Capítulo 3.- Clientes enamorados
Eran las siete de la noche y Shun estaba limpiando las mesas del bar con furia, se sentía estúpido y bastante crédulo, no era la primera vez que le pasaba pero eso no significaba que no le doliera, Julián le había dicho que le llamaría, que lo iría a buscar, la verdad no tenía que habérselo dicho, todo podría haber quedado así y no hubiera habido resentimientos, pero no… ahí fue el idiota ese a hacer promesas que no iba a cumplir, típico…
Mientras Shun rabiaba, Ikky y Hyoga estaban en su mesa usual, cuando de pronto ambos alzaron las manos y gritaron con una sonrisa al abrirse la puerta, Shun se volteó y su corazón dio un salto, ahí estaba… Julián había llegado después de todo, el peliazul alzó la mano en saludo pero se dirigió directamente a Shun y lo besó suavemente en los labios
- No lo puedo creer, llegaste… - dijo Shun y aún no salía de su asombro
- Claro que llegué, soy un hombre de palabra y me moría por verte, te he pensado el día entero, me hormigueaba el cuerpo del ansia, eso no me había pasado nunca antes en la vida – Julián acarició la mejilla de Shun y lo besó de nuevo en los labios, Ikky y Hyoga silbaron y rieron ante la escena e hicieron señas a Julián para que vaya a su mesa, la puerta del bar volvió a abrirse dejando entrar a dos nuevos clientes, ambos caminaron directamente hasta Julián que hizo las presentaciones del caso: - Shun, estos son mis amigos de la oficina Bian y Sorrento, amigos… este mi Shun – Julián abrazó a Shun al mencionarlo, Shun no lo podía creer, Julián ya le estaba presentando a sus amigos
- Mucho gusto, Julián ha hablado de ti todo el día, así que nos colamos hoy para conocerte, espero que no te moleste – el que habló era Bian, era un muchacho alto y fornido de largos cabellos castaños, tenía una sonrisa que parecía sincera, el otro muchacho, Sorrento, miraba a Shun como si no se convenciera o algo
- Es un gusto conocerlos, por qué no se sientan y les llevo una cervezas – propuso Shun señalando la mesa de Ikky y Hyoga, Julián lo besó una vez más en los labios y se fue directo a la mesa señalada, hizo las presentaciones respectivas y alegremente el amplio grupo tomó cervezas, comió alitas y la pasaron bomba en el bar, a Shun le alegraba que Julián se llevara bien con Ikky y con Hyoga, eso le ahorraría muchos problemas en la vida
Casi a las dos de la mañana, Seiya llegó al bar, venía fumando un cigarrillo y sonrió al ver la mesa tan llena y alegre, al sentarse se tomó un sorbo de la cerveza de Shun que en ese punto ya estaba sentado con Julián, su turno había terminado y Alde ya estaba en proceso de cerrar el bar
- Cómo te fue? – preguntó Shun todo interesado, Seiya tenía una sonrisita que no podía ocultar
- Fantástico… - respondió el castaño con un suspiro
- Quién es él?, cuándo nos vas a decir? – Hyoga codeó al castaño que sonrió más ampliamente y meneó la cabeza al responder:
- Es un secreto que me deja las mejores propinas ever, me hace conversación, me quiere invitar un café que no puedo aceptar, es joven y muy guapo, varonil… sexy, tiene una voz hermosa y unas manos que son para morirse, unos ojos que te pierdes en ellos… – Seiya suspiró al cerrar los ojos
- No es Saga, verdad? – preguntó Ikky frunciendo el ceño
- Claro que no, Saga es un imbécil que solo me busca cuando le es conveniente para él, nunca me da dinero para Max, ni siquiera lo quiere reconocer como suyo, ya nada con Saga, no ha venido en este último tiempo y eso es mejor, odia que trabaje en el otro bar pero… necesito el dinero, el muy imbécil cree que disfruto desnudarme ante otros, te parecería que soy ese tipo de persona Shun??? – Seiya se puso molesto ante la sola mención de aquel, hace un par de meses se vio forzado a buscar otro empleo para poder pagar la cuenta de hospital de Max que le dio una infección al oído y no había podido conseguir nada mejor que trabajar un par de noches en la semana como bailarín en uno de los bares de desnudistas del barrio, Seiya no necesariamente disfrutaba hacer striptease pero era un buen dinero que lo iba a sacar de varias deudas, lastimosamente el castaño no tenía ayuda con Max, Saga era el padre de su hijo pero era un hombre casado, Seiya lo amaba profundamente pero… en este último tiempo se había decepcionado mucho de él, era obvio que Saga no lo amaba y solo lo utilizaba
