El primer día de clases para los chicos de cuarto año fue relevantemente normal, sin embargo, su nuevo profesor de defensa contra artes oscuras les había enseñado los tres maleficios imperdonables, teniendo como resultado a un pobre Neville Longbotton algo decaído e ido de este mundo por los escandalosos gemidos de aquella pobre criatura que fue experimento de ese chiflado.
Por otro lado del trio de oro se fue al comedor una vez que se aseguraron que Neville estuviese bien. Supuestamente según decía Ron sus hermanos, George y Fred, harían un hechizo para poder dejar sus nombres en aquel preciado cáliz.
- no les parece increíble, ser elegido por el cáliz, tener fama y ganar la gloria eterna-menciono el pelirrojo, el cual observaba maravillado aquellos rayos de color azul que emanaban del cáliz.
-por supuesto que si Ron, a quien no le gustaría, pero-el azabache hizo una pequeña pausa para poder medir sus palabras con el objetivo de no herir o romper con las ilusiones de su amigo- creo que somos muy jóvenes para esto, lo mejor sería participar en la próxima edición, cuando ya seamos más maduros y con más experiencia, ¿No es así Hermione?- la aludida solo asintió con la cabeza, ya que tenía su cara y atención en un viejo libro de medimagia.
-En eso tienes ra.........-Ron no termino de hablar, solo abrió su boca, al igual que sus ojos, maravillado por lo que veía- chicos miren es la chica que ayer me sonrió-
En ese momento fue en el que la castaña dejo de leer el libro y alzo su vista al hacia el frente, para encontrarse con esa chica francesa. Parecía un ángel, esa manera de camina y mover sus caderas al mismo tiempo, le encantaba, después estaba esa sonrisa que podía derretir hasta el más frio de los hielos, y por ultimo aquellos ojos azules que te tenían un brillo tan espectacular como el brillo de zafiros.
La francesa con paso calmado y lento caminaba rumbo así el cáliz, con su mano dominante introdujo delicadamente el papel en aquella vasija. Una vez que dejo el papel, giro su vista para encontrase con unos avellanos de una castaña con cabello rizado, sus miradas se conectaron por unos segundos, pero fue suficiente para que ambas jóvenes sientan un cosquilleo recorrer todo su cuerpo. La rubia le dedico una de sus más bellas sonrisas antes de irse junto con su grupo de amigas.
-Lo ven.....chicos......que les dije esa chica me volvió a sonreír- dijo Ron con una sonrisa bobamente mientras miraba a esa chica con aires de enamorado. Pero Hermione estaba tan sumergida en sus pensamientos que no escucho las tonterías que decía Ron. Definitivamente no era la Hermione de antes, esa fría, calculadora y obstinada chica, ahora estaba perdida en su mundo, en aquella rubia que le hacía experimentar nuevas cosas que jamás había sentido......bueno ella aceptaba que le gustaba, quien en su sano juicio no le parecía atractiva, pero, tenía que volver a la realidad, tenía que volver a ser esa fría e inflexible castaña, así que mejor era sacarla de su cabeza, y una de las mejores formas de hacerlo era con un libro, sin embargo, hace unos cuantos minutos había acabado de leer en texto que tenía entre sus manos, por lo que decidió ir a su lugar favorito para buscar un nuevo libro y quedarse por horas en la biblioteca haciendo una de las cosas que más le gustaba, aunque, también ese libro le sacaría de la cabeza a esa misteriosa chica de la academia Beauxbatons.
-chicos tengo que irme hoy es día de lectura, si algo necesitan de mí ya saben en donde estoy-dicho eso se dio vuelta y posteriormente camino por algunos pasillos de la escuela al igual que varias escaleras hasta llegar a salón de la sabiduría, la biblioteca.
-buenas tardes madame Pince, ¿Qué libro me puede sugerir hoy?- la castaña dejando el libro en la mesa, después tomo la pluma y escribió su nombre para registrarse.
-¡¡Ooh Hermione!! que grata sorpresa verte aquí linda- hizo una pequeña pausa para poner un sello en el libro de "recibido" adjuntando la fecha- bueno.....mmm ahí nuevos libros sobre criaturas mágicas, tal vez te pueda interesar-la bibliotecaria tomo el libro y lo puso en el carrito junto con otros libros.
- gracias madame, tomare su sugerencia-la castaña hecho una última mirada a la recepción y luego comenzó a buscar el libro. No le costó mucho trabajo a la Gryffindor encontrar ese libro, puesto que, conoció la biblioteca como la palma de su mano. Después de encontrar aquel libro alzo la vista para encontrar una mesa libre, para su fortuna había una mediana mesa de madera con dos asientos. Paso varios minutos inversa en ese libro que le proporcionada mas sabiduría, realmente este libro era muy bueno y la manera de redacción del autor era espectacular, pero todo su concentración se fue al caño cuando escucho una carraspeo.
