Capítulo 4.- Inexorable
La mañana era clara y hacía frío, pero el frío del cuerpo no se compara con el frío del alma, Shun abrió los ojos pero deseó no hacerlo, no quería despertar, su sueño había sido muy hermoso, muy muy hermoso en verdad, su realidad era bastante diferente porque junto a él se encontraba dormido profundamente su rubio maestro, su sereno rostro molestaba a Shun de vez en cuando, al rubio nada le perturbaba y eso era una virtud, el asunto es que frente a los problemas esto no era una virtud, por lo menos a los ojos de Shun no lo era
El muy apuesto hombre de ojos verdes se movió lentamente en la cama y se levantó tratando de no hacer escándalo para no despertar a su esposo, este nunca fue uno de sus fuertes, o por lo menos no lo era antes porque a Shaka nada le perturbaba el sueño, Shun sonrió porque recordó que en el pasado nunca pudo hacerlo bien y Seiya siempre despertaba porque sus intentos de ser sigiloso nunca fueron exitosos
Seiya… vaya… habían pasado seis años desde la última vez que lo vio, seis años desde que a través de la ventana del segundo piso de la mansión Kido lo había visto tomar ese taxi con camino al aeropuerto para nunca volver, qué sería de la vida del pegasito?, hacía mucho tiempo que ni siquiera escuchaba rumores de él, Shun estaba seguro de que sus amigos si lo sabían pero no se lo contaban, será que Seiya era feliz?, se graduaría de médico?, seguiría viviendo en Grecia?, dioses… mucho tiempo había pasado, demasiado a su criterio
Shun se envolvió en una manta y caminó por su departamento rumbo a la cocina, puso agua en la tetera y salió al balconcito de la sala, encendió un cigarrillo y lo fumó lentamente, de un tiempo a esta parte Shun fumaba todo el tiempo, sabía que no debía porque usualmente tosía en las noches pero… no lo podía evitar, la ansiedad lo iba a matar, había mañanas en las que le hormigueaba la piel, en las que le costaba respirar y se moría por un cigarrillo, en contra de toda recomendación se lo fumaba tempranito en la mañana, y la característica de ello era que la noche anterior soñaba con Seiya y amanecía pensando en él
- Levantado tan temprano?, vas a meditar conmigo? – Shaka había despertado y fue por su departamento buscando a su esposo hasta encontrarlo como lo encontraba todas las mañanas, en el balconcito con la mirada perdida en el horizonte
- La verdad no tengo ganas, pero ya no tenía sueño tampoco, pensaste en lo que hablamos ayer? – Shun entró a la salita y caminó a la cocina, la tetera ya estaba pitando
- Qué hablamos ayer? – Shaka frunció el ceño, no tenía idea de lo que Shun estaba hablando, y esto molestaba sobremanera al muchacho de ojos verdes porque tenía la impresión de que Shaka no lo tomaba en cuenta en lo más mínimo
- De la carta que llegó de Saori, el viaje a Grecia, la Fundación… lo hablamos ayer durante la cena
- Ahhhh… qué con eso?
- Qué con eso???, honestamente Shaka, hay algo que te importe en esta vida?, estás cableado de manera que todo lo que digo lo olvidas al instante?, o simplemente está en tu naturaleza no hacerme caso?
