Capítulo 4.- No todo es lo que parece
Era cerca del mediodía, Shun estaba en la guardería sentado en el césped jugando con Max y con los otros niños pequeños, el sol brillaba y eso hizo que a Shun le diera sed, era cerca de la hora de almuerzo y una idea le había estado revoloteando en la cabeza, había estado saliendo con Julián un par de semanas, su peliazul era genial en muchos aspectos pero a Shun a veces le parecía que Julián era demasiado perfecto para ser cierto, sus sospechas no eran infundadas porque no sería la primera vez que lo engañaban, él solía ser crédulo y esperaba lo mejor de las personas y esa era la razón por la que lo habían engañado muchas veces, por ello había algo que quería comprobar para poder estar en paz, aunque… más que deseo era necesidad
El muchacho de ojos verdes cargó a Max y fue a hablar con la directora de la guardería, le dijo que iría a dar una vuelta en el parque con su sobrino, esto no era inusual para su hora de almuerzo así que sin problemas Shun salió a la una de la tarde y con paso decidido caminó algunas cuadras hasta que llegó al imponente edificio del City Bank, lo dudó unos minutos pero luego armándose de valor entró, caminó por la planta baja y llegó a las escaleras, el guardia de seguridad le salió al paso y con el ceño fruncido preguntó:
- A dónde se dirige?
- Ohhh… buenas tardes, vengo a ver a Julián… Julián Solo, es asesor de crédito? – Shun dijo esto bastante inseguro, el guardia de seguridad lo miró de pies a cabeza y la verdad es que se sintió mal y algo inadecuado porque estaba usando ropa común y gastada, sus jeans eran de algunos años atrás así como sus zapatos, su camiseta era sencilla y su buso también, Max estaba usando un overol que Seiya había comprado en el mercado de pulgas entonces era un poco grande para él, no lucían como clientes usuales de tan importante banco
- Está usted solicitando un crédito? – preguntó el guardia con clara incredulidad en su tono, Shun se sintió ofendido
- Me podría informar por favor si Julián Solo se encuentra o no? – Shun decidió ignorar a ese grosero y se puso lo más digno que pudo, y antes de que ese guardia pudiera contestar, Julián bajaba las escaleras y sonrió al verlo
- Shun… me viniste a visitar?, que genial, dime que no almuerzas aún, Ralph este es mi novio Shun – Julián acabó de bajar las escaleras y lo saludó con un suave beso en los labios, Shun sonrió y tomó la identificación que colgaba del cuello del peliazul para verla mejor, tenía su fotografía, decía su nombre y cargo, vaya… en verdad era asesor de crédito del City Bank, el guardia de seguridad no podía salir de su asombro, este muchacho tan simple era el novio del picaflor de crédito???, en serio???, Shun en cambio sonrió aliviado al estrechar la mano de este tipo que ahora lo miraba con curiosidad
- No, aún no almorzamos, no sabía muy bien cuál era tu horario pero quería verte un ratito
- Awww que dulce Shun, a la vuelta hay unos sándwiches buenísimos, solo tenemos 15 minutos para el almuerzo, siento no poder llevarte a un lugar mejor pero para matar el hambre funcionan – Julián cargó a Max y tomó a Shun de la mano para salir del banco, todos los cajeros y demás personal lo miraron con los ojos abiertos, era la primera vez que le conocían un novio a Julián, solo habían habido revuelques y cosas sin importancia, este muchacho era al primero que Julián llamaba novio
Al llegar al Deli, Julián ordenó los sándwiches y comieron entre besos y risas, luego Shun acompañó a Julián hasta el banco antes de regresar a la guardería. En el camino de vuelta Shun meneaba la cabeza y sonreía de una manera fría, por qué?, por qué no pudo conocer a Julián antes dela debacle?, por qué lo que había pasado lo había marcado de esta manera?, por qué era tal su desconfianza que tuvo que ir al trabajo de su novio para creer en su palabra???, la respuesta le cayó como balde de agua fría, Hades… maldito Hades…
***
- Y este tipo quién es Shun? – el grito se escuchó en la casa entera, Ikky estaba bajando las escaleras y palideció al ver a su hermano acurrucado en el pecho de un extraño, ambos estaban muy juntitos en el sillón de la sala cubiertos con una manta pero claramente desnudos, sus ropas estaban regadas por toda la estancia
- Ikky… por todos los dioses… - Shun saltó asustado y se cubrió de mejor manera con la manta, Hades casi se cae del sillón otra vez pero haciendo equilibrio no lo hizo, sino que más bien tomó sus pantalones y rápidamente se los puso, Shun se envolvió en la manta y también se puso de pie caminando hasta Ikky que se acercaba dispuesto a moler a golpes a aquel extraño que se estaba vistiendo rápidamente
