Después de muchas horas de viaje por fin llegó a su destino, donde hará una nueva vida. En un pueblo de Alemania donde cercas de ahí se encuentra un castillo, según lo que ha escuchado. Agradece que haya aprendido alemán porque no entendería a las personas del lugar. Logró llegar al amanecer y pudo captar el hermoso lugar donde vivirá por una temporada larga hasta tomar la decisión de irse a otro país. Se instaló en una posada donde las habitaciones no están nada mal y son a su gusto, no tan grandes ni tan pequeñas. Algo que lo hace sentir en confort.
Acomodó sus cosas en respectivo lugar. No se quedara por mucho tiempo en aquel lugar. Buscará otra parte, aunque, al inicio unas personas del pueblo le recomendaron el castillo que está a un kilómetro de ahí, según rumores es de una familia muy importante de generaciones y ahora reciben a turistas para que se queden el tiempo necesario. Por un día se quedará en la posada, ya después pensada en pasar una temporada por el castillo.
La noche se hizo presente en el pueblo donde la gente con más emoción sale a las calles. Los cantos, las risas y los niños dan el ambiente de inocencia y felicidad, sin preocupaciones y sin tener que sufrir. Aunque, de la nada se acordó de su triste situación. Sufrir la decepción amorosa le hace sentirse tan afligido. Sus lágrimas caen e inicia a sollozar. Le costará trabajo olvidar al amor de su vida, pero buscará alguna manera de sacarlo, sin importar nada. Se acomoda en la cama y se queda dormido al instante. Antes de dormir esperó que todo fuera una pesadilla.
Mientras tanto, en un castillo cercano de la región algunos espectros atienden a los turistas. Después de la guerra santa fueron revividos ya que se llegó a un acuerdo con sus dioses, el castigo fue la convivencia con los humanos y por ellos Hades eligió el castillo Heinstein para dar la convivencia. Ahora después de dos años de estar viendo a los humanos llegó a comprender un poco de lo que llaman amor. Por ello su comportamiento cambió de una manera drástica donde da sus mejores modales frente a los humanos hasta con sus espectros ha cambiado.
Los jueces ayudan como gerentes, Minos se encuentra en la mañana, Aiacos en la tarde y Radamanthys en la noche. El turno de Aiacos terminó desde hace unas horas, se encuentra preocupado por su amigo Radamanthys quien desde la mañana salió y no regresó en el resto del día. Griffon salió a buscarlo, pero no ha regresado. Sabe que si no llegan su dios los castigada a los dos. Se levantó de su asiento ya que no esperada otro momento más. Cuando estaba por salir la puerta de la oficina se abrió dejando pasar a sus compañeros desaparecidos, pero en condiciones nada favorables al rubio.
– ¿Qué ocurrió, Minos? – preguntó preocupado.
– Lo de siempre. – contestó. – Volvió a tomar por su ex.
– Radamanthys. – dijo Aiacos con ira contenida.
Desde que su compañero rompió con su antiguo novio no es el mismo de antes, ya ha pasado un año desde el rompimiento de la relación y no logra superar aquella etapa. Garuda le molesta la situación de su amigo y casi hermano, quiere al juez del inframundo que todos temían y no al fracasado en el amor. Dejó salir su furia de una vez y le dio un fuerte golpe a su compañero.
– ¡Sólo porque vienes tan ebrio que no puedes oírme, pero mañana te las verás conmigo de una vez! – le gritó. – ¡Orfeo!
Al poco tiempo apareció aquel caballero de plata que estuvo en el inframundo por su Eurídice, ahora descansa en paz. Por una extraña razón se quedó con el dios del inframundo y no regresó a la orden de Athena. Todos desconocen sus motivos y nadie ha descubierto nada de la decisión.
– ¿Qué se le ofrece, Aiacos? – preguntó tranquilo el caballero de plata.
– Ayuda a Minos con Radamanthys. Cuídalo y cuando despierte me avisas porque tengo que hablar seriamente con él.
El caballero de plata obedeció las órdenes del otro juez del inframundo. Ayudó al juez rubio en llevarlo a la habitación correspondiente. Al llegar a la habitación lo dejó acostado y él se sentó en la silla para cuidar al juez y poder darle las órdenes de uno de los compañeros. Se quedó admirando por unos minutos hasta que cayó en las manos de Morfeo.
