Casi a la madrugada...
Zangetsu
Me termino de vestir mientras no dejo de pensar en ese lindo muchacho que vi en el show, sin duda alguna muy pocas personas pueden igualársele en belleza y finura
-Zan, el público te amó, estaban enloquecidos al verte tan espontáneo y seductor- me habla Juju acercándose sonriente
-la verdad no me fijé en su reacción- respondo volteando a verlo
-muñecote, estuviste increíble, felicitaciones- me abraza Jugo muy contento al aproximarse también
-buen espectáculo- me habla Byakuya sonriéndome
-creo que es hora de que me vaya, gracias a todos por su apoyo- les digo sonriendo con calidez, y mirando a todos en general
-yo salgo contigo- contesta Juju poniéndose su chamarra abrigadora
-yo también- agrega el rubio alegre
-vamos entonces-finalizo dando media vuelta
Al dejar el lugar salgo charlando con mis dos acompañantes, y por no fijarme me choco con algo o mejor dicho con alguien; bajo la mirada y noto que ha sido el bello chico de ojos azul plomizo y largo cabello negro, el mismo de hace rato
-lo lamento, ¿estás bien?- le pregunto preocupado
-sí, no fue nada- responde un poco apenado
-yo me voy, espero verte mañana de nuevo- me dice Juju tocándome un hombro y con tono de aparente influencia
Yo no le contesto, y lo oigo alejarse
-te continuaría haciendo compañía, mi vida, pero acabo de recordar que tengo que ir a buscar a mi primo, le pedí que me esperara y debe estar molesto porque no me le he aparecido- me habla Jugo para luego darme un beso en la mejilla al ponerse en puntas de pies
-si, no hay problema- le respondo con amabilidad
De inmediato se retira y vuelvo a mirar al pelinegro
-¿es tu novio?- me pregunta un poco incómodo
-no, es un amigo- contesto tranquilo
-ya veo- responde sin más que decir
Me rasco la cabeza con cierto nerviosismo y él mira al suelo
-me llamo Gabriel, pero mis amigos me dicen Zan- digo para romper la tensión
-soy Senbonzakura, pero todos me llaman Sen- responde con su dulce y cálida voz
-me tengo que ir- agrega al escuchar que sus amigos lo están llamando
-espera, ¿te volveré a ver?- le digo tocándole un brazo, él es unos quince centímetros más bajo que yo
-claro que lo verás de nuevo, con tal de volver a verte bailar es capaz de venir todos los días; te aseguro que le gustaste, amigo- me habla uno de sus acompañantes, el cual tiene cabello naranja
Acto seguido lo veo irse a reunir con los demás, y todos juntos se van. Sin tiempo que perder vuelvo a entrar al club
-Urahara, acepto firmar el contrato- le digo en cuanto lo encuentro
-no te preguntaré qué te hizo cambiar de opinión, pero me alegra que te nos unas- responde abriendo un cajón de su escritorio, de inmediato saca de ahí un documento
-espero que no me explotes laboralmente- le advierto mirándolo con el ceño un tanto fruncido
-tranquilo, lee todo el contrato y dime si hay algo con lo que no estés de acuerdo- contesta extendiéndome el conjunto de papeles
Lo tomo y lo leo, no tiene nada malo y las normas que estipula no parecen difíciles de cumplir; el rubio me acerca un lapicero, y yo firmo con este donde me lo indica él
Media hora después...
Sen
Estoy en mi habitación acompañado de Sou, y desde hace rato hemos estado hablando de Zan
-te fijaste en que su voz es muy profunda y bastante grave- le digo a mi hermano con interés
-sí, en eso y en todas las otras cosas que me has nombrado, parece que realmente te gustó ese occidental- responde con cierto tono reflexivo
-puedo volver a ese club, ¿verdad?- le pregunto con ilusión
-sí, pero con la condición de que no puedes ir sólo, te acompañaré, no pienso perder a otro hermano- contesta con seriedad
-comprendo lo que sientes, yo tampoco me esperaba algo así de Byakuya, pero él es un hombre adulto que puede manejar su vida como lo desee- le respondo para luego abrazarlo reconfortantemente
-tienes razón, pero igual también voy porque quiero saber cómo es ese hombre que tan rápidamente le robó el corazón a mi hermanito- contesta con tono un poco demandante
-está bien, con gusto acepto tu compañía- respondo sonriéndole alegremente
Ya quiero volver a ver a Zan, seguro que a la próxima se me quitan los nervios y le puedo hablar con más soltura y naturalidad
En la mañana...