- Qué hace en mi casa y contigo??? – insistió Ikky lanzándose hacia Hades pero sin poder llegar a él porque Shun se interpuso en su camino
- Tranquilízate por favor, él es mi invitado, qué rayos te pasa Ikky? – Shun estaba abochornadísimo, esta no era la primera vez que traía un amante a casa, claro que si era la primera vez que Ikky los encontraba en el sillón de la sala, además Ikky estaba borracho, siempre estaba borracho…
- Tu invitado?, eres un cualquiera Shun, me avergüenzo de ti – Ikky empujó a Shun que hubiera aterrizado en el suelo de no ser por Hades que lo atrapó a tiempo, todo hubiera quedado ahí pero Ikky alzó la mano y le intentó dar una cachetada a Shun, Hades no pudo resistirlo y luego de impedir la cachetada, le lanzó un puñetazo al peliazul que lo noqueó de inmediato
- Dioses… Ikky… - Shun se agachó y volteó a su inconsciente hermano, respiraba pero un hilo de sangre salía de su nariz
- No te preocupes, vivirá… - dijo Hades sacudiendo su mano
- Es mejor que te vayas Hades, esto no debió pasar así – Shun caminó hasta la cocina, abrió la puerta de la lavadora, sacó la camisa y el saco de Hades que aún estaban húmedos, el pelinegro había seguido a Shun a la cocina y lo abrazó, Shun tenía las lágrimas contenidas pero no quería llorar, sino que respiró profundamente y dijo: - Mi lavadora aparentemente no funciona, tu ropa está lavada pero no se ha secado, se descompuso de nuevo o algo, mañana haré que Seiya lo revise
- No importa, hey… tranquilo… no podía dejar que ese idiota te golpee, quién es él? – Hades si lo había visto en las fotografías de la pizarra de corcho pero no tenía idea de quién era
- Es mi hermano mayor, lo siento Hades
- No tienes por qué sentirlo, estarás bien aquí con él?, no te hará daño, verdad? – Hades miró a Ikky con el ceño fruncido, el tipo era grandísimo y Shun lucía por demás frágil y pequeño
- Claro que no, es mi hermano, no… no me hará daño – aseguró Shun pero eso no era del todo cierto, Ikky si lo había golpeado algunas veces, nunca de gravedad pero… a veces la borrachera sacaba su lado violento a relucir, no era frecuente pero… si había pasado
- Si tú lo dices te voy a creer, puedo venir a verte mañana? – Hades levantó el mentón de Shun con un dedo y besó suavemente sus labios
- Mañana?, quieres venir a verme?, por favor… mírate primero y luego mírame a mí, si lo que quieres es sexo no creo que estés tan desesperado para venir por ello, podrías conseguir a alguien mejor – Shun dijo esto porque la ropa de Hades era costosa, tenía un auto relativamente nuevo y muy bien cuidado, todo él gritaba “dinero” que Shun no tenía, eso… si era un problema
- Alguien mejor?, no Shun… no digas eso, si quiero verte mañana no es porque solo quiero sexo contigo, te quiero a ti
- No estoy buscando nada con nadie, dejemos las cosas como están, vete por favor
- Pero Shun…
- Vete… solo vete antes de que Ikky despierte – Hades había intentado acercarse pero Shun extendió su mano para impedírselo, Hades ya no dijo nada más y simplemente se fue, Shun se apoyó en la lavadora y lloró, esto había sido una muy bonita ilusión, pero no podía ser más allá de eso, solo había que tomar en cuenta a Seiya para ello, Seiya era joven, hermoso, tenía un carácter fresco y gentil, y el padre de su hijo no le tomaba en cuenta porque ellos no tenían ningún tipo de dinero, vivían al día, de lo que podían conseguir, robar, ganar, su vida era complicada, ningún niño rico se iba a fijar en él, su vida no era un cuento de hadas ni mucho menos, las cosas no suceden así para los de su clase, nunca…
A la mañana siguiente, Shun estaba sentado en la mesita de la cocina tomando un café, Ikky había despertado y no se acordaba de nada de lo que había pasado la noche anterior así que como era su costumbre ya había salido al bar, el peliverde estaba muy triste y le estaba contando sus penas a Seiya que estaba en la cocina jugando con su bebé cuando llamaron a la puerta, Shun no podía creer lo que estaba viendo cuando la abrió…
Hades estaba caminando por un patio de autos usados, estaba esperando el dinero que el dueño tenía que darle por el negocio que acababa de hacer cuando su teléfono sonó
- Aló
- Estás loco, completamente loco y no puedo aceptarlo – la voz de Shun sonaba entre sorprendida y molesta, Hades solo sonrió muy divertido al preguntar:
- Ya fueron por tu casa?, ya la instalaron?, está el técnico ahí?
