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¿Quién es Madonna? por Melisa Compota

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Notas del capitulo:

Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiju 2do cap, espero tener el 3 pronto :D espero les guste.

 No lo mencione pero obviamente los personajes no son mios, y la adpatacion sobre la cual esta originado este fic tampoco.

de una fans Jhonlock para quienes lo compartan :D 

-Una pesadilla- dije casi gritando -seguramente comenzaste otro experimento en la cocina y los gases me están haciendo tener una pesadilla donde, claro está, eres aún más odioso que en el mundo real-

-Jhon, yo diría que esto es más como “sueño en una noche de verano”- menciono casi ofendido, con un tono gracioso dado que comenzaba a arrastrar las palabras por el efecto del alcohol-

Solo le fruncí el ceño y lleve mi mano hacia su entrepierna, no lo pensé, solo actué

-¡Jhon Hamish Watson! qué estás haciendo- me miro esperando una respuesta

Jamás había escuchado a Sherlock ofendido de ese modo, le mire frunciendo el ceño por unos largos segundos, que se suponía que quería que hiciera, nos miramos mutuamente ofendidos los dos por unos segundos, hasta que me aburrí, volví a suspirar para darme valor por la discusión que se avecinaba

-Sherlock tu mencionaste que me debía de hacerme cargo, y bueno, ¿tu entiendes? Estaba en ello, espera…- me lleve la mano a la cabeza golpeándome en la frente, Sherlock me miraba sin entender. “Jhon Watson, en que momento Sherlock ha entendido las cosas mundanas del mismo modo que tú o que cualquier otra persona en este pedazo de tierra…” me repetía en mi mente, hasta que me di cuenta que debería estar recriminándome el hecho de que iba a… de que yo a Sherlock…, no pude terminar la frase en mi cabeza, Sherlock comenzó a parlotear cortando mis pensamientos.

-Jhon, claramente me estaba refiriendo a tu culpa, la culpa que tienes al someter a mi cuerpo a una descarga de hormonas a gran escala, eres el catalizador de sustancias químicas que ataca a todo mi sistema,  que hacen de mi cuerpo una reacción incontrolable, sustancias químicas Watson, dofhamina, perdón drofamina, en este momento no lo puedo mencionar bien, pero creo que usted doctor me entiende-  la cara de seriedad de sherlock demostraba un hilo de molestia y preocupación.

No creo que lo notara pero continuaba arrastrando las palabras, que no pudiera pronunciar la palabra dopamina, había sido como la guinda de la torta, pero sabía que si demostraba el más pequeño atisbo de sonrisa, la molestia de mi buen Sherlock seria épica, él continuaba en su discurso mientras le miraba atónito.

-Jhon Watson llegas a comprender el riesgo que estamos corriendo con esto- comenzó a mirar hacia todos lados -podría, en el peor de los casos, convertirme en un ser irracional, motivado completamente por emociones totalmente originado por hormonas, todo por culpa de un estúpido defecto químico al cual los corrientes insisten en llamar amor, siente mi pulso, mira mis pupilas, todo lo causa un hombre, nunca debí dejar que tus halagos, cumplidos y cuidados, mellaran de tal forma en mi ser que me afectaran de tal manera…

-¿Perdón, soy un defecto químico para ti? Sherlock te he aguantado- tuve que parar un segundo por la rabia que estaba sintiendo crecer –he aguantado tus estados de ánimos, si se les puede llamar “estados” a los balazos contra la pared, los experimentos en la cocina, los órganos humanos en el refrigerador, que te molestes porque no escuche o no siga las conversaciones que estabas teniendo en el departamento mientras ¡yo! estoy comprando comida, que supongas que tengo que saber por hecho miles de cosas que tu das por sentado, tus aburrimiento y desvaríos, pero esto… “defecto químico”, realmente en este punto, tampoco se bien a que me estas culpando, pero no lo aceptare- ofendido intente levantarme de la cama solo logrando resbalarme de ella y llegando al suelo, intente pararme lo más digno posible que me permitía mi estado, y me fui indignado, aun escuchaba de lejos los reparos del señor Holmes hacia el aire.

Cuando logre llegar a mi recamara, comencé a hacer memoria de todos aquellos recuerdos que guardaba esta casa, habían ocurrido tantas cosas, misterios, explosiones, balazos, elefantes; y ahora sería un hombre casado, viviendo con su amada esposa en su hogar, lejos de la rutina del 221B.

