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MENOS QUE PERFECTO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, y solo puedo decir que no juzguen muy duramente a Shun, él en serio creía que no tenía otra salida, espero que les guste el capítulo

Capítulo 7.- Reveces de la vida

 

En los días que siguieron, Julián no buscó a Shun, Seiya solía decir que Shun era muy orgulloso para buscar a Julián y eso era muy cierto, pero lo que todos pudieron darse cuenta era que el muchacho de ojos verdes estaba deprimido, iba al trabajo en las mañanas con Max, regresaba e iba las tardes al bar, no estaba intentando hacer nada, no se preocupaba por él mismo por lo que pasaba en pijama todo el tiempo que podía, casi no comía por lo que estaba todo pálido y estaba usando pantalones de calentador y camisetas sencillas todo el tiempo, hasta para ir a trabajar, Seiya estaba algo preocupado porque la única vez que había visto así a Shun era cuando su relación con Hades terminó, nunca pensó ver al siempre optimista y alegre peliverde en el estado en el que se volvía a encontrar ahora

- No creo que ese pobre sartén tenga la culpa – dijo Seiya abrazando de mejor manera a Max que saltó todo asustado cuando entró a la cocina en la mañana de ese miércoles, los desayunos en esa casa se habían vuelto por demás silenciosos los últimos días, nadie sabía qué decir frente a Shun que estaba de un humor de a perros

- La culpa de qué?, de qué rayos estás hablando??? – Shun se volteó todo irritado y molesto, pero en contra de todo pronóstico Seiya le dio el bebé a Hyoga que estaba sentado en la pequeña mesita de la cocina, y el castaño caminó hasta Shun y lo abrazó, el peliverde intentó soltarse pero Seiya no se lo permitió sino que lo abrazó con fuerza hasta que Shun le correspondió el abrazo

- Sabes que te quiero con toda mi alma, verdad? – preguntó Seiya en un susurro

- Si… lo siento Seiya… ustedes no tienen la culpa de mis broncas y…

- Shhhhh… está bien, no te preocupes, solo quiero decirte que no estás solo, que yo siempre voy a estar para ti, ok? – Seiya besó a Shun en la frente y lo iba a soltar pero no pudo hacerlo porque Hyoga los abrazó a los dos y los apretó contra su cuerpo

- Tu solo di la palabra Shun y yo le rompo todos los huesos a Julián – Hyoga besó la cabeza de Shun que no pudo evitar reírse ante los sinceros ofrecimientos del rubio

- No creo que la violencia sea necesaria, pero gracias Hyoga

- Una visita nuestra no le caería mal – insistió el rubio cuando soltó a los más pequeños y volvió a tomar en brazos a Max que estaba caminando por ahí en la cocina

- Nuestra?, con quién estabas pensando ir? – Shun volvió su atención a la cocina, quería hacer huevos revueltos, esa semana Hyoga había traído un dinero extra a la casa entonces tuvieron para comprar algunas cosas, Ikky había robado un cartón de cartones de leche y otras cosas que estaban llegando al supermercado, así que como nunca tenían la despensa llena

- Con Ikky, él quería ir ayer mismo pero… ya nos entretuvimos en lo del camión del supermercado – Hyoga se encogió de hombros y señaló la refrigeradora, habían conseguido algunos paquetes de carne ahumada, embutidos y enlatados, Ikky estaba orgulloso de sí mismo porque con lo que iba a cobrar de su seguro iba a comprar cerveza para festejar su hazaña

- No no no, por favor no vayan a ver a Julián, si arreglamos las cosas va a ser entre él  y yo, no quiero que ustedes intervengan, prométeme que no van a ir – Shun pidió a Hyoga y se arrimó en el mesón de la cocina, se puso un poco más pálido de ser posible y corrió al baño

- Qué le pasa?, tú lo sabes?, ha estado así algunos días – Hyoga frunció el ceño cuando preguntó esto

- No… no son algunos días, son como tres semanas, mira a Max que no se acerque mucho a la cocina y cuida que no se quemen los huevos – Seiya dejó el snack que estaba empacando en el bolsito de Max y fue a ver a Shun que estaba sentado en el piso del baño y estaba tratando de respirar, Seiya se sentó a su lado y le preguntó: - Sabes de cuántas semanas estás?, fuiste al médico? – Shun miró algo asustado al castaño que ladeó la cabeza y se señaló a si mismo, él también había tenido nauseas matutinas cuando estuvo de encargo

- De seis semanas más o menos, fui al médico de la guardería pero no tienen los equipos para hacerme el ecosonograma, me transfirió al hospital del distrito pero me dieron la cita para dos semanas, entonces no se a ciencia cierta de cuántas semanas estoy – respondió Shun tratando de respirar profundamente, odiaba sentirse así como se sentía, porque no comía nada y seguía vomitando todo el tiempo, pensaba que iba a vomitar las entrañas en algún punto

- Julián no lo sabe, verdad?