- No… ya se fue
- Pero la instaló? – insistió Hades
- Si… si la instaló – Shun estaba caminando por la cocina de su casa admirando su nueva lava secadora, ellos nunca habían tenido nada nuevo, la lavadora que tenían la habían sacado de uno de los botaderos, Seiya consiguió las partes y la reparó, ahora tenían un equipo nuevo y moderno, eso debió costarle a Hades un ojo de la cara y la mitad del otro
- Genial… mira Shun, por favor no tomes a mal la lavadora, la tuya ya dio la vuelta la esquina algunas veces y con un niño pequeño en casa les debe venir bien, verdad? – Hades sonreía mientras caminaba entre los autos, él había puesto dentro de la lavadora una caja de chocolates con una tarjeta y un teléfono celular que tenía programado su número, todo había salido como lo supuso, Shun usó el teléfono e instaló la lavadora
- Eso no te lo puedo discutir pero… no tenías por qué hacerlo – Shun dijo esto en voz baja, se sentía abochornado por todo esto
- Es lo menos que puedo hacer, Shun por favor… no tengo idea de por qué no te ves a ti mismo en tu real dimensión, eres absolutamente hermoso y digno de todo, irradias luz eso es lo primero que me llamó la atención de ti
- Entonces mi espectacular culo no tiene nada que ver con la lavadora que está en mi cocina? – preguntó Shun y Hades rió con ganas
- Claro que no, es verdad que tienes un culo espectacular pero eso no es lo único que quiero de ti, por favor acepta la lavadora y el teléfono, es poco lo que puedo darte y quiero que lo tengas, quiero que tu vida sea solo un poquito más fácil, vamos Shun… es solo un regalo
- Sé que no tengo dinero como tienes tu pero… no me puedes comprar Hades – Shun sonó algo ofendido cuando dijo esto, Hades se golpeó la frente con la mano y respondió:
- No quiero comprarte, no es nada de eso Shun… así no me quieras volver a ver nunca más en tu vida me haría muy feliz que te quedes con la lavadora, yo no quiero comprarte Shun, yo solo quería… agradarte… no sé… tener un detalle contigo, tu curaste mi herida en la cabeza, me llevaste a tu casa y me brindaste un café, Shun… yo no tengo malas intenciones contigo, solo quiero… conocerte mejor, quiero salir contigo, vamos Shun… no me botes de tu vida – Hades estaba haciendo sus mejores esfuerzos para convencer a Shun que se mostraba dudoso
- Por qué?
- Cómo por qué? – Hades frunció el ceño cuando preguntó esto
- Por qué estás interesado en mi?, asumo que debes tener muchos intereses por otros lados, otros chicos que sean mejor vestidos que yo, más educados, que no tengan un hermano borracho y belicoso, no sé Hades, por qué me buscas precisamente a mi? – eso era lo que estaba molestando a Shun, él no podía creer que un muchacho como Hades se hubiera fijado en él y ahora quisiera continuar viéndolo
- Ya te lo dije… además… la primera noche que te vi, la noche que estabas bailando en ese bar, tu… no sé cómo explicarlo, tu bailabas para ti, no te importaba nada, lo hacías como si nadie te estuviera viendo, no lo hacías para una audiencia, tu eres genuino, no estás para juegos y tretas, eres real, por eso me atrajiste, es eso tan difícil de entender?