- Claro que no, él es un imbécil, me alegro que lo hayas dejado, solo no vuelvas con él – Shun palmoteó la pierna de Seiya que se puso de pie porque Alde ya los venía a botar a ellos de la mesa
- Nahhh… esa es una probabilidad muy remota, si estuviera buscando pareja… me tomaría un café con mi cliente favorito, pero… mejor vamos a casa, no debería pensar en lo que no debo y me muero de sueño – el castaño tomó su mochila y recogió sus cosas, Julián, Bian y Sorrento pagaron la cuenta y todos salieron del bar aún cantando y riendo, Ikky iba abrazado de Julián y de algo le estaba hablando pero la verdad es que no se le entendía lo que hablaba, Bian y Sorrento se despidieron en la esquina, ellos si iban a regresar a casa, Julián fue con los otros chicos, el panorama al entrar en casa fue muy parecido al de la noche anterior, Shyru estaba sentado en el mueble leyendo un libro y acariciando la cabecita de Max que dormía en su pecho, al verlos llegar sonrió
- Tu hijo es un ángel de bondad, estudió conmigo y no me hizo escándalo hasta que se durmió, le gusta que le lea cosas aparentemente, o le gusta el sonido de mi voz – dijo Shyru cuando Seiya cargó a su hijo para acostarlo
- Es que mi bebé es un ángel, gracias Shyru, ten… son mis propinas de hoy y espero que te alcancen para el libro o lo que me dijiste el otro día que necesitabas – Seiya sacó de su bolsillo un fajo pequeño de billetes de denominación baja, Shyru lo contó y sonrió al abrazarlo, a Seiya le estaba yendo espectacular con las propinas últimamente y eso le facilitaba la vida, Shyru cuidaba a Max para que Seiya pudiera trabajar, pero eso no se comparaba con lo que Seiya hacía por él al cubrir la mayoría de sus gastos
- Claro que me alcanza, gracias Seiya me has salvado la vida
- Tú me la salvas todos los días al cuidar a mi bebé
- Max es fácil de cuidar, además él estudia conmigo, mañana me va a ir bomba en mi examen – Shyru sonreía aliviado, ese libro si le hacía falta y ahora ya podría comprarlo en esa librería de segunda mano
- Ok., no te quedes hasta muy tarde – Seiya subió las escaleras y se perdió por el pasillo, Shyru ayudó a Hyoga a llevar a Ikky a su habitación, lo que dejó a Julián y a Shun en la salita, el peliazul tomó en sus brazos al muchacho de ojos verdes y lo besó con pasión
Julián besaba muy bien, era tierno y apasionado, a Shun le gustaba mucho la manera en la que lo sostenía mientras lo besaba, por eso no opuso resistencia cuando Julián lo acomodó en el sillón y se dedicó a acariciar su pecho y sus costados, todo estuvo bien hasta que el mayor metió las manos dentro de la camiseta que Shun usaba, en ese momento el menor se tensó y puso sus manos sobre las manos de Julián para detenerlo
- Pasa algo? – preguntó el peliazul algo extrañado
- No… no pasa nada, vamos arriba? – Shun besó a Julián en los labios y le acarició la espalda al decir esto, el mayor sonrió y se puso de pie para ir con Shun por las escaleras, el peliverde miró la sala desde las escaleras y meneó la cabeza, debería dejar de pensar en lo que no debía, Julián… debía concentrarse en Julián, él era el que estaba a su lado, pero… Hades… Hades no salía de su cabeza…
***
Shun estaba en la cocina de pie frente a la tetera, Hades estaba en la sala y sonreía al mirar ausentemente una cartelera de corcho en la que estaban muchas notas pegadas, fotos, recordatorios de citas médicas y demás cosas, era algo fascinante de ver, si eso alguna vez se originó como un intento de mantener orden en aquella casa, ahora era un completo caos
- Espero que te guste el café cargado, aunque eso no te mantendría despierto la noche entera? – Shun se acercó a Hades con una sonrisa y un jarro en sus manos, Hades tomó el jarro y dio un sorbo a la caliente bebida, cerró los ojos y suspiró al responder:
- Tengo una contusión en la cabeza, no creo que sea conveniente que me duerma en estos precisos momentos, o por lo menos es lo que dicen en las películas
- Es verdad, te gusta nuestra pizarra?