- No… yo lo supe esta semana y… no… no se lo he dicho… cómo se lo digo? – Shun estaba completamente angustiado, era fácil de leer y Seiya lo abrazó al decir:

- Ok., y has pensado en lo que vas a hacer?, lo quieres tener? – el tono de Seiya era por demás suave, Shun meneó la cabeza y dijo en un susurro:

- Ya saqué la cita en la clínica de… de… tú sabes que clínica – Shun bajó la cabeza y lloró, Seiya lo abrazó de mejor manera y le preguntó:

- Para cuándo sacaste la cita?

- Para este viernes, no lo puedo tener Seiya… no lo puedo tener… me quiero morir Seiya, soy tan estúpido… tan tan estúpido… - Shun lloraba con amargura mientras Seiya lo abrazaba y le acariciaba los cabellos

- Yo iré contigo, no estarás solo me escuchas?, no estarás solo, tranquilo Shun… todo se resolverá… no estás solo… eso es… respira… solo respira…

 

Seiya y Shun se quedaron sentados en el piso del baño hasta que Hyoga los llamó desde la cocina, el desayuno estaba listo, ambos salieron y Hyoga los miró intrigado, ninguno de los dos dijo nada pero el rubio pudo deducir muy fácilmente la situación, por lo que cuando Shun ya bajó listo para salir el rubio lo abrazó y le dijo:

- Ya pasamos por esto con Seiya, recuerdas?

- De qué estás hablando? – el corazón de Shun saltó un latido, en serio era tan transparente???

- Sabes perfectamente bien de lo que estoy hablando y quiero que sepas que todo estará bien, Max tendrá un primo con el que jugar, si es por dinero que estás preocupado no lo estés, siempre vemos la manera de salir adelante, en donde comen seis pues comerán siete

- No Hyoga… yo no… no lo voy a tener… por favor no se lo digas a Ikky, yo no quería que nadie se enterara, dioses Hyoga… - Shun volvió a llorar y esta vez fue el rubio el que lo abrazó, Seiya entró a la cocina y le hizo una seña al rubio que no sabía qué hacer o decir, la regó y en épicas proporciones, él no pensó que debido al carácter de Shun estuviera considerando la posibilidad de abortar, Seiya no lo pudo hacer y eso que el castaño era más aparente para ello

- Eso está bien también, no llores por favor que me desarma verte llorar – el rubio era bastante frío usualmente pero… siempre tenía un lugar blando en su corazón para Shun y Seiya, y en verdad que no toleraba verlos llorar

- No me hagas caso, estoy hecho una revolución – Shun se secó las lágrimas y sin mayores demoras tomó a Max en brazos para dirigirse a la puerta seguido muy de cerca por Seiya que le seguía haciendo señas a Hyoga, el castaño estaba todo molesto haciéndole reclamos a Hyoga que igual le estaba haciendo señas a Seiya para que le deje de hacer reclamos, sin voltearse Shun dijo: - Ya déjense de cuchicheos que estoy bien, no quiero discutir esto, ya tomé mi decisión y estoy bien con ella, vámonos Seiya que vamos a llegar tarde

- No vamos a llegar tarde, estamos bien en tiempo – dijo Seiya que tomó el bolsito de Max, su mochila y salieron de la casa dejando a Hyoga de pie en el marco de la puerta, el peliverde y el castaño caminaron hasta la parada de bus en silencio, ya allí tuvieron que esperar, Shun miraba a Max, le acomodaba la gorrita, le acomodaba la bufanda, le acomodaba sin necesidad la ropa por lo que Seiya tomó su mano y le dijo: - Lo que menos necesitas en esta vida es sentirte culpable, sé lo que estás pensando y no podrías estar más equivocado – el tono de Seiya era por demás serio cuando dijo esto

- Cómo puedes saber lo que estoy pensando???, ok… si puedes saber lo que estoy pensando – Shun suspiró y bajó la cabeza

- No le des muchas vueltas a esto Shun ni te preocupes más de lo necesario, no quiero verte caminar por las paredes los días que faltan hasta el viernes, pero… puedo preguntarte algo? – Seiya sonó muy curioso y no lo podía ocultar

- Supongo que si – Shun miró inseguro al castaño que preguntó:

- No te estabas inyectando el clínica?, cómo fue que falló tu inyección?, se te olvidó o se te pasó la fecha?, qué pasó?