- No seas dramático Shun, sé perfectamente de lo que estás hablando, pero yo no puedo tomar las decisiones por ti, soy tu esposo, no tu dueño o tu titiritero, el viaje a Grecia depende de si tú quieres ir o no, si quieres ayudar a las causas humanitarias de nuestra diosa o no, de si quieres perder tu trabajo aquí o no, yo no puedo decidir por ti
- No te estoy pidiendo que decidas por mí, pero esta es una de esas decisiones que tenemos que tomar juntos porque el viaje no me afecta solo a mí, nos afecta a los dos
- Yo apoyo lo que tú quieras hacer, si quieres viajar a Grecia pues hazlo, construye lo que sea que nuestra Diosa quiere construir y regresa luego, yo iré a visitarte y tú puedes venir cuando puedas, si no quieres ir pues no vayas, pero no me ates a mí a tus decisiones – Shaka hablaba en tono por demás calmado y sereno y eso hacía que Shun perdiera toda la galanura y la paciencia, así había sido por años y el muchacho de ojos verdes ya no lo aguantaba
- Sabes qué?, me voy a ir a Grecia, no solo porque los esfuerzos humanitarios que hace Saori mediante su fundación son loables, sino porque necesito alejarme de ti, las cosas no están bien entre nosotros, no han estado bien en mucho tiempo y a ti no te importa
- No entiendo la razón por la que tú vives diciendo eso, si alguien ha cambiado aquí eres tú, no yo, yo he sido el mismo siempre, eres tú el que de pronto necesita más atención, el que se molesta con mi forma de ser, el que se molesta por todo y de todo, si quieres mi opinión, un tiempo separados nos haría bien, nos ayudaría a poner en perspectiva nuestra relación, por lo que si quieres ir a Grecia pues me parece perfecto – Shaka cambió su tono y sonaba un poco molesto, en todo el tiempo que ellos llevaban juntos, Shun nunca había escuchado ese tono en sus esposo, por lo que sumamente ofendido preguntó a manera de reclamo:
- Ahora quieres que me vaya?
- No, eso no es lo que dije, no pongas palabras en mi boca, y es precisamente porque yo sabía cómo ibas a reaccionar es que no dije nada ni expresé ningún tipo de opinión en el asunto, sabía que tu darías la vuelta a la situación y te harías la víctima, si tú piensas que a mí no me importan las cosas, yo creo que en cambio tú necesitas drama en tu vida, y por eso me peleas todo y me discutes todo, ya no eres la persona de la que yo me enamoré
- Ni tu tampoco eres de quien yo me enamoré
- Perfecto… ve a Grecia entonces, pon las cosas en perspectiva y si quieres volver, vuelve, pero si vas a volver a seguir en la misma situación en la que estamos ahora, mejor no vuelvas, por tu salud mental y la mía
- No te preocupes, así lo haré
Shun salió de la cocina y fue rumbo a la habitación, entró en la ducha y cuando salió Shaka ya no estaba allí, “Eso es mejor” pensó Shun que se afanó en armar su maleta y prepararlo todo para el viaje, llamó a Ikky que en esos momentos estaba trabajando en África y le contó su cambio de vida, porque esa misma tarde el muchacho de ojos verdes estaba ya sentado en un avión rumbo a Grecia
El viaje fue pesado, las conexiones de los vuelos como fueron hechas a último minuto, resultaron en que Shun llegara a su destino a las 3 de la mañana, el siempre fiel Tatsumi lo había ido a recibir en el aeropuerto y lo llevó a la casa de Saori en Atenas, el reloj biológico de Shun estaba totalmente fuera de foco porque se moría de hambre y no tenía sueño, así que luego de dejar su maleta en la habitación que le asignaron, fue por la cocina a prepararse un bocadillo, ya en la cocina vio muchas cosas que no tenían sentido
Tatsumi le había dicho que en aquella casa vivían Aioros, Aioria y Seiya, que hasta no mucho tiempo Mu, y Kiki habían vivido allí pero que hacía un par de meses se habían mudado a Jamir, pero que usualmente recibían a los caballeros dorados, plata y bronce, que así como él, venían de vez en cuando con tareas específicas que cumplir para la fundación, en varias ocasiones habían recibido a los generales marinos de Poseidón, que eran los que más de cerca trabajaban con la fundación de la Diosa de la tierra, entonces no era raro ver por aquella casa a los caballeros divinos de Asgard
Shun sonrió cuando vio un dibujo en el refrigerador, era un dibujo hecho por un niño pequeño sin duda, pero eso fue lo primero que le llamó la atención de la cocina, lo segundo fue la cantidad de cajas de cereales que allí habían, una sillita alta también estaba por ahí, en la alacena había muchos paquetes de galletas, pudines, jugos de cartón y demás chucherías que usualmente comen los niños, y eso trajo una pregunta a Shun, habían niños en esa casa???
