-¡Me cansé!- Taemin jadeó, dejándose caer en una banca. La verdad, no se encontraba cansado. Pero ni Kibum, ni Minho iban a entrar a la tienda de videojuegos en la que él quería entrar.
-Entonces aquí esperas.- Key alegremente dejó sus bolsas a un costado de Taemin. –Iré a esa tienda de artículos para el hogar.- La señaló.
-Cariño, yo iré a la tienda de deportes…- Minho le besó en la mejilla antes de salir corriendo en dirección opuesta.
Oh vaya que estaba enfadado. Taemin se cruzó de brazos y resopló de mala gana. ¿No se supone que los demás deben de hacer lo que él quiere? Subió la mirada, encontrándose con el pasmado novio de Kibum.
-Y ¿tú? ¿A dónde vas?- Habló de manera informal, y grosera. Estaba enojado.
Jonghyun negó, no pensaba ir a ningún lado. No tenía nada que comprar, de hecho. Sólo acompañaba a Key, a su viaje de compras. Él ni siquiera había sido informado que el ángel y el demonio iban a estar ahí, hasta que les vio en el área de comidas.
-No.- Dijo. Además, con lo enojado que el demonio se veía, no creía que fuera buena idea dejarle solo. No sabía hasta dónde podría hacer algo, o no.
Taemin le miró, agitando su cabeza. El humano, ciertamente, era una nimiedad. Suspiró, indicándole que se sentara a su lado en la banca, con un movimiento de cabeza.
-Sé en lo que piensas. Y te equivocas, humano.- Exhaló. –Sé hasta dónde controlar mis rabietas. ¿Para qué quiero que los demás humanos vean mi molestia, si los que quiero que me vean están en, una tienda donde venden cosas para el baño, y una tienda donde venden pelotas? Nunca me harán caso.
-Lo siento…
-No soy un niño.- Le miró directamente. –Tengo otras maneras de desquitarme, además de los berrinches.- Entonces sonrió de manera escalofriante, sabiendo que provocaría miedo en el humano.
-Cuando hablas así…- Jonghyun hizo de lado la mala sensación que tuvo.- Pareces un niño.
-¿Qué le puedo hacer?- Taemin se encogió de hombros. –Todos me ven como un niño de cualquier modo. Es un fastidio.- Rodó los ojos.
-Podrías no comportarte como niño…
-Jo, eso le quitaría lo divertido.- Le guiñó un ojo.
-¿Es así como se comportan los demonios siempre?- Se aventuró a preguntar. Ahora que Minho le había explicado que Taemin simplemente infundía más miedo de lo que realmente podía hacer, sentía que podía liberar un poco su curiosidad en cuanto a estos seres.
-Sólo los de tercera generación, nene.- Taemin le guiño un ojo, después riendo ante el sonrojo que invadió la cara del humano.
-¿Qué es eso de tercera generación?
-¡Por supuesto! No sabes nada.- Taemin entrecerró los ojos, pensando en cómo explicar su largo árbol familiar. –Puedo empezar diciendo, que su nombre lo dice todo. Soy parte de la tercera generación de demonios nacidos en el infierno. Si bien, la primera generación y la segunda, son los que gobiernan el infierno, los de la tercera no somos menos que ellos. Fuimos creados para ser liberados en la tierra.- Se encogió de hombros de manera tierna, desentonando con lo que decía. –Las siguientes generaciones, que han nacido aquí no son tan fuertes, pero tienen la habilidad de engatusar a los humanos. Las siguientes generaciones que sólo han vivido en el infierno, no son más que asistentes.- Soltó su punto de vista. –Pero la tercera generación, es perfecta. Ni mucho, ni poco, tiene de ambos.
-Así que eres un guerrero…- Jonghyun interpretó lo que había entendido.
-Más o menos.- Asintió. –Cuando nuestro rey lo mande, deberé unirme a su comanda. Mientras tanto, mi tarea aquí es llevar almas humanas a los castigo de mi señor.
-Pero, eres un demonio de lujuria, ¿no significa que debes de incitar a los humanos?- Preguntó, quizás con un poco de preocupación en su voz. ¿Minho sabía de esto?
