Unos días después...
Regresan Sen y Grimmjow a su tierra natal, pero antes de subirse a un coche el peliazul ve al Conde rejuvenecido, el cuál los mira desde lejos con expresión depredadora mientras se apoya en un bastón no muy largo
Es ese maldito vampiro de nuevo, está aquí y a rejuvenecido- dice el peliazul llamando la atención de su pareja
Sen sigue el camino de la mirada de su amado y no ve a nadie, ya que el Conde ha desaparecido
Tranquilo, deben ser tus nervios los que te juegan una mala pasada- le contesta el pelinegro tocándole un hombro a su esposo.
Más tarde en la noche van a cenar con el doctor...
¿Estás seguro, muchacho, de que durante tu infidelidad con esos tentadores vampiros, no probaste su sangre?- le pregunta Shunsui al peliazul
Muy seguro- responde serio
Qué bien, entonces no te convertirás en uno de ellos- contesta Van Hellsing bebiendo de su copa
Doctor, debe saber que en ese lugar dudaba de todo, hasta de mi existencia- comenta Grimmjow un tanto intranquilo, mientras Sen lo trata de calmar
Lo sé, pero ambos deben conocer que nos enfrentamos al más fuerte de todos de los Nosferatu que existen, si tienen información que nos ayude a localizarlo deben proporcionármela- dice Shunsui con certeza
Sé donde vive ese maldito, yo vendí esa casa, la abadía Carfax- contesta el peliazul decidido
Más entrada la noche...
Se reúnen todos, y van juntos a la abadía.
Starrk, tus balas no lo matarán, más bien usa tu gran cuchillo- le habla Van Hellsing al texano
La verdad no planeo acercármele tanto- responde Morris bastante seguro
Un poco más dentro del lugar...
Quemen toda esta tierra, no le dejen refugio- agrega Shunsui ordenándoles a todos
Casi siento pena por un hombre tan perseguido- comenta Sen un tanto entristecido
No pienses eso, es muy malo y debe morir- le habla Van Hellsing tocándole el brazo
Mayuri, llévalo a las habitaciones, por favor- agrega mirando al otro doctor
De inmediato, ven, Sen, no debes estar aquí- le dice Mayuri al pelinegro para llevarlo consigo.
En la zona segura donde se hospedará Sen, es donde está recluido Renfield, éste grita como un loco, el pelinegro se le acerca tras preguntarle a Mayuri quién es.
Al ver al pelinegro, Kira le dice: sé que no me he portado muy bien ésta noche
De pronto agrega: yo lo conozco, usted es el esposo que mi maestro busca
¿De qué habla, señor?, yo ya tengo un esposo, soy Senbonzakura Harker ahora- le dice el pelinegro extrañado
No importa, él vendrá ésta noche por usted, por favor, no se quede aquí. Rogaré a Dios no tener que ver su bello rostro nunca más- le responde el rubio, para luego besarle una mano
Mayuri conduce a Sen a una habitación, mientras Renfield grita:
Maestro, no le de la vida eterna a ese bello joven, démela a mí
Al llegar a la habitación Seward permite que el pelinegro entre.
Aquí estarás a salvo por ésta noche, no es un lugar muy cómodo pero al menos podrás descansar- le comenta el doctor antes de dejarlo sólo
Afuera, en cuanto los hombres encuentran las cajas las destruyen y bendicen; sin embargo, no notan que arriba de ellos está el conde durmiendo, convertido en una especie de extraño murciélago.
En el momento que se despierta, sale volando hacia las habitaciones.
Estando cerca se convierte en humo verde y entra a la celda de Renfield.
Renfield- dice
Maestro, haz vuelto- responde el rubio
Me haz traicionado- le habla molesto
No es cierto, yo le he servido bien- contesta antes de ser lanzado contra la reja varías veces hasta quedar inconsciente
El conde deja la celda y se dirige a la habitación de Sen, entrando por la ventana
Amor mío, por fin me encuentras- le responde el pelinegro con los ojos cerrados y removiéndose en la cama, al tiempo que el humo verde se adentra por entre las cobijas
Mi más preciada vida- le habla el castaño
No estaba muy seguro de esto, pero ahora lo sé, quiero estar contigo siempre- le responde el muchacho aún con los ojos cerrados
No sabes lo que dices- le responde el conde
De pronto el chico abre los ojos y lo ve encima suyo mirándolo, notando que es igual de joven que en el momento que se vieron por última vez
Si, lo sé- le contesta atrayéndolo del rostro para besarlo, al tiempo que se muerde el labio inferior por el deseo.
Luego de besarse apasionadamente, Zangetsu se aleja y baja al pecho de Sen para darle besos en esa zona.
Temí no volver a sentir tu amor nunca más, pensé que habías muerto- le dice mientras el castaño continúa dándole mimos.
El príncipe se endereza y hace que el pelinegro también lo haga, para inmediatamente dirigirle una mano a donde está su corazón.
No hay vida alguna en este cuerpo- le responde el conde al muchacho
Acto seguido Sen se sobrecoge asustado.
Pero estás vivo, vives, ¿cómo?, ¿qué eres?, debo saberlo, debes decírmelo- le comenta mortificado el pelinegro
Cómo explicarlo... no tengo alma ni vida- responde el príncipe alejándose de él
¿A qué te refieres?- lo interrumpe el chico
Déjame hablar. Soy odiado y temido, además estoy muerto para todo el mundo, y no siento dolor, ni amor, solo odio y rencor.
Soy el monstruo que ellos quieren matar...yo soy Dracula- le confiesa el vampiro
Sen comienza a golpearle la espalda con cierta furia, él castaño se gira de frente a él, y el muchacho no deja de golpearlo mientras solloza.
