Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Appassionata por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ahora si que les traigo un capítulo que uyy... mejor dejo que lean.

 

Messa di voce: Técnica vocal que consiste en la emisión de una nota,  que inicia suave y gradualmente va reforzándose, hasta su máxima amplitud, para luego disminuir con la misma graduación, llevando otra vez el sonido hacia el punto de partida. Esto ha de ejecutarse con un solo aliento.

 

 

------------------------->PORTADA<-----------------------

—  basta—  Solange no me suelta, aunque logro dar uno o dos pasos para atrás—  detente, esto es…


—  ¿entonces? ¿Qué es lo que quieres?


—  ¡No lo sé! Suéltame—  esto es doloroso, en serio ya me causa dolor: me duele el pecho, siento que podría dejar de respirar en cualquier momento.  Es desesperante, ¿Por qué…? ¿Por qué no entiende eso?  ¡Somos hombres!— ¿Por qué estás haciendo esto?  


—  porque quiero que te des cuenta—  Imposible, imposible—  Elián, escucha.


—  no, escucha tu… solo puedo ser tu amigo, no más. Deja de insistir, deja de buscar algo imposible—  iugh, eso parece sacado de un drama romántico. Bajo la mano, que ni siquiera recuerdo dejarla de barrera entre nosotros— Solange…


—  Lo que tú quieres es tenerme contigo, y que ignore lo que siento ¿no?— gimo, de eso estoy hablando ¿Cómo puedo sentirme bien con esto? me está haciendo sentir mal. Lo que es peor: no me sentiría así si no fuera verdad. 


—  no lo… no es…  olvídalo—  soy una basura. ¿Cómo puedo decirle que este aquí y que no haga eso de coquetear conmigo? no soy yo, ya no me conozco.


—  ¿te incomoda que te diga que me gustas?


—  no.


—  ¿Qué te toque, abrace, bese y eso?— ¿y eso? no ha hecho otra cosa.


—  no... Si… no lo sé.  Mira, lo siento… no sé qué…— con la máscara que trae hoy, puedo ver sus ojos.  Sus ojos que no se despegan de mí, no puedo adivinar lo que siente o piensa al verlos.


—  eres muy egoísta, mi preciado violinista. Pero yo también lo soy, y masoquista también—  ¿Qué dice? No entiendo… no quiero entender, porque no tiene relación con lo que estamos hablando.  


—  ¿Y?


—  quise alejarme, quise darte tu espacio y no incomodarte más, pero en vista de que no puedes alejarte de mí, que me seduces con tus palabras y tus acciones… volveré.


—  ¿Qué?


—  volveré, y tendrás que vivir con eso. Tu boca no dice nada, Elián, pero tu mirada… Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón. Y, mi estimado violinista, tus ojos me ruegan a gritos que regrese.  Llámame loco si quieres—  me quedo boqueando. No sé qué decir, ¡vaya forma de dejarme sin palabas!


¡Y me estoy avergonzando!


—  ¿Cómo…?— no… estoy  hiperventilando… Solange se pone a reír—  esto… no… es…


—   lo es… vamos, tranquilo, respira... eso es, buen chico. Te diré algo, no lo dije yo, pero igual te lo diré—   ¡Pero si la mitad de las cosas que dices las dijo alguien más!— He aprendido que no puedo exigir el amor de nadie. Yo sólo puedo dar buenas razones para ser querido... Y tener paciencia para que la vida haga el resto.


 ¿Quién dijo eso?


—  No arruines el momento. Eso hare, Elián. No tardes mucho, por favor—  me dice, y se da vuelta. Le veo alejarse, y de verdad ahora quiero que se aleje un poco. Vete, vete… ¡Se detuvo! No…— y Elián, fue Shakespeare—  dice, girándose un poco para verme, y luego sigue caminando. Pero que…


Solange está loco, y no tiene remedio. ¡Ni siquiera pude decirle lo que quería! le cite para que pudiéramos llegar a algún acuerdo, o aclarar todo, quería hacerle entender  que no soy yo quien le gusta, por absurdo que suene. Y ahora sale con esto. Es imposible, en serio.  Me apoyo en la banca, mientras me siento.  Qué bueno que trae mascara, no sabría qué hacer si me invitara a un restaurant o a un café.  Sería más incómodo.  ¿Qué planea ahora?  No quiero saberlo, pensándolo mejor. No tengo nada que hacer, había pensado que tardaría más aquí,  no tengo más planes.


