28 de Octubre
Las cosas últimamente han estado muy, extrañas. Hansol no ha venido a molestarme desde aquella vez que le desobedecí y aunque me alivia no tener que verlo diario, me preocupa al mismo tiempo su ausencia ¿que tanto estarán planeando que ya no viene? además, Sofía apenas y me habla, y de Mingyu es lo mismo, pocas veces lo he visto. ¿Será que por fin alguien ha aparecido para rescatarme?
Es bonito pensar en que quizás,Seungcheol junto a mi familia han actuado para poder venir en mi rescate, pero por mucho que lo desee yo sé que aquél evento tan de película solo puede pasar en mi mente, la cual ha andado muy activa en estos días. Los últimos lápices que Hansol me regalo terminaron siendo de mucha utilidad, el problema es que siempre termino haciendo lo mismo, los paisajes terminaron quedando de lado y ahora lo que se me ha dado por dibujar son rostros, personas que al final terminan siendo el mismo, Seungcheol.
Ayer también soñé con él y fue mejor dicho una pesadilla, aún recuerdo bien lo que sucedió, yo bajo él, sus gritos, sus insultos, el dolor de cada una de sus palabras y por supuesto aquél molesto final en donde Hansol llega a ayudar. Aún me arrepiento de haberle llamado, pensé que en verdad me ayudaría no que terminaría encerrandome en este lugar aunque cada vez que intentaba pensar en esto llegaba a lo mismo, no entendía cómo fue que su actitud tan linda cambio a la de un abusador sexual.
Intento en verdad comprender a Hansol, pero cada vez que las cosas mejoran entre nosotros él intenta de inmediato hacer que lo ame ¿no entiende que aun soy de Cheol? Yo no puedo simplemente amarlo y menos de esta manera.
Cansado dejé el bolígrafo en su lugar y talle mis ojos para poder soltar un largo suspiro, las cosas no están yendo bien y me tiene con los nervios de punta. A veces escucho discusiones que apenas y entiendo, Mingyu y Sofi que eran con los que hablaba ya ni me miran al entrar.
De nuevo suspire y me levanté de mi banco, dejando ahí el cuaderno que solía usar de diario y mejor fui a la cama. Alce el colchón y debajo de éste saque las fotos que antes me habían obsequiado, después me recosté en la cama y miré una por una, sonriendo ante el recuerdo de cada una de las personas que veía ¿Cómo estarían mamá y mi hermana? ¿Estarán preocupadas por mi culpa? ¿Y Seok? ¿Ya me habría cambiado por alguien más? Poco a poco las lágrimas se acumulaban y comenzaban a caer, sobretodo cuando llegue a la foto de Cheol, lo extrañaba, quería verlo, volver a sentir su aroma mientras me decía que era suyo, tener citas, estar a su lado sin importar que fuese el segundo, hubiera preferido algo así a estar aquí encerrado. No pude contenerme más y mi llanto comenzó mientras abrazaba con fuerza las fotos.- Quiero volver a casa.
Cerré los ojos con fuerza e intenté calmar mi llanto, de nada me servía llorar a estas alturas así que animandome di un largo respiro, seque con una mano mis lágrimas y miré por la habitación. Desde que llegué había estado buscando la forma de salir pero por mas que piense la solución era la misma, escapar por aquella puerta por la que entraban y salían. No había ventanas en la habitación, tampoco encontré alguna otra puerta así que esa era la única entrada.
Lo había estado pensando estos días, aprovecharía la distracción de Mingyu o Sofi y saldría por ahí, pensando en que Hansol no estaría cerca y aunque estuviese en la casa haría cualquier cosa para librarme de él, además de que el golpe que le di la ultima vez hizo que tomara mas confianza en mí y mi fuerza. Me recoste boca arriba y mire el techo mientras jugueteaba con las fotos en mi pecho, sabía que no tardarían en venir a dejar la comida así que quizás sería buen momento para intentar salir.
Hansol no había venido y por lo que sabía a estas horas él debería estar en la escuela, no era fin de semana así que no tendría razones para quedarse. De nuevo me moví por la cama pero ahora me senté en el borde, si venía Sofía ella cerraba sin llave así que tendría que ser muy rápido, en cambio Mingyu era más confiado y dejaba siempre la puerta abierta así que en un descuido podría salir rápido.