Jugram
Mientras arreglaba la bodega de la tienda oí la campana de la entrada, de inmediato salí de la zona donde estaba y vi que quien llegó es mi primo Yylfordt
-pensé que seguirías durmiendo para recuperar energías- le digo al verlo tan campante
-se me quitó el sueño en cuanto recordé a tu compañero, Dios, que empo de hombre- responde con mirada maliciosa en sus ojos, mientras se muerde suavemente el labio inferior con deseo
-ni que lo digas, mi amor, él es un sueño hecho realidad- contesto con semblante ilusionado
-¿sabes si tiene pareja?- pregunta interesado
-pienso que no, aunque verdaderamente sólo sé que tiene un hermano menor- respondo dudoso
-pues averiguale la vida, mi rey, porque si no de qué nos valemos para que te acerques a él, yo estoy muy ocupado para hacerlo, pero tú eres ideal, además estoy seguro de que lo conseguirás sin problema- contesta dándome una idea pero a la vez exaltándome
-¿realmente piensas que soy perfecto para él?- le pregunto emocionado
-eso ni lo dudes, es el hombre que tanto has estado buscando, no dejes que otro u otra te lo quite, da pelea por ganarte el lugar que te mereces en su corazón- responde alentándome
-tienes razón, yo debo ser su pareja, no hay nadie que se me compare después de todo; Zangetsu Coyote tarde o temprano va a ser solo mío, y ay de aquel o aquella que me lo intente quitar porque sabrá quién es Jugram Haschwalth- contesto decidido
Tengo el completo convencimiento de que él volverá esta noche, y desde el primer momento en que lo vea me encargaré de hacer que los otros príncipes sepan que es únicamente para mí, y que por nada del mundo dejaré que alguno le eche mano antes que yo.
En otra parte...
Byakuya
Veo a un cliente entrar a la tienda, tras ir a preguntarle qué está buscando y ayudarlo, lo conduzco a los vestieres
-si necesitas algo más, mi nombre es Byakuya- le digo con una sonrisa fingida
De inmediato salgo y lo espero a la entrada de los vestidores, aún no me acostumbro a esta vida, antes lo tenía todo; una casa grande; buena comida; el cariño de mis hermanos; y el apoyo de mis padres, pero desde que murieron lo único que tengo es un apartamento pequeño; dos trabajos, uno en una tienda de ropa como dependiente y el otro como stripper en un club nocturno, para poder pagar los servicios del apartamento; y el desprecio y decepción de Senbonzakura y Soujun.
Me sentí tan afectado por el fallecimiento de mis progenitores que decidí abandonar todas las comodidades y vivir de manera independiente lejos de casa, desde entonces han transcurrido cinco años en los que no he visto a mis hermanos, a veces los extraño mucho pero sé que ellos están mejor sin mí.
De hecho siempre he pensado que todo el mundo está mejor sin mí, sin embargo, ahora conozco a una persona qué tal vez esté más feliz si estoy ahí para él en todo momento, a ojo cerrado digo que Zangetsu necesita de mí para que se sienta a gusto en el club; ya que aparte de Ukitake, soy el único tiene un comportamiento lo suficientemente aceptable para estar a su lado, la zorra de Jugram no es más que una Barbie plástica que cree que por ser rubio inmediatamente es más irresistible que cualquiera de nosotros tres, Ulquiorra tiene cuento con Urahara desde que entró a trabajar al club así que no me preocupa, y en cuanto al mismo peliblanco creo que tiene los ojos puestos en alguien más. Por lo tanto, sólo somos el oxigenado hueco y yo, pero obviamente no permitiré por nada del mundo que se interponga entre nosotros, Zan debe ser mío, y me aseguraré de que así sea cuésteme lo que me cueste.