Mi mamá está esperando fuera de mi departamento.


—  cariño ¿tienes tiempo? Iremos a comer, como festejo por el éxito de tu concierto anoche—  ni me deja hablar. De hecho, ya me está llevando del brazo de regreso a la calle.


—  claro… ¿y papá?


—  nos vera allá. ¿De dónde vienes? Creí que estarías durmiendo, no llamaste ni fuiste a casa esta mañana.


—  estaba con un… amigo.


—  ¿amigo? Ah…— ella sonríe, su codo se clava en mis costillas—  ya vi anoche.


—  ¿Qué? ¿Hice algo mal?


— no me refiero a eso. Estabas muy contento con esa chica, la que toco el piano la vez anterior.


—  ¿Qué pasa con Lydia?


—  Deberías invitarla a comer, o a salir más seguido—  ¿¡Esta insinuando lo que creo!?


—  mamá, solo somos amigos.  Y a ella le gusta alguien más.


—  Es más bonita que Darlene, parece más agradable también y sin duda tiene más talento que ella— arg, esto es desagradable.  Que tu mamá hable de tu ex novia y de la chica con la que te quiere ver…


—  hey, basta. Darlene ya fue, y Lydia está interesada en otro chico—  que está interesado en mí, para variar.  ¿Qué dirían mis padres si les cuento sobre Solange?


—  ¿está saliendo con él?


—  no.


—  entonces no veo problema. Puedes invitarla a salir, eres lindo, y guapo.  Ella se ve interesada en ti,  por la forma en que se te acerca. Se la pasa tomada de tu brazo.


—  ella solo quiere hacer un dueto, y que mi fama le haga famosa a ella también—  Lydia no me lo dijo, pero vamos, a veces es tan obvio que no  ocupo ni preguntarlo. Y al parecer tampoco voy a disuadir a mi mamá de que Lydia y yo no tenemos, ni tendremos, nada—  ¿Cómo viniste aquí?


—  En un taxi— ya se me hacía raro que no estuviera el auto de mi padre aquí. El mío está estacionado a unos pasos de la entrada de los departamentos, y siempre traigo la llave aunque no lo uso—  tenemos una reservación en ese restaurant de comida italiana—  dice, cuando cierro la puerta de mi lado.  Me pongo en marcha,  escuchando la voz de mi mamá. Estoy… confundido. Solange siempre me confunde. ¿Qué piensa hacer ahora?  Debería mejor irme como había pensado al inicio, no sé si quiero saber que planea Solange. Aunque… es bueno que vuelva, en serio le extrañamos. Es difícil hacer una representación—  ¿Elián?  


—  ¿Qué?


—  Vamos, ya no está esperando—  dejo que me guie hasta la mesa donde papá está sentado, con una copa  de vino delante. ¿Solange es como él? sí estuvo en la presentación, debe tener la influencia suficiente para que le invitaran, ¿o se coló? No creo que permitieran eso.  No lo imagino como esas personas.    


—  llegan tarde.


—  es mi culpa, estaba de paseo y deje mi móvil en casa.


—  ¿no estabas ensayando?


—  eh… no.


—  tú presentación dejo mucho que desear.  Pudiste haber destacado mas ayer,  ni fuiste el primero ni el ultimo, como sería su hubieras sido el centro del concierto—  ahí vamos de nuevo. Es muy desalentador.


—  no había ningún músico principal, solo era una presentación, como muchas otras.


—  si vas a estar con gente importante, entonces eso no debe ser así. No debes permitir que sea así.


—  claro.


—  Y sin duda no me gusta que estés jugando por ahí sin poner la suficiente atención a tu preparación—  ¿Jugando? Antes… eso sería verdad, porque me gustaba pasar todo el tiempo ensayando, tocando hasta que me cansaba. Ahora sé que hay cosas mejores… ya sé lo que pasa cuando centro mi vida en tocar solamente.


—  no jugaba.


—  ya, ya… pidamos algo para comer; además, Elián está interesado en esa chica, ¿Lydia?  La pianista.


