Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un estúpido tropiezo por CintyaEriza

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Al día siguiente los alumnos comenzaron a bajar al Gran Comedor para desayunar, todo parecía tener pinta de que sería un día tranquilo, incluso Ron y Draco se veían mejor que la noche anterior, ambos se comportaban como de costumbre. Esto podía deberse a dos cosas. La primera. Que ambos “olvidaron” lo que ocurrió la noche anterior, y la segunda. Que ninguno se había topado con el otro… al menos por ahora.

- ¿Entonces dónde vas a estar Hermione? –Preguntaba en chico de lentes a su amiga.

-Pues me he inscrito en casi todas las materias, así que no lo sé con exactitud. De todas formas tengo que ir con McGonagall a revisar mi horario. ¿Ustedes que clases tomarán? –Respondió la chica de cabello enmarañado al tiempo que guardaba un libro es su mochila.

-Menos que las tuyas, eso es obvio. Me inscribí con Ron a Herbología, Defensa Contra las Artes Oscuras, Encantamientos y Transformaciones –Contestó Harry.

-Exacto, y pues que yo sepa ninguna toca en la primera hora, así que estaremos en la Sala Común –Secundo Ron mientras se metía una salchicha en la boca-.

-Ya veo, bueno chicos me tengo que ir no quiero ser la última en recibir el horario, ¡adiós!

- ¡Adiós! –le contestaron al unísono.

-Ehh… disculpen ¿Alguno de ustedes sabe dónde queda el salón de hechizos uno? Es que el castillo es un laberinto. –Pregunto un niño, claramente de primero, que se había acercado hacia Harry y Ron.

-Saliendo del Gran Comedor, en el fondo del pasillo, el tercer salón a la izquierda. –Le contesto Harry mientras Ron contenía la risa.

- ¡Muchas gracias! –Respondió mientras corría en la dirección señalada.

- ¿Qué te da tanta risa?

-Que recuerdo que tú y yo estábamos así el primer día en Hogwarts, y nadie nos quiso decir donde estaba el salón.

Ambos muchachos se echaron a reír, sin sospechar que a tan solo una mesa de distancia Draco los observaba, y no solo eso, si no que sentía una extraña sensación en el pecho, algo que no podía describir y que se mostraba de forma muy leve. Algo que se asemejaba al enojo, pero le oprimía el corazón y a la vez lo ponía un poco nervioso. “¿Qué es esto?” pensaba “¿Por qué me siento así? Son… ¿¡Celos!? Pero, ¿De quién?... ¿¡Potter!?” volvió a mirar la mesa de Griffindor solo para descubrir que los chicos ya no estaban, así que por impuso se levantó y fue a recoger su nuevo horario.

La profesora McGonagall se encontraba repartiendo los horarios y checando que las calificaciones de los TIMO’S fuesen las correctas para poder inscribirse en los EXTASIS que habían solicitado los alumnos, hasta que finalmente llamó a Harry Potter.

 

 

Diálogos del libro.

“-Bueno, Potter… -Prosiguió la profesora, consultando sus anotaciones y volviéndose hacia Harry-. Encantamientos, Defensa Contra las Artes Oscuras, Herbología, Transformaciones… todo correcto. Permíteme decirte que estoy muy contenta con tu nota en Transformaciones, Potter. Y ahora dime, ¿Por qué no has solicitado continuar estudiando Pociones? Creía que tu gran ambición era ser auror.

-Lo era, pero usted me dijo que tenía que sacar un extraordinario en el TIMO, profesora.

-Sí, pero eso era cuando el profesor Snape daba la asignatura. En cambio, el profesor Slughorn no tiene inconveniente en aceptar alumnos que obtienen simples supera las expectativas en el TIMO.”

La primera hora estaba libre para Harry y Ron, pues ambos tenían el mismo horario, así que se la pasaron tranquilamente en la sala común. La segunda hora era Defensa Contra las Artes Oscuras, así que verían a Hermione por al igual que en el receso. Luego ella tendría que irse a Aritmancia y ellos estarían otra hora libre en la sala común haciendo los deberes de Snape. Por último se verían con Hermione dos horas en Pociones. Para desgracia del pelirrojo, no solo eran dos horas de pociones, sino que además eran dos horas en el mismo salón con la mínima cantidad de doce estudiantes, entre ellos Malfoy, lo cual implicaría que por dos horas tendría que ver al rubio alguna vez y eso le traía cierta incomodidad.