- Me encanta, aunque me gustas tú mucho más – Hades se acercó a Shun que se hizo el quite y no se dejó acorralar o besar, pero le sonrió pícaramente al pelinegro que lo miraba como cazador a su presa
- No no no, estás herido y debes descansar, no quiero ser el responsable de daños – Shun caminó hasta ponerse tras del sillón y le dio un sorbo a su café, Hades también bebió su café y sonrió al volver su atención a la cartelera y tomar una foto, Shun lo miró y reclamó: - Hey… devuelve eso a donde pertenece
- Está justo donde pertenece, justo aquí… junto a mi corazón – Hades estaba puesto una camiseta de Hyoga que le quedaba algo justa, su ropa estaba en la lava secadora en esos momentos, por lo que a lo que se volteó se notaba claramente que la foto que había tomado de la cartelera estaba sobre su pecho dentro de la camiseta, Shun señaló la cartelera indicando que devuelva la foto pero Hades meneó la cabeza y sonrió invitante, Shun dejó su jarro de café en el filo de la ventana y caminó decidido hasta Hades que levantó las manos y no se movió cuando Shun metió la mano dentro de su camiseta para sacar la foto, la cual volvió a pegar en la cartelera
Shun estaba volteado de frente a la pared asegurando la fotografía cuando sintió ambas manos de Hades en su cintura, sintió su aliento en su nuca y luego un suave beso en su cuello, el peliverde sintió como su corazón empezó a latir con violencia ante este muy simple roce, pero la anticipación se fue acumulando en él desde que llegaron a casa, Hades se estaba dando las vueltas y esto le resultaba por demás frustrante, el pelinegro se tomó su tiempo en recorrer su cuello con los labios, lo bañó de dulces y suaves besos, aunque la mayoría no eran besos, eran simples roces de sus labios sobre su piel, Shun hizo para atrás su cabeza rindiéndose a estas sensaciones y apoyándose en el mayor que sonrió y lo volteó buscando sus labios
El beso fue demandante, Hades besaba como los dioses, lo sostenía con posesividad y lo iba pegando a su cuerpo, sus manos recorrían su espalda y sus costados, sus caricias eran delicadas, no buscaba marcar su piel, buscaba encenderlo y eso lo estaba logrando con creces
- Pantalones negros… camisa blanca con filito verde... botas… sin cinturón… pulseras tejidas en una mano… reloj en la otra… sin cadena… sin anillos… sencillo pero completamente hermoso – susurró Hades en la oreja de Shun cuando el beso se rompió y él estaba paseándose por su oreja y cuello
- De qué estás hablando?
- Es lo que llevabas puesto la primera vez que te vi, estabas en el mismo bar con Seiya, bailaban despreocupadamente en la pista como bailaban hoy, esa fue la primera vez que te vi, ustedes estaban con un tipo de cabellos azules que les estaba comprando tragos aunque él estaba más interesado en Seiya que en ti, tú bailabas y te divertías… eras una visión hechizante, como lo fuiste esta noche – Hades miró a los ojos a Shun cuando dijo todo esto, el menor no sabía cómo sentirse al respecto, los ojos negros de Hades eran muy profundos, lo intimidaban hasta cierto punto pero le encantaba
- Cuándo fue esto?
- Hace un mes, y me sentí el hombre más imbécil del planeta porque me moría por invitarte un trago pero… no me animé a hacerlo, no sabía si lo ibas a aceptar o no, luego me descuidé un poco y tú te me fuiste, desapareciste y pensé que se me fue la oportunidad de conocer al hombre de mi vida, claro… hasta que te vi esta noche en la pista de baile y me dije a mi mismo, “Esta es la oportunidad, esta vez si le vas a invitar el trago” – Hades acarició la mejilla de Shun y le sonrió, Shun no lo podía creer, nunca antes en la vida le había pasado esto, por lo que preguntó:
- Y por qué no lo hiciste?
- Porque ese tipo te robó el reloj y todo se fue al diablo – Hades señaló su cabeza y sonrió, pero Shun retiró un mechón de su frente y aprovechó para acariciar su rostro y responder en tono suave:
- No todo…
- Tienes razón, ahora estoy en tu casa, estamos solos… hay muchas cosas a nuestro favor esta noche no lo crees? – Hades puso las manos en la cintura de Shun y lo acercó a su cuerpo una vez más
- Esta noche? – Shun frunció el ceño cuando dijo esto
- Créeme Shun, nadie en su sano juicio quisiera algo de solo una noche contigo, yo quiero todo contigo
- Empezando desde ahora?
- Estamos más de un mes atrasados Shun, yo creo en lo de aprovechar las oportunidades, no lo crees?
