Minho suspiró, cerrando la puerta tras de sí. Se descalzó rápidamente, dejando sus zapatos junto a los de Taemin silenciosamente. Había tenido un día largo, más que complicado con todas las urgencias que llegaron. Ahora era tarde, y parecía que incluso los malcriados ya se encontraban dormidos.
Sonrió ante aquella luz lejana del pasillo hacia su habitación que Taemin siempre debaja encendida para él. Era una calidad bienvenida, para esos días en los que Taemin no lo podía recibir físicamente. Y eso significaba que también había sido un día largo y extenuante para el demonio. Era apenas media noche, y él ya se encontraba en cama, lo más seguro que durmiendo. No se tardó en llegar a la habitación y corroborarlo. Taemin dormía plácidamente bajo las sábanas de su cama, dejando escapar ligeros ronquidos. Minho procuró no hacer mucho ruido, el sueño de Taemin de hecho no era profundo, así que si podía dejarlo descansar, lo haría cuidadosamente.
Sólo desabrochó los botones de su camisa, antes de ser atrapado por la mirada somnolienta del demonio en la cama. Se tallaba el rostro, bostezando tranquilamente.
-Ya llegaste.- Exhaló sonriendo. -No pensé quedarme dormido, sólo quise recostarme un rato antes de hacer la cena.- Terminó por incoporarse en la cama, estirando los brazos.
-Está bien, quise ser silencioso para no despertarte.- Rio suavemente. –He fallado, como siempre.
-Puedo olerte, cariño.- Taemin tocó su nariz en un gesto travieso. –Sé cuando llegas, incluso cuando no estás cerca de la puerta.
Minho rio, terminando de sacarse la camisa. Taemin podría estar medio dormido, pero seguía siendo ese dulce picante en su vida.
-De acuerdo, jamás podré atraparte durmiendo.- Cedió. –Así que…¿cuál es el plan? Es media noche, ¿crees poder volver a dormir? ¿Preparamos algo de cenar?
-Ummm.- Lo pensó, sonriendo al final. –Creo que podría dormir un poco más a decir verdad.- Terminó por hacer un gesto travieso. –Aunque eso signifique despertarme a las tres de la mañana con hambre.
-No es nada que no hayas hecho antes.- Minho se mofó. -¿Hotcakes a las 3 a.m.? Ya no me sorprende.
Intercambiaron risas bobas, de un común acuerdo que mantenían acerca de la propia excentricidad de su relación. Taemin suspiró largamente, mirando a su novio con todo el afecto posible.
-Anda, termina de desvestirte y entra a la cama conmigo.- Le llamó, agitando su dedo índice en gesto de que se acercara. –Hablaremos de esos hotcakes después de dormir un rato.
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Si piensan que estoy actualizando, porque de seguro estoy aplazando una tarea: están en todo lo cierto (: