Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juro que serás mío por BlackHime13

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Sigo vivaaaaaa! Se que hace mucho que no actualizo este fic, pero es que perdí el archivo donde ya tenía los siguientes tres escritos ;__; e intenté rehacerlos, pero no me sentía agusto con como quedaban U.U

Bueno espero que os guste y solo me queda decir que nos leemos en las notas finales (=^w^=)

PD: el capítulo es todo en POV Deidara (;

 

-¿Itachi vendrá?-volvió a cuestionar y cuando este iba a responder vieron al mencionado entrar por la puerta y caminar hacia ellos junto a una sonrisa de oreja a oreja la cual se amplió al cruzar miradas con cierto rubio de cabello largo el cual se sonrojó y apartó la mirada rápidamente.

-Creo que ambos tendrán bastante que explicar hoy.-murmuró divertido el azabache y recibió un asentimiento de cabeza como respuesta.

-

-

-

Parece que las cosas van bien entre Naru y Sasuke. Al principio me sorprendió cuando me enteré del trato ese tan extraño que habían hecho los dos, pero viendo lo contento que parece mi hermanito creo que es bueno que hiciera una locura como esa.

Una parte de mi se preocupa por que no puedo evitar recordar ciertos eventos de hace un par de años, los cuales hicieron mucho daño a los tres y, aunque no quiera admitirlo, nuestra reticencia a confiar en los varones viene de allí... no, no solo en los varones más bien... el problema lo tenemos con la gente rica. Pero eso ahora mismo no viene al caso, así que me centro en recordar la escena tan divertida que protagonizó el menor de nuestra familia.

Esta mañana ha venido el azabache a buscarle, al parecer quedaron así ayer mientras hablaban por mensajes, y yo solo reí al notar lo nervioso que parecía el rubio al ver el coche que el contrario traía. Sinceramente yo reaccionaría igual si semejante vehículo, caro como lo era ese, aparecía delante de mi persona y más incómodo estaría si encima me pidieran que subiera. Reconocía que valor no le faltaba a mi querido rubio quien aunque temblaba claramente, se adentró al que sería su transporte esa mañana.

Nuestro actuar sería de lo más normal teniendo en cuenta que toda nuestra vida hemos tenido muy claro que no debíamos despilfarrar el dinero. Este no nos sobraba y teníamos que tener claras las prioridades las cuales eran la comida y educación, cosas básicas que necesitaríamos para vivir y para trabajar en un futuro.

Poco después de verles partir Gaara y yo nos dirigimos hacia nuestras respectivas instituciones educacionales. El colegio Jinjuriki iba desde la primaria hasta la universidad y aunque estaban en el mismo campus los edificios para cada grado eran distintos. Una vez llegamos irremediablemente tuvimos que separarnos.

Me despedí de él y caminé hacia mi propio edificio. Lo interesante del lugar es que tenía una academia de arte integrada en el plan de estudios, para aquellos que quisieran especializarse en una de las distintas ramas artísticas: pintura, dibujo, escultura, etc. También había una sección para los de diseño, tanto si te inclinabas por gráfico, moda o interiores, tenían para todos los gustos.

En mi caso, aunque mi hobby es la pintura, me decanté por el diseño de interiores pues me pareció muy interesante y dentro de esta categoría quiero especializarme en la organización de eventos. Esto no significa que haya dejado de lado mi lado más artístico pues continúo participando en algunas clases, mayormente por que al profesor le gustó mi trabajo de cuando participé en un concurso hace cuatro años y me deja asistir de tanto en tanto.

En realidad no podía decir que estuviese muy tranquilo que digamos. Durante las últimas dos semanas hemos tenido que crear un plan para un evento que nos dieron al azar y hoy nos reuniríamos con el responsable de cada empresa para que valoraran nuestro trabajo. En mi caso el evento en cuestión era crear un cóctel para después de un desfile de moda. Fue difícil e interesante a partes iguales dado que las personas que asistirían serían evidentemente de clase alta así que debía asegurarme de que el diseño fuese acorde con la imagen de elegancia que la empresa buscaba.