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En Grecia las cosas son del todo normales para algunos caballeros de la orden, pero hay un poco de tensión por todas partes. Últimamente Saga de Géminis se comporta de una manera tan extraña que a preocupado a muchos caballeros de la orden- Se murmuran muchas cosas, algunos dicen que ya anda con nuevo amante o que planea tener de nuevo al caballero de Virgo en su cama, sin saber cuales son las razones del comportamiento, hablan a sus espaldas.
Por su parte, Géminis se encuentra muy pensativo por muchas cosas que están ocurriendo entorno a su vida. Desde que dejó al caballero de Virgo siente un enorme vacío. Sus ganas de seguir saliendo a tomar y divertirse con cuanta mujerzuela o amante tenga, su apatito sexual a disminuido de una manera in considerable. Nada le satisface últimamente. Busca la manera de seguir siendo el antiguo hombre. El considerado un experto en la cama, fuerte y guapo del santuario. Sin embargo, aunque quiere regresar a considerarse de aquellas formas no le hace sentirse feliz. Sigue un vacío tan profundo. Ha pensado en hablar con el patriarca o Athena, pedirles un consejo no estaría mal, pero no quiere ser inoportuno ya que últimamente los ve en un gran movimiento.
Siguió con dirección a su templo, los entrenamientos finalizaron y debe descansar ya que en la tarde habrá una junta muy importante y urgente por parte del patriarca y la diosa. Quieren dar un aviso sobre unos cambios de puesto sobre una persona, no quisieron decir de quien se trata, pero se imagina que puede ser un caballero de bronce o de plata, alguna misión en especial o cualquier cosa que sólo es del interés de los caballeros dorados para estar enterados del movimiento de cada día.
Algunas horas después, los caballeros dorados se dirigen con dirección al templo del pontífice, algunos van con sus amigos o simplemente ya se encuentra en el templo del patriarca. Ya los doce caballeros, incluyendo a Kanon, se encuentran presentes y con ellos los de bronce. Los dorados notaron la ausencia del caballero de Virgo en la sala, ahora que lo analizan con mejor detalle desde hace días que no asiste a los entrenamientos. Las últimas veces que lo vieron se notaba decaído y sin brillo en sus cabellos dorados y aquellos ojos perdieron algo, su alma se encontraba vacía. Al único que vieron seguidamente en su templo es al caballero de Andrómeda.
Unos minutos después apareció la diosa y el patriarca, que desconoce la razón para estar presente. Athena se sentó en el trono y aun lado se puso el mayor de la orden del santuario. Los caballeros hicieron reverencia y posteriormente pusieron atención a lo que dirá el patriarca. Aunque, uno de los caballeros sabe que no deben iniciar hasta estar los trece, contando a Kanon, presentes, sólo están doce, no tienen que iniciar. Al ver que ninguno piensa en aquello dice hablar antes que su mayor.
– Disculpe, Athena. – habló el caballero de Aries. – No podemos iniciar la reunión ya que falta uno de nuestro compañero de la orden.
– ¿A quién te refieres, Mu? – preguntó la diosa.
La mayoría de los presentes se sorprendieron por dicho por su diosa, ella debió de notar la ausencia del caballero de la constelación de la doncella. Los de bronce sólo observan ya que para eso es la junta, decir las noticias tristes. El mismo patriarca también se dio cuenta de la ausencia del guardián del sexto templo, a decir verdad, desde hace días que no lo ve por ninguna parte del santuario y al único que ha visto en tu templo es Andrómeda.
– Tienes razón, Mu. – habló el patriarca y miró a uno de los caballeros. – Aioros, ve a buscar a Shaka de Virgo y ordena que se presente de inmediato o…
– No es necesario, Shion. – intervino la diosa. – El caballero de Virgo se encuentra presente aquí mismo.
Nadie entendió las palabras de la diosa. Shaka no esta por ningún lado sólo ellos, el patriarca, la diosa y los de bronce. Algunos de los caballeros comenzaron a sospechar o tienen una corazonada sobre el asunto y su compañero juntos.
– Caballeros. – dijo en un tono tranquilo. – Solicité su presencia ya que tengo una noticia que dar. De ahora en adelante tendrán uno nuevo compañero. No estuve preparada para un cambio repentino, pero no me quedó otra opción. Su nuevo compañero es Shun de Andrómeda…quien se convertirá en el nuevo guardián de Virgo.
