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Back in Black por Liesel Meninger

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Capítulo XII: Hasta el último suspiro.


—Tus poderes son muy similares a los de la antorcha humana de la segunda guerra mundial, deberías utilizar ese pseudónimo como tributo


—¿Hubo otra antorcha humana antes que yo? —preguntó con evidente interés, dejando de mirarse en el espejo; Harry le había realizado algunas mejoras a su traje.


—¿No lees historia? —rodó los ojos, sintiéndose un idiota por haberle hecho dicha pregunta al rubio—. En fin, creo que lo más lógico sería hacer honor a ese legado llamándote también la antorcha humana... además de que quedarías como alguien intelectual —dijo esto último con marcada burla, haciendo reír a Johnny.


—No está mal... —mencionó finalmente, volviendo su atención al espejo —... Mientras hagan figuritas inspiradas en mí...


—Nadie las compraría


—Oh, vamos, cariño ¿quién no querría tener todo esto, sobretodo en tamaño familiar? —movió las cejas sugestivamente, logrando que Harry se riera —. El problema es que debo mantener un perfil bajo si no quiero que Sue me encuentre, aún no ha olvidado esa tontería de que regrese


—He leído sobre el doctor Richards y conozco a Susan, si no han venido a buscarte es porque seguramente ella decidió darte tu espacio, en contra de su voluntad, obviamente


Johnny giró hacia él, entrecerrando los ojos.


—¿Cuándo hablaste con ella?


—Tres días después de que llegaste me pidió que te convenciera de que volvieras... No, nunca ignoraron el lugar donde te encontrabas —aclaró ante la evidente acusación que le harían—. Las muestras de sangre que te tomé no eran para hacerle nada al traje, simplemente necesitaba algunos datos que el doctor Richards me pidió


—Me mentiste —acusó, visiblemente indignado.


—Tú lo hiciste en primera instancia al no mencionarme que te tenían que hacer algunos exámenes para ver hasta qué punto te habías visto afectado por la radiación —se levantó—. Te haré otras pruebas pero necesito que participes activamente. Traje algunos instrumentos de Oscorp y adapte una habitación


—Te escuchas como Reed


Ignoró las siguientes negativas del rubio y prosiguió.


—Puedes quitarte el traje y...


Antes de que terminara la oración, Johnny estaba completamente desnudo frente a él.


—Tenías razón —pensó en voz alta, al comprobar que algunas cosas si habían cambiado.


—¿Dijiste algo? —preguntó con una sonrisa socarrona, paseándose sin ningún pudor por la habitación, con la clara intención de que Harry lo viera en todo su esplendor.


—Que debemos ir a la habitación que adapte para hacerte los estudios que el doctor Richards me pidió, y te colocarás la vestimenta adecuada


Después de dos horas, finalmente realizó todos los estudios que necesitaba y le envió los datos a Reed.


Mientras caminaba hacia la salida, sacó el celular del bolsillo de la bata y marcó el número de Peter, pero antes de que se escuchara el sonido de la espera de llamada, unos brazos rodearon su cintura, impidiéndole salir.


—Johnny, ya hemos hablado de esto —no hizo ningún ademán de soltarse, esperando que el aludido lo hiciera por voluntad propia. Pero cuando el rubio le quitó el celular, colocándolo en un pequeño estante que estaba a su derecha, intentó soltarse.