Suspiré para tranquilizarme cuando llegué frente al aula donde me tocaría escuchar mi evaluación. De cierto modo sabía que no era ganar o perder, pues si era aceptado el plan siempre cabía la posibilidad de que quisieran algunos cambios y aquello no implicaba para nada el suspender. Era imposible hacerlo perfecto a la primera así que lo único que era requerido era que nos diesen el visto bueno para continuar, incluso si implicaba que habría pequeños cambios durante la realización de dicho proyecto.

Abrí la puerta y entré dispuesto a escuchar la opinión de quien fuese que se encontrara allí, pero entonces reconocí al portador de aquella cabellera azabache. Mi sorpresa era evidente, pero el contrario no se salvaba tampoco. Su expresión no cambió mucho, pero pude darme cuenta que también se sintió sorprendido incluso si supo esconderlo mejor que yo.

-¿Qué demonios haces aquí?- pregunté estupefacto.

-Vaya, vaya... esto si que es curioso... no pensé que algo como esto pudiera suceder.- comentó con voz tranquila mientras sonreía de lado divertido.

-Lo que me faltaba.... te dejaré algo bien claro. Ni se te ocurra ser blando conmigo solo por que tu hermano sale con el mío, o por que tu primo quiera algo con mi otro hermano, y mucho menos por que tú mismo te sientas atraído por mi. Sinceramente me sentiría realmente ofendido si eso pasa.- aclaré frunciendo el ceño. Su expresión cambió radicalmente a una igual a la mía solo que sentándose con las piernas y los brazos cruzados.

-No negaré que es cierto que albergo cierto interés hacia tu persona, pero estás muy equivocado al pensar que eso influirá de cualquier forma en mi manera de valorar tu trabajo. Se muy bien separar la vida personal de la laboral y para que quede aún más claro, ya respondí a tu propuesta.- respondió completamente serio al tiempo en que me pasaba una hoja. Al cogerla y comenzar a leer me sorprendió de sobremanera lo que encontré. No solo daba su opinión sino también ciertas cosas a mejorar, aunque para mi incredulidad eran muy pocas cosas las que quería que enfocara de otra forma. La profesionalidad que ese simple papel demostraba me dejó perplejo. Levanté la vista solo para ver como su sonrisa ladeada había retornado a su rostro cosa que me hizo hacer un puchero de forma inconsciente.

-¿No eres muy joven como para hacerte cargo de un proyecto tan grande?- pregunté curioso, pero sin mirarle a los ojos. Admitía para mi mismo que me ponía nervioso el tener semejantes ojos penetrantes centrados en mi.

-Cierto que no hace tanto que terminé la universidad, pero en este caso la razón por la que estoy al frente de este trabajo es por que la compañía que lo organiza es la de mi madre. ¿Supongo que conocerás la marca de ropa Tsukiyomi? Pues ella es la creadora y llevo toda mi adolescencia ayudándola con los temas administrativos.- fueron sus palabras y aquello me dejó sin aliento.

-¿Tsukiyomi? ¡¿Hablas en serio?! ¡Es la marca más conocida en todo el mundo!- exclamé sin poder creérmelo.- ¡¿Me estás diciendo que hice un diseño para un evento de una empresa tan conocida internacionalmente?!- grité sintiendo que estaba comenzando a hiperventilar. Como todo el proyecto era anónimo hasta que la evaluación llegara pues a parte de saber lo básico que pedía la empresa no éramos conocedores de nada más, ni siquiera del nombre del contratista.

-Así es... pero será mejor que respires y te tranquilices pues necesito explicarte ciertas cosas para que podamos continuar con el plan.- comentó después de soltar una risita divertida. Yo me sonrojé al darme cuenta de lo vergonzosa que había sido mi reacción. Hice lo que me dijo y dejé mi cuerpo caer en la silla enfrente de la suya.