Me levanté de la cama y me apresure a ponerme los zapatos tan pronto escuche los pasos por el pasillo, tal y como lo suponía ya era la hora de comer. Cuando acabe me senté en la silla frente a la mesa en la que solía comer, quedaba casi en el centro de la habitación así que me sería fácil levantarme y correr a la puerta, solo ruego porque no sea Hansol el que entre por ahí.
La puerta se abrió y mi cuerpo se tensó por un momento, cuando gire a ver quien era me descoloque un poco ¿quién era ese joven?
-¿SeungKwan?- Asentí con levedad y él tras cerrar la puerta se acerco a mi, sentándose en la silla del frente.
Lo mire curioso pero no dije nada, dejaría que él se presentara o dijera quien era. Él por su parte miraba toda la habitación, curioso hasta que noto los cuadernos de dibujo en uno de los muebles y antes de que pudiera entender que pasaba por su mente, él ya estaba de pie revisando uno de ellos.
-Woa… De verdad dibujas muy bien, Mingyu tenía razón.- Aun con aquel block volvió a sentarse frente a mí y siguió revisando a detalle cada uno de los dibujos que tenía ahí. La curiosidad me picaba así que no espere y yo pregunte primero.
-¿Quien eres?- Soltó una risita y sin apartar su mirada del cuaderno me respondió.
-Wonwoo, gusto en conocerte.
-Pensé que serias diferente.- Aquel comentario si le llamo la atención y dejó de mirar los cuadernos para ahora mirarme a mí con cierto desagrado.
-¿Qué quieres decir con eso?- Achicó aún más sus ojos y no puede evitarlo, reí antes de contestar.
-Bueno, Mingyu te pinta siempre como alguien indefenso e introvertido, alguien que necesita de protección y mucho amor.- Su actitud cambió de inmediato, sus mejillas se sonrojaron y sonrió de manera apenada.
-Ese tonto… Es mas que obvio que no es verdad, yo… No soy así.- Me aseguro antes de respirar profundo y calmandose me sonrió.- Aunque contigo no se equivoco, eres regordete y lindo.
-¡Eso es venganza!- De inmediato me defendí y ahora él rió con ganas, cosa que me molesto un poco.
-Para nada, solo digo lo que es cierto.-Bufé y él de nuevo rió.
-Ahora comprendo porque te tienen aquí.- Mi berrinche se bajó y ahora lo mire en busca de más información sobre eso, él pareció comprender y tras calmarse me respondió.- Por necio.- Fruncí el ceño y negué.
-Yo no soy necio y mucho menos me tienen aquí por eso.
-Ah ¿no?... ¿Entonces por qué es?- Me removí incómodo y desvié mi mirada de él, me daba pena decir lo que pensaba.- ¿Lo ves? Si es porque eres necio.
-¡Que no! Estoy aquí por el enfermo de Hansol.- Exasperado le grite y ahora él tenía la confusión encima.
-¿Enfermo?... ¿Porque lo dices?- Mis mejillas se sonrojaron y sintiéndome incómodo decidí hablar de esto con él ¿porque? Bueno, me daba confianza, además de que dudaba que fuese cercano a Hansol, por lo menos no tanto como su hermana y Mingyu.
-Él… Me obliga a hacer cosas. Si no las hago se molesta y termina castigandome.
-¿Qué tipo de cosas?- Alce un poco la mirada y note que aquel semblante dulce de antes cambiaba por uno mucho más serio.
-Al principio no eran cosas malas, solo me pedía besos o caricias pero con el tiempo me fue pidiendo cosas más… íntimas, la primera fue que durmiera con él. (N/A: Es dormir de solo acostarse juntos sin hacer nada malo.)
-Y cuando te negaste…- Me queje por lo bajo y otra vez movía mi cuerpo incómodo en la silla.
-Me… Me obligo a hacerle un oral.- Wonwoo bufo, golpeó la mesa y se levantó.
-Ya sabía que ese imbécil no lo estaba haciendo bien. Lamento que hayas pasado por eso, SeungKwan.- Rodeo la mesa y fue a mi lado, tomando mi muñeca para así obligarme a levantarme.- Arreglaremos las cosas, ven.
Y así, a rastras fui tras él hasta la única puerta de la habitación. Antes había tenido el valor suficiente para animarme a salir pero ahora no podía, tenía miedo.