Ukitake
Termino el diseño de un plotter que me fue encargado hace dos días, creo que no debí acostarme tan tarde pensando en si Zangetsu se quedará a trabajar con nosotros en el club o no, al fin y al cabo traté de hacer que se sintiera cómodo con lo que tenía que hacer y hasta le permití llamarme con el apodo que me dio un amigo del colegio donde estudie la primaria. Hacía años que no escuchaba a alguien decirme Juju, ya había olvidado cómo se sentía que me llamasen así.
-Jushiro, atiende al cliente que acaba de llegar- me ordena mi jefe sacándome de mis pensamientos
-sí señor- respondo asintiendo
Acto seguido salgo y veo a un hombre de largo cabello castaño, piel canela, y ojos oscuros, él es uno de los que frecuenta el club, y además, sin duda alguna, el más guapo de todos
-estoy buscando al diseñador principal- dice con su seductora voz
-soy yo- respondo tratando de no tartamudear
-que bien, necesito unos pósters para la próxima semana, ¿crees poder hacerlos sin problema?- contesta interesado
-claro, ¿cómo los quieres?- respondo dispuesto
-son para una ponencia de filosofía que voy a hacer con los chicos de último año, en el colegio donde trabajo, así que los quiero llamativos para que los demás estudiantes de la institución se interesen por estar presentes como público- contesta con una sonrisa algo socarrona
-de acuerdo, ¿para cuando los necesitas?- pregunto tomando una libreta y un esfero
-para el miércoles de la semana que viene- responde
-perfecto, ¿a nombre de quien hago el recibo de entrega?- digo con profesionalismo
-Shunsui Kyoraku, tengo otro, pero no sé si deba decírtelo- contesta con duda
-solo si quieres, no es obligatorio- respondo desenfadado
-entonces anota Samuel Batista también, es mi verdadero nombre pero en este país no lo uso mucho- contesta decidido pero a la vez despreocupado
-no sé si te moleste que te pregunte esto, ¿pero de qué país vienes?- comento interesado
-soy cubano pero pasé mi niñez con mi familia en Japón, mis padres decidieron dejar Cuba cuando ya no soportaron más el régimen dictatorial de Fidel Castro, así que se mudaron lo más lejos posible. A los veintiuno dejé Kioto y me vine aquí a la capital de Singapur- responde tranquilo
-ya veo, muy interesante tu historia- le contesto con una sonrisa
-¿ y tú cómo te llamas?- me pregunta curioso
-Jushiro Ukitake- respondo con simpleza
-qué bonito nombre, me recuerda al de un amigo de mi infancia al cuál solía llamar Juju, pero a él no lo he visto desde que terminamos la primaria- contesta un tanto pensativo
-¿ te puedo hacer otra pregunta?- le digo ansioso
-ya la estás haciendo, pero bueno, una tercera no tiene nada de malo- responde amablemente
-¿cuántos años tienes?- lo cuestiono intranquilo
-cumpliré treinta y uno en dos meses- contesta sincero
Yo me descoloco, y él agrega:
-bueno, Jushiro, volveré por los afiches en una semana, que tengas buen día-
De inmediato se da media vuelta; no le puedo contestar nada porque aún sigo en shock, es imposible que él sea la misma persona de la que me estaba acordando hace un momento. En cuanto lo veo abandonar la estancia suelto un profundo suspiro. Dios, este mundo es realmente pequeño.
En la tarde...
Zona costera de la ciudad de Singapur...
Grimmjow
Termino de ayudar a descargar el barco que conduzco mientras me enciendo un cigarrillo, no dejo de pensar en que debería volver a Estados Unidos, mi familia y mi verdadera vida me esperan allá. Aquí lo único que puedo hacer aparte de bailar en el club por la noche, es encargarme de conducir uno de los barcos de carga de la compañía en la que trabajo durante el día.
Y hablando del club, lo que me carcome ahorita el cerebro es si ese mastodonte aceptará unírsenos oficialmente; tal vez el pelos de anciano o alguno de esos otros dos logró convencerlo. Porque cuando el rubito se propone algo difícilmente le queda grande; y respecto al Kuchiki, a pesar de llevar varios años trabajando junto a él aún no lo conozco mucho.