-Vale, puedes continuar.- susurré nervioso y sin mirarle a los ojos. Después de que me explicara a detalle acordamos nuestra próxima reunión y, para mi reticencia, tuve que darle mi número de teléfono pues si necesitaba contactar conmigo debía de tener una forma de hacerlo. Y el ir a la cafetería no era muy práctico que digamos, lo mismo sucedía con la universidad.

-Entiendo por que es más lógico el que te diera el número, pero... ¿hacía falta que también me sacaras una foto?- pregunté sonrojado pues me tomó desprevenido el que el moreno me fotografiara sin avisar en lo más mínimo.

-Mmm... por que simplemente quise tener una fotografía tuya. Además saliste con un rostro sorprendido realmente adorable.- dijo con una expresión de satisfacción y orgullo tales que el rojo de mis mejillas aumentó, además de mi enojo.

-¡Bórrala!- exigí golpeando la mesa a la vez en que me levantaba dispuesto a tomar su móvil.

-Eso no sucederá.- respondió divertido alejando el aparato más de mi, cosa que le resultaba fácil dado que era una cabeza más alto que yo y por lo tanto estando su brazo alzado era casi imposible para mi el poder alcanzarlo.

-¡Maldita sea!- gruñí antes de saltar sobre la mesa e intentar cogerlo de nuevo. Después de varios intentos golpeé sin querer su mano y el aparato se resbaló, pero sus reflejos fueron más rápidos que los míos y consiguió cogerlo antes de que yo lo pudiera hacer. La situación no habría cambiado de la del principio sino fuese que cuando intenté alcanzarlo me moví demasiado rápido y terminé chocando con su cuerpo, así que aunque logró que no me hiciese con su posesión no fue lo suficientemente ágil como para esquivarme y terminamos ambos en el suelo.

-Augh...- soltamos el aire a la vez. Algo mareado me incorporé lentamente hasta quedar sentado.

-¿Estás bien?- cuestioné preocupado por su persona pues había recibido todo el daño de la caída.

-Si... aunque si tanto querías tocarme solo tenías que haberlo dicho.- comentó divertido. Le miré sin comprender hasta que bajé la mirada hacia mis manos. Inconscientemente las había estado moviendo por sobre su pecho y torso de forma suave al igual que me encontraba sentado sobre su pelvis, donde me había estado moviendo sutilmente para acomodarme mejor.

Ahora mi rostro había adquirido un tono cercano al burgundy. Salté como si fuese gato escaldado, incluso solté un chillido para nada grave del cual no estoy muy orgulloso que digamos. Él solo se incorporó hasta sentarse mientras me miraba de forma sugestiva.

-No tienes que cortarte. Me pareció realmente atractivo el que tomaras la iniciativa de esa forma.- susurró con voz grave y profunda al tiempo en que sus orbes negros me miraban inundados por un brillo que hizo que mi piel se erizara.

-¡Eso fue un accidente idiota!- grité tan fuerte a como mi voz me lo permitió y sin dejar que dijera nada más salí corriendo del salón.

Lo que resta de día intenté olvidar lo sucedido con tan atractivo, pero al mismo tiempo arrogante hombre, pero cada vez que tenía el más mínimo tiempo libre mi cerebro volvía a revivir ese momento en el cual mi cuerpo se encontraba contra el otro. Cada vez que eso sucedía mi rostro se encendía de sobremanera y más de una vez, tanto mis compañeros como profesores, me sugerían ir a la enfermería a descansar. No se por qué demonios reaccioné de esa forma ante el de ojos noche, pero no me gustaba. Era como si mi cuerpo y mente no quisieran actuar a como lo hacían usualmente ante los avances de cualquier otro varón.

Acabé por no prestar la más mínima atención a ninguna de las clases de aquel día y para cuando me percaté ya me encontraba en la cafetería en medio de mi turno. Fue ahí cuando oí la puerta abrirse y al girar mis ojos se cruzaron con los de la persona que menos quería ver en ese momento. Noté como el sonrojo volvía a cubrir mi pálida piel y prácticamente huí en dirección a la cocina.