-No…- Susurré y me detuve llevando mi mano libre a intentar quitar sin fuerza la de Wonwoo. Él me miró con duda y de nuevo negué.- No quiero salir… Hansol se enojara y me castigara después.
-No puedo creerlo.- Wonwoo rió y sin dejar mi agarre abrió la puerta.- El muy maldito ya te está educando y tú tan dejado. Vienes conmigo, no te hará daño.- Me dio una última sonrisa y aún decidido comenzó a jalarme fuera de la habitación.
Sentía tanto miedo correr por mi cuerpo que tan pronto puse un pie fuera de la habitación me aferré al brazo de Wonwoo el cual me jalaba tranquilo. Habíamos salido a un pasillo lleno de puertas y hasta el fondo estaban las escaleras las cuales comenzamos a bajar. Con cada escalón menos mi cuerpo se relajaba más pero seguía aun atento a los alrededores, tenía miedo de que Hansol apareciera y terminará haciendo algo contra mi.
Cuando llegamos al descanso pude ver una sala bastante amplia y bonita, era un lugar nuevo para mi pues a pesar del momento no podía dejar de admirar cada detalle de aquel lugar que parecía costar millones. Wonwoo retomo el andar tras confirmar que no había nadie en la sala.
-Necesito que confíes en mi ¿si? No hagas ni una tontería. Sé que estás aquí en contra de tu voluntad pero no puedes solo escapar o nos meterás en problemas a todos.- Al estar en la sala soltó mi mano y me miró muy serio.- Confió en que obedeceras, ahora sigueme.
Wonwoo siguió caminando hacia lo que parecía la cocina y yo me quedé ahí de pie, mirando cómo era que se iba. Di un par de pasos hacia la misma dirección y me detuve de golpe ¿que estoy haciendo? Esta es la oportunidad para salir.- Lo siento Wonwoo.
Murmuré y corrí tan rápido como pude a la puerta, por fin acabaría esto, podría retomar mi vida y ver a todos otra vez, ver a Cheol. Al llegar a la puerta intente abrirla pero estaba tan nervioso que el pomo resbalaba entre mis manos, estaba desesperado, temblando e intentando abrir una estúpida puerta.
-¡Que haces afuera!- Esa voz la conocía, gemi lleno de angustia y por fin pude abrir la puerta pero antes de poder salir, Hansol ya me estaba jalando de la camisa mientras cerraba con fuerza la puerta, terminando por arrastrarme a la sala en donde me tiro en el suelo. Me queje y lo mire con miedo.
No oculté mi sorpresa, mis ojos se abrieron de sobremanera al notar su rostro lleno de moretones y una que otra bandita, además de eso se notaba débil, alguien le había dado una buena golpiza.
-¿Porque estas fuera de tu habitación?- Me pregunto molesto y los pasos de alguien corriendo se escucharon por el pasillo.
-¡No lo dañes!- Wonwoo había llegado agitado al escuchar el alboroto, Hansol lo miró con desprecio y se acercó a él.- Yo lo saque ¿si? No eres nadie para tenerlo en custodia y peor aún, maltratarlo porque no te ama.
Hansol apretó sus puños y molesto se intentaba contener.- Cállate de una vez Wonwoo o poco me importará que seas el novio de Mingyu.
Mientras ellos discutían me levante con cuidado y los mire por un momento antes de intentar volver a la puerta. Estaba ya harto de todo esto así que no me importaba si entre ellos dos comenzaron una riña por mi culpa, yo solo quería volver a casa.
De nuevo corrí a la puerta y pero esta vez Hansol fue más rápido. Me jalo de la camisa y tan pronto me regreso a su lado soltó un golpe contra mi rostro.
Mi cuerpo se desestabilizó y sin cuidado me dejé caer contra uno de los sofás. Wonwoo empujó a Hansol y corrió a mi lado para mirarme, odiaba que me vieran así pero las lágrimas ya corrían con fuerza y mi labio ardía demasiado. Antes de Seungcheol nunca me habían golpeado y menos en el rostro, era horrible. Wonwoo acaricio mi mejilla con cuidado y después me abrazo, causando que ahora llorara con fuerza.