—Sí, ya sé que a Parker no le agrada, pero él no está aquí —afianzó más el agarré, colocando la barbilla sobre el hombro de Harry—. Han cambiado muchas cosas desde que son pareja, como por ejemplo, el hecho de que casi diariamente como telarañas —Harry rió ante ese comentario, a pesar de que habían prometido llevarse mejor, la relación entre Johnny y Peter no había cambiado mucho, principalmente por los flirteos que el rubio realizaba delante del castaño, con el claro objetivo de molestarlo—. Me estoy acostumbrando lentamente a nuestra nueva relación


—No vas a morir por ello


—Eso no evita que aborrezca este cambio drástico en nuestra relación... Siempre fuimos solo los dos y mis amigos en el internado, pero ahora Parker destruyó todo a lo que ya estaba acostumbrado a pesar del tiempo; él cambió todo lo que era normal en mi vida. Sin importar cuantos amigos tenga, tú siempre serás especial, Harry... Me enseñaste tanto, después de la muerte de mis padres estuviste ahí, y aunque fue corto nuestro tiempo... —lo giró —... No lo digo como al chico que le atraes, lo digo como quien te considera su mejor amigo. Por lo menos ahora que son pareja pude quedarme con el título de mejor amigo —sonrió, recuperando su expresión jovial característica —. Oh, vaya, ¿esto es quedarse en la friendzone?, creí que solo a los que eran poco agraciados físicamente les sucedía... juraba que esto jamás me pasaría con todo el atractivo que poseo


—No te preocupes, pronto te acostumbrarás


Johnny rió ante ese comentario, eso jamás le volvería a suceder, de eso estaba completamente seguro.


—¿Eres consciente de que jamás dejaré de tratar de crear situaciones entre los dos que terminen con resultados sexuales?


—Eres especialista en arruinar momentos —lo empujo, rompiendo el contacto que mantenían sus cuerpo.


—Aunque haya aceptado tu nueva situación no significa que dejes de excitarme... —se encogió de hombros, sin importarle esconder su visible erección —... Además, estoy un poco más sensible por tener dos días sin sexo —le tomó la mano izquierda —. Si quieres puedo ayudarte a ganar experiencia, los dos quedaremos satisfechos y Parker lo agradecerá, cuando terminemos sabrás a que me refiero — levantó la mano hasta su rostro y, antes de que Harry pudiera reaccionar, metió el dedo índice de este en su boca, aplicando lo más básico pero suficiente, para predisponer a Harry. Su lengua y labios siempre habían sido suficientes para llevar a sus parejas a las puertas de la cumbre del placer.


En su forma de pensar libertina, no consideraba que enseñarle a su amigo fuera algo incorrecto. Y no quería pensar mucho sobre ello, no cuando por primera vez desde que era activo sexualmente llevaba tanto tiempo en abstinencia y, menos cuando, por primera vez en varios días, estaba a solas con la única persona que no había podido tener a pesar de que desde los trece años su cuerpo le exigía que tuvieran sexo.


Cuando Harry salió del shock que esto le provocó, retiró la mano como si el contacto de Johnny le quemara, y ante el evidente resultado de esa acción se ruborizó. Pero su vergüenza aumento más cuando escucho una risa de parte del rubio; se había percatado que también estaba en su misma situación.


Lo siguiente que sintió fue su espalda chocar contra la puerta, impidiendo su paso. Johnny le miraba fijamente.


—Te gustó, ¿cierto?


—No es... —un gemido, provocado por una rodilla que presionaba suavemente su entre pierna interrumpió su frase.


—Esto dice lo contrario —sonrió y sin pensarlo se acercó su rostro al de Harry; usaría toda su experiencia para doblegarle con placer. Los días que llevaba en abstinencia estaban nublando su raciocinio. Sabía que probablemente Parker lo mataría después de lo que haría, pero en ese momento no le importaba morir dolorosamente —. Podemos ayudarnos mutuamente


—Johnny... no... —cerró los ojos cuando sintió los labios en su cuello y, sin pensarlo, levantó la mano derecha hasta impactarla en el estómago del rubio.


Escuchó un fuerte quejido, pero sin mirarlo salió de la habitación, caminado lo más rápido que sus piernas y la molestia de su parte baja le permitían.


Al llegar a su habitación se desnudó completamente y caminó con dificultad hasta el baño, a cada segundo que pasaba se volvía más doloroso.