- No… es solo que…
- Tómate un café conmigo, solo un café, qué dices?, puedo pasar a buscarte?
- No… mejor nos vemos en la cafetería que me comentaste ayer, en la que trabaja esa amiga tuya, no tendría sentido que vengas hasta acá solo a recogerme
- Perfecto, a las seis está bien?
- Si, a las seis está bien
Shun colgó el teléfono y suspiró, Seiya le sonrió desde el suelo en donde estaba acostado jugando con su bebé y le dijo:
- Ve a cambiarte de ropa si vas a salir
- Crees que debería? – preguntó Shun todo consternado
- Si Shun… se ve que es buena gente
- Pero no es igual a nosotros, tiene dinero y eso lo cambia todo
- Lo cambia para ti en el supuesto no consentido de que la relación prospere y eso te permitirá salir de aquí, ve Shun… mira la situación y si no te convence pues… decide, pero no dejes pasar la oportunidad sin considerarla, ánimo Shunny, además… si no haces cosas tontas de joven, de qué te vas a reír cuando seas viejo? – la filosofía de vida de Seiya sonaba divertida pero… a él le habían caído muchas consecuencias por seguir este tipo de consejos y una de ellas tenía nombre, se llamaba Max
- No cambias Seiya? – Shun arqueó una ceja y sonrió, pero el castaño simplemente se encogió de hombros y respondió:
- No… y no me arrepiento, lo que hice tenía sus razones cuando lo hice, prefiero arrepentirme de lo que hice que arrepentirme de lo que no hice, ve Shunny… solo sé más prudente que yo y todo estará bien
- Ok., dioses… en qué me estoy metiendo?
- No lo sabrás si no lo intentas
Shun se duchó, se cambió de ropa y tomó el autobús para llegar a la cafetería en la que Hades ya lo estaba esperando, al entrar Hades que estaba en la barra, se acercó inmediatamente a él y le presentó a su amiga Pandora, era una muchacha muy hermosa de blanca piel y negros cabellos, que le sonrió cuando estrecharon sus manos, ella era la mesera y por ende los llevó a una de las mesas del fondo, ordenaron un par de cafés con una rebanada de pastel, al inicio ambos estaban en silencio pero Hades decidió tomar el toro por los cuernos y dijo:
- Me alegra en verdad que hayas venido, yo quiero hacer esto contigo y quiero hacerlo bien
- Quieres hacer qué conmigo?
- Ok., yo creo que tienes una idea equivocada de quien soy yo y las razones por las que me interesas, y puedo ver por qué lo haces – Hades empezó a hablar y lucía algo nervioso
- De qué estás hablando?
- Ok., tú piensas que yo he tenido una vida fácil, verdad?
- Eso se nota – respondió Shun tomando un sorbo de su café
- Piensas que yo tengo más dinero del que puedo gastar y por eso hago regalos caros
- Definitivamente – Shun sonrió cuando dijo esto
- Pero… a ti te pareció extraño mi regalo porque nadie antes ha tenido atenciones contigo
- Si… eso si…
- Ok., piensas que yo creo que soy la última coca cola del desierto y que solo quiero jugar contigo
- Algo así… si…
- Muy bien… déjame decirte que las cosas no son así, la vida me ha golpeado mucho y me ha enseñado a golpes el valor del dinero y más que todo, me ha enseñado en valor de las cosas importantes en la vida, que no es necesariamente el dinero, ven… vamos a caminar, quiero mostrarte a lo que en verdad me dedico para ganarme la vida
- No que eras vendedor de autos?