- Estaba usando las inyecciones cuando estaba con Hades, luego lo dejé porque asumí que no iba a empezar una relación seria con nadie, cuando empecé a salir con Julián volví a la clínica pero me dijeron que no podía empezar con las inyecciones por tres meses, no me preguntes por qué, si me lo dijeron pero no entendí lo que me explicaron, las cosas médicas no son para mi, entonces estábamos usando preservativos pero… esas cosas no son cien por ciento seguras y… bueno… los accidentes pasan, qué te puedo decir?

- Los accidentes pasan, dímelo a mi… tu autobús llegó, que tengan un buen día – Seiya besó a su hijo y le acomodó el gorrito, le hizo cargar el bolsito a Shun y los vio subir al bus, a Seiya se le rompió el corazón el ver a Shun tan triste y destrozado, lastimosamente no había una forma práctica de ayudarlo, diablos…

 

Shun en el bus se sentó en uno de los asientos del final y abrazó a Max maldiciendo su vida, él había pensado muchas veces en su futuro, en todo lo que deseaba de la vida y una de esas cosas era hijos, él quería hijos, el problema es que los niños que vio con tanta ilusión en su futuro tenían el cabello negro, él había hablado tantas veces con Hades de los hijos que vendrían, de la familia que formarían, de la vida que forjarían, no pensó ni en sus sueños más salvajes el estar ahora sentado en un autobús con dirección a su trabajo, solo, con Max en sus brazos, esperando un hijo que como estaban las cosas no tendría otro padre, Julián se había ido a la menor provocación y no lo podía culpar por eso, Julián no le había hecho promesas de eternidad ni nada de eso, le había dicho que se estaba enamorando de él pero las cosas con Julián iban demasiado rápido, si a eso le sumaba el bebé que venía en camino… no… Julián no lo aceptaría, no… no lo haría…

 

Los siguientes dos días no fueron una mejoría, Shun se estaba muriendo poco a poco y lentamente, Seiya estaba en verdad preocupado por él porque el muchacho de ojos verdes lloraba todo el tiempo y no dormía, no comía, no sonreía por nada, cayó en un estado de hermetismo, mutismo y tristeza comparado únicamente al tiempo cuando Hades salió de su vida

 

Shun se sentía fatal, sentía que estaba fallando como persona y como ser humano, él amaba a Max, trabajaba con niños todos los días pero… no podía tener este bebé, no así… no en estas circunstancias, él no era tan fuerte como Seiya si resultó ser, él no quería vivir la vida que Seiya vivía, él tampoco tenía en dinero para mantener un niño y no se veía a sí mismo bailando en el club de desnudistas en el que Seiya trabajaba, no… eso no lo podría hacer, diablos… por qué era todo tan complicado…

 

La tarde del viernes llegó de la misma manera en la que llegó una muy extraña visita al City Bank, los guardias de seguridad se pusieron alerta al ver entrar a un hombre rubio que lucía por demás rudo, tenía un parche en el rostro en la cuenca vacía de su ojo, vestía una chompa de cuero muy gastada, jeans rotos con cadenas, una camiseta de calaveras y botas con punta de acero

- No vine a asaltar el banco, no estoy armado, tampoco tengo una bomba en mis pantalones, necesito ver a Julián Solo – el rubio explicó con una divertida sonrisa a los guardias de seguridad que se acercaban, estaba tentado a levantar las manos pero lo pensó mejor, él no estaba haciendo nada malo además de existir y respirar

- Para qué? – uno de los guardias de seguridad caminó muy despacio acercándose al intruso que se percató que otros dos guardias se movían a sus espaldas

- Asuntos personales, me pueden dirigir a su oficina o algo?

- Quién es usted? – preguntó otro de los guardias

- Su cuñado, ese muchachito de cabellos verdes y cara de ángel es mi hermanito menor, asumo que saben de quién hablo, verdad? – Hyoga estaba de pie y tenía las manos en la cintura, su posición no era amenazante pero… si era bastante intimidante

- Espere por favor aquí, enseguida lo llamo – uno de los guardias subió rápidamente al segundo piso y regresó con el asesor de crédito que no podía creer lo que estaba mirando

- Hyoga, qué haces aquí? – Julián bajó las escaleras y tomó suavemente a Hyoga del brazo y se dirigieron a la puerta de salida, el rubio se dejó llevar porque su objetivo no era que Julián perdiera el trabajo pero si necesitaba hablar con él

- Hay algo que tienes que saber, necesito hablar contigo y no te vas a poder deshacer de mi hasta que lo haga, estamos claros? – el tono de Hyoga no permitía dudas

- Shun te mandó a hablar conmigo? – Julián se detuvo en medio de la amplia estancia en donde en el fondo estaban las cajeras del banco y frunció el ceño al preguntar esto

- No… realmente no, pero es imperativo que hable contigo ahora, luego será demasiado tarde, entiendes lo que te estoy diciendo?