Abrió la regadera en ciclo frío, odiando a Johnny por lo que le había hecho y maldiciendo al verdadero culpable de su estado; Peter Parker.


Si, Peter era el verdadero culpable de que su cuerpo estuviera más sensible a las bromas de Johnny, porque si en esas dos semanas que llevaban juntos, Peter demostrará algún interés en mantener relaciones sexuales con él y no se retractara siempre que los besos se volvían pasionales, no se excitaría con tanta facilidad.


—Eres un idiota... Llevo años deseándolo


Descanso la frente en la pared, dejando que el agua hiciera su trabajo como casi siempre que Peter interrumpía abruptamente sus caricias. Cavilando nuevamente sobre la razón por la cual se negaba a mantener intimidad con él.


Sabía que para Peter no sería fácil tener ese tipo de contacto con otro hombre, pero le atemorizaba la idea de que hubiese descubierto que le daba repulsión tener sexo con él. Y le aterrorizaba la idea de que su falta de interés en tocarlo se debiera a su acercamiento a Mary Jane. Pensar en que nuevamente lo perdería por una chica u otra persona, provocaba que aumentara esa sensación de vacío que iba creciendo con cada rechazo que Peter le hacía. Llevó su mano derecha al área específica donde lo sentía, su pecho, mordiéndose el labio inferior por aquella punzada de dolor que también atravesó su cuerpo al pensar en que nuevamente sus ilusiones serian desechas por la persona que siempre había amado.


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—¿Qué haces?


Bajó la pantalla del computador lo más rápido que pudo, pero estaba seguro que ella se había percatado de lo que estaba mirando. Se había concentrado tanto en su investigación, que no notó la presencia de Mary Jane.


—Un... trabajo


—Ya veo... Si quieres puedo ayudarte


El tono que ella utilizó para hablar le confirmó que si se había percatado del tema sobre el cual investigaba.


—¿Deseas algo? —cambió de tema, dejando la libreta en la que realizaba apuntes a un lado.


—Tu tía y la mía me pidieron que las acompañara a algunos lugares, por esa razón debo postergar la entrevista con Spider-man


—No creo que él pueda verte en los próximos días —mencionó, esperando que Mary Jane se desalentara de la entrevista de la que él ni siquiera se acordaba hasta ese momento.


—Sé que lo hará. Él tendrá disponible todo el tiempo que desee; simplemente dile quien soy —le guiño un ojo —. Tu tía me invitó a cenar hoy. Si vas a salir no llegues tarde, por favor; está muy ilusionada... y tráeme flores, eso hacen los novios —bajó un poco, dándole un beso en la mejilla y, sin erguirse, permaneciendo a la altura de su rostro, dijo —. Espero que tu investigación sea fructífera —sonrió y salió de la habitación.


Se quedó algunos minutos mirando hacia la puerta que la chica había olvidado cerrar, hasta que escuchó la puerta principal cerrarse. Se giró nuevamente hacia el escritorio, levantando la pantalla del computador y abriendo la libreta, dispuesto a seguir con su investigación. Él también esperaba obtener los resultados que deseaba.


Estaba a punto de sumergirse nuevamente en su investigación cuando su celular sonó, dando aviso a una llamada entrante.


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Cuando finalmente salió de la ducha, se encontró con su amigo rubio sentado en el sofá, con signos de que claramente también se había duchado.


—Lo merecía — dijo, rompiendo el silencio incomodo que se había formado —. Creo que la falta de sexo me está afectando... y a ti también


—No...


—Nunca había logrado que tuvieras una erección —finalizó la réplica que sabía Harry le daría —. ¿Por qué simplemente no le dices a Parker lo que deseas?


