Una semana. El chico nuevo tan solo llevaba una semana en la preparatoria y ya era conocido por todos, amigo de todos y, eso no era lo peor, no, claro que no.
— ¡Perfecto, Atsushi-chan! Muy buen trabajo, te felicito
Y decía aquellas últimas palabras entonando cada silaba, como si quisiera recalcarles a todos y cada uno de los alumnos que ellos eran patéticos, ¡Que él era patético!
Había ganado trofeos, medallas, tenía buenas notas en todas las materias—en especial historia, la materia impartida por Dazai— se inscribía en cada concurso que daba la escuela tan solo para demostrarle a su Sensei sus elevadas capacidades, más que cualquiera, ¡Más que el estúpido de Nakajima!
Era un maldito, se estaba entrometiendo en territorio ajeno y peligroso. Sonriéndole como el completo idiota que era a SU Dazai-Sensei.
—Hm, nada mal, ¿Fue tuyo el esfuerzo, Ryunosuke-chan?
— ¡Claro, Dazai-sensei! Yo lo hice todo por completo, desde el índice hasta las bibliografías. Puede comprobar usted mismo la perfección del informe
Se sentía ansioso, las manos le sudaban y tan solo esperaba un elogio incluso mejor que el del estúpido Nakajima. Sabiendo ya el lugar que tendría después de tan perfecto informe, observo al de cabellera gris por sobre el hombro, estaba sentado en su pupitre, observándole, pero enseguida desvió su mirada hasta el desorden en su lugar.
[Vaya, hasta para eso es patético…]
Pensó con gracia para luego bufar con fastidio, volviendo a concentrarse en su hombre castaño.
—Bien, ya puedes tomar asiento, Ryunosuke-chan
— ¿Qué? P-pero no me dijo que le pareció mi informe…
—Dije que no estaba mal—le respondió con un tono más tranquilo, y sin aquella sonrisa tan típica de él—.
Se esperaba un “Excelente” como mínimo, una sonrisa especial, solo para él. Pero nada, ¡Nada, joder! Solo un simple y asqueroso: “Nada mal”.
¿¡Y porque con Nakajima era diferente!?
—Eso no es justo, Sensei—intento decirlo tranquilamente, sin perder la calma, pero aun con los puños fuertemente apretados—.
— ¿Eh, a que te refieres?
— ¿¡Porque no puedo obtener un buen elogio de su parte!? ¡He hecho las cosas bien hasta ahora, y en cambio mire lo que obtengo!
—Basta Akutagawa, no te permito que le alces la voz así a tus profesores
— ¡Y una escoria recién llegada obtuvo en una semana lo que yo no he tenido en estos meses de esfuerzo, es un asco!
Y sin medir las consecuencias se dio media vuelta, fulminando a quien consideraba ya como su peor enemigo, la más baja y asquerosa escoria que haya tenido la desdicha de pisar el planeta.
— ¡Tú!—el chico tan solo dio un brinco en su lugar, intentando no mirarle a los ojos—No sé qué es lo que intentas pero, no eres más que uno del montón, como todos los perdedores de aquí
—Dije silencio, Akutagawa—El castaño se planto en medio de ambos chicos, impidiéndole continuar con la mirada amenazante hacia Nakajima— Te quedarás una hora más después de clases, necesito hablar contigo
—Me da igual
— ¡Akutagawa!
Y por primera vez, desde que ingreso a aquella escuela, desobedeció las órdenes de Dazai, aquel profesor que se juro, ganaría con su esfuerzo y dedicación. Ya no le importaba, aunque solo se estuviera mintiendo así mismo con aquella farsa.
Pero el que sufriría las consecuencias de todo aquello sería Nakajima. Aquel estúpido con cara de bebe y bonitos ojos brillantes, ganándose a cualquiera con su actitud de niño bueno y educado.
—Esta me la pagas, Nakajima
Y claro que así sería. Nadie se metía en su territorio, con su propiedad. Después de todo, ¿Quién era ese asqueroso impertinente como para creer que ya todo era suyo?
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—Te pido una enorme disculpa, Atsushi-chan. Akutagawa nunca se había comportado de esa manera
—N-no hay problema Dazai-Sensei, pero…—dudo un poco, no sabía si era tema delicado sobre el que quería indagar— ¿Por qué deshecho de esa forma el trabajo de Akutagawa?
—Pues… verás…—No sabía ni por dónde empezar, así que tan solo rascaba su cabellera, pensando las palabras adecuadas— ¡Oh, lo tengo! Sí sientes mucha curiosidad puedes esperar también después de clases, te lo explicare todo en compañía de Ryunosuke, ¿Te parece, Atsushi-chan?
—Eh… b-bueno… No estoy seguro de si sea buena idea…
— ¡Vamos, vamos! Mira que esto le beneficiara a los dos