Capítulo 10.- Nuevas oportunidades
Llovía… la noche era oscura y llovía, usualmente Shun podía dormir como bebé cuando llovía, el ruido de la lluvia golpeando los ventanales era el mejor sonido en la vida para ayudarle a conciliar el sueño pero ahora… ahora las cosas eran diferentes, Shun estaba acomodado de ladito con la mirada perdida en el cristal de la ventana que dejaba pasar la luz del farol de la calle, su cabeza era una revolución, es que no podía ser… por qué la vida se ensañaba así con él?, por qué Hades tenía que dar señales de vida ahora que ya lo había empezado a olvidar?, por qué???
Julián se movió en la cama abrazándolo, el muchacho de ojos verdes quería desaparecer, lo que menos quería era que su novio lo abrazara en estos momentos, dioses… su novio… Julián era su novio, el padre del hijo que estaba esperando, del niño que ya venía en camino, Shun pensó que estaba siendo idiota, no debería preocuparse por Hades en lo más mínimo porque apenas se entere de que él estaba esperando el hijo de otro, irremediablemente se volvería a ir por donde vino, pero… Hades… demonios…
Shun miró como la mañana llegó y el día se aclaró, no pudo conciliar el sueño toda la noche por lo que cuando sonó la alarma quiso hacer todo menos moverse, se sentía tan mal, y no solo físicamente, emocionalmente estaba apabullado, con una sola palabra Hades había logrado desbaratar su mundo entero, eso no era justo…
- Buen día pequeño… hey… dormiste algo?, no me gusta tu carita – Julián se movió lentamente en la cama estirándose y abrazando a Shun de manera que besó su hombro y luego lo volteó suavemente en la cama, el peliverde acarició su mejilla, sonrió levemente al responder:
- Es la única cara que tengo Julián
- No… no es la única que tienes, estás pálido, ojeroso, seguro te sientes bien? – Julián puso la mano en su frente y luego en su cuello para sentir los latidos de su corazón, Shun se sentía peor al ver la preocupación en el rostro del peliazul
- Si amor, me siento bien, solo cansado porque no dormí anoche, la lluvia me despertó muchas veces, eso es todo – Shun se volteó en la cama y se acurrucó en el pecho de Julián que lo abrazó y le besó la frente
- Si quieres descansar y quedarte en cama yo puedo pasar por la guardería dejando a Max y de paso hablo con tu jefe, no creo que sea conveniente que te levantes – Julián puso una mano en el ya no tan plano vientre de Shun y acarició su suave piel
- No puedo faltar hoy, además tengo cita con el médico al medio día, por más que quisiera no podría quedarme en cama, si me quedo en casa sería para cuidar a Seiya, él en verdad que no puede moverse mucho y necesita atenciones – Shun suspiró al pensar en el castaño que no había dado muestras de haberse movido aún
- Seguro que te sientes bien? – Julián no se convencía y no quería dejar que Shun se levantara de la cama
- Si Julián, estoy bien, podrías poner a hacer café hasta yo bañarme?, quiero bañarme hoy antes de salir
- Claro amor, te espero abajo – Julián besó suavemente a Shun en los labios y se puso un buso antes de salir de la habitación
El agua caliente no logró relajar a Shun que se sentía morir en la ducha, su mundo estaba colapsando de la peor manera posible, la incertidumbre lo carcomía porque no sabía si Hades estaba de vuelta en la ciudad o si había mandado ese paquete de lejos, pero no… debía estar en la ciudad porque no tenía estampas de ningún otro lado, pero… de ser así, Hades se estaba arriesgando de la peor manera, su orden de captura estaba vigente, la policía aún lo buscaba, Milo le había dicho varias veces que la unidad de vicio que estaba a cargo de la investigación vigilaba constantemente su casa con la esperanza de que Hades llegara algún día, hasta le había dicho que las primeras semanas luego de la desaparición de Hades, lo seguían a él, para ver y chequear sus movimientos, lo que estaba pasando no lo pudo haber imaginado ni en sus sueños más salvajes
En otra de las habitaciones, Seiya estaba despierto y estaba acariciando la cabeza de su pequeño hijo que aún dormía en su regazo cuando la puerta se abrió, Hyoga estaba de pie con cara de pocos amigos
- Sé muy bien que no soy la persona más confiable en la tierra pero, por qué demonios no me llamaste Seiya?, si tenías problemas en ese bar, me hubieras dicho y yo te acompañaba a ir allí todas las noches, hermanito… no me tienes confianza?, ni un poquito?