-Se acaba aquí Hansol, Mingyu tenía razón, tú ya no eres el de antes y ahora no creo conveniente el que te sigan apoyando así.- Los pasos de Vernon se escucharon cerca de nosotros y sentí como era que el abrazo de Wonwoo aumentaba en fuerza, aunque poco duró aquella protección que estaba teniendo.
-Te lo advertí y ahora no me importa lo que diga el idiota de tu novio.- De un tirón fui separado de Wonwoo y aunque quería negarme a ser llevado por él, termine por ceder, no podía seguir buscándome más problemas con él.
Wonwoo no dejaba de maldecir a Hansol y él solo siguió con su tarea de llevarme de nuevo a mi habitación, lugar al que tan pronto como llegamos quise salir. Cerró con el seguro la puerta y después soltó mi mano para ir a sentarse en la silla que solía usar yo. No tenía idea de que hacer, solo me quede de pie en donde me había dejado, mirando cómo era que Vernon perdía su vista en algún punto de la habitación, parecía que estaba meditando las cosas.
Fue sin duda una eternidad aquel silencio tan pesado que había en el lugar, creí que tan pronto como llegamos me volvería a castigar pero no fue así ¿que estaba pasando por su mente?
-SeungKwan.- Al escuchar mi nombre me respingue antes de acercarme unos pasos a donde estaba él.- Siéntate.- Seguí sus instrucciones, me senté de su lado contrario e intente evitar el mirarlo, lo que menos quería ahora era tener esa mirada de desprecio hacia mi de nuevo.- Ahora, cierra los ojos.- No lo evite y lo mire con duda pero al ver su expresión tan seria decidí mejor hacer lo que pedía.
Cerré mis ojos y apreté entre mis manos la tela del pantalón que estaba usando y casi al mismo tiempo mi respiración se agito, no ver lo que hacía me alteraba bastante. Y me quede con los ojos cerrados esperando a que hiciera algo pero no fue así, después de un tiempo escuche como movía la silla.
-Ya puedes mirar.- Y obedeciendo abrí mis ojos, encontrándome primero a Hansol sentado con los brazos cruzados sin verme. Bufé de manera suave y baje mi mirada pero al hacerlo noté algo nuevo en el desastre que tenía por mesa. Había un pequeño llavero de gato, quise tomarlo pero dude y mejor mantuve ocultas mi manos.
-Sé que jamás me creerás el porqué hago esto, de hecho nadie me cree.- Note una leve sonrisa por su parte y por fin me miró causando que me sonrojara de manera inevitable, aún causaba muchas reacciones en mí y difícilmente podía ocultarlas.
En cuanto noto mis dudas sobre todo lo que me estaba diciendo, él de nuevo sonrió y estirándose empujó de manera leve el llavero. Entonces me anime a tomarlo y jugar un poco con él, a pesar del momento no iba a negar que era un regalo demasiado bonito.
-¿Porque me haces esto?- Pregunté de manera leve, jugando con el presente entre mis manos, Hansol no respondió así que lo mire a manera de insistencia.- Hansol… extraño mi vida, quiero ir a casa… Quiero ver a omma, a mi hermana, a mi Seok, a…
Hansol golpeo con ambas manos la mesa y me miro molesto al parecer toda la paciencia que había tenido en el principio desapareció tan pronto hice aquella mención, entonces de nuevo volví a sollozar y él me gritó.
-¡No lo menciones!... Joder ¿Cuantas veces debo decirte que él ya no te quiere? ¡Esta con otro! SeungKwan, se está follando a otro.
-¡Mientes!... ¡Él jamás me olvidaría! Él… él debe estarme buscando… debe estar desesperado…
Susurré antes de volver a llorar, odiaba tanto a Hansol. Suspiro y se recargo en la silla, observandome atento antes de buscar en su bolsillo del pantalón.
-No quería hacerlo pero no me dejas más opción, quizás así olvides a ese imbécil y comiences a quererme.
Aún molesto vi como sacaba de su bolsillo aquel que era mi móvil, me sorprendí de que él lo tuviera. No supe qué hacer al principio, solo observe como lo encendía y tecleaba algo en la pantalla antes de mostrarmelo.
Las lágrimas que antes habían caído volvieron pero esta vez dolían mucho más que todos los insultos que pudieron decirme, incluso dolieron más que los golpes y abusos de Hansol. Quise tomar el móvil pero Vernon me lo impidió, lo apartó y como el bipolar que parecía ser, cambio aquel mal humor por una cara de lástima mientras guardaba el móvil en su pantalón.