Solo espero que si no accede, Urahara no vaya a sufrir una de sus estupidas depresiones, porque ahí sí que me largo para Nebraska que es donde está mi auténtica casa. Después de todo, Zangetsu no es el único tipo con aspecto inusual que existe en este país, estoy seguro que habrán muchos más, y algunos estarán encantados de firmar contrato con "mi jefe".
No creo que todos sean tan testarudos y de pensamiento primario como ese macancan.
Un hotel de la ciudad...
Starrk
Estoy dando los últimos retoques al jardín que me mandaron a hacer en este hotel, ser paisajista tiene sus más y sus menos como cualquier otra profesión. Lo bueno de este lugar es que me permiten almorzar con el resto de empleados, y de ves en cuando echarme una siesta en una de las habitaciones del servicio.
Pero lo que no es tan bueno, es que no me permiten tener ayuda de nadie, tengo que hacer todo sólo y cuando se me pega la pereza sí o sí me toca seguir aunque no quiera.
Dios, lo bueno es que ya mi trabajo acabó aquí y puedo reclamar mi paga, así me voy más temprano al club y puedo comprobar si Gabriel se decidió a pertenecer a nuestro grupo. De hecho, para mí sería la mejor noticia del mundo, ya que me emociona la idea de compartir el escenario e incluso el hogar con mi hermano mayor.
Yo lo quiero mucho desde que era pequeño, porque siempre ha sido mi héroe. Y la razón para esto, es que cuando papá y mamá murieron, él se encargó de terminar de criarme y me mantuvo, aunque de forma básica, gracias a su trabajo como lavaplatos en un restaurante. Jamás se quejaba de la suerte que tuvimos que correr al quedarnos huérfanos, y todo el tiempo estaba dispuesto a sacrificarse por mi bienestar.
Por eso ahora se lo pienso retribuir invitándolo a que se mude a vivir conmigo, y ayudándole a acoplarse al día a día acelerado que llevan las personas de esta ciudad. Después de todo soy un Coyote, y los hombres Coyote mueven cielo y tierra para que los miembros de su familia tengan una vida cómoda y digna.
Al anochecer...
Club-bar Adrenaline...
Urahara
-quiero que todos escuchen la agradable noticia que tengo para contarles- les digo llamando la atención de todos
Acto seguido todos se acercan
-Zangetsu firmó contrato conmigo, ya tenemos al integrante que nos faltaba- les revelo satisfecho
-que bueno, ¿y a quién debo felicitar por tan importante logro?- comenta y pregunta Sasakibe
-sinceramente creo que quien merece el crédito es Ukitake- opina Byakuya tras suspirar
-es mentira, ni yo ni ninguno de los presentes en este salón logró convecerlo, fue un joven de basta inocencia y hermosura- responde Jushiro con seguridad
-¿de verdad piensas que ese niñito pudo ser quien influyó en su decisión?, por favor, mi corazón, es solo un muchachito ricachón que esta acostumbrado a conseguir todo lo que quiere, él nunca será suficiente para Zan- habla Jugram con cierta incomodidad
-dices eso sólo porque puede que él haya logrado en un minuto lo que tu no lograste ayer en toda la noche; moverle el piso a Zangetsu- se le burla el pelinegro de cabello más largo
-no importa quién lo logró, lo que realmente importa es que ya es parte del elenco de strippers de este club- interviene Ulqui con tono serio
-estoy de acuerdo con Ulquiorra, lo que nos debe interesar es que el grandote ahora forma parte de nosotros- apunta Koga desde donde está sentado
-muy bien, el tema se cierra aquí, ya es hora de que todos se preparen para el show de esta noche- puntualizo tras mirar mi reloj de muñeca, y notar que se nos está haciendo tarde
De inmediato veo llegar a nuestro rey de Roma
-Gabriel, quiero que vengas a vivir conmigo, en mi apartamento hay una habitación de sobra que puedes utilizar- le dice su hermano en cuanto nota su presencia
-está bien, déjame voy mañana por mis cosas a casa de Ganryu, y luego te buscaré en tu trabajo- responde el más alto
Para mí que no sólo fue ese chico que nombró Jushiro, también el hermano inconscientemente puso su grano de arena para convencerlo de unirse al club. Haya sido como haya sido, agradezco a los dioses que lo pusieran en nuestro camino, porque ahora estoy más que convencido de que es lo que le faltaba a este club.