 

Durante la clase el profesor mostro algunas de las pociones que posiblemente se verían en el curso, y solo después de que ofreciera una pequeña muestra de Felix Felicis o suerte liquida a el alumno que pudiera prepara un filtro aceptable de Muertos en vida, fue cuando las cosas se empezaron a poner verdaderamente interesantes, pues mientras Ron trataba de concentrarse en su caldero, sentía de vez en vez que cierto Slytherin le miraba, cosa que lo ponía nervioso y terminaba tirando algún ingrediente; provocando las risas de algunas cuantas serpientes, que para su sorpresa, ninguna pertenecía a Malfoy. De hecho, las veces en que ambos se llegaban a ver las caras, Draco bajaba velozmente la mirada y esperaba que Weasley no lo hubiese notado. Mientras que Ron fingía mirar a otro lado para disimular, deseando que el Hurón no sospechara que lo miraba a él.

 

P. O. V Ron

 

El Pelirrojo se encontraba añadiendo unas cuantas ramitas de Valeriana en su poción mientras trataba de evitar voltear en dirección a Draco y repitiéndose constantemente en su mente: “no tienes ningún motivo para voltear… lo que sea que haya pasado a noche fue un accidente… y no tiene nada que ver contigo”. Después empezó a batallar con los granos de sopóforo, los cuales se resbalaban incluso al tratar de agarrarlos. “Pero… ¿Por qué le sigo dando vueltas entonces?” se preguntaba mientras recogía del piso algunos granos y volvía a ponerlos sobre la mesa. Su duda fue contestada al momento en que, sin darse cuenta, dirigió su vista hacia la mesa de Malfoy y observo como este se hería accidentalmente su dedo índice izquierdo; el cual por reflejo se llevó a la boca para “limpiar” la sangre.

“Así que es por eso…” se dijo el pelirrojo mientras tomaba su cuchillo y simulaba trabajar.

La razón de que él no pudiese dejar de pensar en lo ocurrido no era tan complicada como parecía. Para Ron ese beso no fue un beso cualquiera, sino que además de ser con otro chico, había sido su primer beso y obviamente no como lo hubiese querido.

“no tiene nada que ver con el accidente… ni con el Hurón… solo fue que me gustó sentir sus labios.”

Ahora sabía dos cosas con certeza. La primera, que el beso en sí, le había gustado y la segunda, que tenía miedo de que también le pudiese llegar a gustar quien se lo dio.

La sola idea le provoco un escalofrió que le hizo fallar al tratar de cortar un grano de sopóforo, el cual terminó resbalando del cuchillo y saliendo disparado en dirección a cierto Slytherin rubio.

 

P.O.V Draco

 

“¿Por qué? No lo entiendo, he besado a Pansy miles de veces, ¿Por qué con él tuvo que ser diferente?”. El rubio acababa de bajar la mirada por tercera o cuarta vez, antes de ser sorprendido por la Comadreja que se encontraba añadiendo unas cuantas ramitas de Valeriana a su caldero, entonces sintió como alguien lo tomaba por el hombro levemente y decía: “¿ya viste que idiota? Ni unos granos de sopóforo puede tomar decentemente”

-Ya quisiera ver que tu pudieras Zabini, estas porquerías se resbalan mucho. –Le contesto Draco alzando la vista para observar al pelirrojo e inmediatamente volviendo con su tarea de cortar el ingrediente-.

Zabini lo imitó, con la diferencia de que al tratar de tomar un grano este se le resbalo y salió disparado hasta su boca, haciendo que el chico se golpeara fuertemente en el pecho para escupirlo.

-Vaya, Weasley tomo doce granos y solo se le cayeron unos cuantos al piso, tu tomaste solo uno y casi te ahogas… yo creía que Crabbe y Goyle eran los idiotas. –Se burló Draco con una sonrisa de autosuficiencia en los labios, prosiguiendo con su tarea de cortar los granos.-

-¿Quieres que te ayude Draco? –Se ofreció Pansy al ver que su novio no obtenía buenos resultados.

-Estoy bien así Pansy... ¡Diablos! –Murmuró Draco entre dientes al ver que se había cortado con el cuchillo, entonces llevó su dedo a su boca para “limpiar” la sangre.

-¡No hagas eso, es asqueroso! –le reprimió la chica mientras bajaba la mano de Draco y sacaba un pañuelo para limpiarle-.

El tacto con la piel de Pansy era frió, igual que su actitud para con los demás, igual que los besos entre ella y Draco. El joven no sentía realmente nada cuando estaba con ella, cuando se recostaba en sus piernas y la dejaba acariciar su cabello; o cuando le permitía tomarle de la mano. Todo era la misma sensación de frío… la misma sensación de vacío. “Es por eso que sigo pensando en ese beso ¿verdad Weasley?... Por qué anoche no sentí más que calidez durante una milésima de segundo ¿no?” entonces el rubio sonrió discretamente “Bueno, después de todo un Malfoy siempre obtiene lo que quiere. Y lo que yo quiero es sentir esa calidez de nuevo.” Justo terminó de tener esa idea cuando sintió un dolor en el puente de la nariz. Un grano de sopóforo le había golpeado; no tuvo que pensar mucho para dar con el responsable, solo levantar la vista y ver la asustada cara de un pelirrojo esconderse tras el libro de pociones.