- Carpe diem – dijo Shun meneando la cabeza, a él no le convencía lo que Hades decía
- Mira… hagamos una cosa, tú me puedes detener cuando quieras, puedes poner un alto a todo y eso será todo, yo me iré de tu casa y quedamos como amigos, podemos volver a vernos o no, eso dependerá de ti pero… espero que no me detengas – Hades zafó el cinturón que sostenía sus pantalones para luego zafar el botón de sus pantalones y bajar el cierre, todo esto lo hizo mientras miraba a Shun a los ojos, el peliverde se sonrojó con furia pero su sentido aventurero salió a flote y decidido metió la mano en el bóxer de Hades y sintió su miembro que se iba endureciendo con su toque, el pelinegro sonrió y acorraló a Shun contra la pared para besarlo con pasión en los labios
Shun tiró de la camiseta de Hades hasta sacársela y juntos cayeron en el sillón, al inicio Shun estaba acomodado sobre su espalda con Hades entre sus piernas, las manos del pelinegro recorrieron sin pudor alguno su piel, botón por botón fue abriendo su camisa para luego llenar de besos, lamidas y mordidas su pecho entero, Shun se arqueó en el sillón cuando Hades le puso especial atención a sus pezones y tomándose su tiempo lo acabó de desnudar
Shun cerró los ojos con fuerza cuando sintió como Hades empezó a dilatarlo, esto era siempre incómodo pero el pelinegro sabía lo que hacía, además había tenido un tubo de lubricante en el bolsillo de sus pantalones, eso le hizo su tarea mucho más fácil
- Tienes protección? – preguntó Shun en medio de un mar de sensaciones, los largos dedos de Hades estaban rozando certeramente un punto muy sensible en su interior, el pelinegro le estaba chupando uno de sus pezones mientras con su mano libre acariciaba sus caderas
- Si… yo lo tengo todo, no te preocupes por nada, pero… para tu seguridad, me hice exámenes de todo hace como un mes, estoy limpio – Hades subió dejando un caminito de besos por su cuello hasta llegar a sus labios
- Me alegro… yo también pero… usa protección por favor
- Claro que si, eres tan sexy… ven chiquito… te quiero arriba…
Hades se acabó de desnudar y se acomodó en el sillón sentando a Shun en su regazo, el peliverde besó al mayor dejándose guiar, poco a poco fue introduciendo el miembro de Hades en su estrecha entrada, dulces gemidos escaparon de su garganta hasta que aquel instrumento estuvo dentro, la respiración de Shun era agitada y cuando se sintió listo empezó a mover las caderas. Esto era una tortura deliciosa, Shun marcó el ritmo que fue lento al principio, pero fue aumentando a medida que la pasión fue escalando, Hades sostenía al menor de las nalgas y lo ayudaba a subir y bajar, ambos estaban viendo estrellas con los ojos cerrados, fue una de las mejores noches de sus vidas
Shun gemía y echaba su cabeza hacia atrás, la fricción en su miembro era deliciosa, Hades lo apretaba a su cuerpo y el roce entre ambos vientres era fantástico, Hades se deleitó acariciando los suaves muslos y el perfecto trasero de Shun, sus cuerpos estaban perlados de sudor a medida que su llegada al clímax se acercaba
- Hades… Hades… mmmm…
- Sostente de mi, eso es… - Hades tomó a Shun de la cintura y cambiaron posiciones en el sillón, Hades tumbó a Shun en el sillón y empezó a mover con cadencia las caderas, esto era el paraíso, Shun sintió como su cuerpo entero se estremeció cuando llegó al orgasmo, nunca en su vida se había sentido así, era como si su cuerpo entero fuera de gelatina, arcilla en las manos de Hades que lo tomó con pasión y lo hizo suyo en todo el sentido de la palabra
- Esto fue… perfecto… - Shun estaba acomodado en el pecho de Hades que se sostenía en el filito del mueble, se estaban acariciando suavemente, Hades se moría por un cigarrillo así que se estiró tratando de alcanzar sus pantalones que estaban en el suelo, pero la gravedad le ganó y como tenía a Shun acurrucado en su pecho, ambos cayeron al suelo
Hades se quejó pero en menos de un segundo estalló en risas, Shun lo acompañó y ahí en el suelo entre risas y besos volvieron a amarse con el sonido de la lluvia que caía de fondo, Shun no era virgen ni mucho menos, pero… esa primera vez con Hades fue muy especial, fue un despertar en su vida, él había tenido sexo antes pero… hasta esa noche… no supo lo que era el tener a un verdadero hombre entre las piernas…