- Si… pero es un poco más complicado que eso, ven…
Hades dejó un par de billetes en la mesa y salió de la cafetería tomado de la mano de Shun, caminaron un par de cuadras y entraron a un edificio de parqueaderos, Shun pensó que Hades debía tener su auto parqueado allí, pero a lo que fueron subieron los pisos, llegaron a uno que estaba tenuemente iluminado, Hades se paró en medio del parqueadero y encendió un cigarrillo, señaló todos los autos que estaban allí y dijo a Shun en un susurro:
- Escoge uno
- Qué?
- Escoge uno, qué auto te gusta? – insistió Hades y caminó entre las hileras de autos con Shun de la mano, el peliverde no entendía lo que estaba pasando, Hades lo llevó hasta el otro extremo y se apoyó en la pared, le dio una calada a su cigarrillo y dijo: - Es verdad que yo vendo autos, pero los autos que vendo no son míos, solo los vendo
- Robas autos? – Shun abrió mucho los ojos al preguntar esto, no se lo esperó, Shun conocía a muchos ladrones de autos que eran amigos de Hyoga pero… Hades no se parecía en nada a ellos, él era demasiado educado como para ello
- Solo digamos que los tomo, les doy el mantenimiento correcto, los pinto usualmente de otro color, les cambio algunos números en el motor y en las placas, luego… los vendo – Hades explicó y Shun no lo podía creer, tenía la boca abierta
- Pero eso no está bien, te vas a meter en problemas
- Solo si me atrapan, y eso es complicado porque los policías son ciegos y sé bien a quien sobornar, además soy muy cuidadoso… ven… elige un auto – Hades sonrió porque lo primero que dijo Shun era referente a su seguridad, eso le pareció dulce
- Es en serio?, no… yo no lo podría hacer…
- Claro que puedes, tú lo eliges, yo lo tomo y nos vamos, Shun… no lo pienses, yo soy lejos de ser perfecto, nadie lo es, pero tampoco soy el demonio, es… una opción de vida nada más… vamos Shun, en dónde está tu espíritu aventurero? – Hades sonrió y tomó la mano de Shun, jugaron entrelazando los dedos mientras Shun miraba el desierto parqueadero, Hades lo acercó a su cuerpo y le besó el cuello, Shun sonrió y se volteó buscando los labios del pelinegro que le acarició la espalda
- En serio vas a hacerlo?
- Si… lo tomo hoy, trabajo en él unos tres días, lo vendo el miércoles de la semana que viene y tenemos dinero para el fin de semana, vamos… escoge uno…
- Ese de ahí… el azul muy bonito del fondo del pasillo – Shun se mordió los labios al decir esto, nunca en su vida se había sentido vivo como se sentía ahora, era algo totalmente fuera de este mundo, el sentido de lo desconocido, del peligro y Hades que estaba en medio de todo esto, wow… era indescriptible. Hades lo besó en los labios y sin demora tomó su mano y lo llevó lentamente por el pasillo, llegaron al auto en cuestión, Hades besó a Shun nuevamente y lo ubicó con la mirada a la entrada del piso, Shun miraba todo angustiado pero nadie vino, lo asombroso era que en cuestión de segundos el auto estaba abierto, Shun se volteó porque la alarma sonó, pero Hades estaba acostado en el asiento y algo estaba haciendo en el tablero bajo el volante y de repente la alarma dejó de sonar, Hades zafó algo del mismo sitio y al unir unos cables encendió el auto
- Sube…
- Dioses, qué estoy haciendo? – se preguntó a si mismo Shun que rodeó el auto y se subió en el asiento del pasajero
- Estás viviendo Shun y lo estás haciendo conmigo eso es lo más fascinante de todo, vamos… ponte el cinturón – Hades sin demora arrancó el auto y a lo que salían del parqueadero se besaron en los labios nuevamente, el corazón de Shun latía como nunca antes lo había hecho, y no solo era por el peligro de robar el auto, era por todo… por todo lo que estaba pasando en sus vidas, Shun no se reconocía a si mismo porque cuando estaba con Hades era como si todas sus inhibiciones desaparecieran, se parecía a una versión más libre de si mismo, era como si Hades sacara a relucir su lado aventurero y divertido, por eso más tarde esa noche cuando ellos estaban haciendo el amor en el auto robado en medio de la nada, Shun solo podía pensar que Hades… Hades lo era todo…