-¿Puedo preguntar que fue eso-ttebayo?- oí la voz de mi hermano menor y al voltear a verle este tenía una ceja alzada y los ojos llenos de curiosidad.

-No fue nada...- murmuré nervioso y sin mirarle a los ojos.

-Eso no te lo crees ni tú.- dijo ahora el pelirrojo cruzándose de brazos. Fui a responder cuando noté como mi teléfono vibraba en mi bolsillo. Miré el mensaje que recién había recibido y mi cara se tornó del mismo tono que el cabello de mi hermano pequeño.



¿Todavía avergonzado? Aunque yo tampoco puedo olvidar la sensación de tenerte encima de mi.



Mi mandíbula cayó de la impresión y aunque quise decir algo las palabras no parecían querer salir. Apreté los puños con fuerza y salí rápidamente hacia la mesa donde sabía que el destinatario de semejante descarado mensaje se encontraría.

-¡¿Quién te dio permiso para molestarme con semejantes mensajes?!- reclamé una vez llegué en frente de dicha persona quien solo sonrió con altanería, expresión que quise quitarle a golpes.

-¿Quién dijo que quería molestarte? Además no habrías venido a hablar conmigo a menos que hubiese hecho algo como eso.- fueron sus palabras y yo apreté los puños conteniendo las ganas de cruzarle la cara.

-¡¿Y quién te ha dicho que quiero hablar contigo?!- exclamé furioso y avergonzado.

-Mmm... más bien soy yo quien quiere hacerlo contigo.- respondió como si nada, pero para los presentes en aquella mesa y sus cercanías quedó claro el doble sentido de sus palabras. Decir que lo que sentí fue estupefacción es decir poco. No podía creer la declaración tan desvergonzada que ese varón acababa de hacer delante de sus familiares y los míos, quienes me habían seguido al salir tan deprisa anteriormente.

-¡Estúpido Uchiha! ¡Muérete!- grité exaltado a más no poder y di media vuelta caminando a paso apresurado hacia la sala de empleados. Necesitaba aclarar mis emociones las cuales estaban peleándose entre si. La molestia junto a la vergüenza se encontraban a un nivel equivalente a los de la emoción y excitación. Debía de tranquilizarme y pensar detenidamente en lo que me estaba pasando por culpa de ese moreno quien debía de admitir que era valiente, pues hacer semejante declaración en un lugar público como aquel era de cierta forma hasta admirable. Pero eso no quería decir que estuviese bien que lo hiciera.

Sabiendo lo que vendría ahora me dejé caer pesadamente sobre el sillón de la sala de empleados siendo seguido por mis dos hermanos quienes, como cabía esperar, me siguieron preocupados.

-Dei-nii... ¿estás bien? Hace mucho que no te veíamos tan exaltado.- comentó suavemente Naru.

-Yo... no se que me pasa...- dije con absoluta sinceridad.

-Creo que te entiendo un poco...- murmuró Gaara sentándose igual a como lo hice yo momentos antes. Tanto yo como Naru le miramos, instándole a continuar.- Cuando veo a Sai... siento ganas de golpearle, pero... al mismo tiempo... quiero saber más de él. Es como si una parte de mi se sintiera atraído por él mientras que la otra está aterrada de involucrarse con alguien de esa forma.- explicó cerrando los ojos y suspirando.

Después de oír esa declaración por parte del de ojos aguamarina, el silencio nos inundó. Hasta que el rubio de cabello corto suspiró.