—  ¿otra pianista? Elián, ya sabes lo que pienso de las relaciones personales. Y en vista de cómo termino la última vez…


—  Lo sé—  esto es agobiante. Creo que debo dejar de visitarles, ¿Dónde puedo conseguir una sala para tocar a solas? Mi padre siempre es tan serio, siempre buscando perfección, aunque sea imposible.


—  ¿ya hablaste con Konrad?


—  no,  papá, el concierto fue ayer. Esperare un poco más, porque un no sé qué pensar de su propuesta.


—  ¿no lo sabes? creí que era obvio que la rechazarías para buscar algo mejor. Elián, no me decepciones con esto. Eso no es para lo que te has estado preparando. Eso no es para ti, ¿escuchas?


—  si…


Y yo no soy perfecto.


 


Hoy está nublado, pero no parece que vaya a llover. No saldría con mi violín así.  Arg, otro mensaje de Luka. Desde que le di mi teléfono, y comenzamos a venir de nuevo, no ha dejado de mandarme mensajes cada que nos reunimos, todos preguntándome si ya voy a llegar.  Sé que lo hace solo por molestar.


—  Oye, chico…— ¿es a mí? me giro, buscando si es a mi… si, es Bastian—  ayúdame con esto.


—  ¿Qué?—  me deja una maleta, muy pesada. El trae unos cuadros de madera y otra maleta—  ese vago de Luka siempre me deja cargando con todo—  entiendo porque. Bastian aún me hace sentir incómodo.


—  ¿viven cerca?


—  no. Le llamo para que venga al mismo tiempo. Ni se para que lo hago, no ayuda—  al parecer no soy el único que se queja de Luka. Aun así no puedo molestarme mucho con él. Nadie al parecer.


—  Supongo que es…— un grito me interrumpe. Estamos por llegar con los demás—  ¿Qué pasa?


—  no lo sé…— él me adelanta y  como es tan alto no puedo ver qué pasa.  No parecen gritos de dolor, más bien es una risa muy escandalosa—  Tú, miserable…— Bastian suena molesto, y… espero que sea una broma…


—  basta,  basta…— tabita ríe con ganas, y todos están felices.


—  ¡Elián!— Solange, está aquí. Solo puedo sonreír, pues Solange me ha abrazado, casi tirándome al suelo,  me abraza tan fuerte que no puedo hablar.


—   ¿Qué pasa? Se ven muy… oh…— oh, dios… ¿en serio hizo eso delante de todos? Incluso Lydia está aquí…


—  ¡Lydia!— Solange me suelta y abraza a Lydia, ella se pone roja mientras Solange da unas vueltas con ella. Nadie vio raro lo que paso, nadie hace escándalo ni nada… solo yo. 


—  tu... mas te vale que hayas vuelto para quedarte o juro que…— Bastian termina con la escena, sujetando a Solange del cuello de la camisa.


—  no estaría aquí si no. ¿Puedes soltarme ya?— yo hubiera salido corriendo si alguien como Bastian me amenazara así—  claro que aún tengo demasiadas cosas que hacer… y algunos días no podré venir, o tendré que irme temprano… y cosas así. Pero oigan, es mejor que nada.


—  me alegra que volvieras.


—  ¿Pudieron arreglar las cosas?—  Luka es el único que se queda fuera de la bienvenida que le están dando a Solange.  Me mira con una sonrisa que no me gusta nada.


—  ¿Cómo?


—  es raro que llegue solo así, y después de ignorarse los últimos días que estuvo aquí, ahora esto. ¿Hablaron?


—   N…


—  No estaría aquí de no ser por Elián—  ¿¡Que está diciendo ese idiota!?  Luka gira la cabeza, pero sé que está riendo. Todos me miran, incluso alguien grita algo.  Y yo que pensaba negar todo.   


—  No es nada…— murmuro. Qué horror, mi cara debe estar tan roja…


—  vamos, se nos hace tarde para iniciar. Solange…


—  lo tengo. Elián, ven conmigo. Se me ocurre una idea—  y a mí se me ocurren cientos más para no ir a ningún lado con él—  Trae tu violín.  


—  Esto no es lo que esperaba—  murmuro, caminando sin ganas detrás de Solange. Lydia me hace una seña. Ah… si… ella quería que la ayudara a… acercarse a Solange—  Oye… espera…— Camina muy rápido—  ¿no puede venir alguien más?


