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MENOS QUE PERFECTO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, este capítulo es muy informativo, uyyyyyyy, espero que les guste

Capítulo 9.- Noticias del más allá

 

- Lo siento Shun, necesitamos que vengas con nosotros – fue Milo el que habló y eso hizo que el corazón de Shun se comprimiera

- Qué pasó? – Shun había palidecido

- Es Seiya… está en la estación y necesitamos que vengas por él – dijo Camus y lo hizo en voz baja

- Seiya?, debe haber un error, no es Hyoga el que está preso?

- No… es Seiya el que está en custodia – aseguró Milo y su semblante era muy grave

- Pero de qué lo acusan? – Shun se zafó el pequeño delantal que usaba para el trabajo y se dirigió a los casilleros con los uniformados a sus espaldas

- No lo acusan de nada, pero necesitamos que alguien venga por él

- Por qué?, está él bien? – Shun entró en pánico, si no estaban acusando a Seiya de nada, por qué estaba en la estación?

- Podría decirse que si, la verdad no lo sabemos a ciencia cierta, llegó el llamado a nuestra estación pero no sabemos lo que pasó, al parecer Seiya dio tu número pero no te pudieron contactar, por eso nos llamaron a nosotros – explicó Milo todo incómodo, ellos tampoco sabían mucho, pero habían pocos escenarios por los que Seiya pudiera estar en la Estación del Sur, y ninguno de ellos era alentador

- Los llamaron?, Seiya no está en su estación? – el peliverde regresó la mirada y frunció el ceño, Camus y Milo atendían en la pequeña estación barrial, Seiya estaba en la distrital, esas eran palabras mayores

- No… está en la estación del sur, vamos Shun… debemos irnos, mientras más pronto lleguemos allá pues mejor – Milo señaló la puerta y todos salieron, Shun se acercó a la barra a decirle a Aldebarán lo que había pasado, el gigante lo escuchó y ofreció cuidar a Ikky que ya estaba instalado en su mesa habitual del fondo, Shun se puso su chompa y su gorrito y a lo que salió a la calle literalmente se chocó con Julián que venía entrando

- Me atrasé un poco y tú ya te vas?, estaba a punto de llamarte pero como ya venía llegando no lo hice, pasa algo? – Julián venía con una sonrisa en el rostro pero frunció el ceño al ver la obvia desesperación de Shun y la presencia de los uniformados, él pensó que algo pasó con Hyoga o con Ikky, no sería la primera vez que Shun tuviera que ir a la estación de policía por ellos

- Seiya está en la estación del sur y no sé lo que pasó con él, lo siento mucho Julián pero tengo que ir allá, Milo y Camus van a llevarme – Shun besó suavemente los labios del peliazul pero empezó a caminar por la acera con rapidez dirigiéndose a la patrulla, pero no lo estaba haciendo solo, Julián lo alcanzó y le dijo:

- No sería más rápido si yo te llevo?

- Yo creo que mejor nos sigues en tu auto, es mejor si tenemos un auto allá por lo que se ofrezca, nos vemos allá?

- Si, nos vemos allá – el peliazul besó en los labios a su novio y se dirigió a su auto

 

Shun subió a la patrulla y se sorprendió porque Camus manejó como maniático para llegar allá lo antes posible, Shun pensaba que perdieron a Julián varias veces en el camino pero el peliazul tenía dotes de chofer de fórmula uno que Shun no le conocía por lo que llegaron juntos a la estación, cuando entraron los llevaron a una pequeña sala de espera, allí estuvieron por lo que parecieron horas hasta que un hombre de cabellos negros cortos y ojos del mismo color se acercó a ellos, no estaba vistiendo uniforme de policía sino que vestía ropa normal de calle, jeans, botas, una camisa y un saco, se le hacía familiar a Shun pero no sabía ni  cómo ni de dónde, él debía ser el detective que estaba a cargo de todo y se notaba que infundía respeto por el actuar del personal de la estación a su llegada

- Shun? – preguntó el detective mirando a Julián, pero el peliazul meneó la cabeza y Shun se adelantó hasta él para preguntar:

- Por qué está Seiya bajo custodia?, qué pasó? – se notaba la angustia en esos ojos verdes, eso conmovió al detective que suspiró al decir:

- Seiya está relativamente bien, aún está en shock creo yo, por eso pedí que vinieran a recogerlo, no creí prudente enviarlo a casa en el estado en el que se encuentra

- Pero qué le pasó? – Shun palideció aún más de ser posible

- Venga conmigo, solo usted por favor – el detective impidió el paso de Julián y tomó a Shun de brazo para guiarlo por el iluminado pasillo, cuando estuvieron fuera del alcance de oídos curiosos, el detective en un tono muy serio dijo: - Seiya fue víctima de un ataque

- Cómo un ataque?