- Bonsoir-saludo educadamente, añadiendo una dulce sonrisa, una chica de cabello rubio, ojos azules y ligeramente más alta que la castaña - disculpa...pego… ¿Me podgi sentagne aquí?-
-ehhh....esto claro- respondió tímidamente Hermione al observar a esa chica que le había gustado, pero, trato de no darle importancia y siguió con su amena lectura. Para Hermione el tiempo pasaba muy lento, su corazón latía a una velocidad impresionante, y aunque no lo pareciera sus cuerpo estaba sumamente nervioso.....sentía como en su interior varias mariposas revoloteaban, se sentía llena y a la vez vacía. De vez en cuando la inglesa dejaba su libro y le echaba una mirada a la mayor, en realidad ya no podía atención al libro, solo a aquella rubia que estaba al alado suyo, y al igual que la castaña leía un libro con sumo interés.
La parisina bajo su libro y lo dejo en la mesa saco un pequeño pergamino y algo de tinta de su bolsa, no sin antes devolverle una mirada a la castaña, cuando estaba por escribir, giro su cabeza y observo a la otra.
- cgeo que debegiamos conoceg-la rubia le sonrió- mi nombge es Fleur Delacour........ ¿Y el tuyo? –
-Hermione Grenger, un......gusto conocerte Fleur- respondió la castaña extendiendo su mano derecha.
-Igualmente......heg.....mione-Fleur correspondió con algo de dificultad, estrechando su mano con la otra, provocando a la menor una descarga eléctrica en su mano.
-Her...mio...ne... -repitió la castaña algo risueña por el acento de la francesa, el cual le encantaba.
-'Eg....mione- la rubia solo suspiro al no poder decir bien ese nombre. La castaña solo sonrió y la regreso a ver.
- dejémoslo en mione, ¿De acuerdo?-
-Oui, mione- Fleur le volvió a sonreír, bajo su mirada y se concentró en su tarea. Hermione nuevamente comenzó a leer su libro, sin embargo, aquella rubia la volvió a atraer, como si fuera un pedazo de metal y es atraído por un imán, terminando por observar la manera en como escribía la rubia. La francesa escribía hermoso, su caligrafía era simplemente perfecta, lo hacía tan bien que parecía una obra de arte cada palabra que escribía; utilizaba a la perfección la cantidad de tinta para cada palabra y ni un solo manchón de tinta en aquella hoja.
-vaya....veo que la caligrafía es uno de tus puntos fuertes.... ¿Verdad?- se atrevió a decir Hermione, ella generalmente no comenzaba una plática, pero, con esa muchacha se sentía cómoda, capaz de hablar de cualquier tema con ella.
-Oui, en mis pgimegos años de estudio mis maestgas nos hacian pgacticag todos los dias de pgimagia la escgitura- respondió la rubia mientras envolvía su pergamino y lo guardaba junto al libro- y esa es la gazon pog la cual tengo así mi letga.
-vaya....¿Entonces....Francia debe ser un lugar increíble?-pregunto Hermione, en realidad no sabía que le pasa esa chica cada vez más volviendo loca, no sabía si era por esa encantadora sonrisa que tenia o por ese perfume de jazmín, pareciera como que la rubia tuviera un fuerte hechizo de atracción hacia ella.
-pues es un lugag hegmoso, lleno de vida, amog, es muy culticolog y tiene un sin fin de lugages espectaculages paga visitag- acoto la rubia, ella sentía como la conversación con aquella chica se volvía cada vez más ajusta.
Pasaron varias horas y las chicas poco a poco se iban sumergiéndose en la vida de la otra, Hermione nunca supuso que Fleur era una persona tan aplicada y culta, pero quien lo diría, aquella francesa tenía la misma pasión y dedicación a la lectura, por lo cual la mayoría del tiempo estuvieron hablando sobre autores, hechizos, leyes y un sin fin de títulos y temas de libros.
-!!Oh Mon Dieu!!-exclamo la francesa al ver qué hora era- lo siento pego me tengo que ig, segugamente Madane Maxine me va a matag- se acercó a la menor y beso sus mejillas como símbolo de despedida, accidentalmente en el segundo beso, la ojiazul beso en la comisura de los labios, por lo cual Hermione se quedó en blanco, ni siquiera podía respirar.
- Au revoir- y dicho eso la rubia tomo sus cosas y se encamino así la salida de la biblioteca, dejando a un castaña completamente paralizada, sonrojada y suspirando como enamorada.