—  Volveremos pronto. Además, solo te ocupo a ti.


—  ¡pero…!


—  Elián, ¿de verdad crees que voy a dejar pasar la oportunidad de andar a solas contigo?


—  Como sea, ¿Cómo haces para atraer a las personas?— Solange se detiene y al fin puedo alcanzarlo.


—  solo lo hago y ya. Esta vez, ayudaras, ¿Por qué no tocas algo alegre, juguetón? Siguen haciendo esa obra, así que servirá de introducción.


—  ¿No te pones nervioso? Además, esa ropa parece calurosa—  Solange voltea a verme, me toma desprevenido y no puedo alejarme mucho. Nuestras caras están muy cerca.


—  Me gusta cuando haces tantas preguntas—  muy cerca… él se aleja, sin decir o hacer nada más. Empieza a recitar algo, o cantar, no me concentro. Solo sé que tengo que tocar algo. Dios… esto no está bien. No está bien que me ponga tan nervioso estar tan cerca de Solange. No es normal que el corazón casi se me salga cuando me habla o cuando me toca. No es normal.


¿Puedes enamorarte de alguien a quien nunca le has visto el rostro?   


¿Ah?


—  ¿Elián?  ¿Estás bien?— no… no estoy…


—  si… lo siento…


—  has dejado de tocar ¿seguro?


—  Si…— no sé qué tocaba, pero me pongo a tocar cualquier cosa, lo que mi mano recuerde, porque no tengo cabeza para pensar en una pieza. ¿Enamorar? ¿En serio?  No…


Esto no puede estar pasando aquí.  Casi me dan ganas de salir corriendo por todos lados preguntándole a todo mundo como es estar enamorado. Pero lo sé, maldición. No es la primera vez que siento esto, aunque es muy distinto. ¿Por qué un hombre? No es normal, no está bien.  


¿Cómo pudo pasar esto? Solange parece ajeno a todo el lio que hay en mi cabeza. Actuando como si nada, riendo y diciendo esas frases cursis mientras sostiene a  Moira.


—  Elián… Elián… es tu turno—  ¿Por qué ese idiota tiene que estar tan feliz mientras yo sufro internamente porque no quiero estar enamorado de él?


— Que molesto…— murmuro, tocando con más fuerza de la que ocupa la canción.  Todo termina y por primera vez en un buen tiempo, todo es risas y alegría. Yo no rio ni estoy feliz. Estar enamorado de un hombre no me hace feliz. Yo no estoy enamorado de un hombre, para iniciar.  No lo estoy.


—  pareces molesto, Elián ¿paso algo?


—  Nada—  Lydia y yo somos los únicos que no estamos en ese reencuentro. Creo que los dos sentimos que no pertenecemos ahí. No como ellos.  


—  hey, ¿le conoces?— dejo de renegar en mi mente, para ver lo que señala Lydia, quien más bien. Un hombre, alto y rubio, vestido con un traje negro y camisa blanca.  Unos lentes de sol y los labios sin sonrisa me dan la impresión de ser algún guardaespaldas.  Ah…  es esa persona.  El hombre misterioso que a veces viene por Solange. Solo le he visto una vez, y le vi de espaldas mientras se alejaba.


—  ah… ¿ya es tan tarde? tengo que irme…


—  ¿Qué? ¿Tan pronto?


—  si… vendré mañana… si es que me dejan. Pero volveré.  Nos vemos—  se despide, alejándose en dirección a ese sujeto. Cuando llega, se gira y hace una despedida con la mano. ¿Es a mí? Parece que sí, la máscara es ridícula ahora. Naa, siempre lo fue.


— Aww es una lástima que se fuera. Elián…— Lydia me sujeta el brazo con fuerza—  ¿me ayudaras con Solange? ¿Sí?


—  ya había dicho que sí. Pero… no sé si debas esperar… algo. No parece que seas su… tipo—  ah, si ella se enamora y él no…  no creo que Solange sea tan grosero para romper las ilusiones de alguien, o no lo haría de forma grosera.  Claro, cuando no se está yendo como si nada pasara.