- No es eso Hyoga – respondió Seiya haciendo una mueca porque respiró un poco más profundo de lo que debería y le dolió el pecho, el rubio se sentó junto a él en la cama y tomó su mano al decir:
- Sé que soy un problema en dos pies y que tú y Shun lo hacen todo en esta casa pero… yo podría cuidar de ti, golpear a la gente es una de las cosas que más disfruto hacer, debiste decirme para acompañarte a tu bar y mantenerte seguro de esos malnacidos, hey… yo podría ser tu guardespaldas, como en las películas – el rubio sonrió un poquito y acarició la mejilla de Seiya que sonrió también
- Tienes razón, debí habértelo dicho, tú los hubieras matado cuando se acercaron a mi, la verdad no pensé que las cosas se complicarían de esta forma, siempre hay problemas en el bar por ese tipo de clientes, pero Bob, el portero los tiene a raya, nunca se me hubiera ocurrido que me estuvieran esperando en el callejón a mi hora de entrada
- Por qué lo hicieron?, lo sabes?, qué le dijiste a la policía?, eso no me dijo Julián
- Ohhh Julián te contó?, pensé que Shun lo hizo, lo que pasa es que uno de esos, el que está en el hospital con un balazo en la pierna, él me ha propuesto muchas noches el ir con él a su casa, me ofreció mucho dinero para hacerlo pero… pero yo no quiero hacer eso, si nos hace falta el dinero pero… uno de los objetivos de mi vida es no convertirme en un puto, así que no acepté y no acepté, entonces… él quiso tomarme a la fuerza, no hay ciencia en esto Hyoga – Seiya suspiró con tristeza cuando dijo esto, Hyoga en cambio se llenó de indignación, su joven hermano estaba totalmente expuesto a la crueldad de la calle y ahora había pagado el precio de la pobreza y necesidad
- Bueno… ya no vas a tener que preocuparte por eso porque yo voy a cuidar de ti de ahora en adelante, quieres que te traiga el desayuno?, o quieres que te baje al comedor?
- Me vas a bajar?
- Claro, soy tu guardespaldas no? – Hyoga sonrió muy divertido al decir esto y eso hizo sonreír sinceramente a Seiya que meneó la cabeza y respondió:
- Mejor ayúdame con Max, Shun ya mismo viene a llevárselo y no está listo – Hyoga asintió y sin problema sacó la ropita de Max y siguió todas las indicaciones de Seiya para alistar a su retoño, luego lo llevó a la planta baja en donde lo dejó al cuidado de Julián que estaba haciendo el desayuno, el rubio ayudó a Seiya a bañarse, prácticamente lo vistió y cargándolo con mucho cuidado lo llevó a él también a la planta baja en donde Shun ya estaba listo y bañado también, lo extraño de la situación era que no era un desayuno meramente familiar, había un extraño que estaba de lo más cómodo apoyado en el mesón de la cocina hablando con Julián y bebiendo un café
- Shura… qué haces aquí? – preguntó Seiya todo abochornado, él a la final estaba llegando en brazos de Hyoga como si no pudiera caminar, si podía hacerlo pero el cuerpo entero le dolía y por eso había aceptado con mucha gratitud las atenciones de su hermano mayor que lo tomó todo con la mayor naturalidad del mundo
- Te dije que iba a venir a visitarte, te traje un café pero… palidece al que Julián me ofreció, quería verte antes de irme a trabajar, de paso te traía las últimas novedades, pensé que te gustaría saberlo todo – el pelinegro detective estaba usando la misma ropa que estaba usando la noche anterior, por lo que era obvio que él no había ido a su casa la noche entera