 

Fin de los P.O.V

 

 

-¡fíjate en lo que haces, Weasley! –Le reclamó Draco únicamente para no verse sospechoso de no hacerlo-.

Ron bajo un poco el libro para toparse con que no solo Draco le miraba, sino también Pansy, esta última queriendo asesinarlo con los ojos. Pero Malfoy, a pesar de su pesado gesto sus ojos se veían tranquilos, con un extraño brillo que lejos de asustar a Ron lo dejó intrigado e incluso se puede decir que con algo de deseo.

Segundos después, Draco tomó un pedazo de pergamino, mojó su pluma en tinta, escribió una breve nota y pronunció algo en voz baja. Todo esto de forma muy discreta para evitar que Pansy, Nott o Zabini le preguntasen algo. Acto seguido cogió el grano de sopóforo y se levantó de su lugar fingiendo que iba a desechar unos ingredientes que ya no le servían. Al pasar por el lugar de Weasley coloco rápidamente la nota con el grano sobre su mesa y se alejó.

Ron tomó el grano, miro su poción y al darse cuenta de que no podía estar peor, maldijo por lo bajo mientras echaba el sopóforo completo. Después tomo la nota. Examinó por ambos lados. No había nada. Miro a  Malfoy, este torció los ojos y levanto su varita lo suficiente como para que el pelirrojo la observara. Ron captó el mensaje, luego saco su varita y murmuro por debajo de la mesa “Aparecium” poco a poco las letras comenzaron a mostrarse, revelando en una perfecta y hermosa caligrafía el siguiente mensaje:

Comadreja, necesito hablar contigo después de la clase.

Ron sintió como se le empezaba a formar un nudo en la garganta mientras repasaba una y otra vez el mensaje de Draco. Deseaba que aun faltase mucho para que terminara la clase, al menos el tiempo suficiente para calmar sus nervios, pero como la suerte no estaba de su lado, el profesor Slughorn anuncio la finalización de la clase. Revisó cada una de las pociones y para sorpresa de varios la pequeña muestra de Felix Felicis se la ganó Harry, cosa que a Hermione no le hizo ni pizca de gracia y Ron, que realmente no le importaba eso ahora, felicito a Harry.

-Bueno, será mejor que nos vayamos, aún tenemos algunos deberes y yo debo de planear cuando serán las pruebas para entrar al equipo de quidditch –Dijo Harry de manera muy alegre mientras recogía sus cosas y se encaminaba a la salida seguido por Hermione-.

-Adelántense, yo los alcanzó después, creo que he perdido algo –Se excusó Ron al momento que simulaba buscar algo entre sus cosas.-

-¿Quieres que te ayudemos a buscar? –Se ofreció Hermione.-

-No, así está bien. Nos vemos en la Sala Común.

-Bueno, como quieras –Respondió Harry un poco extrañado-.

Todos se empezaron a ir, incluso el profesor. Ron también observo como Draco salía acompañado de todo su sequito de serpientes.

-¡Joder! –Soltó el pelirrojo frustrado.- ese idiota de Malfoy me vio la cara.

-¡Hey, Comadreja! Límpiate la boca cuando hables de mi –Dijo Draco con su inconfundible tono de superioridad mientras se encontraba recargado en la puerta-.

-¿Qué quieres hablar conmigo Hurón? –Le respondió Ron fríamente.

-De lo mismo que a ti te ha estado dando vueltas todo el día –Contesto el rubio cambiando su tono de voz por uno un poco más sugerente, al igual que sus ojos, los cuales volvían a destellar como hace un rato-.

-¡No sé de qué hablas! –Le contesto cruzándose de brazos y desviando la mirada para evitar volver a ver esos ojos que le habían provocado.

-No le has dicho nada a nadie ¿verdad?

-¡Claro que no! –Repuso Ron, con un ligero rubor en sus mejillas. Dándose cuenta de que, al responder así, había caído en la trampa de Draco. Lo que hizo que el ojiazul se estrellara una mano en la frente.

-Al parecer si sabes de que hablo, Weasley –se burló Draco con una sonrisa, cerrando la puerta tras de sí y caminado en su dirección.

-Y…y tú ¿No… no le has dicho nada a nadie? –Preguntó Ron nervioso, pero sin hacer ningún esfuerzo para retroceder.

-No, no le he dicho a nadie. –El rubio dudó un momento, después miró a Ron a los ojos y recobrando su confianza comenzó a preguntar. – ¿Te…?

-Si… -Soltó el chico pelirrojo en un suspiro.- Ahora responde tú.-

-¿Responder qué? –Dijo Draco actuando como si no lo supiera-.

-¡No te hagas el tonto Malfoy!... ¡Tú sabes de que!