Shun tomó un vaso y lo llenó con jugo de naranja del refrigerador, luego se dedicó a pasear por la casa, miró las estanterías y sonrió al ver fotos de los caballeros que allí vivían, el muchacho de ojos verdes sonrió con tristeza cuando tomó una foto en la que estaba Seiya luciendo su toga y birrete el día de su graduación, a su lado Aioros lucía muy contento, Saori también había asistido y posaba junto a Seiya en otra fotografía
Esas dos eran las únicas fotografías de Seiya, había un par de fotos de Aioros, otro par de Aioria, pero la mayor cantidad de fotos eran de un niño muy hermoso que posaba para la cámara, tenía los ojos cafés, los cabellos negros y algo ondulados, piel trigueña y una sonrisa muy bonita, este pequeño sonreía en todas las fotos y Shun no tenía ni la menor idea de quien podría ser
En el estudio habían muchos libros de medicina, por toda la casa estaban botados estetoscopios, mandiles, tensiómetros y demás instrumentos médicos, Shun sonrió al pensar que a la final 3 médicos vivían en aquella casa y Seiya siempre fue por demás desordenado, y en esas observaciones estuvo cuando sintió la primera conmoción en la casa, Aioros salía de una de las habitaciones con una cara de sueño única
- Por todos los dioses… Shun… qué diablos haces aquí? – el antiguo caballero dorado de Sagitario salió de su impresión inicial y abrazó contento al muchacho de ojos verdes que sonrió y correspondió el abrazo
- Vine para lo de la construcción de la casa hogar que fue demolida y la reconstrucción del puente
- Tu eres el ingeniero que Saori consiguió?, con razón te quedas aquí, eso no nos lo dijeron y si nos pareció extraño que nuestra diosa diera cabida en esta casa a alguien extraño, pero no… tú no eres ningún extraño
- No les dijeron que yo vendría?
- No… solo nos dijeron que ya habían conseguido un ingeniero civil pero no nos dijeron que se trataba de ti, que gusto verte, cómo están todos en Tokio?
- Bien… bien… pero mejor hablamos mañana, no quiero desvelarte, el que yo esté con el horario cambiado no significa que debas desvelarte por mi – Shun dijo esto con una sincera sonrisa, él no quería causar incomodidades y molestias a los habitantes de esa casa
- Eso sería bueno pero ya debo bañarme para salir, tengo el primer turno de la mañana, voy a despertar a Aioria porque él también tiene el primer turno – el castaño mayor bostezó y señaló la puerta cerrada de la derecha
- Y Seiya? – Shun no se pudo contener y preguntó por aquel castaño al que tanto había recordado este último tiempo
- Seiya tuvo el turno de la noche, debe estar por llegar ahora que lo pienso – Aioros miró su reloj de muñeca, eran las 5:30 de la mañana, pronto amanecería porque ya se empezaba a aclarar el día
- En serio?, ohhh… - Shun no sabía que decir, de solo pensar en Seiya el corazón le empezó a latir con fuerza, él sentía muchas cosas con respecto a Seiya, las cosas con él quedaron a medias, ellos nunca se despidieron, Seiya simplemente se fue con el corazón roto y Shun se sentía culpable por ello, siempre se sintió culpable por ello en especial luego de haber hablado mucho con Ikky, su hermano le había asegurado que él nunca se acostó con Seiya, que solo fue una noche de tragos que se salió de control, pero que no había pasado a mayores
- Seiya está bien, no te preocupes, él superó todo lo que pasó contigo hace mucho tiempo, no te guarda rencor y eso te lo puedo asegurar, no me mires así, ya conoces como es Seiya y me lo contó todo en el viaje de avión hasta aquí
- Si… eso era de suponerse – Shun se sentía muy avergonzado con Aioros en este punto, lo que menos él hubiera querido es que todo el mundo se enterara de su relación con Seiya pero… era lógico que su ex amante le hubiera contado todo a su maestro