- Saber qué cosa? – Seiya hizo caras de dolor cuando Hyoga lo acomodó en una de las sillas de la mesa, el castaño se llevó una mano al vientre y suspiró recobrando el color
- Los cargos ya fueron levantados en contra de los 4 agresores, con tu declaración lo hicimos todo, solo necesito que firmes estos papeles y los procesaremos de inmediato, no pensé que quisieras volver a la estación, o si? – Shura tomó un sobre manila que estaba en el mesón de la cocina y se lo dio a Seiya, el castaño sacó los papeles y los leyó rápidamente antes de firmar en donde Shura ya los había marcado con notitas removibles
- Y esto es todo? – preguntó Seiya devolviéndole los papeles a Shura
- No… estuvimos indagando y el hombre que está en el hospital ya nos mandó a sus abogados, hemos mantenido como privada tu dirección y datos por tu propia seguridad porque resulta que ese hombre es un empresario adinerado, no no no… no te angusties antes de tiempo – Shura se sentó en el silla junto a Seiya y tomó su mano porque el castaño palideció al escuchar eso, realmente se había asustado con las noticias
- Que no me angustie?, por todos los dioses… yo no quiero más problemas, solo quiero vivir en paz, no quiero más amenazas ni cosas – Seiya en verdad lucía asustado y Shura pudo ver lo joven que era, lo indefenso que se sentía y eso le llegó al alma porque tomó sus manos y le dijo:
- Él no está buscando hacerte más daño del que ya te hizo, sus abogados me dijeron que ese hombre está muy arrepentido de lo que pasó, lo que por supuesto no es cierto, pero sea como sea, lo que él desea es llegar a un acuerdo contigo para que retires los cargos, me dijeron que te entregue esto, me tomé la libertad de leerlo porque no estaba sellado y no quería angustiarte sin necesidad, es una oferta de una muy buena cantidad de dinero, les dije que hablaría contigo y que yo me comunicaría con ellos – Shura le entregó un sobre a Seiya que tenía un cheque al portador de una muy fuerte suma de dinero, Seiya lo miró y meneó la cabeza al decir:
- Yo no quiero el dinero de ese cerdo, lo quiero lejos de mi y de mi hijo, no quiero volverlo a ver nunca más en mi vida, eso es lo que quiero – Seiya iba a romper el cheque pero Shura lo impidió al tomar sus manos y decir:
- Eso ya se lo dije a sus abogados y están dispuestos a hacer un acuerdo fuera de corte que será notariado y mantenido en la estación adjunto al reporte que se llenó en el arresto y con estos papeles que sirven para el levantamiento de cargos, él ya fue arrestado y ese hecho no lo podemos cambiar, entonces el acuerdo al que llegues con él será monitoreado por mi oficina
- Eso que significa? – Seiya frunció el ceño, no entendía del todo lo que estaba pasando
- Significa que tendrás por escrito que ese tipo no podrá acercarse a ti porque de lo contrario iría preso, y puedes conservar ese dinero como compensación de tus heridas y muestra de buena fe – dijo Shyru que había estado en silencio tomando su café pero prestando atención a la conversación
- Entonces… debo aceptar este dinero? – Seiya preguntó a Shyru que asintió y se encogió de hombros
- Es poco para lo que ese hombre puede pagarte por tu silencio, pero lo más importante es que ahora tenemos un record criminal para él, lo vamos a tener vigilado para que no se acerque a ti, lo vamos a hacer cumplir su palabra porque no eres tú el primer caso en el que se ha visto envuelto, es una situación en la que todos ganamos, y vas a poder tener un poco de paz, pero de cualquier manera piénsalo, medítalo y considéralo, la decisión es tuya, si eliges no hacerlo el tipo irá a juicio y ese juicio es bastante fácil de ganar, porque tus testigos estrella somos mi unidad y yo, de cualquier manera recibirás justicia, yo me aseguraré de ello – Shura apretó suavemente la mano de Seiya y le sonrió