- Está bien… ven conmigo por favor… - Julián llevó a Hyoga a una de las oficinas de la planta baja en la que usualmente se discutían tratos personalizados con clientes preferenciales, entraron y el peliazul cerró la puerta, se sentaron frente a frente en una mesa circular pequeña, Julián meneó la cabeza y le quitó de las manos un cigarrillo a Hyoga y señaló un cartel de “No fumar” que estaba en la pared al decir: - Muy bien, qué quieres decirme?

- Que eres un completo y perfecto imbécil

- Muchas gracias – Julián se cruzó de brazos y meneó la cabeza nuevamente

- Hay muchas cosas que tienes que entender de nuestro Shun, primero… él es una de las personas más dulces que he conocido, por lo tanto tiene buen corazón y es todo sensible, si lo conoces un poco te podrás dar cuenta de ello, él siempre ve lo bueno en las personas, no es cínico y eso es… extraño viniendo del lugar del que vinimos

- Eso lo sé Hyoga – contestó Julián con molestia

- Ok., segundo, es cierto que Hades fue su novio, no fue el primer novio que tuvo pero si fue el primero al que amó en serio, Shun siempre vivió enamorado del amor hasta que llegó Hades a su vida y lo puso todo de cabeza, eso no se puede negar ni ganamos nada en ocultarlo o negarlo, por eso todas nuestras bases de referencia para lo que sea que haga Shun es Hades, pero me parece tonto que te sientas intimidado por alguien que ya no está y lo más importante, alguien que no va a volver – explicó Hyoga con calma

- Eso no lo puedes saber – respondió Julián con furia

- Si lo puedo saber, Hades no va a volver porque no puede volver, es virtualmente imposible que vuelva así que no tienes que preocuparte por él porque hay asuntos más urgentes que tienes que atender

- Cómo cuáles?

- Bueno… Shun tiene muchas cosas buenas pero entre las cosas malas que tiene es que es orgulloso, es orgulloso al punto de no llamarte aun cuando debería – Hyoga suspiró y se arrimó a la silla suspirando con pesadez

- Y por qué debería llamarme?

- Porque lo que le pasa no solo lo involucra a él, sino a ti también, Shun está de encargo

- Estás hablando en serio???

- Ellos creen que yo no me doy cuenta de las cosas, creen que se pasean delante de mi sin decirme nada pero asumen que como solo tengo un ojo, no veo nada, y las cosas no son así, además en este caso Shun mismo me lo confirmó y de sus propios labios – explicó Hyoga al ver la cara de confusión y sorpresa de Julián

- Shun está de encargo?, pero… pero… - Julián se aflojó el nudo de la corbata que estaba usando, sentía que los pulmones se le estaban comprimiendo, esto no podía ser posible, o si?

- Eso es lo mismo que pregunté yo, pero ese no es el punto tampoco

- No es el punto???, si el hecho de que Shun esté de encargo no es el punto, cuál es el maldito punto??? – el peliazul en cambio estaba entrando en desesperación

- El punto es… Shun no lo quiere tener, no me mires así ni lo juzgues tan duramente, toma en cuenta que nosotros tenemos ya un bebé en casa y todos sabemos de primera mano lo duro que es criar a un niño, Shun está solo, se siente solo, está asustado y cree que no va a poder con todo lo que se le viene encima, no tiene medios para mantener al niño y más que todo está deprimido porque tu ya no estás en su vida, ahora… no sé exactamente en qué se hallan Shun y Seiya porque no me lo han querido decir pero, yo creo, y es solo una corazonada mía, que hoy es el día en el que van a ir a la clínica, Seiya le insistió a Shun de que te lo dijera pero Shun no lo quiere hacer, él piensa que no lo amas, como no tenemos dinero y somos lo que somos, él cree que no lo puedes amar porque no somos igual a ti, entiendes ahora por qué vine a verte?