- Esto pasó junto a uno de los bares de la calle Flint, al parecer Seiya iba llegando por la puerta trasera cuando cuatro sujetos lo acorralaron e intentaron violarlo, lo golpearon, le destrozaron la ropa, hubo un altercado bastante violento la verdad – el detective lucía indignado, eso era algo nuevo a criterio de Shun, la policía nunca se interesaba por lo que pudiera pasarle a la gente común, y mucho menos a uno de los bailarines del club, pero eso no impidió que Shun se llevara una mano y cubriera su boca en horror al preguntar:

- Por todos los dioses… qué tan lastimado está?

- Tiene un par de costillas rotas, varios moretones por todo el cuerpo y una contusión no muy grave en la cabeza, antes de venir aquí Seiya fue tratado en el Hospital del Sur, yo mismo lo llevé para asegurarme de que no hubiera más daño que el aparente, no lo llegaron a violar lo cual fue bueno, pero… ahora está en shock como podrá entenderlo, está bastante golpeado y más que todo se siente muy avergonzado de lo que le pasó y… bueno… sobran las explicaciones en estos casos, no lo cree? – el detective suspiró cuando dijo esto, él había tratado varios casos de crímenes en la calle, los más complicados por las implicaciones psicológicas eran los de violación, las historias que él tenía sobre estos casos le romperían el corazón al más fiero

- Y esos malnacidos?, los atraparon? – Shun no podía contener su indignación y su ira, lo que había pasado era… terrible…

- Si, están en los separos, la verdad fue una suerte que mi patrulla pasara por ese callejón, hemos estado vigilando ese bar por algún tiempo y bueno… actuamos cuando vimos lo que estaba pasando, dos de ellos aún están en el hospital, otro ya está en la celda y al otro ya lo atrapamos porque huyó de la escena pero fue aprendido rápidamente – el detective lo explicó todo esto fríamente, pero las cosas se habían puesto muy violentas en ese callejón, si ellos no hubieran estado en los alrededores, Seiya no la hubiera contado, fue este detective el que insistió en ir por los callejones, el que se dio cuenta de lo que estaba pasando, el que sacó su arma y disparó a los agresores cuando trataron de huir, y fue él mismo el que descubrió con horror que la víctima era Seiya y le dio los primeros auxilios, lo había cubierto con su propio saco y lo abrazó hasta que se tranquilizó, todo fue muy traumático y violento

- Fue usted?, usted ayudó a Seiya?

- Si… vamos a verlo, venga… - el detective guió el camino por el pasillo y llegó hasta una puerta que estaba cerrada, sin golpear la abrió y a Shun se le encogió el alma, ahí estaba Seiya, acostado en una pequeña cama improvisada hecho bolita, un médico estaba dentro de la habitación y algo escribía en la cartilla, Seiya estaba usando un traje naranja que usualmente daban a los criminales pero parecía no importarle, se notaba que en algún punto de la noche lo habían aseado porque su cabello estaba mojado, tenía vendadas las muñecas, estaba envuelto en una delgada manta, su mirada estaba desenfocada aunque parecía concentrado en un punto cualquiera en la pared, Shun se acercó y se sentó en la pequeña cama, acarició los castaños cabellos y sintió a Seiya saltar asustado, al verlo no lo pudo evitar y empezó a llorar

- Tranquilo Seiya, tranquilo… respira… eso es… no estás tan mal, sanarás muy pronto y estarás bien, no llores, me parte el alma verte llorar

- Shun… Shun… - el castaño no podía articular palabra y solo abrazaba a Shun con desesperación

- Vine a llevarte a casa, vamos Seiya, levántate, quieres que te ayude? – Seiya asintió y empezó a limpiarse las lágrimas del rostro, el detective le pasó una cajita de kleenex y esperó que el castaño se incorporara un poco, lo primero que preguntó Seiya fue por su hijo, y lo hizo en un susurro:

- Max?