- Por qué me ayudas? – Seiya miró los ojos negros del detective y además de cansancio miró en ellos ternura, no era la primera vez que lo hacía, cuando Shura lo miraba bailar no admiraba su cuerpo casi desnudo, lo miraba a los ojos, eso era algo completamente diferente de los otros clientes del bar
- Porque quiero que me aceptes ese café que desesperadamente quiero invitarte, porque quiero conocerte realmente y quiero que me conozcas, porque es justo que alguien te ayude cuando necesites ayuda, porque no estás solo en el mundo, y porque no todos los hombres somos iguales, no me mal entiendas los hay peores, pero también me gustaría creer que habemos mejores – Shura sonrió ligeramente cuando se señaló a sí mismo en su comentario, Seiya sonrió también y ladeó la cabeza al responder:
- Eso es lo que no entiendo
- Qué? – Shura lucía un poco confundido
- Por qué quieres salir conmigo si tú eres un detective y yo… yo soy un bailarín desnudista que es padre soltero y que de vez en cuando roba leche para poder alimentar a su hijo, es… por qué?
- Bueno… yo no soy solo un detective, soy muchas cosas más, así como tú no solo eres un bailarín desnudista, asumo que debes ser muchas cosas más, sé que las apariencias engañan y es por eso que hablaba de conocernos mejor y salir a tomar un café, no te catalogues en un solo lugar y mírate por todo lo que eres – Shura apretó la mano de Seiya que lo miraba sin entender, el pelinegro sonrió, se acercó y le besó suavemente la mejilla al susurrar: - Eres magnífico Seiya Kido, tienes los ojos más hermosos y expresivos que he visto en mi vida, yo quiero ver más allá de las apariencias contigo, si me lo permites claro está
- Dioses… - Seiya no lo podía creer, su corazón latía con violencia, nunca antes le había pasado esto, la mayoría de hombres que se le habían acercado en su vida era por su espectacular trasero y porque al ser padre soltero lo creían fácil, nadie nunca le había hablado de otra cualidad que no sea física, y aquí estaba Shura que le había dicho primero que le gustaba conversar con él y ahora le dijo que tenía ojos hermosos, vaya…
- Bueno… debo irme, mi turno empieza en un par de horas y quiero ir a casa a ducharme y cambiarme, puedo venir a verte en la tarde?
- Ohhh… yo… si… eso me gustaría mucho – contestó el castaño todo cortado sin saber que hacer o cómo reaccionar, el pelinegro detective sonrió e hizo una seña despidiéndose de todos los chicos que estaban en la cocina, Shun tenía a Max en brazos y sonreía, parecía que al fin las cosas tomarían un rumbo diferente en la vida de Seiya, Shura salió por la puerta de la cocina y con una sincera sonrisa en el rostro caminó hasta la patrulla que estaba parqueada en la puerta principal de la casa. Shyru le dio una manzana a Seiya y le pasó un jarro de café también, se sentó a su lado y le dijo:
- Hablé con tu jefe en la mecánica y me dijo que no te preocuparas por nada y que espera que te recuperes pronto, yo tengo clases pero Shun se llevará a Max al trabajo para que tú puedas descansar, Hyoga la va a hacer de enfermero, así que quiero que descanses, ok?