-Refréscame le memoria Weasley –Contestó Draco con una sonrisa desafiante, a la vez que ese brillo de sus ojos regresaba-.

Ron apretó los puños con fuerza, y mordió un poco su labio inferior. Varias emociones se mezclaban dentro de él, haciendo pedazos sus nervios. Su ritmo cardiaco se aceleró y en un arrebato provocado por todo lo anterior, el pelirrojo se abalanzó contra Draco tomándolo por la túnica y acorralándolo contra una pared.

-¿Quieres que te refresque la memoria Draco? -Le contestó Ron con la misma expresión que segundos antes había tenido Malfoy.- Muy bien, espero que esto te haga recordar.

Justo después de decir esas palabras el pelirrojo apresó los labios de Draco en los suyos. El rubio instantáneamente sintió como la calidez de la otra noche volvía, esta vez aún más intensa; lo invitaba a dejarse llevar. Sin embargo Ron tenía otros planes, pues cuando empezó a sentir que el rubio disfrutaba del beso, este dio su objetivo por cumplido y se separó bruscamente.

-Vaya, al parecer si sabes de hablo, Malfoy –Dijo Ron con el mismo tono de burla que Draco empleo en él hace unos momentos-.

-¡Joder Weasley! –Le contesto el rubio desviando la mirada y ruborizándose un poco. Ron le había hecho caer en una trampa, justó como él hace un momento.-Si, me gustó.

-Lo sé… -Respondió el pelirrojo recargándose en una mesa, mirando hacia el piso y cruzando los brazos-.

Hubo un incómodo momento de silencio en el que ambos jóvenes recapacitaban sobre lo ocurrido. Ahora, para Draco, ya no parecía tan buena idea lo que iba a hacer, pues veía en la mirada de Ron la confusión por su arrebato anterior y el enojo por ese mismo. Sin embargo, no dejó que eso afectara ni por un segundo su porte de superioridad. Al contrario, se sintió más atraído por el pelirrojo. Así que dejando de lado sus dudas, camino hasta quedar enfrente de Ron.

-Bien, ahora escúchame Weasley –Dijo Draco para romper el silencio –No creas que te pedí hablar conmigo solo para asegurarme de que no le habías dicho nada a nadie.

El pelirrojo levantó la vista, aún molesto y confundido, choco miradas con Malfoy, solo para notar que el rubio sonreía con una satisfacción muy poco común en él, y sus ojos se mostraban inusualmente seductores.

-Ahora que ya tengo tú atención… -Dijo Draco mientras avanzaba un paso frente a Ron, y apoyando sus manos sobre la mesa, le acorralaba, inclinándose sobre él lo suficiente para que sus caras quedaran a solo un palmo de distancia.

 –Quiero que te quede claro, que este no es el último encuentro que vamos a tener tú y yo, Comadreja.

-¿Para que querría verme contigo de nuevo, Hurón? –Preguntó Ron con desdén-.

-Es obvio –Comenzó a responder Draco, acortando un poco más la distancia entre ambos, cosa que hizo que el corazón de Ron se acelerara un más –A ti te gustó algo de mí, algo que mantuvo tu interés. –Dicho esto el rubio se separó un poco para dejar que el otro modulara su ritmo cardíaco –Y aunque me cueste decirlo… a mí también me gustó algo de ti. Velo como un acuerdo si te parece. Cada uno obtiene lo que quiere y nadie se entera de nada.

-Mhpm… ¿Qué te hace creer que lo que, según tú, me atrajo de ti, no lo encuentre en otra persona? –Contestó Ron tratando de sonar indiferente. -¿O que si quiera piense en hacer un acuerdo contigo, Malfoy?

-Pues. Primero que nada, me volviste a besar hace un momento, y segundo, que no te estoy preguntando, te estoy avisando Weasley. –Contesto Draco acercándose para rosar con sus labios los de Ron, observando cómo al mayor se le enchinaba la piel al hacer contacto con su respiración.

Ron cerró los ojos y contuvo el aliento, de hecho tuvo que aferrarse a la mesa para no tomar a Draco y besarlo nuevamente. Sin embargó, sospechó que eso era lo que quería el Hurón, por lo que al sentir como este se empezaba a retirar para dejarlo libre, se sintió muy orgulloso de no haber caído en otra trampa.

-Como lo pensé –Dijo Draco caminando hacia la puerta en lo que Ron soltaba la mesa y volvía a respirar. –Nos vemos Weasley… oh y otra cosa. –Se volvió el rubio para mirarlo. –Si me vuelves a dejar a medias. Verás como de un desmaius  te mando en coma a la enfermería.

Después de su amenaza, Draco salió caminado sin prisa, con su característico porte y una sonrisa de satisfacción con un ligero toque de burla. Había logrado lo que quería. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).