-Vamos Tae.- Key rodó los ojos, apurándole. Le parecía insoportable tener que parar en el área de comidas antes de poder hacer compras. Pero Taemin y Minho siempre llegaban directo al área con locales de comida.
-Voy...- Rió. -Min, ¿me das dinero?- Pidió, con ojos aborregados.
-¿Tengo manera de decirte que no tan siquiera?- Minho rodó los ojos, sacando su cartera para poder darle su tarjeta de crédito al demonio. -Por favor, no compres comida rara. Recuerda que si es exageradamente cara, probablemente tenga un sabor malo y no valga la pena.
-Sí, sí.- Taemin hizo una mueca, riéndose. -Volveremos pronto. -besó a Minho a en la mejilla despidiéndose.
-Sólo vamos a comprar comida, Tae. Lo verás en seis minutos, no dos años.- Kibum se quejó, rodando los ojos. Tras cruzarse de brazos, giró su cara, hacia su novio. -¿Seguro que no quieres nada, Jjong?
-Estoy bien así, Bummie.- Jonghyun le aseguró. Estaba más entretenido viendo la interacción entre el ángel y el demonio. Seguía sin entenderlo, pero esos dos se manejaban el uno al otro perfectamente. Embonaban, y eso asustaba al humano por completo.
-De acuerdo, vamos Tae.- Key bufó una vez más. Podían saltarse esta parte, lo sabía, pero Taemin siempre quería comer algo que veía que alguna persona estaba comiendo. Así que acostumbrado a esta rutina, terminaba comprándose un café, o algo que beber en lo que Taemin y Minho comían lo que fuera que era el antojo del día.
Jonghyun observó cómo su novio se iba tan tranquilamente a lado del demonio. Simplemente no podía procesarlo aún. Kibum era mejor amigo de un demonio. ¡Maldición! No sabía de la existencia de los demonios hasta antes de ese día en el restaurante…Y ya no podía no creer.
-No pierdas la cabeza, ¿quieres?- Minho comentó con una sonrisa burlona. –Debes de tener la cabeza fría para poder soportar que Key y Taemin estén de compras.
-¿Ah?- Jonghyun se desconcertó.
-A Taemin no le gusta, realmente, hacer compras. Pero se contagia fácilmente del entusiasmo de Kibum.- Explicó. –No nos iremos de aquí en un largo rato.
-Oh, entiendo…- Asintió. –Taemin, él…¿actúa como una persona normal?
-¿Le temes a Taemin?- Minho preguntó en una carcajada. –Taemin, probablemente es el demonio más anormal de todo el inferno, así que no. No actúa como una persona normal…Tampoco es inofensivo, -se encogió de hombros- pero es seguro permanecer a su alrededor.
-No sé si quiera permanecer a su alrededor…- Masculló.
Minho sonrió de lado, empujándose ligeramente hacia adelante, en esa mesa donde se encontraban sentados esperando.
-¿Y qué hay de mí?- Si tan sólo Taemin hubiese escuchado esa nota de maldad que se sostuvo en la pregunta de Minho, hubiese estado tan orgulloso de ya haber contaminado al ángel.
-Tampoco se siente bien…- Jonghyun entrecerró los ojos. –La sensación de paz que emanas, simplemente no se siente bien.- Jadeó.
-Eres perceptivo, humano.- Asintió, recargándose contra el respaldo de su asiento. –Soy un ángel que se encarga de las almas, así que supongo que tampoco querrás estar cerca de mí.
Jonghyun contuvo el aliento. Una vez más, estaba aterrado. Ese par de entes jugaban con su miedo tan fácilmente, que no estaba seguro que podría salir huyendo.
-Pero eres el novio de Kibum. Y Kibum es el mejor amigo de Taemin, así que supongo que Taem y yo nos mantendremos bastante tranquilos.
-Así que por eso no le temes a Taemin…- Jadeó, con un ligero temor en su voz.
-¿Por qué soy un ángel de la muerte?- Alzó una ceja. –No, te equivocas. Simplemente, entre los ángeles y los demonios no hay temor. Puede que a veces no nos soportemos, pero la mayor parte del tiempo sé que son malentendidos que nunca se han tomado la molestia de esclarecer. Taemin y yo lo hemos hecho después de todo.- Explicó, cruzándose de brazos con una sonrisa satisfecha.
-Y ¿qué hay de su apariencia?- Se mordió el labio inferior.
-¿Qué de hay de apariencia?- Minho repitió consternado.
-Él...- Miró a lo lejos, hasta donde Kibum y el demonio hacían fila frente un local de comida. -No se ve así siempre, ¿cierto?
-Oh, entiendo.- Minho rio. -¿Qué fue lo que te mostró?
Jonghyun tuvo un escalofrío sólo de recordarle.
-Sin ojos, sólo sangre...- Jadeó. -Y dientes largos, demasiados. Él lloró sangre, también.
-Oh, Taemin número 3.- Minho sonrió, asintiendo ante lo que escuchaba.
-¿Número 3?- Hizo una mueca, extrañado por lo que el ángel le decía.