Como era de esperarse, él se aprovechó de tener mi móvil y fácilmente siguió lo que Seungcheol y JiHoon hacían. No fueron demasiadas las publicaciones que pude ver pero Cheol ya me había cambiado, ya no éramos él y yo, no. Ahora todo estaba lleno de aquel pelirosa.
Hansol se levantó y mientras yo lloraba sin consuelo se acercó a abrazarme por detrás. Odiaba su contacto físico, nunca quise que me tocara pero esta vez sentí en verdad una calidez que reconfortaba a mi dolido corazón. Desde el comienzo había tenido razón, Seungcheol ya no me amaba, no lo haría nunca más pues él ya era más que feliz con aquel enano consejero que había conocido en la universidad.
Por un momento me aferre a uno de sus brazos mientras él me susurraba palabras de consuelo que por un pequeño momento me calmaron.
-SeungKwan… Por favor, ayudame, correspondeme.-Negué y con cuidado aparte los brazos que me rodeaban.- ¿Porqué no?¿Porqué…?
-No te quiero… No puedo hacerlo.- Respondí sin ganas, tallando mis ojos en busca de apaciguar las molestas lágrimas que sin tregua seguían cayendo.
-Claro que puedes, lo sabes, solo tienes que soltar a Seungcheol.- Murmuro molesto antes de apartarse del todo de mi. Ya no volvió a la silla, en su lugar fue a la puerta y salió antes de cerrar con un portazo.
Estando solo creí que lloraría por mi reciente decepción amorosa pero algo en mi interior ya se esperaba eso, en su lugar, justo ahora estaba preocupado por Vernon, al parecer lo último en nuestra discusión sí lo afectó.
Viendo el cómo estaba la situación intente pensar ¿porque si no lo quería me estaba afectando la discusión que tuvimos hace un momento? Fruncí el ceño al no encontrar una respuesta lógica pero al hacerlo un pequeño ardor invadió mi mejilla, claro el golpe de Hansol aún no era atendido. Solo por curiosidad lleve mi diestra a la mejilla que dolía y después de dar un leve piquete sentí mejor el dolor
Buscando la manera más efectiva de distraerme, me levanté de la silla y fui al mueble cercando a mi cama para buscar el espejo de mano que ahí guardaba. Cuando di con él, me senté en el borde de la cama y mire mi mejilla la cual ya comenzaba a tornarse de un rojo casi violeta y el labio cercano a esta mejilla también estaba un tanto hinchado junto con el comienzo de una fea costra.
De nuevo al recordar lo que había pasado, suspiré e intenté guardar las ganas que tenía de llorar, no podía encontrarle nada de bueno a mi vida ahora, la única pequeña razón que me mantenía feliz y con ganas de seguir adelante era la idea de que Cheol aun me quería aunque fuese el segundo pero ahora era más que obvio que no era así. Mi mano otra vez pico con curiosidad la herida y otra queja se escapó de entre mis labios, no podía hacer nada para curarme, tendría que esperar a que solo sanara, un proceso lento y doloroso.
Cerré mis ojos por un momento y mientras intentaba dejar mi mente en blanco, la puerta de la habitación se abrió. Por instinto mi cuerpo se tenso y mire con miedo la entrada pero de esta apareció Sofía junto con Wonwoo y un maletín de primeros auxilios, al principio suspire aliviado pero tan pronto los brazos de Wonwoo me rodearon comencé a llorar y él de manera cariñosa palmeaba mi espalda. No me servían de nada ese tipo de consuelos, yo simplemente quería salir de allí pronto.
— § • § —
*Seokmin PoV
-Ya, mamá, te digo que estaré bien así que no te preocupes.- Respondió un tanto aburrido a mi madre mientras salía de la casa.
Desde que le hablaron de la escuela para que fuese a recogerme porque en una “riña” me dejaron malherido, ella no ha dejado de preocuparse por mi, no puedo ni salir a comprar los víveres de la semana porque ella se queda preocupada de que alguien me golpee y secuestre. Entendía su preocupación pero a veces que enserio exageraba.