 


Desde que Solange regreso, el ambiente durante las pequeñas obras cambio mucho, casi como antes. Digo como antes porque todo siguió igual excepto que ahora…


—  hey, Elián…— la mano se Solange me da unas palmaditas en la cabeza—  tan hermoso como siempre—  eso es lo que cambio.  Bueno, no es un buen ejemplo.  Solange se la pasa conmigo la mayoría del tiempo,  como antes. Y como antes, también me dice alguna frase o hace algo con una clara intención de coqueteo.


—  gracias…— ahora quiero pensar que eso que dijo se refiere a lo que toque.


—  ¿Qué canción es?


—  Es…— ah, la cara me arde de vergüenza—  es una composición mía.


—  Wow, ¿en serio? No sabía que componías.


—   no lo hacía. El siguiente semestre tomare clases avanzadas sobre composición. Mis padres no estaban de acuerdo con eso antes. No les he dicho que lo hare.


—  ¿Por qué? Componer debe ser genial, y más si tus creaciones se hacen famosas ¿lo imaginas?


—  pero es un lio registrarlas y eso…


—  ¿es lo que te preocupa?  Yo puedo ayudarte con eso si quieres. Conozco a alguien.


—  siempre conoces a alguien. Para todo—  sonrió.  La verdad, me he acostumbrado a esto. Aquí no me da tanto miedo, como cuando lo pienso en casa.


—  ¿de qué están hablando?


—  de composición. ¿Tú compones, Lydia?— Lydia sonríe con la atención de Solange. Y el resto del día la pasan hablando entre ellos. Mientras toco, y cuando Solange no actúa, les veo hablando, Lydia ríe, se recarga en Solange, hay leves roces entre sus manos.  Ella es todo sonrisas, sonrojos, parpadeos y desvíos tímidos de miradas. 


Las cosas deberían ser así, ellos se verían bien. Quizá ni ocupe que yo le ayude y podría librarme de todo esto de una buena manera ¿no dicen que un clavo saca otro clavo? Me recuerdan un poco a cuando Darlene y yo comenzamos a coquetear. 


—  Elián, tienes mala cara, ¿Pasa algo?— Luka.


—  no... Todo está bien—  veo que no me cree, me dan ganas de golpearle para borrarle la sonrisa.


—  Lydia y Solange parecen muy cercanos ¿no? ¿Quizá él cambio de violinista preferido?


—  Ellos solo están hablando de composiciones— Luka silba, mirándolos.- y ella no es violinista.


— Bueno, claramente has quedado fuera de esa composición—  me dice, sonriendo con malicia—  ah, creo que es hora de marcharnos. ¡Chicos!— cierro mi estuche y me voy. No hago nada más aquí de cualquier modo. Estúpido Luka y sus comentarios sin sentido. ¿A mí que me importa que Lydia y Solange sean amigos o novios? Para mi es mejor aún.


Lo peor, es que esto se repite tres días más.  Solange no me ignora precisamente, pero Lydia y él hablan casi todo el tiempo. No soporto las miradas de Luka. 


—  ¿Por qué no vas y le dices que te molesta eso?


—  no me molesta—  murmuro.


—  Oye, Elián ¿Qué melodía te pidió Naomi que tocaras?— Lydia alza la voz desde el otro lado de la carpa.


—  es algo sencillo. El canon en re mayor.


—  Gracias—   y así,  vuelve a hablar con Solange. Luka solo ríe, y se va con Moira a trenzarle el cabello.


Estoy cansado. Dejo caer el violín apenas llego a casa. No soportare la estúpida sonrisa de Luka ni un día más. Vaya, lo que faltaba: un mensaje en la contestadora. 


—  Elián, ven a casa cuando escuches esto—  es todo, nunca había oído a mi madre  tan seria. ¿Qué habrá pasado? No quiero ir, pero el tono de mi madre no es normal. Así que regreso a la calle, hasta mi auto y me dirijo hasta la casa. Ya está oscuro cuando llegó.  


—  ¿Mamá?— no la veo en la entrada, ni en la cocina.


—  Elián, aquí.


—  ¿Qué pasa?— ella  no me sonríe, ni me abraza como siempre. Luce… preocupada—  ¿Mamá?


—  Queremos hablar contigo…— esto es extraño. ¿Qué he hecho? No recuerdo que pasara nada importante para poner así a mamá.  La sigo hasta la oficina— estudio de mi padre. Él también esta serio, casi molesto.