—Él... —no pudo concluir la frase, le abochornaba hablar de ese tema con Johnny, pero después recordó que desde los catorce hablaban de ello, aunque el directamente involucrado siempre había sido el rubio —... Él no quiere... tener sexo y creo que es porque le da asco


—Existen cosas que tienes que descubrir por ti mismo —se levantó y se acercó a él, revolviéndole el cabello. Sabía lo que estaba sucediendo, pero dejaría que Peter saliera solo de ese embrollo, específicamente para seguir viéndolo sufrir por las situaciones incomodas que tenía que soportar. Y después de lo que le había hecho, a pesar de saber que lo merecía, lo disfrutaría —. El insecto te quiere, de eso incluso yo me he percatado


—Pero es que él...


—Olvida todas las tonterías que esa cabecita máquina, solo úsala para las grandes cosas a las cuales está destinada —le tomó la mano, llevándolo frente al armario —. Necesito que te vistas porque te enseñare algunas cosas... Solo será teoría, lo prometo — Harry entrecerró los ojos, alejándose del rubio —. No te preocupes, ya me di amor mientras me duchaba —mencionó, sonriendo socarronamente —, eso será suficiente para tener autocontrol por algunas horas, pero tendremos cuidado, ya sabes, no soy de palo, cariño. Entonces ¿iniciamos con las clases para seducir a un insecto?


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El pequeño juego que realizó con Johnny no fue tan terrible como pensaba. Logró que el rubio le pidiera que parara, claro está, no fue nada sorprendente siendo este una bomba hormonal resultado de dos días sin absolutamente nada de sexo diferente al auto placer. Todo hubiese concluido como eso, un juego que lo había hecho olvidar de la situación que estaba viviendo, si a Johnny no se le hubiese ocurrido comentarle, al entregarle su celular, que la llamada, que realizó mientras estaban en el laboratorio improvisado, se fue a correo de voz, porque al rubio, por la excitación que tenía, no se le ocurrió colgar el celular cuando se lo quitó. Por esa razón, en ese momento, se encontraba frente a la casa de Peter, con la esperanza de que este hubiese estado muy ocupado en el trabajo que le había mencionado realizaría ese fin de semana.


Pero cuando bajó del auto se encontró con la única persona que no deseaba ver en esos momentos; Mary Jane.


—Peter está un poco atareado, creo que deberías venir más tarde —respondió la, según él, impertinente pelirroja, después de saludar a las tres mujeres presentes.


—Sí, desde esta mañana me pidió que no lo interrumpiera—secundó tía May.


—Podrías venir el lunes, estoy segura de que habrá concluido su investigación —habló nuevamente Mary Jane —. Ese día saldré más tarde de clases y la señora May tendrá turno nocturno, puedes hacerle compañía hasta la hora de la cena. Prometo que les prepararé un platillo exquisito y me adorarás cuando finalicen... extasiados —sonrió de forma sincera, pero a Harry le fastidiaba su simple presencia. No le bastaba con ir y venir con Peter de la universidad casi diariamente, además de estar casi todas las veinticuatro horas del día metida en su casa, ahora también quería evitar el escaso tiempo en que convivían.


—Mary Jane es un ángel, ¿no lo crees, Harry? —forzó una sonrisa y asintió. Incluso a la tía de Peter le agradaba que ella fuera la "novia" —. Cocina exquisito, pudo lograr que Peter comiera nuevamente mi pastel de carne —si no hubiese sido por la tristeza y molestia que le embargaban, se habría sorprendido; no había olvidado que ese era el único platillo, de los que preparaba la tía May, que le desagradaba —. Peter ha cambiado notablemente desde que esta con Mary Jane; su presencia influye positivamente en su vida. Creo que son el uno para el otro, me recuerdan a ben y a mí cuando éramos jóvenes. ¿No crees que hacen una hermosa pareja?


—Por su puesto... —dejó la frase al aire, no atreviéndose a decir lo que realmente pensaba.


Intentó pasar entre las mujeres, ya que estaba ansioso por saber si Peter había o no escuchado el mensaje de voz. Si aún estaba realizando el trabajo, tal vez no lo había escuchado y tenía tiempo de eliminarlo. Pero la tía May lo tomó por el antebrazo.


