al baño solo.”
Rio divertido ante aquella respuesta. ¿No pasó cuando él tenía 16? Un poco dudoso decido preguntarle a mi hermano su opinión.
-¿Sabes cuando fue que Sakura se trasladó a nuestra escuela?-pregunté curioso.
-Pues… sino recuerdo mal fue hace unos tres años… se creó un gran revuelo cuando se supo que una jovencita rica vendría a estudiar a nuestra escuela. ¿Por qué? ¿Tiene algo que ver con el ojinegro?-me pregunta preocupado. Yo solo asiento, pero una sonrisa sincera se posa en mis labios al saber que el contrario no me mentía.
“Te creo Sasuke… pero ¿no te molesta saber que puedes encontrartela si vienes a verme?” pregunté preocupado.
“Por ti me da igual… a menos que quieras evitarlo. Como dije antes no quiero perder ninguna oportunidad para verte y conocerte más.”
“De verdad que eres demasiado directo… pero en parte me gusta eso jejeje. ¿Estás en el descanso verdad? No quiero que me escribas si sigues en clase.” sonreí contento ante su respuesta.
“¿Me crees capaz de saltarme la clase solo por hablar contigo?”
“Sasuke… ¿no me digas que lo hiciste?” suspiro creeyendole capaz.
“Jajajajaaja por supuesto que no. Te enojarías si lo hiciera ¿verdad? Así que aprovecho el descanso, como tú supongo.”
“Okey… y si me habría molestado, pero allá tu si quieres perder clase y arriesgarte a suspender.” hago un puchero al notar que caí en su juego.
“¿Con quiern crees que hablas rubio? Soy más inteligente de lo que crees y por supuesto que si es por ti, me arriesgaría a perder todo el año.”
“¿Por qué puedo imaginarte con una sonrisa de lado en los labios?” río divertido pues realmente puedo notar lo orgulloso que sonó aquello.
“¿Y por qué yo a tí con un tierno puchero en los labios mientras un sonrojo te cubre las mejillas? Aceptalo Kitsune… te conozco lo suficiente como para saber que ahora mismo estás avergonzado y con ganas de golpearme en el hombro y llamarle idiota.”
“Idiota… claro que no pienso hacer eso… creo… puede… bueno tal vez si, pero es tu culpa por decir ese tipo de cosas.” respondo nervioso, pues ciertamente pasó todo lo que dijo el moreno en su mensaje. ¿Cómo puede conocerme tan bien en tan solo un día?
Seguimos hablando hasta que la campana volvió a sonar. Me despedí de él y al alzar la vista noté las miradas divertidas de mis amigos y hermano.
-¿Qué?-pregunto nervioso y sonrojado.
-Nada… solo que pareces pasártelo muy bien con tu novio.-responde con voz cantarina el moreno.
-Yo no… eso es… ¿tanto se me nota?-pregunto cohibido.
-Bueno… hace mucho que no te veo tan entusiasmado por algo o alguien. Creo que ese moreno te está haciendo muy bien.-fue la respuesta sincera que recibí del pelirrojo.
-Ya veo… yo también lo creo.-murmuro para mi y camino junto a ellos hacia mi salón. No sé que pasará en esta semana, pero estoy empezando a creer que estar junto al azabache es una muy buena idea, pues me siento realmente confortable y tranquilo junto a él y esa sensación me gusta en demasía.
...Continuará...