No he visto a Hansol y Mingyu desde aquella vez que los descubrí, Wonwoo abogo por ellos y dijo que estaban en casa enfermos de no sé qué, y por ingenuo que suene los profesores le creyeron a él que a mi cuando les conté quienes eran los que tenía al pobre de mi Kwannie.
Odiaba que nadie me tomara en cuenta pero ya verán, cuando los encuentre y muestre quienes son los malos se tendrán que disculpar muchas personas conmigo.
-Oh… Lo siento, no te vi.- Por andar en mi mundo tire las cosas de alguien, Seokmin mira por donde vas.- Dejame ayudarte.
-No te preocupes, yo lo hago.- El pequeño de gafas enorme se agacho y comenzó a recoger sus cosas, era un chico muy bonito y pequeño, quizás iba a la secundaria y sin querer le tire sus cosas. No lo deje solo, aunque me lo negó me hinque a recoger las cosas con él.
Cuando terminamos nos miramos un rato y algo en él me decía que lo conocía pero no sabia de donde. Él notó que lo miraba de mas y solo me sonrió, gesto que me hizo sonrojar por un momento.
-Gracias… has sido muy lindo.- Yo no supe qué decir y solo le sonreí de manera amplia.- Iba camino a ver a mi novio ¿te parece si vamos juntos? Estoy seguro que vamos al mismo lugar.
-Oh no, yo no creo que…- El pequeño me volvió a interrumpir, quitándose los lentes que llevaba, entonces por fin pude saber quien era.
-¿Sabes? No creo que estés en condiciones de negarte.- Me sonrió con sutileza y sin decir nada se dio la vuelta para comenzar a caminar.- Te ayudaremos.
Dude por un momento si debía seguirlo pero tenía una pequeña espina que me estaba obligando a seguirlo y así lo hice. Fui tras él manteniendo cierta distancia y pensando de nuevo en las miles de cosas que podrían pasar, sin embargo todo seguía en lo mismo ¿porque y para qué vinieron por mi?
-Dicen que has acusado a Vernon y Mingyu de secuestro.- Por fin habló tras cruzar la calle, no le dije nada y él giró un poco solo para dejarme ver su sonrisa.- También escuché que nadie te creyó.
-¿Quién le creería al bobo que solo especula sin razón? - Respondí desganado y él río de una manera fresca.
-Cheol tiene razón sobre ti… Nosotros creemos en esa acusación que haces.- Nos detuvimos frente a un edificio en el cual no tardamos en entrar pues tras presionar el botón del intercomunicador el seguro de la puerta abrió.
No era un lugar demasiado lindo, mas bien parecía uno de esos edificios que parecían de mala muerte tanto por fuera como por dentro. Con cada escalón que subíamos me sentía cada vez más como el protagonista de una de esas películas en donde el bueno termina siendo emboscado por los malos tras un engaño.
Sacudí un poco mi cabeza después de pensar eso, debía dejar de imaginar tanto y mejor centrarme en lo que pasaba pues de nuevo por ir en mi mundo no note cuando JiHoon se detuvo y choque con él, noté su molestia porque volviera a pasar pues me miro mal por un momento antes de abrir la puerta de un departamento 2-15.
-Entra ya.- Me dijo en cuanto abrió la puerta y a pesar de que mi mente me decía no, mis pies comenzaron a andar lento.
El departamento a diferencia del edificio cambiaba mucho, podría hasta incluso decir que era acogedor. JiHoon paso por mi lado y se metió a lo que era la cocina y yo pues, seguí de pie ahí en donde estaba la entrada hasta que JiHoon apareció de nuevo con dos vasos que dejó en la mesa de la sala.
-No te haré nada, así que ven, acércate.- Me pidió de manera amable, yo asenti y me acerque a la sala. Quite mi mochila y la deje a mi lado después de sentarme. JiHoon me ofreció un vaso y tras sonreirme tomó el otro para beber un poco, yo solo miraba la bebida en mis manos.
-Nosotros sabemos tan bien como tú quienes tienen a SeungKwan, el problema es que no sabemos en donde esta.- Comenzó a hablar tranquilo el pequeño antes de que una puerta se abriera.
De la habitación salió un Seungcheol bastante cambiado al que conocía, ahora se veía incluso más maduro y esa mirada ya no te causaba confianza, más bien imponía miedo.