- Bueno, no te preocupes entonces, Seiya no es capaz de mantenerse molesto por mucho tiempo, dolido si estuvo pero… el mantener la mente ocupada si ayuda
- Me alegro, no sabes cuánto – dijo Shun con un peso menos en el alma
- Bien, y cómo está Shaka? – preguntó Aioros abriendo la puerta de la habitación de Aioria que seguía completamente dormido
- Bien… Shaka siempre está muy bien – contestó Shun con una triste sonrisa, en lo que menos quería pensar era en su parco esposo
Aioros despertó a su hermano, el que también abrazó contento a Shun cuando lo vio, pero luego ambos castaños se alistaron para ir al hospital, ellos formaban parte de la organización de médicos sin fronteras, pero se habían establecido de manera semi permanente en Grecia para dar soporte a uno de los hospitales más grandes, ellos iban y venían por el mundo pero siempre era bueno echar raíces por un tiempo antes de moverse, además Seiya había estado solo mucho tiempo, y ahora necesitaba toda la ayuda que pudieran darle
Shun siguió paseándose por la casa hasta que escuchó ruido y movimiento en la cocina, de solo pensar que era Seiya el que debía haber llegado, su corazón le escapó un latido, el muchacho de ojos verdes caminó sigilosamente por la estancia y se asomó a la cocina, efectivamente allí estaba el castaño de sus sueños, aquel con el que había soñado tanto estos últimos meses, aquel al que sus pensamientos iban casi todo el tiempo, Seiya vestía un conjunto azul celeste que parecía muy cómodo, ropa normal de quirófano y zapatillas deportivas, su rostro sereno descansaba sobre sus brazos, Seiya estaba acomodado en la silla de la mesita de la cocina, parecía dormir mientras la cafetera trabajaba, Shun no sabía si despertarlo o no, aún no se decidía cuando un campanilleo llenó la cocina, las tostadas habían saltado en la tostadora
- Shun?, por todos los dioses… qué haces aquí? – Seiya abrió los ojos pesadamente, se podía ver el cansancio en su joven rostro, a la final ellos aún no cumplían 28 años
- Seiya… no quise asustarte – Shun dio un paso hacia el castaño pero se detuvo, no sabía qué hacer, no sabía si acercarse y abrazarlo como quería, no sabía si acercarse y estrechar su mano, no sabía si debía quedarse en donde estaba, Shun no sabía qué hacer o cómo actuar, esto no le había pasado antes en la vida
- No me asustaste, pero si me sorprendiste, dioses… – Seiya se cruzó de brazos y lo miró intensamente, Shun sintió como una corriente eléctrica lo atravesó entero, él ansiaba sentir el calor del cuerpo de Seiya, pensó que la familiaridad de la situación iba a jugar en su favor pero aparentemente no había sido así, aunque la visión del castaño de pie en la cocina llenó sus sentidos, Shun hubiera dado la vida entera para poder abrazarlo
- Si… vienes del hospital eh? – Shun hizo gala de todo su autocontrol para no lanzarse y besar a Seiya que lo miraba con una sonrisa algo extraña en su rostro, el castaño ya no lo miraba con dolor pero tampoco lo miraba como antes lo hacía, ira… Seiya lo estaba mirando con ira aunque lo estuviera tratando de disimular, eso hizo que el corazón de Shun se contrajera, aparentemente Seiya no era tan generoso y bondadoso como él pensó, aún le guardaba rencor… diablos…
- Tanto se me nota?, si… fue una noche dura, ayer estaba en la sala de neonatología, amo los bebés pero tenemos un caso algo complicado de una niña que está en verdad delicada, pasé la noche entera velando su sueño y chequeando sus signos, estoy optimista porque pasó la noche, esperemos que salga del cuadro, es muy pequeñita
- En que te especializas Seiya?