—Tendremos una cena, puedes quedarte si lo deseas, Harry. Esturan Mary Jane y su tía también


—Me encantaría, pero lastimosamente ya tengo planes y no puedo aplazarlos —intentó seguir su marcha, pero la mujer no soltaba su agarre.


—Oh, es una lástima —mencionó con pesar, antes de darle un beso en la mejilla como despedida —. Me hubiese encantado que estuvieras; es la primera vez que Mary Jane vendrá formalmente como la novia de Peter


Esa frase fue suficiente para hacerlo olvidar de su principal cometido. Solo bastaba con observar a los ojos de la tía de Peter para intuir que estaba muy ilusionada con aquella relación, porque ella estaba segura de que la presencia de Mary Jane le hacía bien.


Las tres mujeres se despidieron, pero Mary Jane se devolvió, dejando que las mujeres mayores se adelantaran algunos pasos.


—Dile a Peter que no tardaremos mucho


Fue lo único que dijo antes de marcharse.


Entró con paso lento a la casa. Cada vez que se cruzaba, o simplemente escuchaba hablar de Mary Jane, su ánimo cambiaba drásticamente. Había decidido dejar de pensar en tonterías que afectaran la casi existente relación que había entre él y Peter, pero no podía, sobre todo cuando él también creía en las palabras que escuchaba últimamente; Mary Jane era la mujer perfecta para Peter... Él también lo estaba empezando a creer.


Tocó antes de entrar, pero, aunque no le dio importancia, notó que Peter había bajado la pantalla del computador, mostrándose muy ansioso cuando se percató quien había entrado a la habitación.


—Creí... que no vendrías —se giró, siguiéndole con la mirada hasta que Harry se detuvo frente a la ventana, observando por esta.


—¿Te molesta? —mencionó, usando un tono de voz neutro que no dejaba entrever su verdadero estado de ánimo.


—No... pero estoy un poco atareado —se giró, empezando a escribir nuevamente —. Te lo mencioné hace algunas horas


Se mordió el labio para no decir lo que realmente estaba pensando. No quería iniciar una discusión por culpa de cosas sin importancia. Pero Mary Jane no lo era, no cuando para ella jamás estaba ocupado. La última semana siempre acudía a los llamados de ella, incluso si debía dejarlo a él.


Decidido a cumplir la tarea que lo había llevado ese día hasta ahí y creyendo que, por su estado de ánimo, Peter no había escuchado el mensaje de voz, decidió buscar disimuladamente el celular. En su observación, reparó en algo que había ignorado cuando entró; el escritorio de Peter estaba partido en dos, por lo cual este trabajaba en la cama.


—Termitas, al parecer hay una plaga en la casa —le respondió, al estar observándole de soslayo —. Le diré a tía May que fumiguemos antes de que los demás muebles se vean afectados


Sabía que era una más de sus excusas, pero decidió no darle importancia, creyendo que tal vez se había caído llevando el mueble con sigo.


El celular se encontraba en la silla frente a lo que solía ser el escritorio, pero al no querer levantar sospechas decidió esperar el momento adecuado. Mientras esperaba, se dispuso a mirar hacia afuera, concentrándose en el otro tema que le preocupaba, en la vista que quedaba más allá, en la habitación de Mary Jane. Después de algunos minutos de cavilaciones, se preguntó si Peter se quedaría así como él, observando en esa dirección por interminables minutos, pero con aquella grácil figura moviéndose sin ningún descaro a sabiendas de saberse observada.


— ¿Ocurre algo? —después de algunos minutos, sin dejar de mirar sus escritos, inquirió. No hubo respuesta o signos de que lo estuviera escuchando, pero sin dejar de hacer anotaciones, prosiguió —. Desde que llegaste no has dejado de mirar por la ventana. ¿Algo te molesta? —esperó algunos segundos una respuesta, pero cuando ya se había convencido de que no la obtendría, y estaba a punto de girarse, la voz de su acompañante se escuchó.