-Ah, lo lograste traer.- Sonrió con gusto y se acercó a nosotros para sentarse en el sofá frente a nosotros. Jihoon le paso su vaso y él gustoso bebió antes de hablarme.- Te ayudaremos a traer a Kwannie pero debes ayudarnos.
-¿Ayudarlos, cómo? - Pregunte mientras me estiraba a dejar el vaso en la mesa, Seungcheol me sonrió e imitandome respondió.
-Debes aliarte a Hansol y sus amigos, es una tarea bastante sencilla.- Fruncí el ceño y negué.
-No quiero verme envuelto en sus problemas, yo solo quiero que todos sepan que ellos fueron desde el principio.- Ambos rieron e hicieron que me sintiera un poco incómodo.
-No puedes solo acusarlos, lo hiciste ya y no funciono, lo que tenemos que hacer es primero saber en donde se esconden y después juntaremos pruebas que nos ayuden al momento de acusarlos.- Hablo de manera tranquila y JiHoon asintió.- Tú nos ayudaras bastante, puedes hacer que Hansol vuelva a confiar en ti y te lleve a donde esta Kwannie.
-Te prometemos que no te pasara nada, no volverán a golpearte como lo hicieron ya.- Por inercia mi mano fue a mi mejilla que aún seguía hinchada y dolía, hice una mueca y pensé en lo que me decían.
No lo había pensado así y quizás su plan funcionara mejor que los miles que yo tenía, además, eran los únicos que me creían sin llamarme loco. Como me gustaba meterme en cosas cada vez más extrañas.
-Lo haré, pero con ciertas condiciones.- Ambos asintieron y suspire aliviado. Un poco más mi Kwannie, solo espera un poco más e iré por ti.
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*SeungKwan PoV
-Duele…- Me queje con lágrimas ya saliendo y Sofía solo siguió, ignorando por un momento mi queja pues estaba en verdad atenta en curar mi labio.
-Deja de hablar o te dolerá más.- Me advirtió mientras pasaba de nuevo el algodón por la herida. Cerré mis ojos y me queje, pero no hable más, quería que acabara ya de arreglar esa herida.
-Bien, ya está, ahora deberás colocar el hielo por veinte minutos para que baje un poco la hinchazón.- Me explico con una sonrisa acompañándola mientras guardaba las cosas que ocupó en el botiquín.
Obedeciéndola baje de la cama y me acerque a la mesa para tomar la bolsa con hielos que me había llevado. Por un momento bastante largo pensé en si colocarla o no pero cuando sentí la mirada de reproche por parte de Sofía, lo hice, rápido y con cuidado. Ante la sensación tan extraña cerré mis ojos y me queje bajo, sentía un alivio agradable pero el frío era molesto hasta cierto punto.
Cansado me senté en la silla y mire al suelo, escuche el claro suspiro de Sofi que se acercó para hincarse frente a mí, de esa manera podíamos vernos de frente.
Hansol no es mala persona, te lo aseguro.- Con una sonrisa hablo, limpiando con suavidad la herida que estaba en mi mejilla mientras yo contenía de nuevo mis ganas de llorar.
-Sé que no me crees y menos por lo que te acaba de hacer, pero enserio, si dejaras de pensar un poco en Seungcheol y le dieras una oportunidad a su amor…
-Ya basta… No quiero escuchar mas.- Pedí ya al borde de las lágrimas ¿porque insistía tanto en que amara a su estúpido hermano? Yo lo odiaba y solo quería salir de ahí, cada vez me lastimaba más y estaba seguro que si no hacía algo por escapar terminaría muerto.
Ella de nuevo suspiro y se sentó ahora cruzando sus piernas, ella insistió en seguir con el tema así que coloco sus dos manos sobre mis rodillas para moverlas, intentando distraerme de mi repentino llanto.
-Se que lo odias, a veces yo también lo hago.- Soltó una risita que me contagió por un momento y ella siguió.- Pero hablo enserio, él te quiere demasiado, tanto como para tenerte aquí, lejos de todo lo que te pueda hacer daño allá afuera y eso obviamente incluye a Seungcheol.- Comenzaba a hablarme como si fuese un niño pequeño.
-Sofi… esto no es amor, ni siquiera cariño… ¿Porque contra mi voluntad? ¿Porque no fue como cualquier otro chico que con méritos intenta ganarse tu amor ¿porque así?- Ella me sonrió de manera triste y bajo sus manos para poder meterlas entre sus piernas.