- En nada aún, la carrera ya la acabé, estoy haciendo el Internado y luego tengo que hacer la especialización, pero creo que la voy a hacer en pediatría, aunque me gusta también cirugía general, Aioros dice que me iría mejor en pediatría así que, le voy a hacer caso a mi maestro, ya apliqué para el cupo y estoy esperando a que me lo confirmen, si todo sale bien empezaría en un par de meses, y tú?, aún no me cuentas que haces aquí – al inicio el tono de Seiya sonó algo… agresivo, ahora estaba mucho más calmado, la sorpresa inicial de ver a Shun ya había pasado aparentemente
- Ohhhh… Saori me llamó, necesitaban aquí un ingeniero para la reconstrucción de un puente y la construcción de una casa hogar, y bueno… es una causa humanitaria así que me ofrecí a venir – Shun se encogió de hombros cuando dijo esto, Seiya estaba ignorándolo hasta cierto punto porque estaba afanado sirviendo los jarros de café y poniendo más pan a tostar, Shun pensó que era para Aioros que bajó corriendo las escaleras y tomó uno de los jarros servidos con una tostada, Seiya había sacado mermelada, mantequilla y queso para ponerlo en la mesa, era un desayuno bastante simple pensó Shun, hasta que vio que Seiya sacaba de la refrigeradora una taja algo grande de sandía y la empezó a picar, puso algunos huevos de codorniz a hervir, sacó yogurt y cereal, Shun sonrió… Seiya siempre estaba comiendo algo y no le sorprendía sus opciones de desayuno, muy diferente al de su maestro y Aioria
- Eso es genial, te vas a quedar aquí Shun?, mientras estés en Grecia – preguntó Seiya que ahora estaba picando un pedazo de papaya, para sorpresa del muchacho de ojos verdes, Seiya estaba preparando dos pocillos de fruta, será que le iba a dar un pocillo a él?, no… o si?, antes si solía hacerlo, será que lo hace???, Shun miraba expectante, no sabía que hacer aún
- Si, si no es mucha molestia prefiero quedarme aquí, no quiero estar yo solo en un país extraño
- Faltaba más, siempre serás bienvenido aquí hijo, me regalas un poco de piña Seiya? – Aioros dijo esto apurando su café, Seiya abrió el refrigerador y sacó una rodaja algo grande de piña y la empezó a picar, Aioros tomó un pedacito y se lo comió con una sonrisa, Aioria en cambio tomó un pedacito de sandía de uno de los pocillos, pero lo hizo muy ágilmente porque Seiya levantó el cuchillo con la obvia intención de cortarle la mano
- Ya ya ya… no seas enojón, deberías picar fruta para mi de vez en cuando – dijo Aioria ya desde la puerta de la cocina
- No… tú tienes dos manos, pícate la fruta que quieras
- Enemigo de la diversión – respondió el antiguo caballero de Leo mientras revisaba su billetera y unos papeles que estaban en la mesa de la cocina, Shun algo iba a decir pero una conmoción llenó el ambiente, la puerta de la cocina que daba al patio se abrió y Saga entraba con un niño en brazos, el pequeño se soltó del abrazo del mayor y corrió hasta Seiya abriendo sus brazos al decir:
- Papi Seiya!!!!!!!!!!!!!!!! – el castaño sonrió y se le iluminó el rostro al agacharse y recibir en sus brazos al pequeñito que lo abrazó y lo llenó de besos
- Hola amorcito, cómo estás?, dormiste bien?, hiciste tus tareas?, te portaste bien?
- Si papi Seiya, mi papi Kanon me leyó un cuento luego de la cena, juntos hicimos mi tarea y me dejó ver la tele hasta tarde, vimos dibujitos hasta que me quedé dormido, la pasé genial papito – respondió el pequeño con una sonrisa en los labios, Seiya se volteó y vio al peliazul que susurró:
- Traidor – y le hizo cosquillas al niño que rió estrepitosamente pero abrió la boca cuando Seiya lo sentó en el mesón de la cocina y puso una uva verde en su boca, Shun se dio cuenta de su error, aquel no era Saga, era Kanon, pero… qué diablos???, Kanon caminó hasta Aioros y lo saludó con la mayor naturalidad del mundo, lo mismo con Aioria, se acercó a él y estrechó su mano también
- No televisión hasta tarde Kanon, luego Max se duerme en clases – dijo Seiya llamando la atención del hombre de cabellos azules que regresó hasta donde ellos estaban y también tomó una uva para llevársela a la boca