- Max está en casa con Shyru, no te preocupes por él, ven… dónde están sus zapatos? – Shun buscó por el suelo pero no encontró nada, así que se sacó los suyos y se los puso a Seiya que en verdad no estaba mirando nada y se dejaba hacer mansamente, se puso de pie ayudado de Shun y caminó apoyándose completamente en él, le costaba respirar y le dolía el cuerpo entero al moverse, se sentía… roto…

 

El detective caminó detrás y algo le pidió a uno de los uniformados que asintió y fue por el pasillo, al llegar a la puerta no pudieron salir, el detective se adelantó y con su tarjeta abrió la puerta para dejarlos salir a la sala de espera más grande

 

El detective tomó a Seiya del brazo y lo llevó hasta uno de los banquitos, lo sentó y les dijo que esperaran y no se movieran de allí, a los pocos minutos regresó y tenía en las manos un vaso de alguna bebida caliente, se acunclilló delante de Seiya y se lo dio

- Es solo un té que tiene un tranquilizante no muy fuerte, solo es algo que te ayudará a conciliar el sueño esta noche, sé que no te gustan las pastillas y esas cosas pero por hoy haz una excepción, tómalo todo… eso es…, necesito que duermas bien esta noche, me lo prometes? – el tono del detective era suave y sereno, para sorpresa de todos acarició la mejilla de Seiya que no se hizo el quite, sino que respondió en un susurro:

- Gracias Shura

- Ok., ponte esto que hace frío afuera – el uniformado había traído una funda que contenía varias prendas, Shura sacó una chompa mullida que prácticamente puso a Seiya, el castaño se dejó vestir mansamente, luego le puso un gorrito y una bufanda, sacó unas botas que lucían bastante nuevas, le sacó los zapatos y se los dio de vuelta a Shun para luego calzarle las botas a Seiya, todo esto lo hizo con la mayor de las delicadezas

- Gracias Shura, en serio… no sé qué hubiera pasado si tu… si tu… - los ojos del castaño se llenaron de lágrimas nuevamente, Shura lo abrazó suavemente para luego con su pañuelo secar sus lágrimas y besarle la frente al decir:

- Es cosa del destino pequeño, mi turno ya había acabado pero no me había ido porque quería verte llegar, aunque sea de lejos quería verte esta noche porque no iba a entrar en el bar, y como no llegabas me preocupé, por eso fui por el callejón y pude encontrarte a tiempo, es cosa de las estrellas que yo estuviera en el momento correcto en las circunstancias correctas, no hubiera podido vivir conmigo mismo si algo te sucedía, ahora quiero que vayas a casa, descanses y te recuperes, podrás hacer eso por mi? – Shura acarició la mejilla de Seiya que asintió levemente y se puso de pie con su ayuda, se notaba que estaba adolorido, el detective hizo una seña a uno de los uniformados que abrió las puertas de la estación y todos salieron, Shura acomodó a Seiya en el asiento trasero del auto de Julián y al cerrar la puerta le dijo a Shun: - Por favor, si necesitan algo, si algo más ocurre, no sé… si se siente mal en la noche o algo así, llámame, este es mi número personal, no importa la hora, el médico dijo que estaba golpeado pero que no tenía nada grave, en teoría no debería haber complicaciones pero… si las hay yo… yo solo… llámame, ok?, si yo pido una ambulancia para tu casa llegará más rápido, entiendes? – Shura había sacado de su billetera una tarjeta con sus números de la oficina pero atrás había escrito su número de la casa y su número celular

- Lo llamaré si algo sucede, pero espero de corazón no tener que llamarlo, muchas gracias por todo detective, en verdad que no sé cómo agradecérselo – Shun tomó la tarjeta y estrechó la mano del pelinegro que pasó una mano por su cabello en un intento de acomodarlo y fue ese gesto que hizo click en el cerebro de Shun, ya se acordaba de dónde lo vio, él era el sujeto que estaba en el parque con Seiya ese fin de semana, el que le llevó ese café, era el cliente por el que Seiya suspiraba y que le dejaba las mejores sus propinas en el bar, dioses…

- Solo cuídalo y es en serio, lo que sea que necesites y a cualquier hora, yo voy a ir mañana en la mañana por tu casa a visitarlo, está bien?