No, no, tú mataste a Renji- le reclama el pelinegro sin dejar de tratar de agredirlo al tiempo que no para de llorar.
Zangetsu lo toma por las muñecas y forcejean, hasta que el chico le dice aún sollozando:
Te amo, te amo, que Dios me perdone por eso-
En otra parte de la abadía...
Shunsui sigue con el proceso de exorcizar el terreno, mientras recita un exorcismo del libro que porta con él, y levanta un crucifijo en dirección a las llamas que generan las cajas siendo quemadas.
De nuevo en la habitación...
Quiero ser lo que tú eres, ver lo que tú ves, amar lo que tú amas- le dice el más joven
Sen, para caminar a mi lado, debes renunciar a tu vida y darle vida a la mía- responde el conde mirándolo hacia abajo donde el chico está
Tu eres mi amor, y mi vida para siempre- le contesta el pelinegro con cierta devoción
El mayor lo toma por la nuca y la cintura, y lo sostiene como si fuese a recostarlo en el lecho
Entonces te doy la vida eterna, amor imperecedero, el poder de la tormenta y de las bestias de la tierra, camina conmigo para ser mi amado esposo para siempre- le habla el príncipe con dulzura
Si, lo haré, lo haré- responde el chico con convicción.
El castaño le besa el cuello, y luego le entierra los colmillos en esa misma zona, el muchacho jadea adolorido, mientras el proceso.
Cuando se alejan el vampiro se abre la camisa dejando parte de su pecho al descubierto, y luego se hace un corte con una de sus uñas al lado de su tetilla izquierda, en donde está su corazón. Al segundo, brota sangre de la herida.
Sen, bebe y únete a mí...en la vida eterna- le dice el mayor con cadenciosidad
El muchacho se aproxima al corte y comienza a lamer la herida, tras lo cual Zangetsu muestra una mueca de cierto agrado, pero luego de unos segundos se arrepiente de lo que acaba de hacer
No, no puedo permitírtelo- le dice alejándolo
Por favor, no me importa, hazme tuyo- le contesta Sen con tono de suplica
Quedarás condenado como yo a caminar por la sombra de la muerte por toda la eternidad, y te amo demasiado para condenarte- lo trata de persuadir sollozando quedamente el Conde
Entonces debes tenerme siempre a tu lado- le responde el pelinegro con decisión
De inmediato se le vuelve a prender y sigue lamiendo la sangre, el príncipe se sostiene de la cabecera de la cama para mantener el equilibrio mientras se deja hacer por el menor, quien a su vez apoya sus manos en el abdomen del más alto; las lamidas del chico en la piel de su amor, le causan al mayor sensaciones placenteras, por lo que, el castaño las deja ver a través de las expresiones de deleite y gozo que refleja en su rostro, acompañadas de gemidos extasiados.
Sen sigue con su labor ajeno a cualquier cosa, para luego mirar a su amado en el momento en que este abre los brazos, y lo abraza con cariño y posesion. Un momento más tarde Dracula mira hacia la puerta presintiendo que alguien viene.
De inmediato entran los acompañantes de Sen, y lo ven en la cama aún haciendo la acción de seguir lamiendo
Sen- dice Hombuld
El nombrado abre los ojos sorprendido y asustado
Es ahí cuando se aparece el vampiro delante de ellos con su aspecto de murciélago horripilante y gigantesco.
Grimmjow y Shunsui ponen sus respectivos crucifijos frente al Nosferatu instantáneamente. Acto seguido, Van Hellsing empieza a recitar de nuevo el exorcismo de antes
¿Crees que puedes hacerme algo con tus baratijas? Le habla el murciélago haciendo que se queme el crucifijo y que el doctor caiga al suelo
Yo serví a la cruz, estuve al mando de cientos de ejércitos mucho antes de que tú nacieras- agrega cuando lo ve levantarse
Tus ejércitos han caído, torturaste y empalaste a miles de personas- le responde Shunsui rebatiéndole
Porque fui traicionado, mira lo que tu Dios ha hecho conmigo- le contesta imponente el Nosferatu
Tu guerra con Dios ha concluido, debes pagar por tus crímenes- responde Van Hellsing lanzándole agua bendita, ante lo cual, el conde se sobrecoge, y Grimmjow aprovecha la oportunidad para acercarse a ayudar a Sen a levantarse del lecho.
Cristo te obliga-le grita Shunsui a Zangetsu
En eso el murciélago mira hacia dónde están el peliazul y el pelinegro.
Él es ahora mi esposo- contesta el Nosferatu con voz temeraria refiriéndose al pelinegro.
No- dice Grimmjow apuntándole con la pistola que trae consigo
No-grita Sen tratando de detener a su verdadero esposo para que no le dispare a Zangetsu
De inmediato el peliazul le dispara, mientras algunos de sus acompañantes lo secundan, y el Conde empieza a caminar de para atrás buscando refugio en la oscuridad
Luz, más luz- reclama Van Hellsing para que le impidan al Nosferatu conseguir el abrigo de las sombras
Pero el Conde se transforma en una manada de ratas que tratan de escapar por la ventana abierta pasando por los lados de los pies del pelinegro y los demás
Atrápenlas y mátenlas- demanda Shunsui
Sen solloza mientras las ve irse
Acto seguido, todos tratan de matarlas con la culata de sus armas, sin embargo, algunas si consiguen salir ilesas.
Tenemos una ventaja, Dracula nos teme y se le acaba el tiempo, sino porqué huye con tanta prisa- comenta Van Hellsing un poco satisfecho.