-Entiendo que... no es fácil olvidar el pasado. A mi... también me asustaba el pensar que si dejaba que se acercaran mucho a mi, habría la posibilidad de sufrir. De ser traicionado otra vez por alguien a quien consideré importante, a quien dejé que me viera en lo más vulnerable... pero solo llevo dos días conociendo a Sasuke y siento que todos esos miedos no tienen sentido dattebayo. Es como si... en el fondo supiera que el azabache está siendo sincero con sus palabras y acciones y que la posibilidad de que me engañe no estuviera ahí. Es irracional e ilógico por que no le conozco tanto como para saber algo como eso... pero mi alma grita que es así, que eso es lo que más desea-datteba. Y aunque lo del trato fue algo para protegerme, una excusa para así poderle rechazar al final si el miedo me ganaba... estoy feliz de haber tomado ese riesgo por que... creo que lo mío con ese varón puede funcionar de verdad.- declaró con convicción mi hermano menor y me sentí orgulloso, por que ese chico había crecido con una fortaleza y fuerza de voluntad increíbles. Era admirable la forma en que enfrentaba a las distintas situaciones con las cuales se encontraba día a día y de repente dejé de preocuparme.

-Creo... que tienes razón. Sigo sin saber qué es lo que me pasa cuando ese moreno se me acerca y me habla, pero lo que si sé... es que no quiero seguir huyendo de eso. Cuando le vi ayer... pensé que sería como todos los varones ricos quienes se comportan como niños caprichosos y que solo le interesaba por que vio que yo no le perseguía como esta acostumbrado.- susurré mirando fijamente mis manos sobre mi regazo.- Esta mañana... me enteré que él se encargará del proyecto de diseño que preparé para una clase de la universidad y me sorprendió de sobremanera la profesionalidad con la que se tomó todo el asunto. Cierto que en cuanto acabamos de hablar sobre negocios volvió a esa actitud coqueta y sugestiva que me pone los pelos de punta, pero no puedo negar... que me gustan ambos. No conozco ni la mitad de lo que él puede ofrecer y siento que quiero saberlo.- aseguré sonriendo levemente.

-Esto es demasiado... incluso yo se que nadie puede sentirse tan atraído a otra persona en tan poco tiempo, pero... reconozco que la impresión que me dio Sai no fue la mejor... pero fue impactante. Es el tipo de cosas que hace que recuerdes el sucedo una y otra vez... y por muy descabellado que parezca... creo que si Sai hubiera actuado de la forma en que normalmente lo hace... estoy completamente seguro de que no habría volteado a verle dos veces. La primera impresión fue mala, pero cuando hablé con él hoy, cuando se disculpó por su impulsivo actuar de ayer, sentí que estaba viendo algo nuevo y aunque como dijo Dei, la parte pervertida o más atrevida que esos morenos tienen sigue ahí, es un poco divertido ver ese cambio de actitud en ellos.- habló sonriendo de lado Gaara.- Hace un rato decidí darle una oportunidad a Sai y ahora que lo hablé con vosotros, estoy aún más decidido en seguir conociéndole. No se que pasará en el futuro, pero siento que Sai será importante en mi vida, ya sea para bien o para mal.- finalizó y la contundencia de sus palabras me hizo sonreír. Ciertamente tengo dos hermanitos muy fuertes y yo como el mayor no podía ser menos.

No es mucho, pero al menos decidimos que les daríamos la oportunidad de conocernos y aunque estoy seguro que los tres estamos nerviosos, la emoción de lo que pueda suceder también nos gusta, pues el futuro es desconocido y si no tomamos el riesgo, el temible “y si” nos perseguiría el resto de nuestras vidas.



...Continuará...

Notas finales:

Esto es todo por hoy n.n estoy intentando actualizar lo más pronto que pueda y no creo que tarde mucho en subir el siguiente.

¿Qué creeis que pasó para que los chicos estén tan asustados de enamorarse?

¿Tenéis algo específico en mente que queréis que pase?

¿Os sorprendió algo de la historia?

¿Queréis que los padres de los Uchiha salgan y sean relevantes en la historia?

Hacedme saber cualquier cosa y si puedo intentaré agregarlo (;

Nos leemos en el siguiente cap y esperaré los reviews ansiosa (=^w^=)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).