- Claro que si… muchas gracias otra vez

 

Shun subió al auto en el asiento trasero, se acomodó junto a Seiya y lo abrazó, el castaño cerró los ojos y Julián arrancó el auto, el viaje a casa fue silencioso, Shun le preguntaba cosas a Seiya pero el castaño ya no quería hablar de esto, no quería saber nada de nada, estaba exhausto y lo único que quería era ir a dormir, no quería nada más de la vida, por eso cuando llegaron a casa, con mucho cuidado Shun ayudó a Seiya a salir del auto, a entrar a la casa, a subir las escaleras y a meterse a la bañera, Seiya se había duchado en el hospital con la ayuda de las enfermeras pero se sentía sucio… contaminado y así no podía tocar siquiera a su hijo, necesitaba bañarse con urgencia, así que sin importarle la hora se hundió en agua prácticamente hirviendo, Shun tenía la impresión de que Seiya quería quemar de su piel toda huella que esos desgraciados pudieron dejar en él

 

Shun lo estaba ayudando, le estaba pasando la esponjita por el cuerpo, le lavó el cabello, pero Seiya se veía mal, muy muy mal, su expresión era muy transparente y nunca lo habían visto en ese estado, Shyru estaba arrimado en la puerta del cuarto de baño y escuchaba horrorizado lo que Shun le estaba contando mientras le lavaba el cabello a Seiya que estaba intentando no escuchar nada y miraba a su hijo que jugaba con unos legos en el piso

- Ven… vamos a acostarte, quieres comer algo o tomar algo? – Shun ayudó a Seiya a salir de la tina y lentamente lo llevó a su habitación, le puso su pijama y lo acostó

- No… no quiero nada, gracias Shun… me podrías ayudar con Max?, tráelo por favor, su hora de dormir ya pasó hace mucho

- Si pero no creo que sea prudente que duerma contigo, se mueve mucho cuando duerme – Shun tomó al pequeño que estaba en su esquina acomodando sus peluches en una fila

- Puede ser pero… es mi bebé… tráemelo por favor

- Está bien, no te muevas mucho por favor – Shun acomodó una almohada en el pecho de Seiya y le trajo a Max que estaba algo quejoso, Seiya se acomodó de mejor manera y recibió a su hijo en su pecho, el pequeño no estuvo quieto por mucho tiempo pero tampoco se le estaba lanzando a su padre, eventualmente se durmió y Seiya solo le acariciaba ausentemente el cabello mientras lo miraba

- No quieres un analgésico o algo? – Shun no podía simplemente irse, no quería dejar solo a Seiya

- Ya tomé uno, no creo que sea prudente que tome otro, y tengo sueño por lo que sea que Shura me dio a tomar, ya ve a dormir tu también Shun, estoy bien… - Seiya suspiró y en verdad que se le cerraban los ojos, ese tranquilizante era en verdad fuerte, aunque Shun en  cambio creía que como Seiya no tomaba ni aspirinas, esa droga lo iba a noquear más fuerte que a cualquiera de ellos

- No quiero dejarte solo – respondió el peliverde mirando al castaño con genuina preocupación y  angustia

- Max se queda conmigo, ya ve a dormir – Seiya sonrió débilmente  pero Shun no quería irse, más bien se sentó en la cama junto a Seiya, tomó su mano y preguntó:

- Te dijeron que es lo próximo que tenemos que hacer, es decir… presentar una denuncia o algo?

- Shura me dijo que van a utilizar mi declaración, no es necesario hacer reconocimiento de los sospechosos porque fueron heridos en el callejón y hay testigos y esas cosas – Seiya suspiró pero Shun frunció el ceño

- Qué testigos?

- Shura, y los otros dos detectives que estaban en la patrulla, ellos estuvieron allí, lo vieron todo, hicieron el arresto, llamaron a la ambulancia… el caso está perdido para ellos, no creo que yo tenga que hacer mayor cosa lo cual es bueno, de cualquier manera Shura me dijo que se iba a encargar de todo, que no me preocupara de nada… así que eso es lo que voy a hacer, no me quiero preocupar por nada, no quiero siquiera pensar en ello – Seiya se estremeció visiblemente, aún no lo procesaba del todo y estaba algo ido por la medicación, ya luego cuando la realidad lo golpeara se iba  a sentir peor de ser posible

- Vaya… el mundo es muy pequeño, tu cliente estrella es un policía?