—Queda frente a la ventana de la habitación de... Mary Jane — dijo como si fuera algo obvio, con un leve tinte de tristeza y molestia.


—Lo sé... Es algo molesto e incómodo —dijo, recordando que la chica había observado casi todo lo que habían hecho algunos días atrás. Pero, después de no obtener ningún otro comentario, cayó en cuenta de algo —. ¿Crees que paso horas contemplándola desde mi ventana, añorando su presencia y sintiéndome como un fracasado por no tenerla? —mencionó con aire de burla, dejando de escribir en la libreta, trasladando completamente su atención hacia la figura de Harry.


—A tu tía le agrada — ignoró la pregunta de Peter, a pesar de que minutos atrás se preguntaba la respuesta —. Siempre que vengo solo habla de lo maravillosa que es Mary Jane y de lo bien que le ha sentado su presencia a tu vida. Incluso ahora que iba saliendo la halagó frente a mí


En ese momento comprendió lo que sucedía. Y, aunque todo había sido idea de Harry, comprendía lo difícil que era para él esa situación. Se levantó, acercándose a él y lo abrazó por la cintura, colocando la barbilla sobre su hombro, observando también en la dirección de la ventana de la habitación de Mary Jane —. Son méritos tuyos. Tu presencia me ayuda a olvidar; tú estás ayudando a sanar mi dolor


— "¿Lo son?" —estuvo tentado a preguntar pero no se atrevió. Simplemente se sujetó a una de las manos de Peter, aferrándose verdaderamente a aquella ilusión. Él quería creer que su deseo podía llegar a hacerse realidad.


—Lo siento, sé que en estos últimos días he estado ocupado, incluso he pasado más tiempo con Mary Jane, pero solo lo hago por la promesa que le hice por ayudarnos —le besó la mejilla —. La sesión de fotos terminará esta semana y la entrevista con Spider-man también la haremos en estos días, ya que no pudo hoy por acompañar a nuestras tías


—Pero ella no dejará de ser "tu novia"


—Lo hice porque me lo pediste —lo giró, tomándolo por los hombros —. Esta situación tampoco es de mi agrado. No solo estoy engañando a una de las personas más importantes en mi vida, sino que además tengo que ser testigo de cómo cada palabra hiere emocionalmente a mi personita especial


Bajó la mirada, tratando de ocultar la emoción que le invadía por escuchar a Peter llamarle de la forma que solía utilizar para designarlo cuando eran niños.


—Lo sé, pero...


Le dio un rápido beso en los labios, interrumpiendo su oración —. Si lo deseas pondremos fin a esta farsa hoy, solo debes pedirlo —pero Harry no respondió, simplemente bajo la mirada. No quería que Peter siguiera cerca de ella, pero tenía miedo de que por su culpa la relación de este con su tía cambiara. Un suave suspiro y una caricia en su mejilla izquierda hicieron que le mirara nuevamente —. Iré por algo liviano para comer, después saldremos a donde quieras, prometo que no habrá, a menos que sea una urgencia, Spider-man hasta el anochecer


Cuando se quedó a solas en la habitación, corrió la cortina con molestia, sin importar lo que dijera Peter, no podía evitar sentir celos al saber que él compartía más de lo debido con Mary Jane, sobretodo porque estaba seguro de que ella se estaba aprovechando de la situación.


Miró hacia el computador. Desde su llegada no había dejado de realizar apuntes, sin embargo, había cerrado rápidamente el computador y había dejado de escuchar música inmediatamente notó su presencia. Y, aunque lo ignoró minutos atrás, Peter parecía estar nervioso.


— "Tal vez esté más retrasado de lo que me mencionó en su informe" —pensó, sintiéndose tentado en leer el trabajo y ayudarle si era necesario.