- No estoy moribundo ni mucho menos pero, muchas gracias por preocuparse por mí – respondió Seiya todo incómodo, era la primera vez que veía como todos se estaban acomodando para poder ayudarlo y cuidarlo
- Deberías quedarte en cama y descansar, no te preocupes por Max, yo me quedo con él y te lo traigo en la tardecita, dile adiós a papito – Shun acercó a Max a Seiya que acarició la carita de su bebé y le besó en las mejillas, el bebé se dejó besar y se fue tranquilo en brazos de Shun, Julián se despidió con una seña, Shyru besó a Seiya en la frente y también salió dejando a Hyoga que estaba tomando un café apoyado en el mesón de la cocina, Seiya se limpió una lágrima de la mejilla y sonrió cuando Hyoga le trajo una tostada y se sentó a su lado a desayunar también
La mañana de Shun pasó demasiado lento, los minutos se transformaron en horas, los gritos y risas de los niños le parecieron ensordecedores, el sol brillaba demasiado, el muchacho de ojos verdes lucía descompuesto, sentía mareo y un poco de náusea, claro que eso podría ser consecuencia de su embarazo pero Shun no lo creía probable, estaba entrando al cuarto mes y por más de una semana se había sentido fantástico, claro… hasta la noche pasada cuando recibió el paquete de Hades… por qué tenía que venir a arruinarlo todo?, por qué?
Shun estaba sentado en el jardín de la guardería, estaba mirando a los niños jugar y se veía perdido en sus pensamientos hasta que un ruido lo sacó de su zona de confort
- Pssst… - Shun se volteó pero no vio a nadie, meneó la cabeza y volvió su mirada a los niños, pero en cuestión de segundos lo volvió a escuchar: - Psssst… - el peliverde se volteó y esta vez si lo vio, justo en el perímetro de la malla de la guardería estaba un rostro que estaba siempre presente en su mente, Shun se quedó petrificado por unos segundos, su corazón escapó un latido y sintió como la sangre se le fue del rostro, no reaccionó hasta que escuchó otro: – Psssst… - que se puso de pie y prácticamente corrió a la malla
- Qué rayos haces aquí?, vete por favor, alguien podría verte Hades, estás loco? – Shun estaba angustiado pero el hombre de cabellos negros sonrió al quitarse los lentes oscuros y dijo:
- Te dije que volvería por ti, lamento no haberlo hecho antes pero me fue imposible, podemos hablar un ratito?, puedes salir?
- No… no puedo salir, vete ahora mismo, no tenemos nada de qué hablar tu y yo
- Tenemos mucho de qué hablar, Shun por favor…
- Vete Hades… vete por donde viniste y déjame en paz
- No voy a irme por ningún lado, yo te prometí que volvería por ti y eso es lo que estoy haciendo
- Me importa un comino lo que sea que hagas o dejes de hacer – Shun habló con rabia sin quitarle la mirada a Hades que estaba usando un buso con capucha para esconder sus negros cabellos
- Shun por favor, sé que todo lo que pasó fue enteramente mi culpa, sé que he sido un imbécil pero he cumplido lo que te prometí, mi vida ahora es diferente, ahora podemos… - pero Hades no pudo seguir porque Shun levantó una mano para callarlo y le dijo:
- No hay un nosotros Hades, lo nuestro se acabó cuando tu te fuiste y me dejaste aquí, sabías que la policía fue a mi casa a buscarte muchas veces?, sabías que desmantelaron los pisos y las paredes buscando evidencias en tu contra?, sabías que amenazaron con quitarnos a Max???
- Mi amigo en la policía me lo contó y no sabes como lo siento
- Eso no ayuda Hades, yo tuve que sufrir las consecuencias de tu debacle y sabes qué?, ya no quiero seguir hablando contigo, vete y no vuelvas a buscarme nunca más
- Pero Shun…
- Vete dije… – Shun respiró y sin voltearse caminó por el césped, en el camino tomó a Max en brazos y sin decir nada más entró al edificio, Hades maldijo a todos los dioses y encendió un cigarrillo, meneó la cabeza y empezó a caminar, era lógico que Shun lo resintiera y ni siquiera hubiera querido hablarle pero… no… no dejaría que se vaya de las manos, él había venido por él y no se iría sin él…