- Ya no te esponjes que no estuvo despierto hasta muy tarde, qué tal te fue en el hospital?, qué pasó con la niñita que me contaste? – Kanon se paseaba por la cocina con total naturalidad, a lo que llegó había besado a Seiya en la frente, Shun no sabía que hacer o que decir en este punto
- Hasta ahora está bien, hay que ver como evoluciona, abre la boca… eso es… tu no, no te hagas el chistoso – Seiya había tomado un cubierto y le dio un pedacito de sandía a Max, Kanon también abrió la boca pero a él no le dio nada, el peliazul solamente sonreía divertido
- Yo también tengo hambre, soy un ser vivo Seiya, tienes que alimentarme – Seiya sonrió y con otro tenedor le dio una piña en la boca a Kanon que se estremeció entero, aparentemente la piña estaba agria, Seiya sonrió y Max abrió la boca esperando una nueva sandía o algo, su castaño padre se la dio mientras el pequeñito sacaba un estetoscopio del bolsillo de la camisa de Seiya y se lo acomodó en sus orejas
Shun miró con una mezcla de sentimientos a Seiya dar de comer a su hijo, era obvio para él que el pequeño era hijo de Seiya, porque a Aioros y a Aioria los llamaba como tíos, Max estaba escuchando con el estetoscopio el corazón de Seiya mientras él charlaba con Kanon, Shun estaba sentado en la mesita de la cocina tomando café y escuchaba sin escuchar la charla de los hermanos de Leo y Sagitario hasta que ambos se fueron, iban rumbo al hospital, Seiya le encargó a su maestro que chequeara a la niña que él cuidó en la noche
- Papi… tú me vas a ir a buscar en la escuela hoy? – preguntó Max cuando Seiya le quitó el estetoscopio de las orejas y le dio un vaso de yogurt con cereal en un pocillo, el niño no lo comía mezclado porque decía que le sabía a engrudo
- Si amor, yo te voy a buscar en la escuela
- Y voy a dormir aquí hoy?
- No mi vida, hoy también duermes con papi Kanon porque yo tengo guardia, y tus tíos también
- Hoy voy a hacer espagueti para la cena, qué tal suena? – propuso Kanon con una sonrisa, el pequeño levantó los brazos en señal de emoción pero luego Seiya lo bajó del mesón y lo mandó a que se lave los dientes y las manos, el niño corrió al segundo piso, Seiya lo miraba y sonreía, Kanon disimuladamente le quitó el jarro de café de las manos y se tomó un sorbito
- Hay un pote de café recién hecho, es absolutamente necesario que te tomes mi café? – preguntó Seiya comiendo una uva
- Solo quería un bocado y tú le pones la correcta cantidad de azúcar y crema, y le pones chocolate también, me gusta tu café, es tu culpa que lo haces tan rico
- Si si si… por favor no le des muchas golosinas a Max, y es en serio lo de que no lo dejes dormir muy tarde que luego se duerme en clases, no sería la primera vez que me llama su maestra por ello, lo que me recuerda… compraste la lámpara de muñequitos?
- No le doy muchas golosinas a Max, no se durmió tan tarde, eran las 10 máximo, y si, compramos una lámpara de dinosaurios que le gustó, fuimos ayer a buscarla, y no te preocupes más de la cuenta, es mi hijo también y sé que es lo que puede comer y lo que no, no te estreses bonito que te vas a enfermar y que hacemos con un médico enfermo?, no no no – Kanon le sonrió a Seiya y le guiñó el ojo, el castaño meneó la cabeza y se agachó para abrazar a su hijo otra vez, le ayudó a ponerse la mochila y le besó la frente al decir:
- Pórtate bien en la escuela, quiero que comas el snack que te empaqué, no lo cambies con tus compañeros que tú tienes que comer esto, me lo prometes?
- Si papito
- Diviértete mucho – Seiya besó nuevamente a su hijo en la mejilla y el pequeñito lo abrazó antes de tomar la mano de Kanon que guiaba hacia la puerta de la cocina
- Si papito, te quiero
- Yo te quiero a ti, adiós mi amor
- Adiós mi vida – respondió Kanon mandándole un beso volado a Seiya que sonrió y meneó la cabeza al decir:
- No estaba hablando contigo
- Aguafiestas, bye…
Kanon se puso sus lentes de sol y salió al patio caminando de la mano del pequeño, Seiya acabó de tomar su café y empezó a recoger los pocillos vacíos, la tabla de picar, los cubiertos y los cuchillos para ponerlos en el lavandín, las muchachas del servicio no tardaban en llegar, Shun estaba en silencio pero no lo pudo aguantar y preguntó:
- Tienes un hijo Seiya?, pero… por qué no nos lo contaste?