- No… es detective, estaba en el bar y ha estado todo este tiempo porque están armando un caso de tráfico de alguna droga o algo, un cartel, no sé… si me dijo pero estaba todo críptico entonces no le presté mucha atención, Shura es detective de Vicio, aunque me dijo que quiere cambiarse a Homicidios, que ya ha visto suficiente cantidad de drogas y prostitución, entonces quiere pasarse a homicidios, esos casos son más complicados pero dice que el tema le fascina, todo eso me lo estaba diciendo de camino al hospital, yo creo que intentaba distraerme, sostenía mi mano y me hablaba mirándome a los ojos, sabes… eso es raro en él, siempre me mira a los ojos, ni siquiera cuando bailo y me estoy quitando la ropa me ve el resto del cuerpo, siempre me mira a los ojos – Seiya cerró los ojos y respiró profundamente pero se arrepintió de hacerlo porque le dolió feísimo el pecho

- Él fue contigo en la ambulancia? – esto le sorprendió a Shun, eso no lo había escuchado nunca

- Si… él fue el que primero me auxilió, yo estaba tirado en el piso, con la ropa toda rota y rasgada, ese tipo estaba encima de mi, tenía aliento a trago, es verdad que no llegó a violarme pero… eso fue… eso fue horrible Shun… - Seiya se limpió una lágrima que le bajó por la mejilla, tres de esos cuatro sujetos lo habían estado sujetando en el sucio suelo del callejón, mientras el otro tenía sus dedos dentro de él, todos ellos reían y vitoreaban, alentaban a ese degenerado a que lo posea, Seiya escuchó como ellos planeaban turnarse para violarlo, escuchó y vio como uno de ellos se masturbaba mientras sujetaba su brazo aplastándolo con la rodilla, sintió como esos dedos entraban y salían de su intimidad sin el menor cuidado, con rudeza y rapidez, Seiya nunca se había sentido más desamparado que en esos momentos, nunca se había sentido como un simple objeto, nunca se había sentido como un puto cualquiera de la calle, hasta que lo iban a violar como a uno

- Pero no estuviste solo, Shura llegó en tu ayuda, no? – dijo Shun acariciando los castaños cabellos de su hermano y sonriéndolo para darle ánimos, Seiya suspiró y respondió:

- Si, se sacó su propio saco y me cubrió con él, tomó mi mano todo el tiempo mientras me atendían en el hospital, eso fue igual de horrible que el ataque, pero Shura, él fue… genial… no lo esperé, te lo juro, nadie había sido tan amable y gentil conmigo gratis, siempre la gente quiere algo de ti cuando te ayuda, pero él no… él solo… él solo estuvo conmigo haciéndome compañía y hablando conmigo hasta que llegaras tu

- Me dijo que va a venir a verte mañana

- Sabe dónde vivimos? – Seiya preguntó frunciendo el ceño, no recordaba habérselo dicho

- Es detective no?, si en verdad quiere verte lo averiguará – Shun besó a Seiya en la frente y apagó la luz de la habitación, encendió la lamparita de muñequitos y salió, iba a ir a su cuarto pero no podía, no quería dejar a Seiya solo así que estaba caminando por el pasillo chequeando y mirando a Seiya que también parecía dormir

- Ya ven a la cama Shun – Julián estaba de pie a lo alto de la escalera

- Ahí voy, me voy a la cocina un ratito, voy a hacer té y le voy a dejar un jarro a Seiya por si acaso se despierte, quieres un té?

- Muchas gracias, pero ya deja de pasearte por la casa y ven a la cama – Julián sonrió al decir esto, le agradaba mucho lo preocupado que era Shun por todo y por todos pero estaba consciente de que tenía que cuidar su embarazo, y por eso se lo insistía

- Te lo prometo, ya ve tu a la cama y calienta mi lado, ok?

- Ok., pero apúrate – Julián fue al tercer piso y se perdió por el pasillo

 

Shun bajó a la cocina y mientras la tetera estaba hirviendo se distrajo con la canasta de la correspondencia, Shyru era el que a veces lo miraba todo y se los repartía pero aparentemente no lo había hecho las últimas dos semanas, así que Shun dividió las cosas en pilos, en el primero puso las deudas y facturas de cobro, esas tenían que resolver primero, luego habían varias revistas y cosas que usualmente llegaban para Seiya, había algunas cosas de la universidad para Shyru y al final había un pequeño paquete dirigido a él, eso era extraño porque no tenía remitente, Shun buscó un cuchillo y lo abrió, dentro estaba una cajita, al abrirla encontró una pulsera muy hermosa, parecía ser de plata o de oro blanco porque tenía un brillo muy especial, relucía en la tenue luz de la cocina, era fina y muy delicada

 

Shun la miró por largo tiempo y luego de dejarla en la caja, abrió de mejor manera el sobre y una pequeña nota cayó, al leerla el corazón del peliverde escapó un latido, la nota simplemente decía: “…Siempre”, y estaba firmado con una “H”.

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Y ahora???, Hades vuelve?, Qué pasará con Seiya???, y Shura???

No se pueden perder el próximo capítulo, todo está a punto de estallar


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