Guiado por la curiosidad, decidió darle un vistazo al trabajo, pero antes agarró el celular que reposaba en la silla. Se acercó a la cama, sentándose en esta. Marcó el código para revisar los mensajes de voz y, mientras escuchaba la voz del sistema al otro lado de la línea, levantó la pantalla del computador, colocándose un auricular, y sin pensarlo colocó la frase que Peter le había mencionado algunos días atrás sobre su código moral; un gran poder conlleva una gran responsabilidad.


Estaba preparado para leer cualquier tema en el área de bioquímica, pero lo que jamás esperó fue que, apenas se desbloqueara la pantalla, se reprodujera un video con contenido adulto homosexual. Ni siquiera tuvo tiempo de procesar lo que estaba viendo y escuchando, cuando algo bajó bruscamente la pantalla del computador, logrando que por la impresión respingara, despegando los auriculares en el proceso. La habitación se inundó de gemidos masculinos, que incrementaron la notable incomodidad que sentía Peter, por algunos segundos antes de extinguirse completamente y ser reemplazados por un silencio muy pesado que parecía duraría eternamente. Ni siquiera pudo comprender lo que decía la voz atreves del celular.


—Esto... Creo que fue una ventana emergente... Fue accidental...


Solo escuchaba su voz, con un tono avergonzado fácilmente reconocible, porque no se atrevía a girar hacia él. La situación no solo era incómoda para Peter. Si fueran simplemente amigos, hubiese realizado algún comentario jocoso de la situación pero... estaba directamente involucrado.


Miró hacia la libreta, y como si Peter leyera sus pensamientos, lanzó una telaraña y la jaló hacia él, confirmando lo que había imaginado; los apuntes estaban relacionados con las búsquedas y videos que estaba viendo. Y sin poderlo evitar se ruborizó; Peter quería tener relaciones sexuales, pero él había creído en esas casi dos semanas que llevaban juntos que no tenía ningún interés en ir más allá, probablemente porque aún sentía repulsión en estar de esa forma con otro hombre.


—Creo que... necesito ir al baño — se levantó, dejando todo en la cama, y sin mirarlo pasó a su lado.


Cuando por fin se sintió seguro, y después de mirarse por algunos segundos al espejo, comprobando que de su rostro parecía brotar sangre, se lo cubrió con ambas manos y ahogó un grito. Llevaba deseando mantener relaciones sexuales con Peter desde los catorce años pero actuaba como un idiota cuando este le daba señales de que también lo deseaba.


Se sintió como un imbécil al recordar sus infantiles celos y todas las aberraciones que se había imaginado. En ese momento comprendió la frase Johnny y ese repentino interés por "enseñarle", y la forma de actuar, en los momentos íntimos, de Peter cobraba sentido. Él fue quien no se percató de lo que estaba sucediendo a su alrededor.


Pero, después de maldecirse mentalmente por algunos minutos, tuvo una epifanía; Peter debió haber malentendido su forma actuar. Abrió la puerta con la intención de correr hacia la habitación, pero chocó con un cuerpo que estaba frente a la entrada; Peter aún lucia avergonzado por lo sucedido minutos atrás.


—Yo... Harry, lo...


Lo besó. No quería hablar del tema. No quería que su bochorno aumentara. Lo único que quería era cumplir el deseo que imperaba en él desde los catorce años. Lo único que deseaba era unirse a él, en una muestra de amor que, aunque pareciera efímera, los uniría eternamente. Su cuerpo y alma se entrelazarían para siempre con la persona que amaba, como siempre debió ser, como habría sido si jamás su padre los hubiese separado. Era cursi, y tal vez patético, aquel deseo, pero con él creía que podía ser cierto y para siempre... Su unión y amor durarían hasta su último suspiro.


—Mi casa... —dijo casi sin aliento cuando terminó el beso—. Vamos a mi casa, allá nadie nos interrumpirá


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