- Shun… esa historia es media larga y en este punto tengo sueño, estoy en piloto automático y no creo sonar coherente, necesito dormir porque estuve de guardia casi 18 horas, te parece si dejamos esa conversación para otra ocasión? – el cansancio en Seiya era en verdad notorio, pero Shun no pudo contenerse y preguntó:
- Te casaste con Kanon? – Seiya miró aquellos ojos verdes que lo miraban con dolor, eso sí le sorprendió así que tomó aire y contestó en tono calmado:
- Si… me casé con Kanon, me separé de él también, hace un año más o menos, ya pusimos los papeles del divorcio pero aún no salen, no sé qué problema hay pero Kanon dijo que lo iba a arreglar, adoptamos un niño y tenemos custodia compartida cuando él está aquí, usualmente él pasa la mayor parte del año en Asgard, entonces… Max vive aquí conmigo pero pasa todo el tiempo que puede con Kanon cuando está de visita, no… no estoy en plan suicida porque mi matrimonio no funcionó, si… amé mucho a Kanon pero lastimosamente es geográficamente indeseable y me niego a ser revuelque temporal y ocasional cuando él está aquí, amo a mi hijo con pasión y locura, si… es una inmensa responsabilidad porque Max es un niño muy especial, tiene una condición del corazón algo complicada, tiene asma también y es candidato para recibir un trasplante, está en la lista pero no hemos tenido suerte aún, no pongas esa cara que la mayoría del tiempo mi bebé está bastante bien, solo no puede unirse al equipo de atletismo aún, por eso ganamos su custodia, Max estaba bajo la custodia del estado porque su madre lo abandonó en mi hospital, yo estaba de ronda ese día, eso fue cuando estaba en las prácticas de mi último año, Max tenía dos años y estaba en verdad delicado, así que yo lo paseé la noche entera, su médico dijo que moriría irremediablemente así que yo pensé que si iba a morir, pues por lo menos debería sentirse seguro y amado en mis brazos, pero… mi bebé no murió, por días yo pasé en el hospital cuidándolo, paseándolo, haciéndole compañía, tú sabes… se me rompió el corazón al ver un bebé abandonado y tan enfermo, pero bueno… poco a poco se recuperó y cuando estuvo mejor hice los papeles para adoptarlo legalmente, Servicios sociales estuvo de acuerdo en que Max iba a estar bien cuidado al yo ser médico y desde ese día soy papá, entonces… ese es el resumen de mi vida desde la última vez que nos vimos, si necesitas saber alguna otra cosa la podemos hablar en la tarde, por ahora me muero de sueño, así que por favor Shun, no hagas mucha bulla que en contra de todo pronóstico tengo el sueño liviano
- Cielos… Seiya yo… - Shun estaba perdido, se había quedado sin palabras, ni en sus sueños más salvajes pudo pensar que Seiya hubiera pasado por todo lo que ha pasado
- No tienes que decir nada, la vida es lo que nos pasa cuando estamos ocupados haciendo planes, quiero saber que ha pasado con tu vida pero no en este momento, no recordaría nada de lo que me cuentes, es en serio lo de que estoy en piloto automático, nos vemos más tarde Shun y hablaremos, te parece bien?
- Claro… descansa Seiya
- Ojalá…
Seiya caminó por el pasillo y movía su cabeza de un lado hacia el otro, el joven médico estaba claramente cansado y estresado, al llegar a las gradas se sacó la camisa que estaba puesto y siguió caminando como autómata por la casa, Shun notó un tatuaje bajo el hombro derecho en su espalda pero no pudo distinguir bien lo que era, y esa fue una de las tantas cosas que no podía creer, Seiya se había casado, estaba en franco plan de divorcio pero no parecía tan afectado por ello, o por lo menos eso era lo que estaba aparentando, tenía un hijo, tenía una carrera, Seiya tenía… una vida, una hermosa y complicada vida y todo ello sucedió en su ausencia, Shun en cambio se sentía estancado, sin su trabajo no era nadie, porque su matrimonio era una farsa y también estaba a puertas de acabarse, pero no… él no podría hacer lo que Seiya hacía, no podría tener una relación tan cordial con Shaka si en verdad se llegaban a separar, dioses… Seiya tenía mucha razón cuando dijo que la vida es lo que nos pasa cuando estamos ocupados haciendo planes…