-Así es, esa es mi tarea.- Taemin captó la mirada de horror que Jonghyun dirigió hacia la tienda de deportes. Humano idiota. –Mi padre, sin embargo, al escuchar que salgo con un ángel, me relegó de mis tareas.
-¿Por estar enamorado?
-Tú sí que eres un humano curioso.- Soltó alto, con risa entremezclada en su voz. -¿Deberé de decirte? Tal vez deba de hacerlo, y después te mate.
Jonghyun sintió como un largo y lento escalofrío recorrió su espalda.
-No lo harías…- Susurró.
-Pruébame.- Taemin le retó.
-¿Tanto así me odias?
Aquella pregunta desconcertó a Taemin. ¿Él odiar a un simple humano? Podía odiar a la especie, por sus defectos, pero ¿individual y centradamente odiar sólo a un humano? Eso sería estúpido, y demasiado cansado.
-No te odio.- Se atrevió a reír.
-Es obvio que no te agrado.- Jonghyun fue serio.
-Son conceptos diferentes, humano.- Señaló. –No me agradas, pero no puedo odiarte. Si te odiara, y Key se entera, estaríamos en grandes problemas. No sólo yo, tú también.- Le indicó. –Haría algo como las madres humanas hacen, de poner a sus hijos en una habitación hasta que se lleven bien. ¡Eso es totalmente ilógico! Si dos personas no se llevan bien, no las pones juntas sin salidas.
Jonghyun miró con asombro la situación. Lo que el demonio decía, tenía sentido; y ellos se encontraban juntos teniendo una conversación civilizada. Algo, entonces, le señaló que, el demonio no le odiaba en lo absoluto. ¿Tal vez esta era su forma de ser?
-Perdóname.- Fue sincero. –Te juzgué, sin darte ninguna oportunidad…
Taemin le miró, preguntándose cómo es que Kibum había conocido a tan peculiar humano.
-¿Sabes por qué no te odio?- Preguntó de manera retórica, esperando a que Jonghyun agitara su cabeza en negación. –Eres muy diferente…Kibum no solía salir con personas como tú. Puedo ver el alma de los humanos, así sé a quién acercarme para hacer un trato. Tu alma está atada a ti, siguiéndote como una sombra, o como un acompañante tomado de tu brazo.- Explicó. –Cada alma, tiene un color diferente, y hay desde las más claras, hasta las más oscuras. Tu alma es clara, Jonghyun ah.- Exhaló. –Eres bueno, y sé que serás bueno para Kibum.
-¿Realmente crees que soy bueno? Me refiero para Kibum.- Se inclinó un poco hacia adelante, interesado en la respuesta.
Taemin dejó escapar una enorme sonrisa sincera.
-Por supuesto que sí.- Habló por lo bajo, haciendo de su conversación lo más íntima posible. –Conociste la verdad sobre la creación, y en vez salir corriendo para contarlo a todo el mundo, has estado vigilándonos sólo para terminar de ver si realmente somos confiables de estar a lado de Key o no. Tienes que saber que por ninguna razón me alejaré de Kibum, pero me hace feliz saber que encontró a alguien que se preocupa por él, tanto como yo lo hago.
-¿Tanto lo quieres?
-Tengo más hermanos de los que puedo contar, pero antes de conocer a Kibum, yo sólo sabía lo que era sentirse solo.- Suspiró. –Él y Minho, no sabría que hacer sin ellos.- Bajó la mirada. –Estaría perdido.
-Si lo quieres tanto, entonces no podría alejarlo de ti.- Jonghyun se atrevió a colocar su mano sobre el hombro del demonio, sonriéndole poco.
-Ustedes humanos, sí que son raros.- Taemin suspiró, inhalando aire rápidamente. Sonrió, recomponiéndose. –Confundes celos, con odio. Tienes una curiosidad muy activa, y definitivamente eres más temerario de lo que demuestras ser.- Enunció. –Eres raro.
Jonghyun rio, encontrando definitivamente menos terrorífico al demonio.