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Del amor al odio tan solo hay un paso por Akuma Arihel

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Pasaron los días, Mail no se acostumbraba a su nueva vida, Light intentaba ayudarle en todo lo que podía, tenía el trabajo un poco más cerca que donde vivía antes, por lo que eso era una ventaja para él, la única pega era…

 

-         Mihael, lo cierto es que nunca he llegado a saber mucho sobre ti, no me contaste nada, ni de ti, ni sobre tu familia. –Mail tenía una foto que se llevó de su antigua casa, una foto de su primer beso…

 

http://img.desmotivaciones.es/201207/melloxmatt.jpg

 

-         Mail…–El castaño acababa de entrar en su habitación para llamarlo a comer

-         Light…–Rápidamente guardó la foto en el cajón de su mesilla de noche para que el otro no estuviera incómodo. –Enseguida voy… puedes empezar a comer sin mi si qui…–El mayor se le había acercado mientras hablaba, hasta callarlo con un beso, que Mail no pudo corresponder. Al momento Light se separó y agachó la cabeza evitando mirarlo a los ojos.

-         Light… yo…

-         No pasa nada, no me deprimiré por esto, solo necesitas tiempo.

Su amigo afirmó con la cabeza, y él volvió a su sonrisa perfecta para no preocuparlo más. Ambos se dirigieron a la cocina y comenzaron a comer.

 

***

 

Mientras, en la antigua casa donde vivía Mihael:

 

-         ¡¿Es que acaso eres idiota?! ¡¿Cómo le dejas hacer lo que le dé la gana, que te ha dicho siempre tu padre, acaso ya te has olvidado de él?! –La mujer le dio una bofetada al rubio, el cual cayó al suelo por el impacto.

-         Ma…dre…

-         ¡No me llames más Madre! ¡No hasta que hayas traído de vuelta a Mail contigo! ¡¿Me has entendido bien, Mocoso malcriado?!

-         Yo… no… –Mihael bajó la cabeza para que su madre no pudiera ver la lágrima que se derramaba por su rostro, sin embargo ella se dio cuenta, por lo que su intención en respuesta fue intentar golpearlo de nuevo, cuando en ese momento, sonó el timbre de la puerta (Salvado por la campana).

-         ¿Hay alguien? ¿Mello, estas en casa? –Su padre había venido a verle tras enterarse de su ruptura.

 

Pero su padre y su madre eran muy distintos, puesto que estaban separados, su madre se había vuelto a casar, con un hombre un poco mayor que ella, éste adoraba las armas, y su pelo era de un color blanco platino el cual antaño había sido de un tono rojizo varios tonos más claros que pelo de Mail, mientras que su verdadero padre, el cual estaba en la puerta esperando que abrieran, era de un rubio oro puro, su nombre era Yuki, y era escritor de novelas románticas, un hombre amable, y muy agradable.

 

-         Padre… –El chico volvió a recibir una bofetada por parte de su madre.

-         ¡No te atrevas a llamar padre a este tipo! ¡¿Entiendes?! ¡Tu padre se llama Muraki!

 

La mujer iba a soltarle otro guantazo, pero su mano fue detenida, cuando se dio la vuelta solo reaccionó dándole el manotazo al hombre que le agarraba con la mano que le quedaba libre para que la soltase, y se marchó hecha toda una furia, lanzándole insultos mientras salía por la puerta.

 

Tras ver el estado en el que Mihael se encontraba solo pudo optar por llevar al médico a su hijo, el cual se encontraba inconsciente tras haberse llevado una patada en la cabeza.

 

-         Halle…

 

***

 Una vez en el hospital:

 

-         Esto ha llegado demasiado lejos,  solo te están utilizando… Mail tiene que saber la verdad.

-         ¡No!  –Mihael había despertado, aun que le costaba hablar por culpa de la anestesia que le administraban para el dolor. –No… puedes…

-         Mello…–Su padre le puso ese mote cuando era pequeño.

-         No… puedes…decírselo…

-         Pero…

-         No, Si lo descubre… pensará que… lo he hecho solo porque… me obligaron a… acercarme a él.

-         ¿Qué quieres decir? ¿A qué te refieres Mello?

-         Estar… con él… me dijeron que me acercase a él… para traerlo, de vuelta, pero… me terminé por enamorar de ese idiota.

-         ¿Espera…traerlo? ¿A dónde?

-         Con su padre… Muraki. –Cuando Yuki oyó aquel nombre, se levantó como una flecha y salió corriendo del cuarto.

-         No…le cuentes nada… por favor. – Siendo los susurros de su hijo lo último que alcanzó a oír, volviendo a quedar finalmente dormido por la anestesia.

 

***

 

En casa de Light:

 

-         ¿Has terminado de comer? –Mail solo afirmó con la cabeza.

-         Entonces me llevo tu plato. –Su amigo se quedó sentado en la mesa de la cocina como si necesitase permiso para levantarse.

-         Oye Mail… esta ahora es tu casa, puedes hacer lo que quieras…estate tranquilo…soy yo… no voy a hacerte nada… solo quiero que estés bien. –Light se acercó a él tras dejar los platos en el lavavajillas y lo abrazó, causando que Mail rompiese a llorar.

-         Tranquilo, no llores más, que al final si me voy a deprimir ¿sabes?

-         Lo s-sien-nto, n-no  p-pu-ed-do.

-         ¿Hay algo que te preocupa vedad? –Tras un rato de llorar por fin logró calmarse lo suficiente para poder responder.

-         No…yo solo…necesito tiempo… eso es todo…–Aunque Light no se creyó nada de eso, lo dejó pasar, ya que se veía que lo que le ocurría era que no quería hablar de ello, por lo que lo llevó a dar una vuelta para que se divirtiera un poco.

-         ¿A dónde me llevas Light?

Al parque de atracciones así te pondrás mejor y te olvidaras de los problemas.

 

“Es mi plan para que te enamores de mi…” pensó

 

-         Nunca he ido a un parque de atracciones…

-         Pues en ese caso te dejaré elegir todo lo que quieras, solo tienes que pedirlo.

-         ¿Enserio?

 

Mail se alegró mucho con aquello, y empezó a divertirse como cuando eran pequeños, recordando los viejos tiempos.

 

-         No puedo creer que esté en la montaña rusa.

-         Bueno, bueno, pero levanta los brazos que necesitan ponernos el arnés.

-         Si, si… ahora voy… –Después de la montaña rusa fueron a un montón de atracciones más, las tazas, el carrusel gigante, las camas elásticas, los coches de choque y después pararon a cenar en un puesto de la feria.

-         Oye Mail, ¿entrarías con migo en la casa del terror?

 

“Así tendré una oportunidad”

-         ¿Queeeeee? Pero es que… bueno, que le voy a hacer, al menos tienes derecho a elegir una, te he estado arrastrando por todo el parque.

-         Entonces primero terminemos la cena.

-         Voy al baño, no quiero tener un accidente en medio de la atracción no sé si me entiendes…–Light sonrió ante el comentario, pero su risa se desvaneció cuando divisó a una figura que le resultaba familiar, aunque no sabía por qué, un hombre los estaba observando, el hombre que cuando era niño le había amenazado… ese hombre era…

Notas finales:

Nos vemos de nuevo en el proximo capitulo


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