—  ya en serio ¿Qué pasa? Esto es un poco…


—  Me encontré con Darlene en el centro comercial—   ¿Qué tiene que ver Darlene? Solo falta que hayan hecho algún arreglo matrimonial.  Casi me dan ganas de reír—  ella me saludo, y me dijo que tu… que tu…


—  ¿Cómo puedes estar tocando en central park como un pordiosero?  Eso no fue lo que te enseñamos, Elián—  ah… eso. Ya estoy tan acostumbrado que no lo veo como algo malo. Un momento, eso ni siquiera es malo.


—  solo les ayudo. No estoy haciendo nada malo.


—  solo es perder el tiempo. Dime, ¿Qué pasaba por tu cabeza? es una tontería, Elián.  Ahí no vas a lograr nada.


—  Eso no es… no…— no estoy perdiendo el tiempo ¿o sí?


—  Elián, escucha a tu padre. Esos chicos…  no me gustan que estés en un grupo como ese. No es bueno, y hacerlo para luego pedir dinero de esa manera, mendigando…  temo que tu…


—  no pasara nada. Y no es así. Todos son buenos, y es divertido—   ellos piensan que me volví loco por hacer esto. A lo mejor es cierto, debo estar loco para poder tocar en la calle, mas al inicio—  me gusta hacerlo, me hace sentir bien.


— no me extraña que tu presentación sea tan mediocre. Deja de hacer tonterías y concéntrate en la música que sí importa. Mi hijo no será uno más de esos dementes idealistas y mediocres. Espero que entiendas.


—…— no, no. de ningún modo. Ese es mi lugar, mi refugio, donde puedo encontrar mi música, donde puedo ponerle alma, lo que sea que eso signifique. Donde tengo amigos, amigos de verdad y no solo compañeros—  ya no tengo quince años, padre. Se perfectamente lo que está mal y lo que no. No dejare de ir.


—  Elián…


—  ¡Elián!— cierro la puerta, tengo que alejarme de esto. No puedo estar aquí. Es… es la primera vez que le llevo la contraria a mis padres. A alguien en realidad. No se cómo me siento. Mis padres no me siguen, pero de todos modos me subo rápido a mi auto y arranco.  No pueden castigarme más, no soy un niño.  Estoy… extraño.  Me detengo, necesito aire, respirar.   Bajo del auto, jadeando y camino.


Ironías de la vida, estoy en central park.  Camino, respirando. Hace frio incluso. Tsk, mis  manos tiemblan.  ¿Cómo pudieron decir eso? hacer eso no es malo, ni denigrante ¡Es molesto que piensen eso! ninguno lo hace por el dinero exactamente.


—  Wow, no esperaba encontrarnos ahora mismo—  es Solange ¿no se ha ido?— estas preocupado… no, ¿molesto? Puedes contarme si quieres.


—  no quiero.


— pues que va hacerse entonces. Pero eso te haría bien, ¿Por qué no damos una vuelta?—  ahí está de nuevo.


—  no.


—  vamos.


—  Solange, no estoy de humor. De hecho… debería irme. Esto es  umm...


—  no puedes seguir así, Elián.


—  ¡Basta! ¡Ya estoy cansado de todo esto! ¡Todos me dicen que hacer: Toca esto, ve a este lugar, habla con él, no hagas esto, haz aquello!  Esto cansado de esa mierda—  mis padres, Lydia, Naomi, también Solange. Todos, ¿y yo? ¿Dónde queda mi opinión?  Ya me canse de hacer todo lo que me dicen, todo lo que esperan que haga. Yo no soy como ellos creen.


—  entiendo, entiendo. Tranquilo—  le miro, fulminándolo con la mirada. Empezando por este sujeto. Le sujeto el cuello de la camisa, como Bastian, y le atraigo a mí.  Beso los labios de la máscara—  E-Elián…


—   Cállate—  le doy un golpe en el estómago. Esto es suficiente, ¡No había esperado llegar tan lejos! Que vergonzoso.  Solo salgo corriendo a cualquier lado.


—  ¡Elián! Maldición, espera.


 Yo no soy perfecto.

Notas finales:

Solo me queda compartiles el Cannon en re mayor que menciono en el capítulo y agradecerles por leer.

Hasta la proxima semana


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).