-Te preguntas si lo he visto como es realmente, y mi respuesta es sí. Pero, esa imagen, y esta imagen- le señaló a lo lejos- no son las únicas dos imágenes que tiene.- Explicó. –Si bien, la figura humana no la modifica, siempre usa artilugios para hacerse ver más aterrador en su forma natural. Lo he visto llorar sangre varias veces.
-Entonces sí lo has visto…- Jadeó.
-Por supuesto que sí, es mi novio.- Minho rio. –Y cuando se enoja demasiado, no se da cuenta que pasa de una apariencia a otra entre gritos.- Soltó con diversión. –Es adorable.
-¿Cómo puedes considerar eso adorable?- Masculló, sintiéndose incómodo. Él no creía para nada adorable la espantosa figura que habías sido proyectada dentro de su cabeza.
-Es adorable que busca hacerse más terrorífico de lo que en realidad es.- Exhaló. –Cuando, en su forma natural, es hermoso. Taemin es un vanidoso total, cuelga de sus cuernos cadenas de oro y sobre sus pómulos lleva gemas preciosas para profundizar la oscuridad en lo que parecen ser huecos en vez de ojos. Usa más joyas de las que puedo contar, en sus orejas, en su nariz, a lo largo de sus dedos hasta cubrir sus uñas en adornos en forma de garras.
-¿Tiene dedos?- Jonghyun preguntó con asombro, ganándose una mirada interrogativa de parte del ángel. –Bueno, yo vi gusanos.
-Oh…- Minho soltó una larga risotada. -¿Les temes o te dan asco? Taemin suele jugar con los temores ajenos…- Suspiró. –Sobretodo cuando está molesto.
-Eso suena a que has pasado por ello.- Trató de no sonar que estaba aliviado de no estar en el lugar de Minho.
-Supongo que me lo merecía, en el retorcido sentido de la justicia de Taemin.- Se encogió de hombros.
-¿Qué fue lo que hiciste?
-Nada realmente.- Admitió. –Había unas enfermeras, que no tenían idea de mi preferencias. Y probablemente son demasiado risueñas.- Murmulló entre risas. –Eso fue cuando Taemin y yo apenas empezábamos a salir. Por ese entonces, Taemin me visitaba todo el tiempo en el hospital. A diario, quiero decir. Así que terminó dándose cuenta eventualmente.- Respiró con fuerza. -A él no le agradó mucho ver ese tipo de atención.
-¿Hizo un escándalo?
-¿Taemin? Él es una caja de sorpresas.- Negó con la cabeza. -Me llevó aparte, y me pidió que negara cualquier cosa que las chicas me dijeran.
-¿Y tú lo hiciste?- Jonghyun se interesó en la historia.
-Ellas nunca me dijeron, ni me pidieron nada.- Minho se encogió de hombros. -Sólo coqueteaban. Técnicamente no podía cumplir con lo que Taemin me había demandado.
-Así que él se molestó.
-Absolutamente~. Dijo que yo no estaba siendo proactivo con la situación, y que mi falta de aportación a la situación no era un buen presagio para nuestra relación a futuro.- No pudo evitar reír. -En momentos como ese, que Taemin está tan molesto, recuerdo que es maestro de universidad, y que de hecho su vocabulario es mucho más extenso que un simple quiereme o llévame a comprar helado.- Minho no pudo evitar burlarse. Taemin enojado era algo que siempre le pareció gracioso y adorable. Lo amaba hasta en sus peores momentos.
-Amigo, si Kibum me dijera eso, pensaría que está terminando conmigo.- Comentó. No entendía como Minho simplemente se había encogido de hombros y reído. Taemin parecía ser muy fuerte de carácter.
-Si, bueno, Taemin sólo quería dejar claro su punto. Al día siguiente, todas esas enfermeras habían sido movidas de área. Ya nunca más les tocó trabajar en mi sección.- Recordó. Aquella vez había estado tan asombrado por la manera en que Taemin había procedido. -Sigo sin saber cómo lo logró, o con quién habló para que eso sucediera...En cuanto a mí, me provocó pesadillas por más de dos meses.
-¿Así de molesto estaba?- Jonghyun frunció el ceño. No podía creer que alguien quisiera causarle tal terror a quien decía amar.
-En realidad, no creo que estaba tan molesto. Taemin me provocaba pesadillas en donde yo me encontraba solo, siempre solo. Eso me obligaba a despertarme, y en mi cama siempre estuvo él como consuelo a esas terribles pesadillas. Cuando empecé a darme cuenta que en las pesadillas él se encontraba en alguna parte escondido, entendí que Taemin sólo quería que yo pensara en él.- Miró a lo lejos, Taemin y Kibum estaban ya cerca del mostrador, a punto de pedir sus órdenes. -Taemin es único, pero no tan terrorífico cuando lo llegas a conocer.
-¡Minho!
Taemin saltó sobre el regazo de su novio, mostrándole la bebida que se había comprado.
-¡Smoothie de fresa con platano!- Comentó alegre. -Te traje una pajilla, ¿quieres compartir?
-Sabes que sí, Taem.- Minho rio.
-Hey.- Key se sentó a lado de Jonghyun. -Te compre papas fritas, no nos iremos de aquí en un rato. Es buena idea que comas algo.
-Gracias Bummie.- Jonghyun, ahora un poco más tranquilo, bajó la guardia y decidió disfrutar de estar pasando tiempo con su pareja.