Jonghyun miró el rededor, tan lleno de gente, de los cuales apenas conocía -y de vista- a dos personas. Si tan solo no se estuviera sintiendo tan abrumado, hubiese alegremente hecho un poco de migas con la primera persona que se le cruzaba en frente.
Kibum, por su parte se encontraba deleitado ante la atención que le estaban dando a él, a la nueva casa que habían comprado. Jonghyun lo dejó ser, después de todo esa era su naturaleza. Pero para él no se sentía como el mejor de los días.
Deambuló un rato, saludando con cortesía a los invitados que se le acercaban, pero excusándose para no tener que hablar demasiado. En cuánto pudo, logró deslizarse hacia la puerta corrediza que dirigía al jardín exterior n la parte de atrás. Solo necesitaba un momento para descansar.
Debió haberse sorprendido de ver qué alguien más se encontraba afuera, sentado en el peldaño que dividía la casa con el césped recién cortado. Pero no lo hizo, y ya estaba empezando a acostumbrarse a no sorprenderse de las cosas.
-Ahora entiendo por qué todo mundo adentro está tan tranquilo.- Comentó, logrando que el demonio se girara a verle.
-Humanos…- Taemin arrugó la nariz, un poco irritado ante la idea de convivir con tantos humanos que siempre circulaban alrededor de Kibum.
-Si…Esta vez concuerdo contigo.- Suspiró, sentándose al otro lado del peldaño.
-Es tan sólo que, los que rodean a Kibommie son tan asfixiantes…- Se quejó, tomando un trago de lo que sea que bebía de su vaso. Jonghyun no siquiera entendía cómo era que Taemin tenía ese vaso, estaba seguro que el juego entero seguía empaquetado en una caja todavía no acomodada.
-Bueno, gracias, acabas de darme algo de perspectiva.- Se burló, provocando que Taemin soltara un resoplido y empezará a reír.
Le había tomado un poco de tiempo darse cuenta que así como él tenía días que simplemente no quería hablar, Taemin también los tenía. Le parecía interesante, porque después de todo Taemin era un demonio que vivía de la interacción con los humanos.
-Tú no eres asfixiante, Jonghyun.- Taemin exhaló, sonando algo cansado. -Eres de los pocos humanos alrededor de Kibum que de hecho no me molesta que lo estén.
-Me siento, de algún modo, halagado por eso. O quizás sólo soy yo asumiendo que no me asesinarás en cualquier momento.- Se encogió de hombros, mirando a la puerta corrediza tratando de ubicar a Kibum.
-Por más que quisiera, ya que osaste empezar a vivir con mi humano, no lo haré.- Le aseguró. -Por cierto, ¿no deberías estar atendiendo a tus invitados?
-Tú estás aquí.- Jonghyun le señaló. -Eres invitado.
-Está bien, sólo necesitaba estar un poco alejado de los humanos…Recientemente no me han agradado mucho.- Susurró lo último, casi como si esperara a que alguien llegara a reñirle por su sentir.
-Puedo entenderlo. A mí tampoco me agradan mucho, y yo soy uno de ellos.- Jonghyun no presionó más, dejó que Taemin siguiera bebiendo de su vaso por largos minutos. -Pero, quizás pueda ayudarte a comprenderlos, cuando lo necesites.- Agregó al final, creyendo que tal vez con eso lograría que el ánimo de Taemin subiera un poco.
-Mi problema ahorita no es comprender a los humanos.
-Me alegro, te mentí, tampoco los comprendo.
Taemin rio ante aquella tontería, empezando a rascar la orilla del vaso que sostenía entre ambas manos. Claramente se convirtió en el objeto donde estaba externando sus pensamientos. Le tomó un segundo en aclararse la garganta, para que sus hombros volvieran a hundirse como lo habían estado toda la tarde.
-Minho se disculpa por no haberse despedido, tuvo que irse. Lo llamaron del hospital. Creo que está en conversaciones para ser el director o algo así…- Explicó rápidamente, apenas subiendo la mirada lo suficiente. -Pero le gustó la fiesta, y la casa…
-Tampoco lo veía alrededor por eso, ya veo.- Jonghyun murmuró. -Puede compensarnoslo luego, Kibum se encargará de eso, pero… Supongo que también te lo compensará a ti, ¿no?
Taemin suspiró, mirando a lo lejos por un momento.
-Él siempre haya la forma de hacerlo.- Aseguró.
-Si es de ese modo…
La puerta corrediza se abrió de golpe, Kibum salió observando rápidamente antes de hacer un marcado mohín con la boca.
-Hasta que los encuentro.- Se quejó, dando un fuerte pisotón contra el suelo. -¿Están tratando de escapar?
-Eso es obvio, no nos estás prestando atención.- Taemin rodó los ojos, hablando como si hubiera recuperado su usual extra de energía mágicamente. -¿Por qué querríamos estar ahí adentro?
-Porque es mi fiesta.
-Creí que era de ambos.- Jonghyun intercedió, riendo ante el rodar de ojos de Kibum. -Sólo salimos a tomar algo de aire.
-Hay mucho aire adentro. Vamos, no me dejen con personas aburridas.- Kibum insistió, lloriqueando por un segundo como tantas veces había visto a Taemin hacerlo. -Necesito a mis dos personas favoritas adentro.
-No soy una persona.- Taemin se cubrió la boca, riendo por lo bajo. Le divertía notar su influencia en su mejor amigo.
-Te ves como uno.- Renegó. -Y tú, antes de que digas algo, no tienes opción, eres humano y el otro anfitrión.- Le advirtió a Jonghyun. -Así que ambos, adentro.
-Supongo que no tenemos otra opción, ¿a menos que se te ocurra algo?- Jonghyun se puso en pie, ayudando a que Taemin también se levantara de su lugar.
-No, sé en qué situaciones no le puedo ganar. Esta es una de esas.- Señaló, siguiendo a sus amigos por la puerta corrediza y de regreso al interior de la casa.