Se quedaron atónitos ante las palabras de la diosa, ¿Shun el nuevo caballero de Virgo?, Esas palabras no pueden ser ciertas, más bien no quieren creer que alguien vaya ocupar aquel puesto. No tienen nada en contra de Andrómeda, pero todavía no es digno de estar en el lugar de Shaka. Falta mucho por aprender. El más sorprendido fue el mayor de los gemelos. Se sobresaltó y algo dentro se rompió en mil pedazos. Shaka se fue…sin despedirse…de él…sin decirle a nadie…no puede creer que no haya tenido un poco de consideración con él. Miró a la dirección de su diosa, no esta en sus sentidos, se levantó para acercarse hasta su diosa, debe dar una explicación.
– Dígame que es…mentira…Athena. No se puedo haber ido. – terminó el paso. – ¡Es mentira! – dijo fuerte y con una ira en su interior.
Sus compañeros de inmediato lo sostuvieron, temieron a que fuera hacer algo en contra de su diosa. Los caballeros de bronce protegieron a Athena ya que temían que la noticia al tomarla de golpe vaya a desquitarse con ella por haberlo dejado marchar. Las cosas se calmaron minutos después, un Saga tranquilizado y la diosa siguió comentando acerca de todo lo que se habló y a los acuerdos que tuvieron al final.
– Nunca me dio motivos. Sólo me dijo que debía de pensar las cosas. Desconozco su ubicación, pero puedo asegurar que se encuentra feliz donde quiera que este. – se puso seria. – Con esto se termina la junta. – observa a los de bronce. – Caballeros, acompáñenme.
Salieron dejando a los dorados y el patriarca que siguen sorprendidos por la gran noticia y todo lo dicho por la diosa. Todos saben que se fue por las humillaciones de los caballeros de plata y algunos de bronce. Hubo un gran remordimiento, ellos pudieron intervenir, pero no lo hicieron y provocaron la huida de uno de sus compañeros más queridos por mantener una paz a su alrededor. Discutieron mucho del tema, algunos decidieron dejar las cosas como están ya que quieren evitar un reencuentro entre Saga y Shaka, debe de ser feliz con alguien y otros quieren de nuevo a su compañero. No tienen nada en contra de Andrómeda, pero le falta mucha preparación para convertirse en caballero dorado.
– Bien, ya todos dieron su opinión y ahora toca que la dé Saga. – miran al gemelo mayor. – ¿Crees que debemos de buscarlo? – preguntó el patriarca.
Sin dudar respondió:
– ¡Debemos de traerlo de nuevo al santuario!
– ¿Para qué traerlo? – cuestionó Kanon. – Él se fue por razones que todos nosotros conocemos. Se marchó ya que cierto hermano mayor que tengo jugó al noviecito para quitarle su sagrada virginidad y después botarlo como cualquiera de sus tantos amantes que tiene en el santuario. – habló con tanta seriedad que muchos estuvieron de acuerdo en el punto.
– ¡Al principio si fue un simple juego, pero después de aquel día no fue lo mismo! – se nota en su voz gruesa la desesperación. – ¡Desde nuestro rompimiento he sentido que algo me falta! ¡Las noches con mis amantes ya no son lo mismo y no correspondo como antes! ¡Yo quiero…! – miró a sus compañeros con seriedad y soltó lo que su corazón pedía y decía a gritos desde hace semanas que no sabe nada de su amado. – ¡De nuevo a Shaka en el santuario porque lo amo y estoy dispuesto a vender mi alma a Hades con tan de que me conceda en verlo de nuevo a mi lado, aunque sea unos segundos!
Todos sintieron las palabras con verdad. Algunos de ellos nunca dudaron que Saga de Géminis terminara amando profundamente a un caballero lleno de paz como Shaka. Al final dieron su voto de traer de nuevo a su compañero al santuario, pedir perdón por haberle hecho daño o haber cometido el error de no advertirle de las intenciones del gemelo mayor. Ya estando tranquilos armaron un plan para salir del santuario, juntos en busca de su compañero. Teniendo todo calculado decidieron esperar un tiempo para evitar las sospechas de su diosa, ya llegada el momento indicado. Es cuestiona de unas semanas. La paciencia es su virtud.
– ¡Nuestra misión en traer a Shaka al santuario! – dijeron al unísono.
Continuará…