-Hay muchas cosas que no entiendo de Hansol pero está… Cada vez comienzo a entenderla más.- Fruncí un poco el ceño y ella alzó la mirada para sonreirme de nuevo.- Si estuvieras ahora afuera seguramente estarías en tu cama llorando porque Seungcheol, después de acostarse contigo, iría con JiHoon.
Sus palabras dieron en mi corazón y un poquito en el orgullo pero a pesar de eso me pude mantener firme, escuchando sin mucho gusto lo que tenía que decirme. -¿Lo ves?
-¿Ver qué?- Pregunté sin entender y esta vez ella rió.
-Aunque hablemos de Seungcheol y JiHoon tú estás bien, estás tranquilo ¿o me equivoco?- Esta vez me miró divertida y solo le pude hacer una mala cara antes de que se escuchara su risa.- Reconócelo Kwannie, mi hermanito ya permeó tu mente.
-Pero que confiada te escuchas, para nada, tu hermano no ha hecho nada en mi así que deja de sacar cosas que no son.- Con un bufido me levante y camine a la cama, ella solo siguió riendo mientras se levantaba y tomaba de nuevo el botiquín.
-Lo que digas… Hm, Wonwoo vendrá a cenar contigo.- Me aviso y después salió de la habitación, dejándome solo con mis dudas.
¿De verdad Hansol iba haciendo las cosas bien? Lo dudo mucho. Me recosté con cuidado y me queje por la sensación de molestia, mi mejilla palpitaba de una manera no muy agradable y la cabeza comenzaba a doler, quizás por ahora lo mejor sería dejar de pensar y dormir un rato, debía descansar de todo este mal día.
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La cena con Wonwoo había sido bastante agradable a pesar de todo, entre él y Mingyu me alegraron bastante como para que me olvidara por un momento del mal rato que estaba pasando, bromeaban y jugaban cada que les era posible, causando que riera con ganas y sin sentido.
Cuando tuvieron que irse no me contuve y me queje, habría querido que se quedaran toda la noche conmigo pero era imposible, debían ir a casa. Ambos se despidieron de mi y tras tomar las cosas que ocupamos, salieron para dejarme a mi solo en aquella habitación que odiaba.
Sin más que poder hacer preferí mejor ir a dormir, por ahora era lo mejor que podía hacer ya que no tenía ganas siquiera de pensar o todo lo que había estado ignorando vendría a mi para hacerme llorar. Y al parecer mi mente y cuerpo lo entendía bien pues tan pronto toque la cama caí rendido.
Un par de horas más tarde, quizás, se escuchó un suave sonido que me hizo despertar y algo adormilado quise levantarme, algo que pronto se hizo una tarea imposible. Mi cuerpo se yendo y mi mente por fin reacciono, alguien no solo había entrado a la habitación si no también lo hizo a mi cama, ahora sentía sus en mi cintura, la respiración cercana a mi mejilla y un aroma particular que me hizo confundirme bastante. Una de las manos comenzó a acariciar con suavidad mi vientre pero cuando quise girarme el agarre se hizo más fuerte para evitarlo.
-Por favor… sólo un poco más…-Hansol suspiro y aflojó el agarre para volver a las caricias.- Lo siento… por todo, por el golpe, por tenerte aquí… Por amarte.
No supe qué o cómo responder, solo asenti con suavidad y él me apretó en un abrazo que comenzó a curar cada pequeña herida que hasta ahora me había causado con sus palabras. Mi cuerpo se había relajado ya y ahora comenzaba a disfrutar de ese pequeño cariño que me estaba dedicando, cerré mis ojos y él se acercó más a mi, cercano a mi cuello, algo que me hizo reír de manera muy suave, él también lo hizo y acercándose más beso mi mejilla.
-En verdad te quiero SeungKwan… Te quiero mucho.- Murmuro de una manera tan cariñosa que hizo a mi corazón saltar de emoción. Pero antes de poder decir algo o responder de manera adecuada él se alejo, se levanto y así tan rápido como entró, salió.
Me quedé por un momento en la cama, pensando en lo que había pasado y en lo que había hecho Hansol ¿tendría razón Sofi? ¿Debería darle una oportunidad a Hansol?