Ocurrido el “incidente muerte falsa” había intentado enterrar todos los recuerdos, todo lo que había sido Sherlock Holmes en mi vida, recordé el blog que había iniciado en esos tiempos,  “Gladstone blog” era una manera de hacer frente a todo el dolor, tanto roge por un último milagro, me costó tantas lágrimas y noches retomar mi vida nuevamente, ese hombre que me había regresado la vida ya hacia muerto, suicidándose frente a mis ojos, no podía negar que era la pesadilla que aún me perseguía, las lágrimas habían comenzado a brotar sin parar una tras otra, habían sido 2 años de mi vida, 2 años llenos de dolor, me recosté sobre la cama, intentando calmarme, pero las imágenes de Sherlock saltando del edificio aun eran una catapulta de dolor punzante, que no podía manejar cuando me encontraba solo,  me senté sobre el borde de la cama, no podía parar de llorar, odiaba cuando me pasaba esto, desde la reaparición de Sherlock lograba manejar de mejor manera esta situación, estaba pensando en ello cuando mi puerta se abrió de un gran portazo

-Jhon, como puedes solo irte sin… que termine de… Jhon qué ocurre- Sherlock había entrado en mi habitación en su papel de hombre ofendido y exigiendo respuestas, hasta que me vio, no sé bien que cara tenia o coloque porque sus rígidas facciones cambiaron hacia unas mucho más amables.

-Nada, estoy bien Sherlock- le di una sonrisa corta, creo que fue más una mueca y baje la mirada

-Jhon, yo lo lamento, no quería causar un inconveniente, contrariarte, no fue el mejor momento, lo siento…- Sherlock se acercó manteniendo una distancia extrañamente prudente entre ambos, le mire extrañado.

-Maldición- Me lleve las manos a las rodillas mientras bajaba la mirada al suelo, algo en sus palabras, habían sido el impulso de una explosión de llanto, dolor y rabia, le tome por la solapa de su ropa, estúpido bastardo, me mataste ese día contigo, maldito egoísta- en esta oportunidad mi puño si buscaba y llego contra su cara, no podía dejar de llorar -¿sabes cuánto me costó?-

-Jhon, creo que ya pasamos por esto- Solo me abrazo y me retuvo contra su cuerpo

-Ese día me asesinaste- le reproche entre sollozos

-Pero ahora estoy acá, contigo- hubo un silencio solo acompasado por sollozos tenues, Sherlock con su voz, lo rompió a la perfección.

-¿Podría secarte las lágrimas? Volví a quedar estupefacto, me sentía como una adolescente –estoy aquí Jhon, no hay razón para llorar-

-Nunca me pediste perdón, con sinceridad, de corazón con sentimiento- a pesar de que estaba tratando de ser lo más serio posible, mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas, las que apenas me dejaban verle con nitidez, definitiva y totalmente no volvería a mezclar cerveza y whisky en mi vida

-Lo lamento mucho Jhon, pero era la única alternativa para que…- comencé bajar mi ceño, su discurso comenzó a cambiar según mi semblante –Lo siento mucho Jhon, yo no pensé que podía provocar un daño sicológico así de fuerte, aunque debí de suponer que si al regresar de Afganistan estabas en tratamiento, y dado tus antecedentes familiares- se volvió a callar al ver mi cara y comenzó a colocarse rojo, me apretó contra su pecho en silencio –¿eres capaz de sentir como se acelera mi corazón, mi respiración?- calzaba justo contra su pecho, claramente lo estaba sintiendo, en mi estómago se hizo un nudo nuevamente

-¿Estas cambiando de tema?- recién en ese instante fui consciente de que al igual que él, le estaba abrazando fuertemente, teniendo su ropa entre mis dedos, las solté suavemente, Sherlock comenzó a bajar su cabeza hacia mi cuello

-Es de mala educación responder con otra pregunta, pero ni modo, sé que eres capaz de sentirlo, pero ¿eres capaz de admitirlo?

-qué cosa- le pregunte casi en un susurro

-Me encanta tu olor, siempre se me olvida lo mucho que me gusta, hasta el momento en que le vuelvo a sentir, y me vuelve a encantar; supongo que ya es demasiado tarde para continuar con esto- me soltó y se alejó –sería bueno tener una noche tranquila de sueño- se volteo para ir hacia su recamara

-No- le grite mientras tomaba entre mis dedos parte de su ropa –no… te vayas…- tosí un poco aclarando mi voz –Sherlock no te vayas por favor- fui terminando mi oración en un susurro.

-No lo creo prudente- no negare que me sorprendió su respuesta

-Desde cuando has sido prudente frente a algo- lo intente decir con un tono burlón, pero me sorprende la poca fuerza de mi voz en comparación a la Sherlock

-Contigo es distinto, las consecuencias Jhon…- no le deje terminar la frase

-Creo que eso es problema mío… solo te estoy pidiendo que no te vayas Sherlock-

-Está bien, me quedare- se dio vuelta enérgicamente –pero recuerda que tú me lo pediste, no me coloques caras Jhon- se sentó en la cama y luego se tendió, le imite

-y ahora- le pregunte inconscientemente

-Compartiremos la alcoba, la recamara, la cama, como dos buenos amigos que han terminado una juerga- hablaba mientras miraba el techo

-okey- me moví hacia los lados hasta que tome el valor para tenderme junto a su lado en la cama

Notas finales:

.-.

Les gusto?

Me odian?

Estoy en medio de la continuación


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