- Shun va… va a hacerse un aborto? – Julián no lo podía creer, él pensaba que Shun sería la persona menos aparente para practicarse un aborto pero… la situación que le pintaba Hyoga era su realidad, y la crueldad de la vida que les había tocado vivir era apabullante, Shun había pensado de forma práctica su situación, lastimosamente era una solución muy dura y fría

- Eso es lo que me dijo, pero no me dijo cuándo, pero hoy en la mañana tenía los ojos rojos, se notaba que no había dormido nada y estaba completamente pálido, Seiya pidió permiso en el bar y no va a ir a trabajar en la tarde, entonces asumo que lo va a hacer hoy

- Por todos los dioses…

- Yo cumplí con avisarte porque me pareció que lo justo es que lo sepas, lo que hagas ahora depende de ti, solo quiero decirte que Shun es muy especial, no porque sea mi hermano ni mucho menos pero… personas como él no hay muchas, él tiene mucha luz en su interior que las circunstancias de la vida han ido apagando, pero además de eso odio verlo caminar como zombie por la casa

- Sabes a qué clínica va a ir?

- Solo tenemos una clínica en donde hacen abortos cerca del barrio que es gratuita, dudo que vaya a otro lado… vas a hacer algo al respecto?

- Claro que voy a hacer algo al respecto, vamos… - Julián salió disparado hasta el segundo piso a su cubículo, tomó sus llaves, su billetera y bajó corriendo las escaleras, con Hyoga subió a su auto y se perdió por la autopista…

 

Shun estaba recostado en su cama, se veía pequeño y frágil, estaba pálido y lucía descompuesto, Max estaba en el suelo jugando con unos legos mientras Seiya estaba sentado en la cama a la altura del pecho de Shun y le estaba acariciando los cabellos, el castaño tenía un té caliente en las manos que estaba intentando hacer que Shun tome pero el peliverde no quería tomar nada

- Vamos Shun, no puedes seguir así, toma solo un poquito… solo un poquito…

- No quiero tomar nada Seiya – respondió el peliverde en un susurro

- Por favor Shun… quieres una aspirina?, te duele algo? – Seiya acarició nuevamente sus cabellos y ladeó la cabeza, él estaba muy preocupado y más se preocupó cuando escuchó pasos acelerados en las escaleras, el castaño se volteó y no pudo ocultar su sorpresa al ver a Julián llegar a la habitación, el peliazul no vio nada ni esperó nada sino que fue directo hasta la cama y prácticamente se abalanzó a Shun que no supo como reaccionar, Seiya se hizo a un lado y tomó a Max en brazos, la pareja necesitaba privacidad

- Shun, por qué no me lo dijiste? – Julián había besado al pequeño por todo el rostro y lo estaba abrazando con fuerza

- Quién te lo dijo?, yo no quería… yo no… - Shun lloraba hecho bolita en la cama

- Hyoga fue a buscarme y me alegro que lo haya hecho, lo siento tanto Shun, soy un imbécil yo… yo me puse celoso es que no resisto ver las cosas de ese sujeto en esta casa, no resisto que esté en las fotografías de tu pizarra en donde no está ni una sola fotografía mía, soy infantil e inmaduro y lamento haberte orillado a que hicieras… lo que hiciste, nunca me lo perdonaré Shun… nunca me lo perdonaré – Julián también estaba llorando en este punto, él había ido con Hyoga a la clínica y le dijeron que el paciente en cuestión ya había salido, Shun se incorporó en la cama y acarició la mejilla de Julián limpiando sus lágrimas y dijo:

- No lo hice Julián, no pude hacerlo, yo… yo hice la cita, fui hoy allá con Seiya, entré al quirófano pero cuando me iban a anestesiar… yo no pude hacerlo, me arrepentí y salí, no pude hacerlo… - Shun lloró con más fuerza pero Julián lo abrazó sintiendo un gran alivio en su alma, el bebé aún venía en camino, Shun no había abortado

- Gracias a todos los dioses… ohhh Shun… el bebé está bien, tú estás bien, todo va a estar bien, yo estoy aquí contigo amor, no tienes que preocuparte por nada… por nada… - Julián abrazó a Shun que lo abrazó de vuelta, el peliverde se sentía un poco mareado y con náusea por lo que pasó la tarde acostado en los brazos de Julián, que acariciaba suavemente su espalda y sus cabellos, la idea de un hijo era algo que no se lo había esperado pero no por ello era menos hermoso, además… Julián vio muchas cosas cambiadas de la habitación de Shun, las cosas de Hades habían desaparecido, y bajo de la almohada estaba una foto de ellos que fue tomada por Ikky en el bar, todo estaba cambiando para bien… la vida le sonreía…

 

Notas finales:

Chan chan chan... y ahora???

El bebé viene en camino pero... cómo influirá en la historia???

No se pueden perder los capítulos que vienen, están veneno, muchas gracias por leer, nos vemos en el capítulo nuevo, bye


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